Uppps!!! veo que han desaparecido todas (o un montón de) las fotos del relato, qué pena! 


Menos mal que lo tenía guardado en otro lugar  . Si queréis verlo entero me podéis mandar un privado y os paso el enlace a la site 
















Para esta Semana Santa, daban unas previsiones meteorológicas  terribles: frío y lluvias en un radio de 1.000 kms de Bilbo. Jodé, con las ganas que tenemos de furgo... (vaya novedad, je-je). Parece que el Maldonado y la Urrutia han hecho un pacto de agresión conjunta al "vacacionante" y anuncian lo mismo en la vasca que en  la española.

Recurrimos a la francesa... et voilà! En la "Charente Maritime" parece que van a dar tregua en los días santos y el tiempo será más benigno.

Esa zona, situada entre Landes y Bretagne, la hemos atravesado sin detenermos en varias ocasiones. En el foro no hay muchas menciones a la región, hemos visto un relato del forero Luisma y otro de un tal Kenar sobre la isla de Ré y poco más. Parece que ha llegado el momento de echarle un ojo más de cerca.



El área es más o menos ésta
















Salimos de Bilbao a media tarde y tras echar gasoil en el Mamut de Irun, que es algo más barato, seguimos de tirón hasta pasar Burdeos, y a 30 kms, siguiendo el curso del Dordogne hacia el mar, paramos en Bourg sur Gironde, en cuyo puerto fluvial hay unas cuantas autos aparcadas.

Nos hacemos sitio entre ellas, cenamos y a descansar, que hoy ha sido día de curro y venimos cansados.

Os dejo dos imágenes del área de AC

Tras desayunar visitamos el pueblo. Bourg sur Gironde tiene dos partes:  en la zona baja, sobre el caudalosísimo río Garona (sur Gironde) hay un gran aparcamiento donde hemos pernoctado junto a algunas AC. Ya os puse un par de fotos ayer. 


Además de la vista del río, que es impresionante, encontramos un descomunal lavadero que resulta digno de ver, que no?







Muy cerquita, a los pies de la ciudadela está el camping municipal (forfait 13 euros), pequeño, con buena pinta y servicios bastante nuevos. Se encuentra al borde del estuario y junto a la piscina municipal por un lado y a un bonito parque con un laguito incluido por el otro.

Unas escaleras conectan con la parte alta del pueblo, en la que destacan las murallas de la ciudadela y un  pequeño chateau que se puede visitar con unas preciosas vistas sobre el Garona.













Compramos pan y seguimos por la "route de la corniche", es decir junto al río, por una estrecha carretera con algunos caserones a un lado y el río al otro.




A lo largo del recorrido pasamos bastantes viñas, estamos en territorio del "Burdeos", además se anuncian varias "fenetres", (ventanas), puntos de vista en  los que merece la pena pararse para contemplar el río. En uno de los puntos explica cómo el acantilado "Falaise" que vemos ahora sobre el río es fruto de la extracción de piedra para edificios, por ejemplo de Burdeos, a donde las transportaban por el río. Hoy las canteras están abandonadas y cubiertas de vegetación pero parece ser que se esconden viviendas troglodítitas de otras épocas.


Los pueblos son muy pequeños, pero en algunos casos ofrecen a la  vista verdaderas joyas como la preciosa iglesia románica en Bayon sur Gironde. 






Seguimos hasta Plassac donde hay una ciudad galo-romana en excavación. Ésta se ve desde fuera y lo que van encontrando lo muestran en un pequeño museo al lado (4 euros). Muy cerquita hay un gran área de recreo  que ofrezco como Furgoperfecto a los que (y solo a los que) leéis esto. Está junto al río y cuenta con frontón, mesas, bolódromo... un lujo que aprovechamos para descansar y comer  (N 45.10074 W 0.64835).


http://www.youtube.com/v/VoPiFsySEqI



Un poco más adelante, en medio del río los restos de una embarcación. Hemos encontrado varias, pero para muestra vale un botón







A 4 kms volvemos a parar, hemos llegado a Blaye donde destaca la inmensa ciudadela defensiva construida por Vauban con su característico estilo. En su interior pueden verse los restos de un castillo del siglo XII. Dentro de la ciudadela está el camping municipal, con muy buen acceso a pesar de lo que se pudiera creer y con unas parcelas grandes separadas por setos sobre el río, con preciosas vistas, aunque la casa de los servicios parece cutre (forfait 2 personas 9,9).






Seguimos junto al estuario y paramos en Mortagne sur Gironde. Desde un mirador en la parte superior del pueblo, disfrutamos del las vistas del río. Aquí mismo hay un camping municipal con una pinta estupenda, y abajo, en el puerto fluvial el área de AC.  Pone que cuesta 7,4 euros/día con enganche para electicidad. Hay un montón de Autocas, por qué será?.





En el siguiente pueblo ocurre lo mismo, qué aburrimiento! Pues eso, un pequeño puerto con su área AC (6,4 euros). Pasamos junto a la antigua ciudad de Fá, en Barzan, donde se pueden ver unos blancos acantilados que nos recuerdan a los de Dover en Inglaterra.

Siguiendo camino, un poco mas adelante, en una península rocosa está Talmont sur Gironde, uno de los 100 más bonitos pueblos de France, según reza un cartel a la entrada. Cuenta, a la entrada, con un inmenso aparcamiento (2 euros coche, 5 AC), pero aparte de la iglesia románica colgada casi sobre el agua no nos parece tan especial.










Dejamos el borde del río y nos adentramos en tierra continuando hasta Pons, una bonita ciudad con una gran plaza alrededor del Donjon o torre del homenaje, rodeada de jardines, junto al ayuntamiento. También en el pueblo, pero en la parte baja y lejos está el hospital de peregrinos y la iglesia de St Vivien románica. Todo digno de visita.










Empieza a caer la luz y nos acercamos a Saintes. Hacemos una parada técnica en el Mcdonald (wifi) para consultar el correo y entrar en el foro y finalmente nos dirigimos a dormir al área AC, bien indicado a la puerta del camping municipal.

Escribiendo ahora esto y recordando todos los sitios por los que pasamos, tengo la impresión de que hubiese sido una jornada agotadora, pero en absoluto, al caer la noche nos encontramos frescos como rosas, así que no cuento nada más, que cada cual se monte su película 

Dormimos muy tranquilos y bien acompañados en el área AC junto al camping en Saintes y después de desayunar nos acercamos en furgo al centro, donde aparcamos sin problema junto a la Oficina de Turismo y vamos en busca de información.

Allá mismito, sobre el río, se encuentra la Abadia de las Damas, el Museo Arqueológico (2 euros) y  una especie de mercado cubierto lleno de ruinas de templos romanos en muy buen estado (gratis).









A pocos metros está el Arco de Germanicus (del año 18 DC), que era la puerta de la ciudad en época romana y  estaba a la entrada del puente original que fue destruido en 1843.





Parece ser que el arco se salvo gracias a nuestro amigo Prosper Merimée, autor del libreto de la ópera Carmen "toreador en ga-a-a-arde, torador, toreador..."  no me preguntéis cómo lo hizo, los detalles no me han contado.



http://www.youtube.com/v/PKfhUEp8X8o



Comprobamos que es una ciudad "amable" que dispone de grandes zonas verdes y jardines y puede recorrerse perfectamente a pie, con bonitos edificios y atravesada por "La Charente" lo que le da un encanto especial.


En la oficina, donde hablan castellano, nos han ofrecido un mapa con circuitos por la ciudad, así que por no hacerles el feo, nos la pateamos enterita: Empezamos por la Catedral de St Pierre, inicialmente románica y con apariencia de gótico inacabado, subimos hasta el mirador y casa del gobernador, desde donde se ve toda la ciudad, seguimos hasta el anfiteatro atravesando unos jardines (la entrada cuesta dos euros, no es por la pasta, pero se ve muy bien desde fuera) y desde allí regresamos hacia St Eutrope, que es una iglesia gótica, bajo la cual hay una enorme y preciosa cripta románica, seguimos bajando hasta el río y junto a él llegamos hasta el arco de nuevo.




La Catedral de San Pedro, destaca "cosa mala" entre el resto de edificios






Esta foto la he retocado porque originalmente estaba muy oscura, resulta así menos real pero se aprecia mejor la impresionante cripta



Repetimos la "Abbaye aux Dames" y la iglesia de St Pallais y como se nos ha hecho hora de comer, pillamos la furgo y salimos a buscar un buen lugar para hacerlo.






Tomamos dirección Rochefort y a medio camino paramos en St Porchaire, un tranquilo pueblo con una bonita área junto a unas mesas de picnic. Hay 20 grados y comemos en la calle y a la sombra, toma ya! Hemos hablado con casa y dicen que allá no para de llover.


Muy cerquita de allí nos sorprende el castillo de La Roche-Courbon. No tiene nada que envidiar a los castillos del Loire tanto en amplitud como en belleza. Es privado y está amueblado. La visita incluyendo la visita comentada del interior son 10 euros. Si solamente te interesan los jardines, el parque, el museo prehistórico y las cuevas únicamente, se queda en 6,5 euros.










El museo tiene puntas de flechas, hachas en sílex y utensilios encontrados en las cuevas, los jardines son magníficos, inmensos y llenos de agua por todas partes. Nos encanta, la verdad.

Hasta las cuevas hay un paseo por el bosque de 20 minutos (800 m) y merece la pena. Son pequeñas cavidades comunicadas entre sí a modo de habitaciones que creó el río que pasaba por allí en lo que hoy es una zona pantanosa.









Seguimos hasta Angoulins sin parar porque hemos reservado por internet  una habitación en un "Premiere Classe" (38 euros, pequeño, muy limpio y funcional).


Tras la ducha y un pequeño descanso nos acercamos a Chatelaillon-plage una playa inmensa con casitas de colores y  fina arena. Damos un paseo "au bord du mer"  y vamos a cenar mientras se mete el sol a Angoulins-sur-mer, donde cómo no, también hay un área de AC, además de camping y una zona ostricola.






Ya de vuelta al hotel, jugando con la tele consigo sintonizar el partido del  Atlhetic con el Shalke (2-2). Pasamos la eliminatoria. Vaya día guay, aunque... todavía se puede mejorar. Bueno, se me ha acabado el boli, lo siento.

Amanece con sirimiri, pero hay mucha luz y tiene pinta de despejar. Tras hacer unas compras en el centro comercial junto al "Premiere", salimos hacia Fouras y allá  nos arrimamos hasta la Pointe de la Fumée donde dejamos la furgo en un gran aparcamiento de pago (gratis 1ª hora).

La marea está tan-tan baja que hay camiones, furgonetas, tractores y montón de gente cogiendo ostras donde hace unas horas solo había mar.

Al fondo se divisa la imagen de Fort Ainé, a donde parece ser que salen barcos desde allí. Hay niebla y no se ve muy bien y además la marea sube rápidamente, ya que en la zona hay muy poca profundidad, así que no nos entretenemos y volvemos a la furgo.







Seguimos hasta el pueblo de Fouras-plage, donde están preparando unos bonitos jardines junto a la playa y el mini fuerte-ciudadela con castillo incluido, construido al parecer por Felipe el Hermoso. La fortificación se visita y es gratis, el castillo no.







Desde allí ponemos en el gps las coordenadas del Pont Transbordadeur de Rochefort, hermano gemelo del Puente Colgante de Portugalete. Ha sido  recientemente recuperado para el turismo y las personas pueden pasar en él desde abril a octubre por 1,5 euros. La barquilla y la estructura son algo más simples que las nuestras, pero muy parecidas. Junto a él hay una zona verde de aparcamiento de AC en donde comemos (Pont transbordadeur N45.91787  W 0.96397).













Tras un rato de relax, ponemos rumbo a Brouage, pueblo que encontramos en el interior de una imponente ciudadela.

Parece que en otro tiempo fue un importantísimo puerto comercial en el mercado de la sal y que allí mismo se construían y reparaban barcos de todo tipo. Cuesta creerlo, hoy en día solo se encuentra un puerto ostrícola, ya que el mar queda ahora a gran distancia, ni tan siquira se ve, y lo que le rodea son marismas aprovechadas para el cultivo de ese estupendísimo molusco.

En el interior de las murallas aún podemos ver "grafittis" de los soldados que allí estuvieron. Hay fechas desde 1553 y muchos nombres y dibujos de mujeres y barcos de la época, curioso de verdad.




La entrada a Brouage



Grafitis



Las torretas de vigilancia, en un tiempo estuvieron a pie de costa, hoy ni tan siquiera se ve el mar




Seguimos hacia la isla de Oleron y en el camino, además de una gasolinera donde llenamos a 1,329 (más barato que en el hiper de Irun, te cagas), encontramos el chateau de la Gataudiére (siglo XVIII) que vemos por fuera ya que está cerrado en esta época.

Muy cerca de allí, en un puertecito ostrícola llamado Bourcefranc-le-Chapus, siguiendo las indicaciones de Fort Louvois llegamos al borde del mar. A  unos 400 mts aguas adentro se divisa la imponente fortaleza.

Por lo que leemos se puede pasar andando con marea baja (mañana de 10:30 a 13:50) o en barco con marea alta. Su visita cuesta 6 euros. Probablemente vendremos.













Pasamos el puente para llegar a la isla de Oleron y paramos al inicio de la misma, en Le-Chateau-d'Oleron que es una inmensa fortaleza con 3 estrellas de muralla una dentro de otra.






Está en bastante mal estado y casi vacía. Parece ser que la usaron los alemanes y en la segunda guerra mundial, en abril del 45, fue bombardeada y destruida, quedando abandonada desde entonces hasta  1985 en que comenzó a recuperarse. El entorno es muy bonito,  junto al puerto ostrícola, en la distancia se divisa Fort Louvois que acabamos de ver desde tierra firme.










Seguimos hasta Boyardville, pensando que veremos el famosísimo Fort Boyard, pero apenas se imagina en la distancia desde la playa.

Como se hace tarde decidimos buscar un area de AC. La encontramos en Dolus d'Oleron, en un precioso entorno verde, con mesas de pic-nic junto a unas piscinas con toboganes. El lugar parece ideal para pasar la noche y allá nos quedamos entre autocaravanas francesas y holandesas. (Dolus dÒleron, route de La Parie N45,91288 W 1,25290)

Desayunamos con tranquilidad y nos acercamos al mercado del pueblo de Dolus, donde  pecamos un poquito: una docenita  de ostras (5,4), un "litro" de moules (3,5) y una botellita de vino blanco de la tierra (3,5). Pensamos que además de esos pequeños caprichos, sería conveniente comer algo de fundamento y añadimos a la cesta un pastel de fresa y nata (2,6) 

Tal como teníamos previsto desde ayer, nos acercamos de nuevo a Fort Louvois, esta vez con marea baja, día despejado y  mucha luz.


Llegamos a las 12:00, en plena bajamar. El  mar se ha retirado de un modo increíble y el camino al fuerte aparece limpio en medio de la marisma que aparece repleta de plantaciones de ostras. A lo lejos se ven camiones, furgonetas y barcos tipo gabarra (he dicho gabarra? Aupa Athletic!  )  trabajando a ritmo frenético.




Lo que ayer veíamos en medio del mar, hoy se nos ofrece accesible cien por cien




Hay que ver lo que cambia la luz de sacar las fotos con una cámara u otra




Nos acercamos andando hasta el fuerte y entramos (6 euros). En el Donjon hay exposiciones sobre su construcción y fotos de cómo quedó tras el bombardeo alemán en la guerra mundial, también hay una maqueta de toda la zona y un museo sobre la ostra con utensilios y explicaciones sobre el modo de utilizarlos.











El fuerte es pequeño y además de la torre sólo cuenta con un recinto-vivienda para los 36 soldados que vivían allá custodiándola, sin embargo, el hecho de estar en medio del agua le da un encanto especial.





Esta es una vista desde el patio superior del Donjon




Un detalle del cultivo de las ostras




Cuando volvemos a tierra firme nos quedamos un rato viendo cómo sube rápidamente la marea y cómo aprovechan  para volver a puerto todas las embarcaciones que habían quedado varadas trabajando en la ostricultura.







El proceso parece ser el siguiente: salen las barcas cuando está bajando la marea y esperan a que es agua se retire totalmente para poner pie a tierra y controlar, reparar o recoger los sacos de ostras. Cuando la marea comienza a subir y se empieza a inundar nuevamente la marisma, suben a las embarcaciones y en cuanto hay agua suficiente (las barcas son muy planas y no necesitan mucha altura) vuelven a puerto.



Se ha hecho la hora de comer y ponemos rumbo a Rochefort sur mer. De camino, paramos en un pic-nic junto a unos pequeños lagos donde debemos poner el toldo debido al solazo que pega.

De aperitivo y postre tomamos productos foráneos, el resto lo completamos con material de nuestra nevera furgonetil










Seguimos hasta Rochefort y aparcamos en la Cordelería Real. Son  unos edificios bajos y alargados frente al río Charente, rodeados de jardines, donde la gente disfruta del sol, un entorno precioso.

Caminamos hasta el puerto deportivo y vemos cómo se abren los puentes, uno levadizo como el de Deusto y otro giratorio, como el de Losing (Croacia) para dejar pasar los barcos aprovechando que la marea está en su punto más alto, tanto que en algunas partes del paseo junto al río el propio paseo se inunda impidiendo el paso.




Este obviamente es el levadizo




En el paseo de "ida", este ancla estaba a un par de metros de la orilla, a la vuelta está empezando a ser tragada por la ría




Muy cerca está el Museo Marino y el "Hermione", una réplica en construcción del famoso barco 

(http://naveganteglenan.blogspot.com.es/2008/02/carpinteros-navales-el-hermione-y-la.html)   



Se ha hecho tarde y nos dirigimos a Saint-Jean-de-Angelys que parece un bonito pueblo a 40 kms de Rochefort hacia el interior. El área de AC ("C" de cojonuda) está junto a la Base de Loisirs, al lado del río, con pic-nic, minigolf, chiringuito, pistas de futbol y baloncesto, camping e incluso piscina. Se pilla el wifi del camping y durante unos minutos te deja acceder gratis, aunque luego hay que pagar. Descargamos y cargamos agua y cerramos así otro estupendo día. (N45.94488 W0.53724)

Amanece nublado y tras un rato en la base de loisirs (base de loisirs, por si hay algún despistado, les llaman a las área de recreo), con su precioso laguito en el que   han pasado la noche algunos pescadores y varias familias de patos y gansos,  nos acercamos a Saint-Jean-d'Angely.





El área de AC se encuentra en una amplia zona verde, muy bien acondicionada. Una gozada.



Además coincidimos con la final del campeonato mundial de futbol-lago para patosos. Aquí el athletic gansos dirigiendose al terreno de juego en el que se iban a enfrentar (y vapulear) al real cisnes futbol club.
Portero ganso: Vamos muchachos, moooooook, que nos vamos a comer crudos a esos merengues cuellilargos, moooooook!




En este pueblo destaca la abadía que fue construída y destruida en diferentes momentos de la historia, desde el siglo IX, en la que empieza su historia. Dicen que, en su época, contenía el cráneo de S Juan Bautista, por lo que formaba parte destacada del camino de Santiago. El monasterio es ahora el Centro de estudios Europeos y de la gran iglesia solo quedan las torres de la reconstrucción del siglo XVII y parte de los muros y contrafuertes que han sido aprovechados para hacer la iglesia parroquial.



Lo dicho, las torres y poco más



Además de los restos de la abadía encontramos una hermosa fuente, un mercado y bastantes casas medievales con entramados de madera.










El pueblo cuenta también con un destacable centro acuático (Atlantys) con toboganes, piscinas, saunas y demás "atracciones". De todo eso pasamos, que no es de beber.




Cogemos la furgo y nos vamos a Matha, un pequeño pueblo con un curioso Donjon (una especie de torre de homenaje), en cuyos alrededores se celebra una feria "vide-granier" (vacía graneros o algo así) con gente vendiendo todo tipo de cosas de segunda mano sacadas de sus propios desvanes. Este tipo de ferias son muy comunes en Francia y tienen su encanto, sobre todo si entre tanta chatarrilla se instala un puesto de ostras. A esto no podemos resistirnos y pecamos con una docenita "de trece" como tienen por buena costumbre. (5,5 euros).

La torre está rodeada de un jardin en donde se encuentra el area de servicio de AC, ahora ocupada por toda la gente, pero que seguramente está genial, ya que está en una zona céntrica, arbolada, limpia y con servicios.







Seguimos dirección Saintes y en el camino paramos a comer junto a otro pequeño lago, en el área natural de Courcerac, solos de nuevo y con muy buen tiempo teniendo que sacar de otra vez el toldo, me encanta la sensación.




Qué buena feria en Matha!



Continuamos camino parando en un par de pueblos con  iglesias fortificadas: Authon-Ebenon, que también cuenta con un minicastillo y Ecoyeux, que a pesar de no aparecer en ningún mapa, nos sorprende con una espectacular iglesia románica (siglo XII), fortificada durante  la guerra de los 100 años y que se conserva en un estado excepcional.




Anda que no hay sitio para aparcar en Ecoyeus, pues ya véis el puto camión donde se ha ido a poner.



Un poco más adelante, en Venerand vemos un molino y unos lavaderos realizados sobre las conducciones romanas que servían para llevar el  agua a Saintes en tiempos de Cristo. Curiosos, sin más.







Por fin, en Saintes, tras una ducha en el "Première" (44,66) nos acercamos a la ciudad, vacía a estas horas, y además del entorno del río, que ya conocemos, nos acercamos a los restos de  las antiguas termas romanas. No están excavadas, y se puede pasear entre los huecos y las piedras. No merecen la pena.

Salimos de Saintes y nos dirigimos a Cognac donde aparcamos junto al río, enfrente del castillo y el enorme portal de entrada al pueblo.




Diosssss, no sé quién es más guapa, si la puerta, las flores o la furgo...



El castillo, donde nació Francisco I de Francia en 1493, cuando Colón acababa de toparse con América, se puede visitar. Parte de él alberga, desde hace más de 200 años, una fábrica de cognac que en la actualidad organiza pases guiados.  Si hubiese sido de champan no te diría que no, pero cognac... no es nuestro desayuno favorito.




El patio del castillo convertido en "cognaquería" cognac-quería, se dirá así?




El pueblo es más grande de lo que creíamos, pero hoy es fiesta y casi no hay vida en la calle, estarán todos en misa. Otras imágenes con el río como protagonista en la mayoría de ellas

















Nos acercamos al mercado y compramos fruta, manzanas y fresitas del país, vino blanco de la comarca y, por supuesto, una docena (trecena) de ostras (5,5) que acompañaremos de unos de esos pasteles gigantes de nata y fresas a los que taaaaaaanto nos cuesta resistirnos.

Callejeamos otro ratito y decidimos cruzar Bordeaux lo antes posible, ya que es posible que al ser fiesta hoy aquí, a la tarde tengamos grandes retenciones en su entorno.



Atravesada Burdeos sin problema, nos desviamos a Belin-Beliet, donde comemos junto a la iglesia de Mons del siglo XI, una auténtica joyita.












Bueno, y ahora la iglesia sin otra cosa (ni buena ni mala) que distraiga la atención



Por la tarde llegamos al lago de León con el cielo ya totalmente azul y nos colocamos en el área (10euros) para pasar lo que queda de tarde tranquilamente paseando y leyendo entre el sol y el borde del agua.

Ha llegado el último día de esta excursión Semanasantera. La visita a la región de la Charente ha sido estupenda pero todo llega a su fin. Como dicen los franceses: "Se la vi, Mariví" (aunque escribirlo, lo escriben "C'est la vie")   


Salimos del Lago de León (Landas) y tomamos rumbo sur hasta llegar a San Juan de Luz, concretamente a la Playa Erromardie, donde pasamos el último día sin otra ocupación que descansar. Y es que hay que ver lo mucho que cansa un viajecito y lo poco que nos quejamos de ello 









Hasta la próxima

Pues me pongo a la cola para leer y estudiar, que este verano seguro que pasamos por aquí 

PD: ¿habrá fotos de las capturas, no?

Otro a la cola.... Pero porque me cae bien la Marijo, eh? Que, si no...

Me dais envidia : cuando sea tan viejo como vosotros me encantaría tener ese afán de furgoneteo . . . 

 

  Mila esker Kenar y cia por la crónica 

  Yo tambien anduve por esa zona en esas mismas fechas. 
Y tambien fué la previsión del tiempo la que me llevó hasta allí.

Me lo llevo...