Alpes 2009: Suiza y Francia ***AÑADIDO AL INDICE***

[MAK]

 

[cuscus]

Está interesante, pero no logro ver las últimas fotos

[pollo]

jode,r yo he estado en suiza y eso no lo he visto  joder vaya tres, no se les puede dejar solos que lo suben todo, o  >:(sera para ahorarse el paston que me he gastao yo en cremalleras, telehuevos y su pu...ma.., na que envidia.

[Mikel_24]

Está interesante, pero no logro ver las últimas fotos

Tal y como ayer sospechaba, era un cuelgue temporal de Imageshack. Ahora ya se ven perfectamente y he subido las que, por error, subí a tamaño completo y descalabraban la página.

A ver si hoy a la noche o mañana puedo colgar lo de Bionassay... que está un poco en pañales. En cualquier caso tendré que actualizar con fotos en cuanto nuestro amigo Jaime (Madrid) me envíe un CD con las de su cámara, que se nos olvidó pasarlas al portátil antes de despedirnos y ...ya sabéis como son estas cosas...

Un saludo,
Mikel

[Linur]

Que WAPO!!! queremos mas!!!jaja

un saludo!

PD: Al año que viene me adoptais en el viaje??jaja

[colimp]

Que bueno¡¡¡ 
El año pasado hice mi primera via ferrata en Antequera y me encantó¡.
Un saludo¡

[OTO]

Sencillamente increible.

Se nos queda una cara de gilipollas a los que no somos mas que meros aficionados al monte...

Increibles las dos cronicas. Da gusto ver tantas fotos de los libros que se van leyendo d montaña...

[georober]

Jodeeeerrr Tengo que dejar de fumar pero ya para hacer eso... Increíble viaje, nosotros teníamos en mente algo así eh OTO?

Mikel, esa ferrata de Chamonix tiene una pinta acojonante, pero cuento 10 personas en un paso de no más de 30 metros ante todo seguridad eh? vaya guías que hay por ahí...

[syncroman]

Como siempre, Mikel, nos matas de envidia  con tus crónicas !

Saludotes

[Mikel_24]

ARISTA DE BIONASSAY

Amén de las actividades descritas, teníamos en la lista de pendientes la Goulotte Chere al Mont Blanc de Tacul, el corredor Wimper a las Grandes Jorases y alguna cosilla mas. Desgraciadamente la meteo no acompañó y tuvimos que ceñirnos a las ferratas, que exigen menos tiempo y pueden hacerse en periodos cortos de buen tiempo (una mañana, una tarde, etc).
El caso es que tras unos cuántos días de holgazaneo, ferratas, paseos lúdicos por Chamonix, compra de botas nuevas por parte de Gorka, etc teníamos ganas de darle a lo que sería la actividad colofón del viaje a Alpes: La Arista de Bionassay. Tanto hablar de ella, terminamos convenciendo a uno de los tres madrileños que conocimos en el Camping, Jaime.

Como montañeros bien enseñados, consultamos por última vez la meteo y confirmamos la reserva en Durier. Allí pedimos información sobre la aproximación y la vía en si. Entre otras cosas nos dijeron que convenía estar muy pronto en Durier para evitar las caidas de piedras y hielo provocadas por el calentamiento de la arista donde se encuentra este refugio. Es decir, que había que madrugar un huevo. Son mas de 2268m de desnivel y calculamos que habría que empezar a caminar a eso de las 3 de la mañana desde el aparcamiento de la Gruvaz para estar a las 8 o antes en la zona peligrosa. Así que en lugar de dormir en el camping, decidimos hacer las mochilas e ir a dormir en la furgo a la Gruvaz (como a 35 minutos de Chamonix aproximadamente).

Llegados al parking de la Gruvaz a eso de las 22:30 nos encontramos con estos dos carteles, que no eran nada alentadores dicho sea de paso. Algunas fotos son de dos días después, de cuando recogí la furgo, porque, evidentemente, a las 22:30 poca luz había para hacer fotos.

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Y aquí llega la syncro-salvajada.... Que se que la estabais esperando.

El caso es que según metíamos cosas en los macutos y releyendo de nuevo la guía, me fijé en que la subida por la pista forestal desde La Gruvaz hasta los Chalets de Miage estaba restringida en fechas y horario... Pero es posible subir hasta las 8 de la mañana y pasadas las 6 de la tarde. Vamos que está pensado para no incordiar a los caminantes y esas cosas. También decía que dicha pista era solo transitable por vehículos todo terreno (ya claro claro....).

En esas estábamos cuando apareció un todo terreno con una pila focos del carajo bajando por la pista. Les paré y en una mezcla de inglés-francés y con gesticulaciones varias me dieron a entender que, efectivamente, se podía subir a esas horas. Cuando le dije en qué pensábamos subir, le entró la risa floja al francés... ¿Tienes reductora? ¿Ya vas a tener suficiente altura libre al suelo?... ¡Vete al cuerno! Somos de Bilbao (salvo el madrileño pero lo adoptamos) y con eso basta. Ala, todos arriba y apretaros los cinturones.

Ahora es cuando debería colgar un video de 17 minutos de botes, rebotes, cagüendioses, etc... pero no lo tengo editado, así que os tocará esperar. Lo cierto es que la pista, aunque sin roderas, era muy cabrona por desnivel, herraduras y estrecheces. Cuando bajé dos días después por la misma pista, tuve que hacer maniobra en un par de curvas porque a la primera no conseguía darlas (demasiado cerradas)... Lo que no se es como durante la subida si que lo conseguimos. También se me caló en una subida tras una herradura y me tocó recular y salir picando rueda prácticamente apoyándonos en un pino (estaba mojado y había roca lisa). ¡Ah! Y también nos encontramos con dos vehículos bajando... y providencialmente había un apartadero y pudimos cruzarnos, de otra manera igual todavía estamos allí atascados.

Bueno, el asunto es que subimos por la pista como pudimos mientras Jaime contando aventuras de cómo en Bolivia habían volcado un taxi en una pista de tierra (pa' dar ánimos, ya se sabe). Llegamos a una señal que nos indicaba que estábamos ya en los Chalets de Miage, aparcamos (solos) y nos hicimos unas hamburguesas delicattesen que no se salta un gitano. Y al sobre que las 4 de la mañana llegan muy rápido.

Al día siguiente amanecimos con una rociada interesante y muy cerquita de los 0 grados.

Según este cartel SOLO nos quedaban como seis horas para llegar a Durier.

Lo primero que cruzamos fueron unas praderas empapadas sin sendero aparente por ningún lado y fiándonos de nuestra intuición (masculina por supuesto). Tan masculina es nuestra intuición que nos costó un par de intentos dar con el camino bueno.

En cuanto empezaron las cuestas tocó despelotarse un poco, antes de empezar a sudar como pollos y empapar la ropa.

Cuando vimos por fin la cascada que reseñaba la guía, supimos que estábamos en el buen camino.

La subida discurría amena primeramente entre vegetación exuberante...

Para luego pasar a terrenos mas propios de la alta montaña.

La que nos espera....

Se supone hemos de subir por uno de esos contrafuertes de roca suelta flanqueados por corredores de nieve. Hay que reconocer que se planteó la posibilidad de tirar tieso por uno de esos corredores hasta la arista, pero se nos quitaron las ganas en cuanto nos pusimos debajo... ¡parecía un bombardeo! En cualquier caso todavía faltaba un buen trecho...

A mitad de camino entre los Chalets de Miage y Durier, se pasa por el refugio de Plan Glaciar. Cuando nosotros llegábamos, se volvían un nutrido grupo de chavales que no pasarían de los 15 años, en pantalones vaqueros y zapatillas que marchaban de nuevo a La Gruvaz. No tenían acento de Bilbao, pero seguro que eran de cerca. Les acompañaban dos personas mas mayores que entiendo serían monitores.
Bueno, y también a esta criatura

Nos llegamos una grata sorpresa cuando vimos que el refugio, en lugar de estar regentado por un hosco montañero de piel curtida, voz ronca y manos como un muestrario de pollas, nos encontramos a Sonia. La pequeña, dulce y encantadora Sonia. Melena leonina, ojos claros y rostro angelical. Figura esbelta, carnes prietas y curvas netas. Así es Sonia. Bueno, el caso es que allí salimos ganando los cinco. Nosotros cuatro porque Sonia, que así se llamaba la guardesa (por si no os lo había dicho aún), estaba como un queso y nos invitó a café. Y ella, porque se le había ido al cuerno el sistema eléctrico (placas solares, bancada de baterías, inversor, etc) y nadie mejor que nosotros para arreglárselo. Así le vendimos la moto al menos. Siendo sinceros diremos que bastó con revisar el cuadro eléctrico y pulsar un triste botón en el regulador de las placas solares para que volviese todo a funcionar. Lo que realmente mereció la pena fue subir las escaleras hasta el ático detrás de las augustas posaderas de la guardesa. Parece que durante unos días de tormenta las baterías habían bajado por debajo del nivel mínimo, la protección por batería baja de la bancada se había saltado y después, incluso con buen sol, no se había rearmado por si sola. En cualquier caso, éramos sus héroes. Hay quien sugirió la posibilidad de quedarse allí a vigilar que no hubiera que volver a pulsar ese botón mientras nosotros lidiábamos la muerte en las alturas, pero no le dejamos. Y no, antes de que lo preguntéis, no hay mas fotos de Sonia, ni tampoco de sus rotundidades.

Y ahora vamos a lo nuestro, ya os contaré mas de Sonia en otra ocasión.

Desde el refugio de Plan Glaciar hasta el de Durier, lo que había sido un sendero bien marcado y hasta cómodo de andar, se convirtió en un contínuo equlibrio sobre lajas sueltas, lapiaces y rocas lavadas por el paso de los años. En algunos sitios encontramos cables de acero que, mas que aportar seguridad objetiva, cuando menos te indicaban que ibas en la dirección correcta. Al contrario que el resto de instalaciones que nos hemos encontrado en Alpes, estos tinglados estaban totalmente desatendidos y el mantenimiento era nulo.

No tardando mucho empezamos a encontrarnos manchas de nieve fresca, fruto sin duda de las nevadas de días anteriores. Y finalmente a un glaciar que cruzamos a toda pastilla porque no hacían mas que caer piedras. De eso no hay fotos... que no estaba el panorama como para pararse a sacarlas.

Así llegamos al espolón rocoso que habríamos de seguir hasta el collado donde se encuentra el refugio de Durier. Nos costó un rato largo subir por allí porque aparte de largo, el terreno era tremendamente incómodo. La nieve fresca ocultaba lo que había debajo y tan pronto estabas arañando roca con los crampones donde preveías nieve debajo como al contrario.

Aún así, las vistas sobre las Domes de Miage y los glaciares colgantes hacían mas llevadero el esfuerzo.

Justo antes de alcanzar el collado y como ayuda y guía para alcanzarlo, nos encontramos un nuevo tinglado de cables.

De ahora en adelante vais a tener que imaginaros las cosas bastante porque nosotros tres no hicimos demasiadas fotos y aún no tengo las de Jaime para acompañarlas. De momento os dejo una de Manu y Jaime haciendo el indio con... sip... Bob Esponja, mascota de la expedición.

El caso es que llegamos al refugio de Durier, que no pasa de ser una lata de sardinas con capacidad para 12 personas o poco mas. Con todo, terminamos apretándonos 18 personas allí dentro (16 tios y 2 chicas). Hay quien dice que hubo tocamientos y todo, pero yo no tuve esa suerte.. Lo de lata es absolutamente objetivo, porque es metálico con el interior forrado de madera. Cuando nosotros subimos estaba guardado por una chica y dos amigos suyos que le hacían compañía y pretendían escalar la aguja de Bionassay al día siguiente.

Entre comer, holgazanear y palear nieve al tejado del refugio para que se fundiera con el sol y obtener agua, se nos pasó la tarde. Nosotros habíamos sido los primeros en llegar, pero poco a poco siguió llegando gente. Algunos aparecieron muy tarde, cuando ya no se veía a dos metros del refugio (por niebla principalmente). La faena es que con niebla, no daba el sol... y sin sol... pues no hay agua gratis. En previsión de un marrón de este calibre, nos habíamos subido el infiernillo de gasolina con unos 450mml de combustible. Es mucho mas eficiente para fundir nieve que los ultraligeros de cartucho. Así que tras mandar a todo Dios a la cama, me lié a recoger y fundir nieve llenando los Camelbacks y botellas. No veáis lo divertido que es andar recogiendo nieve sin  ver ni torta tratando de esquivar las manchas de nieve amarilla. Divertidísimo. Nota informativa, es mucho mas eficiente fundir hielo que nieve... por si os toca alguna vez. Y nunca dejéis la cacerola sin nada de agua en el fondo, que la podéis fundir. Como anécdota contar que uno de los guías que llegó con un cliente, nos preguntó a ver cómo las habíamos pasado para subir por la pista con la Syncro. A lo que la respuesta unánime muy al estilo bilbaíno (hasta Jaime se iba contagiendo), fue un: ¿Pista? ¿Qué pista? ¿Pero no era eso una autopista? Pa' habernos matao.

Al día siguiente nos levantamos a una hora prudencial. Una hora antes que el resto, pero prudencial en cualquier caso. Creo que serían las 3 de la mañana o así. Desayunar algo frugal, vestirse con todo lo que teníamos y ponernos los hierros... fue todo uno.

Con el frontal puesto arrancamos por donde entendíamos que iba la vía y no habían pasado 15 minutos cuando tuvimos un conato de incidente. Gorka se quitó el casco para ajustarse el gorro y ... se le cayó. Y se le cayó bien. Sobre la nieve helada no parecía que fuera a parar. Todo apuntaba a que iba a tener que comprarse casco nuevo pero los caminos del Señor son inescrutables y... su casco se detuvo contra una roca como 50m mas abajo.

Recorridas las primeras palas de nieve empezamos a pelearnos con tramos de roca. Como este de la foto, observando las primeras luces salir por detrás del Mont Blanc (ojo que la loma redondeada que aparece entre Gorka y Jaime no es tal, sino el Dom de Gouter).

Si la orientación no me falla, el Mont Blanc lo tenéis a la derecha en esta foto, la cumbre mas alta.

Estas otras os darán una idea del terreno por el que nos movíamos.

La roca se intercalaba con pequeños tramos de aristas bien definidas de nieve helada. Fotos de postal para aristas de libro.

Todo esto no era mas que un pequeño calentamiento para lo que, al menos para nosotros, supondría el tramo mas técnico de la ascensión. O eso pensábamos. Según la guía había tres largos de escalada sencilla (III) que discurre mas o menos por el filo de la arista buscando las debilidades de la roca. Como diría el Jonan de Baraka... ¡Y UNA POLLA!

Esta vez nos pasamos de valientes tirando los dados y siendo cuatro, en lugar de llevar dos cuerdas y hacer dos cordadas diferentes, decidimos llevar solo una y meternos la ensamblada de la muerte. De esa manera pretendíamos ahorrarnos el llevar dos cuerdas y el doble de protecciones.

Sobreestimamos nuestras capacidades y lo que pretendíamos fuera una ensamble continuo metiendo seguros, se convirtió en una pseudo escalada a largos con uno en cabeza y tres "segundos". Un coñazo la verdad. Tensiones, gritos, caguendioses, etc. Además, y para arreglar mas las cosas, los guías con clientes con quienes compartimos refugio, iban en parejas en ensamble corto de verdad (3m entre primero y segundo) y sin meter seguros intermedios. Por mi, como si se cosen y no se operan, allá cada cual. El problema viene cuando, moviéndose mas rápido que tu, en lugar de esperar o pedir permiso, te adelantan por donde pueden, pisan tu cuerda y obligan a tus compañeros a apartarse para que pasen. Eso ya si me toca los gofres. Si cualquiera de ellos se hubiera caído, habría arrancado a su compañero con toda seguridad. Y con toda seguridad también, habrían aterrizado sobre alguno de nosotros. Y a mi no me gusta que se me caiga gente con crampones encima, que pinchan.

Esta es la cara que tenía yo antes de arrancar para arriba (tiré de primero).

Y esta la única foto que tenemos de la zona rocosa (de momento espero, a falta de las fotos de Jaime). Está borrosa pero se ve a un escalador con chaqueta roja y casco blanco en el filo de la roca, que entiendo será Gorka.

En estas dos fotos ya habíamos terminado (felizmente) la zona rocosa. Hubo tensiones, gritos, cabreos, etc... pero bueno, se impuso el sentido común y nos sirvió para ver que la estrategia no había sido la correcta y que nos faltaba un poco de agilidad en la roca.

Amigos otra vez, empezamos a recorrer la arista mas estética del macizo del Mont Blanc.

Lo ideal y que todos esperábamos, era poder recorrer la arista tal y como Gorka (por el piolet y casco mas que nada), lo hace en esta foto. Justo por el filo y en equilibrio precario.

Fastidiosamente tuvimos que resignarnos a recorrerla de esta otra manera. A media ladera con técnica de 12 puntas (tobillos doblados y rodillas flexionadas). Soberano coñazo y castigo del bueno para las piernas. Debido a los vientos de días precedentes, la arista estaba demasiado afilada y tenía demasiada cornisa como para ir por el mismísmo filo.

También debido a los vientos, se había ido la nieve dura y a tramos encontrábamos puro hielo que ponían a prueba la técnica y el temple. Aquí estamos Gorka y yo tomando un respiro en lo que creo es el Pitón de los Italianos, cerca ya del Dom de Gouter (por las rocas).

Tan tedioso era el avance que Jaime y Manu nos sacaron como dos horas de ventaja. Gorka y yo llegamos después y decidimos que había tiempo ni ganas de recorrer los metros que faltaban hasta la cima del Mont Blanc (2h). Al menos si queríamos llegar a tiempo al Nido de Águila para coger el tren cremallera y dormir como Dios manda en Chamonix. Para ir amenizando la crónica, un par de fotos que hicimos hacia atrás de lo que ya teníamos recorrido.

Total, que cruzamos el Dom de Gouter, enlazamos con la ruta normal y... sálvese quien pueda. Parada técnica en Gouter para comer algo (que llevábamos sin probar bocado como 10h), beber, cambiarnos los calcetines y... para abajo. Esta foto la hizo alguno de nosotros tres desde la bajada hacia Tete Rouse e ilustra perfectamente parte de la arista recorrida.

La bajada transcurrió sin demasiados incidentes salvo un patinazo y posterior esmorramiento de Manu que no tuvo mas consecuencias porque se agarró como un gato a una grieta en la roca.

Y por fin, enganchamos el tren cremallera y el teleférico hasta Les Houches. Aquí algunas fotos que hice en el tren cremallera. Yo estaba tirado en el suelo y el resto se consolaba como podía. Al fin y al cabo habíamos salido de una pieza.

Vaya día, ¿eh? Pues todavía queda lo mas divertido. Una vez en Les Houches y mientras regábamos nuestros deshidratados cuerpos con cerveza uno y refrescos otros, Jaime llamó a sus dos amigos para que nos vinieran a buscar. Nosotros éramos 4 y ellos dos. Tal y como alguno se aventuró a predecir, vinieron los dos. Vale chavales... premio gordo... ¿ahora como nos metemos todos en el coche? Espera espera... que eso no es lo mas divertido. ¿Como se supone vamos a recuperar la furgoneta? Nada... chupado... subimos con el Renault Laguna chupiguay por la pista forestal super empinada solo apta para 4x4 y donde casi se hace caquita la Syncro... y ya está. Ahí es cuando me di cuenta de que haber dejado la furgo ahí arriba no iba a ser gratis.

Resumiendo. Me quedé con uno de los amigos de Jaime en Les Houches, el resto se fueron al camping y se quedaron allí. Volvieron Jaime y Gorka con el coche, nos recogieron, nos comimos un radar bajando el puerto y, sin mayores contratiempos, me TIRARON en el parking de la Gruvaz. Con las zapatillas prestadas de un amigo de Jaime (yo iba en botas gordas y no era plan), un camelbak con dos litros de agua, un mazapán y un trozo de salchichón. Ala, a tomar por culo. Bueno si, y con las llaves de la furgo claro.

Subí por la pista en cosa de una hora y cuando llegué allí me encontré este panorama (como hacía dos días era como muy de noche, hice unas cuántas fotos).

A la bajada me encontré con un todo terreno que bajaba pisando huevos y me tocó ir esperando detrás suyo. En un par de curvas tuvimos que hacer maniobra y todo. Finalmente llegué a Chamonix. Entrada triunfal al camping en segunda a fondo, pantalón quitao y de costadillo... pero no hubo vítores ni cosas de esas. Unos sosos todos, o igual es que estában durmiendo ya (sosos en cualquier caso). Nos pegamos una ducha pirata en el camping mientras ordenábamos la furgo y cargábamos baterías. Luego nos piramos a cenar con los madrileños unas pizzas pantagruélicas en el local Poco Loco (o Perro Loco, no me acuerdo). Si vais por Chamonix, no dejéis de visitarlo. Salvo porque el dueño intentó matarnos a todos invitándonos a un chupito de algo inconfesable, el trato es excelente. La idea era salir de fiesta pero el cuerpo da para lo que da... y para qué negarlo, el bar donde nos metimos pecaba un poco de triste.

Total, despedidas, abrazos, momentos exaltación de la amistad, etc, etc. Recogimos los trastos y nos fuimos a dormir a la escuela de escalada. Al día siguiente el viaje de vuelta transcurrió sin ninguna novedad y aterrizamos por Bilbao a una hora prudencial y todo. Dejar los compañeros en sus respectivas casas, vaciar la furgo, deshacer mochilas y... a dormir que ha sido un día largo y tengo el culo cuadrado de estar sentado tantas horas.

Seguro que me dejo algo, pero quiero subiros esto cuánto antes, así que lo pongo aquí y ya iremos añadiendo fotos, comentarios y coñas marineras según vaya surgiendo.

Un saludo,
Mikel

[AFRAGO]

muy buen relato y magnifica actividad
y lo dicho.... de Bilbao, Bilbao centro.
Sl2

[CURRA]

Joooder, ¿cuando vais a la playa que haceis, cruzais el canal de la mancha a nado o algo asi, no??,ja,ja,ja

Una cosa: ¿pa la arista esta del Mont Blanc, que es mejor el 3 en 1 o la cinta americana?,ja,ja,ja

Perdon por las bromas y enhorabuena por el viaje y que fuerte lo de vuestro amigo...

[Trencalòs]

  Que buena crónica!!!! Con los calores que hemos pasado aquí en Esp! 

[loocked]

Me ha encantado esta crónica como buen aficionado a la montaña que soy.

Habeis hecho de todo lo que me gusta, alta montaña, ferratas, 4x4 y cervezas 

Tremenda la crónica, me habeis amenizado esta tarde de curro 

[marcoslidi]

hola que tal yo soy mas de estar tirado en la toalla con mi cerve en la mano y unos cuantos culines en la visual,me ha flipado vuestro viaje y tu cronica leida del tiron,ahora bien lo que no entiendo es porque no hay mas fotos de Sonia.