Hola, majetes, qué tal?

Pues nosotros este verano hemos dado una vuelta por Suiza, pero al contrario que en ocasiones anteriores, nos propusimos evitar las autopistas y hacer todo el recorrido por carreteras secundarias para "vivir" el país con mayor tranquilidad. A ver si es posible recorrerlo sin coger la famosa viñeta que te permite utilizar de modo gratuito todas las vías rápidas. Como estábamos de vacas y no había prisa...

Encontramos en internet una web que proponía un recorrido interesante e intentamos ajustarnos al mismo utilizando la furgo en lugar de una Harley que fue el vehículo elegido por los autores originales.



















Terminamos de trabajar a mediodía y nos ponemos en ruta a media tarde rumbo a Suiza. Aunque no nos pilla exactamente de paso, hacemos una parada en Baigorri donde llegamos sobre las 20:00.

A las 9:00 dejamos Baigorri y damos comienzo a las vacaciones. Pasamos Burdeos sin problemas, pero en Brive y Lyon encontramos bastante tráfico. Hace un calor terrible, llegamos a los 41 grados a la altura de esta segunda ciudad. El camino se hace pesado y nos cuesta más de 10 horas llegar a Annecy.

Nos dirigimos al área AC que hay junto al lago, pero a esas horas de la tarde, pasadas las 19:00, está llena y aunque al lado de ésta hay un parking con buena pinta y alguna furgo aparcada, optamos por subir al camping municipal para tener todos los servicios, que el tiempo es muy muy caluroso y los necesitaremos.

El precio por la furgo y dos personas, sin electicidad, es de 23,5 euros. El camping correcto tirando a justito, sin más.

A pesar del calor que ha hecho, como hemos podido levantar techo y dormir arriba, hemos estado más frescos y hemos pasado bien la noche. El día de hoy viene también calentito, la previsión habla de acercarse de nuevo a los 40 grados. Joooodé, que nos hemos desplazado hacia el norte! 

Tras una ducha y aprovechar un rato la wifi, salimos del camping y nos dirigimos al lago. Pasamos por el área AC y vemos que hay dos huecos libres, uno de ellos en la esquina, junto a los árboles, qué tentación.









Lo ocupamos rápidamente y nos acercamos en bici hasta el pueblo, a un par de kms del área, creo recordar. Comemos unos helados y paseamos por el mercado alimentario. Enseguida lo recorremos entero.  Es un pueblo muy bonito, al borde del lago y atravesado por unos pocos canales. Se ofrecen pedaliers, barcas eléctricas y cruceros por el lago.














Nosotros optamos por tomar un aperitivo y darnos un baño en la playa lacustre. El agua un tanto "caldo", a 25ºC, aunque con el calor que hace refresca bastante.

Comemos en el área y tras un rato de lectura nos acercamos al agua a remojarnos otro poco.


Cuando empieza a bajar el calor decidimos coger las bicis para dar otra vuelta por el pueblo pero a la mía se le revienta una rueda (estaba en las ultima la pobrecita) y tenemos que optar por darle al calcetín (unos 25-30 minutos).  Callejeamos disfrutando de la belleza del lugar y regresamos a cenar y dormir en el área.

Hoy comienza el día con tormenta y parece que el tiempo refrescará, según dicen, el termómetro no subirá de los 28º.


Salimos a las 9:00 de Annecy y por carretera circunvalamos Ginebra (es una interesante ciudad, pero la conocemos de anteriores ocasiones y pasamos de largo) siguiendo la carretera que bordea el lago Leman hasta Rolle, con un bonito castillo triangular con foso, construido al borde del lago por el Duque de Saboya en el siglo XIII.




Al fondo el castillito




De vuelta a la furgo, nos dirigimos un poco hacia el  interior encontrando  Vuflens-le-Chateau, un castillo privado del siglo XV construido en ladrillo y que están restaurando. Está rodeado de unas cuantas casas sobre una zona vitivinicola.









Continuamos por la carretera secundaria en dirección Les Brassus pasando por el Col du Marchairuz, donde comemos a 1.450 m, casi a la altura de la Cruz de Gorbea 




Tras bajar el puerto, la ruta discurre bordeando el lago de Joux, pasando por pueblecitos como Le Pont (donde hay muchas AC en un prado al borde del agua). Es un sitio tranquilo para bañarse y patinar en invierno sobre el lago helado según nos cuentan.










Bordeamos a continuación el Joux hasta Vallorbe. Este pueblo cuenta con unas bonitas cuevas, y por lo que nos cuenta un ciclista, con un fuerte construido como puesto de vigilancia en la II Guerra Mundial para controlar la frontera francesa. Exteriormente parece una casita, pero contiene un bunker para 100 personas.




El bunker mencionado es éste, sacado desde abajo con el "potente" zoom de mi supercámara de bolsillo





Una carretera secundaria nos lleva posteriormente por Orbe , con una torre y restos del antiguo castillo.










Seguimos hasta Yverdon-les-Bains y comienza a llover. Paramos junto al lago y visitamos el centro donde destaca el chateau d'Iverdon, construido por Pedro de Saboya en el siglo XIII. En el castillo, entre otros, hay una sala museo de Pestalozzi, pedagogo que creó una escuela para niños con dificultades en el castillo y que da nombre a la plaza donde se encuentra su estatua. En esta plaza hay una bonita colegiata en restauración.




Pestalozzi en su merecido pedestal en medio de la plaza




A pocos kilómetros paramos en el castillo de Grandson que encontramos cerrado. Desde aquí, nos dirigimos directamente al área AC de Neuchâtel (GPS: N 47.00142, E 6.95709, Route des Falaises). Una de las pocas áreas gratuitas que hemos encontrado en Suiza, con agua, luz y descarga de negras. Está a unos 3 kms del centro, junto a un carril bici. También pasa el bus 101 y muy cerca del área hay unas estupendas piscinas municipales sobre el lago, con acceso directo al mismo. De esta ciudad ya pondré fotos con mejor luz mañana 





Las vías del tren atraviesan algunos restos del castillo en Grandson

Por la mañanita cogemos las bicis (sí, ya he arreglado el reventón, y yo solito, si es que soy más listo...) y nos acercamos al centro de Neuchâtel, 3 km de pedaleo llano por carril bici.

Es domingo, la ciudad está desierta a estas horas, toda para nosotros, subimos al castillo y paseamos por las calles casi vacías, más bien que la ostia, qué tranquilidad se respira!





La plaza en la parte baja de la ciudad




La entrada al castillo en la parte alta, éste está metido entre casas y apenas destaca del conjunto




A la vuelta entramos en las piscinas municipales (7Fr), situadas al borde del lago y con estupendas instalaciones: piscina cubierta climatizada, piscinas exteriores con toboganes, corrientes de agua, jacuzzis, zonas infantiles, olímpica con trampolines... Aprovechamos para el relax un par de horas y volvemos a comer al área AC.




Esta es una de las muchas piscinas que se encuentran en el complejo




Desde Neuchâtel continuamos la "Gran Ruta de Suiza" atravesando la localidad de La Chaux-de-Fonds, cuna del magnífico arquitecto del siglo XX, Le Corbusier.









Salimos de este lugar para adentrarnos en la región del Jura y continuar por carreteras secundarias a través del puerto Vue des Alpes desde el que se obtienen bonitas vistas hasta Saignelégier.


Seguimos ruta pasando por las preciosas ciudades medievales de St- Ursanne, muy bonita junto al río y Delémont, más grande y sin río aunque con interesantes calles (desiertas también).


Las tres primeras fotos corresponden a St-Ursanne, parcialmente amurallada y encajada entre monte y río, la cuarta es para Delémont


















Si pensáis, con razón, que Suiza está plagada de banderas rojiblancas (y no precisamente del Athletic)... lo de este tipo de fuentes es ya de capítulo aparte 




Proseguimos por la vega de río hasta Basilea. Aparcamos cerca de la catedral (munster) y la recorremos en bici.

A orillas del Rhin, esta bonita ciudad parece tener como mayor entretenimiento entre sus habitantes dejarse arrastrar por la corriente durante largos tramos de río. El procedimiento es el siguiente: caminan por la orilla corriente arriba con una bolsa hermética en las manos, llegados al punto elegido ponen la ropa en la bolsa, la cierran bien y se echan al río para dejarse llevar por sus aguas durante unos cientos de metros. La corriente humana que baja por el río parece infinita. Pasamos un buen rato disfrutando del espectáculo antes de continuar con la visita a la city.




Aquí se aprecian algunos bañistas, aunque la foto está sacada en un momento de mínima afluencia




Circulan además un montón de tranvías, muchos de ellos confluyen en la Marktplatz, donde destaca el magnífico Rathaus (ayuntamiento) de rojísimo color.








Basilea se encuentra en uno de los vértices de Suiza, a muy poca distancia de Alemania y de Francia, así que conocedores de las tarifas suizas, pasamos a esta última para, a 7 kms, quedarnos en el camping "Petit Port" de Village Neuf. Se trata del típico camping francés muy arregladito y con un formidable precio: 13 euros/noche frente a los 45 francos suizos que vienes a pagar al otro lado de la frontera.

Ya hemos estado en la punta noroccidental y volvemos hacia el sur





Por la mañana damos un agradable paseo en bici siguiendo la pista ciclable que pasa junto al camping y discurre paralela al río hasta situarnos frente a Basilea.


De vuelta al camping, cogemos la furgo y entramos nuevamente en Suiza. Una vez aquí, cruzamos las montañas para llegar al cantón de Friburgo.


Paramos en Solothurn, pueblo que sin ser gran cosa nos sorprende gratamente.








Quién ha puesto ahí esas furgos para joder la foto! Encima no son ni del foro!






Continuamos ruta hasta Murten, una interesante ciudad medieval con preciosas murallas techadas que pueden recorrerse en gran parte. Damos un paseo disfrutando de este maravilloso lugar y aprovechamos para comer en los amplios parques situados junto al lago. Sin duda es una localidad que merece la pena visitar.




La calle principal del pueblo



Estas son las murallas techadas que os he comentado, preciosas



Y desde ellas una vista del pueblo y del lago




La zona verde ofrece buena sombra para comer y relajarse un rato






Seguimos hasta Friburgo, y aparcamos junto a la catedral, en la parte alta. La ciudad está situada en un meandro del río, damos una vuelta por la zona. No nos parece gran cosa y descendemos a la parte baja, a la orillita del agua.

Esta zona nos gusta más, con un puente de madera cubierto y parte de la muralla que rodeaba antiguamente la ciudad.




Aquí mismito hemos aparcado, en la zona alta, frente a la imponente catedral



La bajada (que luego será subida) hacia la zona del río, con el calor que hace, es como para pensárselo



Pero bueno, merece la pena





Camino de Gruyères bordeamos el lago del mismo nombre disfrutando de preciosas vistas del plano de agua el telón de fondo de las montañas.

Hacemos un paseo vespertino por el pueblo para situarnos un poco y ver precios de visitas interesantes (castillo, queso, chocolate...) y nos recogemos en un camping cercano para pasar la noche. El elegido es el "Enney Haute Gruyère", sencillito y correcto, el precio ya es otra cosa: furgo y dos adultos, sin electricidad ni ostias, 40,5 francos suizos





De Gruyeres solo una foto de la plaza, mañana ya pondré más que hacemos la visita con más detenimiento.

Tras  hacer uso intensivo de los servicios que ofrece el camping nos dirigimos al castillo de Gruyéres y compramos entrada combinada con la "Maison de Gruyere" (14,5 F).





La plaza ya os la enseñé ayer, pero esta foto es desde el otro lado y me gusta mucho, así que os la comparto. Fijaros cómo se arrima toda la gente a la sombra. Si es que el día viene otra vez calentito-calentito




El castillo es muy bonito y merece la pena. Visitamos los jardines y posteriormente la capilla. Disponen de un audiovisual 3D en castellano muy bueno que ayuda a situarse histórica y geográficamente.




Una vista de los jardines y las montañas desde una de las ventanas del castillo




Echando la vista hacia el interior encontramos un montón de salas, cocinas, dormitorios... perfectamente ambientados





Desde aquí vamos a la "Maison de Gruyère" donde, con audioguía en castellano, nos muestran el proceso de producción del queso. Se "disfruta" de múltiples olores y de una muestra de 3 quesos con distinta curación.




Los quesos tienen el diámetro de una rueda de camión y de peso... ufffff, me imagino que han de pesar un huevo



Para rematar las visitas bajamos a Broc, a la fábrica Cailler de Nestlé (12 Francos por cabeza). Se accede, en pequeños grupos, a un recorrido muy interesante en el que cuentan (audioguía) toda la historia del famoso "chocolate con leche" suizo de modo visual e interactivo.

Al final del recorrido se observa y disfruta directamente el proceso de producción. Hay degustación libre de diversas especialidades de bombones y chocolatinas, barra libre si no te da vergüenza empapuzarte hasta las orejas.  La verdad es que llena muchísimo y aunque quieras sacar partido al precio, enseguida empiezas a aborrecer el dulce, una pena.




Bandejas de este tipo hay unas cuantas, cada una con un tipo de producto. Nosotros probamos todos y en algunos casos, repetimos. Ya se sabe, en casa del pobre... reventar antes de que sobre 



La visita, como era de esperar, termina en la tienda. Hay muchísimas cosas para llevar de regalo y raro es el que no peca aunque sea un poquito.







Hoy, de nuevo, el calor es terrible, así que enfilamos hacia la montaña y paramos a comer muy fresquitos en lo alto del puerto Jaunpass.



Después de la comida nos acercamos al lago de Thun y paramos en Spiez, un pueblo que nos encanta, precioso... y si no, atentos a esta foto.










Cogemos las bicis y damos un agradable paseo por el borde del lago hasta el siguiente pueblo, haciendo un par de paraditas para remojarnos las pantorrillas como auténticas sardineras de Santurtzi.












De vuelta a la furgo nos encaminamos a Interlaken, ciudad muy turística, con preciosos hoteles, tiendas caras de relojes, navajas y demás y muchísimos turistas árabes y japoneses.

Cenamos al borde del río y vemos varios sitios apropiados para dormir en la misma ciudad pero como estamos a 30º a las 10 de la noche, decidimos buscar altura para ver si baja la temperatura.










Llegamos con noche cerrada a Lauterbrunnen y dormimos junto al camping Jungfrau. Por la mañana, descubrimos que lo hemos hecho en la página de setiembre del calendario 2015 de furgovw, pero eso ya... para mañana 

El camping Jungfrau a cuya puerta hemos dormido está ubicado en un valle espectacular. Muy cerquita de la entrada del camping, en una de las paredes del valle, destaca la cascada Staubbach que con una altura de casi 300 metros, es la segunda más alta de Suiza. Os pongo un par de fotos, en la primera se ve la furgo en el lugar en el que hemos dormido, en un parking sobre el mismo camping, la otra está sacada desde el interior de éste.











Nos hemos levantado muy pronto y aprovechamos el fresco para dar paseo andando y subir hasta la base de la cascada por un camino acondicionado con túneles y escaleras excavadas en la roca.





Desde dentro de la cascada 





Volvemos a la furgo, desayunamos  y cogemos las bicis para adentrarnos dos o tres kilómetros en el valle y acercarnos a otras cascadas, las Trümmen-bach-falle  (GPS: 46.572304,7.911915).  En éstas se paga entrada, 11 francos suizos por cabeza. 








El precio es carillo pero la cascada resulta espectacular, una pasada, 20.200 litros/seg de agua que llega directamente del Eiger (3.970m), Mönch (4.099m) y Jungfrau (4.158m).


En verano, los caudales tanto de los ríos como de estas cascadas es mucho mayor que en invierno por el deshielo de los glaciares. Un ascensor excavado en la tierra te deja en la mitad superior de las cascadas. Desde aquí puedes subir por unos cuantos tramos de escaleras que te colocan en diferentes miradores en medio de la propia cascada. En algunos momentos, el ruido que hace el agua al golpear la roca... encoge el corazón (a quien lo tenga  ).


El descenso se puede hacer nuevamente en ascensor, pero nosotros recomendamos bajar a pata porque todavía se puede disfrutar de unos cuantos miradores exteriores.


El ruido es ensordecedor, bueno, ensordecedor-ensordecedor... lo dejamos en bestial plus  .  Es recomendable llevar chubasqueros porque hace bastante frío y te calas con la humedad que hay y el agua que salpica. Nos encanta, una visita a tener en cuenta.














Continuamos ruta bajando al lago y camino de Thun paramos en las cuevas de Beatus, que recordamos de un viaje anterior (en 2003). Disfrutamos un ratito del entorno que es muy bonito pero no entramos.











Comemos al borde del lago tras haber dado un paseo en bici por la zona y habernos pegado un refrescante bañito.










Un poco más adelante paramos en el castillo de Oberhofen. De postal, seguro que aparece en todos los relatos de Suiza porque el lugar es muy especial.








El pueblo de Thun también nos parece precioso, al borde del lago, con puentes de madera... aunque en pleno gozo comienza una tormenta de la ostia y no podemos disfrutarlo como merece.




En lo alto el castillito, como debe ser



Habíais visto, alguna vez, hacer surf en agua dulce?



Dejamos el lago y pasamos de entrar en Berna, que aunque la capital de Suiza merece mucho la pena, la conocemos muy bien de viajes anteriores.


Seguimos hasta Burgdorf, en Emmental. Tiene un bonito castillo, pero pensamos que no merece la pena, así que vamos a dormir a Sursee con un atractivo centro histórico, elegantes casas y varias puertas bien conservadas de la antigua muralla.

Nos ponemos en marcha prontito y para las 9 estamos en el castillo de Hallwil, donde por la noche van a representar La Flauta Magica, de Mozart. Está aún cerrado pero su situación al borde de la carretera, aunque metido en un bosquecito y rodeado de agua le da mucho encanto. 




Esta foto no le hace justicia, pero es la mejor que tengo, así que...




También vemos de paso el de Heidegg, en Gelfingen , situado en un alto sobre viñas, con bonitas vistas del lago. En el patio hay una cafetería, pero a las horas que vamos está cerrada. Mejor, tampoco pensábamos pagar 5 euros por un café...








Enseguida llegamos a Lucerna. Esta ciudad ya la conocemos de ocasiones anteriores, pero entramos ya que pensamos que realmente merece repetir.

Aparcamos junto al Lido y el camping y nos acercamos al centro en bici. Paseamos un par de horas por la ciudad y el entorno del lago y respondemos al antojo de MJ con respecto a los "auténticos bollos suizos". No resultan ser gran cosa, la verdad, pero esa banderita que tanto nos suena (no sé dónde la hemos visto antes, en la sopa?) los adorna mucho  .

Nos sorprende, nuevamente, la cantidad de turismo japonés y árabe que encontramos.

















Continuamos hacia Zug, en dirección norte. Se trata de una ciudad junto al lago que tiene mucho encanto. La pateamos durante un buen rato y comemos en el furgoperfecto, junto al camping, en una zona de baño muy bien cuidada. Olé por Zug!














Por la tarde, continuando la ruta, pasamos de largo Zurich que es vieja conocida y vamos a Winterthur, ciudad grande también, con un interesante centro peatonal con comercios y terrazas. No merece demasiado la pena pero habíamos oído nombrarla muchas veces y...









De aquí, en unos 30 minutos  llegamos  a Schaffhausen, ubicada en una zona de fuerte tradición vitivinícola, junto al Rhin. Cuenta con una torre fortificada sobre la colina y un casco antiguo muy coqueto. Esta sí que merece una visita.










En el centro hay innumerables balcones o galerías exquisitamente decoradas, parece ser algo  característico de la zona




Muy cerca, a 4 kms aproximadamente, están las cascadas del Rhin, "Rheinfall".
Cuentan con un aparcaminento-área AC, con duchas y servicios exquisitamente limpios. El precio por pernocta es de 18 euros (24 horas). N 47.67332, E 8.60865.


No lo pensamos más, aquí nos quedamos. Vemos las cascadas, cena tranquila y... hasta mañana que ya pondré alguna foto de este espectacular paraje.

Por la mañana, inmediatamente después de desayunar, bajamos hasta las cascadas que se encuentran a unos 100 metros del parking. Verlas ya las vimos ayer, pero hoy pensamos disfrutarlas con más tranquilidad.


Nos acercamos al punto de información y nos explican en castellano que, entre otras posibilidades, podemos hacer una ruta alrededor de las cascadas, combinando embarcación, ascensor y calcetín por 7,5 francos/cabeza. Esta es nuestra opción, sin duda.


Comenzamos tomando una barca que nos lleva a la orilla opuesta. Como hemos madrugado la tenemos para nosotros solos. Podríamos haber vuelto por la tarde, porque no nos pican los billetes, pero como tenemos otros planes, quedarán vírgenes. Esos mismos tickets se utilizan también para acceder a los diferentes miradores sobre las cascadas.


Las vistas desde cualquiera de ellos resultan impresionantes. Además, ha salido un día  espléndido y todavía no ha acudido mucha gente, así que difícil de mejorar.


La vuelta entera se da en unos 40 minutos y merece mucho la pena, ya que ofrece distintos puntos de vista sobre el conjunto las cascadas.




Uno de los miradores en mitad de la cascada. El caudal de agua es más que impresionante



Una de las posibilidades que se ofrecen es llevarte hasta la base del peñón en barca y subir hasta la punta.



El área AC está en al orilla opuesta a la que nos encontramos ahora, en este momento vamos ya de vuelta, cruzaremos el puente sobre el río y a la furgo.




Regresamos a la furgo, hacemos uso de todos los servicios que ofrece el parking-área AC y comemos allá mismo, en la mesa de picnic a la sombra que tenemos frente a nuestra Cali, que el calor ya se deja notar a base de bien.


Tras comer y pagar los 18 euros de rigor (se paga a la salida, indistintamente en euros o FCH). Nos acercamos a Stein am Rhein, un precioso pueblo junto al río, quizás el más bonito de los que hemos visto hasta el momento.


Se trata de una pequeña localidad con castillo sobre una colina, al que más tarde subiremos, y un casco medieval con bonitas casas, muchas de ellas con pinturas en las fachadas, todo rodeado de la antigua muralla con  varias puertas de entrada y torres de custodia.














A 2 kms de Stein am Rhein está la frontera con Alemania. Conocedores de los precios de los carburantes, pasamos a echar gasoil al otro lado. Llenamos  a 1,179 cuando en Suiza, a tan solo un par de kilómetros, estaba a 1,529. Echamos cálculos y con lo que ha entrado en el depósito hemos ahorrado más de 23 euros, lo que no está nada mal. Además, justo al lado de la gasolinera hay un LIDL y aprovechamos para hacer compras a precio razonable. Si andáis por la zona, no dudéis en cruzar la muga (N47.65944, E8.88866).


Nuestra intención es seguir por el borde del lago hacia Kreuzlingen, en el lago de Constanza, pero la carretera está cortada por obras y nos desviamos por Frauenfeld, que cuenta con un castillo y una gran calle comercial pero no nos dice demasiado.



Esta impresionante casa torre es lo que más nos gustó de laciudad




Ponemos rumbo a Appenzell, que nos recibe con una tormenta del carajo que apenas nos permite dar un paseíto corto.










Dormimos en el parking a la entrada del pueblo junto a la fábrica de cerveza Appenzeller, un lugar tranquilo y con servicios, más que suficiente.

A primera hora de la mañana, tras el desayuno, volvemos a recorrer paseando las calles de Appenzell que ayer no pudimos disfrutar convenientemente a cuenta de la tormenta. No nos decepciona en absoluto, es un pueblo muy bonito, calles y plazas adornadas con coloridas casas. Ayer puse alguna foto de sus calles y hoy una del río que pasa junto al parking en el que hemos pernoctado.










Cogemos la furgo y, sin enterarnos, cruzamos frontera entrando en Liechtenstein y nos dirigimos directamente a la capital, Vaduz. El castillo, residencia de los príncipes, domina la pequeña ciudad, que parece muy comercial y está llena de turistas japoneses, fotografiando las obras de arte que llenan las calles. Merece la pena una paradita.




El castillo sobre la ciudad, la cual no se imagina al otro lado ni por asomo





A pocos kilómetros, todavía en el principado (o minipaís) se encuentra Balzers, con un bonito castillo hasta el que subimos para echar un ojo.










Un poquito más adelante, de nuevo en Suiza, paramos en Maienfeld, "el pueblo de Heidi" en el que hay una especie de parque temático dedicado al personaje. La verdad es que nos defrauda bastante y no entramos al parque, que además de caro nos parece de poco interés (aunque los turistas árabes no deben de pensar lo mismo a juzgar por la cantidad de burkas que allá se concentran).








Continuamos camino a Chur y hacemos una paradita antes de entrar en Bad Ragaz, donde paramos a comer.




Chur





Después de recuperar fuerzas ascendemos desde Thusis por la "Via Mala" (el nombre no se lo pongo yo, se llama así), un cañon de 500 m tallado por las aguas del Hinterrehein, al que se puede descender (6 CHF). Nosotros no lo hacemos.





Un punto cualquiera de la Via Mala, precioso paso entre montañas





Subimos el puerto de San Bernardino por una espectacular carretera con muchísimas curvas y en la cima encontramos, además de un bar, un bonito laguito.





La bajada tampoco es muy recta que se diga





Bajando paramos en Mesocco, donde vemos el castillo de Misox y la iglesia románica de Santa Maria del Castello.






Desde la carretera, el castillo parece inaccesible, allá, colgado en la ladera...



Pero nosotros somos de Bilbao... y además tiene un acceso hasta su puerta, perfectamente asfaltado.




Terminamos la jornada en Bellinzona, junto al área de AC de la ciudad, (24 horas, 18 euros) sita junto a las instalaciones deportivas. N 46.20119, E 9.01722.

El área está bajo el puente pero el aparcamiento adyacente es gratuito desde las 17:00 a las 7:00 y domingos todo el día. Mañana es domingo, así que... tranquilidad plena. 

Aún tenemos tiempo de coger las bicis y acercarnos al centro del pueblo donde hay un concierto con música de los Beatles. Nos quedamos un ratito y luego subimos a uno de los tres castillos que rodean la city, "Castelgrande", al que se accede por ascensor desde la plaza. Está bien, gran explanada interior y un par de torres y murallas.





El Castelgrande sobre la plaza de la ciudad. No es el más bonito, no vayáis a pensar.






Cuando oscurece cogemos las bicis y nos retiramos a nuestros aposentos móviles.

A primera hora, cogemos las bicis y nos acercamos al centro de Bellinzona que está a poco más de un km del parking en el que hemos dormido junto al área AC y la zona deportiva.


El centro es peatonal, con calles comerciales y bonitas casas y plazas. Dejamos las bicis aparcadas y nos dirigimos andando al "Castello di Montebello" por las escaleras que suben desde la piazza Collegiata.




Desde la subida hay una bonita vista del castillo que visitamos ayer por la tarde,  el Castelgrande, con su inmensa explanada y sus dos torres y murallas.




El castillo abre al público a las 10 pero nosotros llegamos una hora antes y visitamos todo el interior por nuestra cuenta y gratis. Muy bonito, de los tres que rodean Bellizona el mejor según comprobaremos más tarde.



Los patios interiores del Castello di Montebello






Bajamos paseando al pueblo y nos dirigimos a la oficina de turismo donde nos informan que hay wifi en el restaurante Giardinno, y piscina pública cerca de nuestro furgoperfecto.










Tras consultas de correo electrónico, whatsapps y demás, vamos a las piscinas. Están muy bien, con grandes zonas arboladas y cubas con diferentes profundidades y atracciones, toboganes... Salimos de allá como auténticos pinceles.





Además de éstas, hay unas cuantas menos serias, con más atracciones y menos "calles" y trampolines





Antes de dejar Bellinzona subimos por una empinada carretera al Castello di Sasso Corbaro, el tercero y más alejado del pueblo. Lo han reconvertido en restaurante y realmente, salvo un exterior muy sobrio con añadidos modernos de muy discutible gusto, no tiene nada que ver. Aprovechamos para comer allá mismo, en las afueras del castillo y seguimos rumbo sur.






Exteriores del Sasso Corvaro. El interior es igualito pero con restaurante incluído





En menos de una hora estamos en Lugano, junto al lago del mismo nombre. Es domingo y hay mucha gente bañándose y paseando por el borde. Recorremos en bici parte de  la orilla y las calles comerciales vacías y buscamos otro destino.










En otros 45 minutos nos plantamos en Locarno, junto al lago Maggiore. En esta ciudad destaca su inmensa "Piazza Grande" donde parece haber tenido lugar algún acto cultural pues hay instaladas grandes pantallas y altavoces. También tiene un castillo y varias iglesias, todo en un ambiente que nos recuerda la Italia mediterránea.











Muy cerca de aquí se encuentra Ascona, con un bonito paseo junto al lago y mucho ambiente de terrazas.









Antes de que anochezca decidimos pasar a Italia para quitar kms camino de Zermatt. La ruta es impresionante, asciende junto a un tren por una estrecha carretera llena de curvas con unas preciosas vistas del río y las montañas.


Al llegar a Re, ya en Italia, nos sorprende una gran basílica en medio del monte, a un kilómetro aproximadamente de la población.








Seguimos camino hasta Sta Maria Magliore donde hay un área AC junto al camping (20 euros) y otro posible lugar de pernocta en una especie de "camping a la ferme" (10 euros) donde pasaremos la noche (N46.13472  E8.44656)

El "camping a la ferme" en el que hemos dormido está muy cerca de la carretera, en una granja con caballos y un pequeño bar. Tiene WC y ducha y los que están allá instalados tienen pillada electricidad. Hemos dormido tranquilos y frescos. Por la noche ha llovido pero amanece un día precioso.




La "ferme" en la que hemos dormido. Agradable y precio asequible.





Nos dirigimos de nuevo a Suiza para atravesar el "Simplonpass". Es un puerto precioso y paramos varias veces a hacer fotos. A pesar de superar también los 2.000 mts, está perfectamente acondicionado con túneles y buen firme por lo que circulan por él grandes camiones y autobuses.


Antes de empezar a subir, aún en Italia, nos llama la atención en Iselle la existencia de una gran estación de ferrocarril que evita el puerto cargando los coches en un tren y cruzando por túnel hasta Brig, por 22 CHF. Se construyó entre 1898-1921. Seguro que en invierno se usa mucho pero nosotros optamos por subir el puerto y disfrutar de sus vistas.








En el alto, junto al hotel Simplon Blick (N46.25075 E8.03254) hay un área con parking, desagüe y WC y nada más comenzar la bajada otra zona con baños y mesas de picnic (N46.24599 E8.02511).











Hoy nos vamos a dar un capricho, que mañana cumplimos 31 añitos juntos. Llegamos a Brig y nos alojamos en el Good Night Inn (109 CHF con parking y desayuno). Está situado en el centro de la población y cuenta con unas instalaciones muy majas.

Cogemos las bicis y damos un paseo por el centro de la ciudad que es peatonal. Destaca sobre los demás edificios el Palacio Stockalper, que fue residencia de Kaspar Jodok von Stockalper, quien en el siglo XVII controlaba el paso de mercancías por Simplonpass, lo que le dio notoriedad, relevancia y pasta gansa  .




El patio del palacio. Muy bonito, ya lo creo!







En la Oficina de turismo nos aconsejan subir a "Red Brig", en la afueras de la city  y tomar el teleférico que nos llevará hasta Rosswald, una urbanización de cabañas (a 1800 m de altura) donde se ofrecen varios recorridos pedrestres de diferente exigencia. Bueno, cabañas-cabañas... es una forma de decir.







A vista de pájaro desde las cabinas





Junto a la estación del teleférico y a las primeras casitas, hay una curiosa piscina







Nosotros hacemos un recorrido circular de una hora (azul). En su primera parte ofrece bonitas vistas de los valles y transcurre por una ancha pista, pero en el regreso va junto a un riachuelo encauzado, con algún tramo que produce un poco de vértigo.



Aquí, todavía, el camino es muuuuuuy ancho, luego se estrecha sobre el barranco... que dan ganas de mojarse los pies




Bajamos al pueblo y tras un paseo por los jardines del palacio,  cenamos en una pizzería (50CHF)

El desayuno, cuando te lo ponen todo al morro y solo tienes que levantarte y pillar, entra genial, a que sí?





En el hall del hotel hay una bonita maqueta del palacio Stockalper que mencionaba ayer






Salimos del hotel y tras cargar las bicis en sus barras, ya que han dormido dentro de la furgo, tomamos dirección a Tasch.


Una vez allá, dejamos la furgo en un parking de autobuses antes de entrar en el pueblo (1 CHF por las dos primeras horas y 1CHF más por cada hora a partir de la segunda). Aunque hay bus hasta el centro nosotros cogemos las bicis y nos acercamos a la estación de tren por la pista que discurre junto al río.


El tren a Zermatt sale cada 20 minutos. Cogemos ida (8,2 CHF por persona) y en un cuarto de hora estamos allá. El camino es feo, no se ve casi nada ya que hay mucho túnel.


Zermatt es un pueblo es muy turístico, con casas de madera, muchas flores y elegantes hoteles. Es además semi-peatonal, solo circulan por él vehículos eléctricos.








Desde algunas de las calles se ve ya el mítico "Toblerone"







Hacemos un tranquilo paseo hasta el final del pueblo y comemos en la terraza de un restaurante con preciosas vistas al Cervino. La comida además está muy rica y a precio aceptable (61,5 CHF).




Esta es la vista que tenemos desde la terraza, una vez superada la altura de las sombrillas que nos protegen del inclemente "soleil"







La bajada la hacemos andando, ya que hemos leído en el foro que es un paseíto majo y efectivamente, así resulta. Hora y cuarto de agradable camino y con mejores vistas que desde el tren, que eran nulas.















De vuelta al parking, tomamos la furgo y hago una foto digna de ser portada del calendario furgovw. Lástima que esa pandilla de descerebrados que vota (entre los que seguro que no estáis los que tenéis la sensibilidad y gusto suficiente para leer esto) no se haya dado cuenta de que esta obra de arte estaba entre todas las fotos mandadas 




Joderrrr, que no tuvo ni un miserable voto! Ni tan siquiera el mío, tan "sobrao" que iba! 





Marchamos de Tasch y ponemos rumbo a Sion. Llegamos a las 19:00 cuando los parquímetros ya no cobran.  Tiene un par de castillos, murallas, una catedral románica, bonitas casas y animación de terrazas.









Dejamos Sion y hacemos una última etapa hasta Martigny, donde hemos leído que hay un área AC. Al llegar vemos que la han anulado, pero el parking es amplio, tranquilo y además se puede aparcar 5 horas gratis (N 46.09585, E 007.07193). Está junto a los museos y muy cerca del anfiteatro, donde curiosamente están ensayando "Guillermo Tell" de Rossini. Lo tenemos claro, un ratito de ópera y dormiremos aquí.

Tras dormir en Martigny, cogemos las bicis y damos un paseo por el pueblo, que tiene restos romanos y de un castillo medieval en una colina.









También cuenta con un puentecito típicamente suizo






Seguimos hasta St-Maurice con una antigua abadía sobre una iglesia del año 515, por lo que celebran este año su 1.500 aniversario, casi nada.




Está medio metida en la roca y rodeada de casas por lo que hacerle una foto resulta pelín complicado.




Comienza a llover y continuamos hasta Aigle, un pequeño pueblo con su propio castillito convertido hoy en museo del vino.





El castillo-museovino, como en el caso anterior, está tan encajonado entre casas que es imposible encuadrarlo, con la casa de Dios mantuvieron más la distancia.



Ya en la frontera suiza, comemos en el puertecito de St Gingolph, muy bonito al borde del lago Leman, lástima que esté tirando bacalao... "como si no costara" que dice el forero Z4.










Seguimos hasta Evian-les-Bains, donde por fin deja de llover. Bien, jodé, bien!  Hacemos el recorrido propuesto por la oficina de turismo, siguiendo las gotas de agua marcadas en el suelo.

Evians les Bains, de donde procede el agua mineral que lleva su nombre (Evian) es muy turístico, tiene bonitos hoteles y fuentes y termas estilo "Art Nouveau", aunque el agua, como la de Solares... sólo sabe a agua.


















Aprovechamos para echar gasoil francés a 1,14, cuando en Suiza lo veíamos a 1,54, hacemos compras y entramos en el camping "Les Luttins" de Amphion (18,4 euros).



Aún tenemos tiempo de ir hasta el lago, junto a la "cite de l'eau" de este pequeño pueblecito.







En homenaje a la pegata con que fui agraciado en la "national" de Aranda y  que llevo con orgullo y satisfacción  en el frontal de mi furgo.