[ISLANDIA] Regreso a la Isla Handia (52d). Julio-Agosto-25

Iniciado por KoldoS, Octubre 09, 2025, 23:16:10 pm

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ENANO

yo vi una persona bajando del Elbrus en bici... eso ya me curo para siempre...

yo siempre viajo con dos ojos uno mirando posibilidades de furgo y otro ojo mirando posibilidades de bici y en islandia se me quitaron las ganas.. jijijijiji quizas buscando rutas muy especificas, pero lo que vi no me atrajo en absoluto y era uno de mis sueños.

KoldoS

Cita de: ENANO en Octubre 19, 2025, 21:09:04 pmyo vi una persona bajando del Elbrus en bici... eso ya me curo para siempre...

yo siempre viajo con dos ojos uno mirando posibilidades de furgo y otro ojo mirando posibilidades de bici y en islandia se me quitaron las ganas.. jijijijiji quizas buscando rutas muy especificas, pero lo que vi no me atrajo en absoluto y era uno de mis sueños.

Yo soy muy poco de bici. No sé sufrir lo suficiente. Así es que en la furgo la llevo solo como medio de transporte para acercarme a los sitios.

A Islandia ni las hemos llevado. Y, aunque tanto en el 2015, como este año hemos visto gente con las alforjas, me parece un destino durísimo para recorrerlo en bici.

Y no lo digo por las cuestas, que hay cantidad de países muchos más duros en ese aspecto. Pero luchar contra el viento islandés me parece que tiene que ser solo apto para gente muy muy preparada (y con un punto de masoca o de inconsciente, no lo sé).



KoldoS

Cita de: AlvarA en Octubre 21, 2025, 09:05:27 amMe quedo para leer con calma, muchas gracias

Gracias a ti por leer.

Y a ver si te puedo devolver algo de la ayuda que me diste el año pasado para mi viaje a Dolomitas.

la_plasa

Empiezas fuerte... de verdad te digo este relato no ha empezado ya ya vale ORO, das un montón de información que seguro que le sirve de ayuda a mucha gente.

Estoy deseando leer tus aventuras por las tierras altas!!!  .palmas  .palmas  .palmas

Sobre la bici... yo también pensaba que sería un destino chulísimo para hacer en bici, pero con el frío que pasé en furgo se me quitaron las ganas  .miedo
Más aventuras en: LowCosTravellers

KoldoS

Cita de: la_plasa en Octubre 26, 2025, 21:03:34 pmEmpiezas fuerte... de verdad te digo este relato no ha empezado ya ya vale ORO, das un montón de información que seguro que le sirve de ayuda a mucha gente.

Estoy deseando leer tus aventuras por las tierras altas!!!  .palmas  .palmas  .palmas

Sobre la bici... yo también pensaba que sería un destino chulísimo para hacer en bici, pero con el frío que pasé en furgo se me quitaron las ganas  .miedo

A veces pienso que meto demasiados datos, pero escribo pensando en dar la información que a mi me hubiera gustado tener antes de preparar el viaje.

Así es que soy consciente de que me quedan crónicas muy densas, que dificilmente serán leidas como pasatiempo. Porque están destinadas a aquellos que ya están preparando el viaje y que buscan informacion más concreta. Informacion que yo he podido encontrar aquí y allá.

KoldoS

Octubre 28, 2025, 20:12:33 pm #22 Ultima modificación: Octubre 28, 2025, 20:35:00 pm por KoldoS
1 - Viaje de ida



Día 1 (martes): Recorriendo Francia por la autopista


Bizkaia - St Maure de Touraine (FRA)
Recorrido etapa: 615 km (Total acumulado : 615 km)



El primer día de viaje siempre es complicado. Por mucho que hayas ido preparando todo, aún quedan bastantes cosas de última hora que cargar y nunca sales a la hora que tenías prevista. Tampoco importa demasiado, por fin estamos de vacaciones y salimos con toda la ilusión en un viaje que llevamos meses preparando.

Además, este año nos vamos para mes y medio, por lo que unas horas más o menos no nos preocupan. Hacía años que no habíamos juntado tantos días y nos lo tomamos con calma. Salimos con bastante margen para coger el ferry y no tenemos que apurar.

Al final salimos sobre las 13:00, con la furgo bien cargada. Entre la comida, la ropa, el material de los trekkings y todo lo necesario para ser autónomos, este año hemos tenido que hacer sitio y dejar en casa todo lo prescindible: las sillas, la mesa, las bicis y ese tipo de cosas que muy poca utilidad iban a tener en un clima tan frío como el islandés.

También hemos aumentado el espacio de almacenamiento, instalando un arcón en el portabicis y montando un tramánculo encima de la litera superior. Estuvimos valorando otras opciones, como poner un baca en el techo y llevar allí un arcón. Pero las opciones que vimos compatibles con el toldo y las claraboyas se iban a precios desorbitados. Por lo que optamos por montar el arcón en el portabicis copiando un brico que le vimos a una AC en Jaca. Sencillo y relativamente rápido de montar y quitar.

Encargamos una caja metálica con llave, de tamaño no muy grande, y lo llenamos de cosas voluminosas y poco peso (comida deshidratada, esterillas aislantes, papel higiénico y cosas así). Ibamos a circular por carreteras de grava y no queríamos que el portabicis sufriera mucho.

Y el tramánculo nos permitía aprovechar la litera vacía. En el espacio interior metimos la tienda, los sacos y la ropa que usaríamos en los trekkings. Mientras que encima llevábamos dos grandes bolsas de tela en la que metemos toda la ropa de uso habitual.

Las latas, cervezas y demás cosas pesadas las llevamos siempre en el garaje y en los huecos que hay bajo la cama. Incluido uno de los dos habitáculos para las bombonas. Como nuestra furgo tiene calefa a gasoil y frigo a compresor, el gas solo lo usamos para la cocina y el agua caliente. Por lo que, a diferencia del 2015, este año solo llevamos una bombona de las pequeñas. Está recién cambiada y con eso nos da para meses. Es la gran ventaja de la calefa a gasoil.

La verdad es que, entre pitos y flautas, hemos conseguido un espacio de almacenaje que para dos personas nos da una autonomía muy grande. Algo importante cuando se va a países tan caros en los que tratas de minimizar las visitas a los supermercados.




En fin, la cosa es que salimos tarde y nos pasamos el resto del día haciendo kms por las aburridas autopistas francesas. Pasamos la muga sin problemas y paramos a comer en un área de descanso de las Landas. Después, sufrimos el típico tráfico denso y lento para superar el cruce de Arcachon y atravesar Burdeos. Aunque afortunadamente no pillamos grandes retenciones.

Y así hasta que llegamos a St Maure de Touraine, un final de etapa que conocemos bien de otros viajes. Aparcamos en su parking para ACs y, como siempre, pasamos una noche muy tranquila junto con dos o tres ACs francesas. Se trata de un parking, sin servicios y con varias plazas para ACs, en el típico pueblo francés del interior. A partir del atardecer no se ve a nadie por la calle y el silencio es absoluto. No es un lugar al que iría a tomar algo, pero es ideal para descansar tras una jornada de conducción.

KoldoS

Octubre 28, 2025, 20:12:58 pm #23 Ultima modificación: Noviembre 07, 2025, 16:54:55 pm por KoldoS
Día 2 (miércoles): Un respiro en Verdún


St Maure de Touraine (FRA) - Verdun (FRA)
Recorrido día: 583 km (Total acumulado : 1198 km)




Como siempre que paramos aquí, dormimos muy tranquilos y sin ruidos molestos. Nos despertamos sin prisas y voy a la boulangerie a por pan y cruasanes. Estamos en Francia y el desayuno con cruasanes no se perdona. Algún día descubriremos cómo los hacen para que estén tan ricos.

Nos ponemos en marcha sobre las 10:00 y pasamos nuestra segunda jornada de conducción continua. Aunque este año vamos con tiempo y hemos planificado alguna parada intermedia. Para hacer más llevadero el viaje y descansar por las tardes mientras hacemos alguna visita.

Así llegamos a Verdun sobre las 19:30 y nos vamos directos a su parking para autocaravanas. Tiene 14 plazas reservadas a nuestros vehículos, pero no dispone de ningún tipo de servicio específico para nosotros. Encontramos varias plazas libres y nos situamos en una de las esquinas, con nuestra corredera dando al espacio verde que delimita el aparcamiento.

A muy poca distancia del parking (al otro lado de la calle) hay un supermercado Leclerc y dentro del propio parking hay un food-truck, que cierra y se va justo nada más llegar nosotros. Parece que debe estar de forma habitual, porque incluso se le puede ver en el Stret View del Maps.

Nos vamos andando hasta el centro, que está a unos 10 minutos (menos de 1 km) y pasamos el resto de la tarde callejeando. Visitando los puntos destacados que hemos visto en una de esas típicas páginas que te salen al teclear "qué ver en Verdun" y que te aparecen con títulos tan rimbombantes como "las X mejores cosas que hacer en Verdun" o "X secretos fascinantes de Verdun".

Entramos al centro por la puerta Saint-Paul



y subimos por las escaleras del monumento a la Victoria.



También nos acercamos al río Mosa y paseamos por su orilla. Sin duda la zona que más nos ha gustado.



Allí se encuentra la puerta Chaussée y, al otro lado del puente, el monumento a los soldados caídos. También la oficina de turismo, ahora cerrada.




Y como tampoco vemos mucho más que nos llame la atención, volvemos a la furgo paseando por el paseo fluvial que va por la otra orilla y que pasa por el parque Japiot. La verdad es que Verdun no nos ha parecido nada del otro mundo. Su fama está ligada a su pasado histórico y a la famosa batalla que lleva su nombre, pero no nos parece que sea una ciudad por la que merezca la pena desviarse muchos kms de tu ruta. Eso sí, a nosotros nos ha valido para estirar las piernas y descansar tras estas dos primeras etapas de viaje.

Por cierto, cuando llegamos a casa nos encontramos con una sorpresa desagradable. Al salir de la autopista, en algún punto de la carretera que me llevó hasta el centro de Verdun fui cazado por un radar. Y en casa me estaba esperando una multa francesa que, en perfecto castellano, me detallaba la fecha, la hora y el punto kilométrico en el que me había saltado el límite de velocidad de 50 km/h. Me habían identificado a 60 km/h y, descontado el margen de error, me multaban con 135 € (90 € por pronto pago) por una velocidad registrada de 55 km/h. Vamos por 5 km/h de exceso, que seguramente era lo que no me habría dado tiempo a decelerar en la entrada de alguna travesía francesa. De esas en las que no ves pueblo por ningún lado y te despistas.

En fin, qué le vamos a hacer. Alguna vez tenía que tocar. He atravesado Francia no sé cuantas veces durante mis vacaciones y nunca me habían multado hasta ahora. Tampoco vamos a hacer un drama. La pagamos siguiendo sus instrucciones (la verdad es que resultó ser muy sencillo) y a otra cosa.


KoldoS

Octubre 28, 2025, 20:14:02 pm #24 Ultima modificación: Diciembre 04, 2025, 13:20:07 pm por KoldoS
Día 3 (jueves) Trier: la ciudad más antigua de Alemania


Verdun (FRA) - Trier (ALE) - Darmstadt (ALE)
Recorrido día: 375 km (Total acumulado : 1573 km)





Segunda noche de viaje y segunda noche que dormimos a pierna suelta. La verdad es que los franceses son especialmente silenciosos y rara es el área o parking de ACs donde no se pueda dormir hasta tarde sin que te molesten. A veces te despiertas y dudas si allí fuera hay alguien o si ha caido una bomba de neutrones de la que milagrosamente solo te has librado tu.

Cuando nos levantamos hacemos una visita al super de enfrente a comprar pan y, por supuesto, cruasanes frescos. Desayunamos y salimos dispuestos a hacer más kms y llegar a Alemania.

Mañana tenemos un asunto familiar y nos toca dormir en Darmstadt. Pero vamos con tiempo de sobra y damos un pequeño rodeo, pasando por Luxemburgo, para visitar una ciudad que nos han recomendado. Se trata de Trier (la Treveris o Augusta Treverorum romana), que pasa por ser la ciudad más antigua de Alemania.

Llegamos a ella ya por la tarde, después de haber comido en un área de la autopista, y nos encontramos un tráfico bastante denso con retenciones en los semáforos. Poco a poco pasamos el puente y nos dirigimos a un parking a la orilla del río Mosela. Está bastante cerca del centro y tiene buenas referencias recientes en el P4N. El problema es que al llegar allí nos encontramos que está ocupado por barracas y una feria.

Cambia de planes sobre la marcha. Damos la vuelta donde podemos y vamos al área de ACs de pago que está junto al camping, en la orilla del río. El área está bastante más lejos, pero no encontramos nada mejor. Justo a la entrada del área vemos un par de campers aparcadas bajo el viaducto, pero es una zona un tanto desangelada y no nos convence. Así es que entramos al área.

Es un área grande y está bien. Se paga por tiempo (1 €/h), con un máximo de 15 € por 24h. Lo cual nos viene bien para la visita. Los vaciados son gratuitos una vez estás dentro del área y la carga de agua se paga a 0,01 €/l. Para realizar el pago hay una máquina que te da una tarjeta gratuita, que vas cargando con la VISA. Está montado para que pagues solo lo que consumes.

Su única pega es que está bastante alejada del centro. Son unos 3 kms que hacemos por la otra orilla, pasando el puente que está junto al área, y que se nos hacen largos al ir por calles sin ningún aliciente.

Una vez en el centro nos dedicamos a recorrer los lugares que más nos han llamado la atención en una búsqueda rápida por internet. No vamos a quedarnos a dormir aquí y tampoco tenemos toda la tarde. Así es que nos centramos en 4 cosas.

Seguramente, el edificio más emblemático de Trier es la Porta Nigra, una de las entradas a la antigua ciudad romana de Augusta Treverorum y la única que se conserva. Su tamaño y grandiosidad nos dejan claro que Trier fue un enclave importante en aquella época.




También llama la atención la cuidada plaza del mercado principal. Típica plaza centroeuropea con edificios históricos entre los que se entremezclan fachadas renacentistas, barrócas, clasicistas y, por supuesto, las omnipresentes casas con entramados de madera.





Y justo detrás de esta plaza se llega a la plaza de la catedral, donde se hayan la catedral de San Pedro, considerada la iglesia más antigua de Alemania, y la basílica de Nuestra Señora (Liebfrauenkirche). Ambas forman parte del patrimonio de la humanidad de la Unesco. Pero, en lo que respecta a sus interiores, a nosotros nos gustó más la segunda, de estilo muy sobrio y nada recargado.




Y como tanta cultura cansa y da mucha sed, pues nos refugiamos en una agradable terraza, donde degustamos un par de cervezas alemanas. Si en Francia no perdonamos los cruasanes, en Alemania no vamos hacerlo con una de sus especialidades. Hay que ser respetuosos con las costumbres locales.

Para cuando nos levantamos, la tarde ya ha avanzado y decidimos dar por finalizada esta parada turística. Ha sido apenas un ku-ku y nos dejamos muchas cosas interesantes por ver. Pero la idea no ha sido visitar a fondo la ciudad, sino hacer una parada corta para hacer el viaje más llevadero. Así es que la basílica de Constantino, el anfiteatro y las termas romanas quedarán para otro viaje en el que pasemos por aquí con más tiempo.

Antes de salir de la zona céntrica pasamos por la casa natal de Karl Marx. Junto a ella hay una plaza con una curiosa fuente y unos semáforos que nos sorprenden. Los típicos peatones en verde y rojo han sido sustituidos por la silueta de un Karl Marx verde caminando y otro rojo parado con los brazos en cruz.




Volvemos al área siguiendo el paseo fluvial por la orilla contraria a la que hemos venido. Mucho más agradable que andar entre calles. Y, ya que estamos, aprovechamos para vaciar depósitos y cargar agua. Pagamos los 4,6 € que nos cobran por las 4 horas que hemos estado y por 60 l de agua. Nos parece un precio más que aceptable. Como digo, la pega es que está algo lejos del centro, pero por lo demás está muy bien para visitar la ciudad. Sobre todo si vienes con bicis. Ya que el paseo por el que hemos venido, sale del mismo área y te lleva por la orilla del río hasta casi el mismo centro histórico.

Y ya sin más, recorremos los 200 kms que nos separan de Darmstadt, nuestro final de etapa para hoy. Una vez más tiramos de P4N y vamos a un parking junto a un parque en una zona de oficinas. Son las 21:00 y hay ya dos ACs dispuestas a pasar la noche. Pero no nos acaba de convencer. El aparcamiento está prohibido de 7:00 a 15:00 los días laborales y mañana viernes lo es. No es que nos prohíban estacionar a nosotros, en ese horario está prohibido para todos los vehículos. Y como no tenemos ninguna necesidad de madrugar, pues buscamos otra opción.

Así acabamos en un parking de tierra junto a otra zona verde, en la que encontramos también una AC italiana y una furgo alemana. Pasa gente haciendo footing y parece muy tranquilo.

KoldoS

Octubre 28, 2025, 20:15:41 pm #25 Ultima modificación: Diciembre 04, 2025, 13:20:42 pm por KoldoS
Día 4 (viernes) Cosas de familia


Darmstadt (ALE) - Hannover (ALE)
Recorrido día: 398 km (Total acumulado : 1971 km)



Como siempre que viajamos hacia el norte, aprovechamos para visitar a los familiares que tenemos por aquí y hoy lo dedicamos enteramente a cosas de familia.

Pasamos la mañana en Darmstadt y sobre las 12:00 ponemos rumbo a Hannover. Aparcamos junto a la casa de mi cuñada y bajamos todo el cargamento que hemos traído de extraperlo. Productos de nuestra tierra que aquí echan en falta porque no se pueden encontrar o, si los hay, se pagan a precio de caviar.

Comemos relajadamente a mesa puesta y, tras una larga sobremesa, nos vamos al centro a pasear por calles que ya conocemos de otros viajes. Pero que siempre nos gusta volver a recordar, mientras le damos al palique.



Eso sí, siempre hay algo nuevo por descubrir. Tras varias visitas a esta ciudad, esta es la primera vez que presenciamos el surf urbano en la ola artificial de Leinewelee. Mi mujer ya lo había visto en Berlin, pero para mi es la primera vez y me parece curioso. La cosa es que después he leído que la de Leinewelee es una de las primeras olas fluviales de Alemania.


Hannover: surf (foto sacada de internet: Daniel Pilar)

Después de un rato observando las evoluciones de los habilidosos surfistas, nos vamos a rendir visita a las Nanas. Famosas y curiosas esculturas que se han convertido en uno de los símbolos de Hannover. También pasamos por el monumento a 7 profesores de la Universidad de Gotinga.



Finalmente, nos acercamos al Ayuntamiento y damos un siempre agradable paseo por la orilla del lago. Hay que hacer algo de hambre, porque hoy aprovechamos y vamos a cenar a una típica cervecera alemana. Para la ocasión elegimos un menú liviano y muy digestivo: codillo, salchichas al curry y salchichas blancas al estilo Hannover. Todo ello regado por una buena cerveza local.

Por delante nos espera un mes largo por Islandia. Y con los precios que se gastan por allí, tenemos que aprovechar y hacer acopio de reservas en nuestro cuerpo. La verdad es que luego comprobaríamos que nos iba a venir muy bien.





KoldoS

Octubre 28, 2025, 20:16:22 pm #26 Ultima modificación: Diciembre 04, 2025, 14:20:12 pm por KoldoS
Día 5 (sábado) Otra ciudad alemana: Luneburg


Hannover (ALE) - Luneburg (ALE) - Lubeck (ALE)
Recorrido día: 204 km (Total acumulado : 2175 km)



Por la mañana nos acercamos a un supermercado para rellenar los huecos que nos han quedado libres al descargar lo que traíamos de casa. Es lo que se conoce como un típico intercambio cultural. Traemos género propio con denominación de origen y nos llevamos productos locales tradicionales, fundamentalmente latas de cerveza, surtido variado de salchicas y más cervezas. Toda precaución es poca cuando hablamos de productos vitales de primera necesidad. Sobre todo si viajas a un país donde el alcohol se vende a precio de caviar. También compramos algunos productos frescos y otros cuyo peso no hemos querido acarrear desde casa (leche, patatas y cosas que sabemos que aquí no son caras).

Cargamos todo en la furgo y nos despedimos de nuestros familiares para seguir nuestro camino hacia el norte e ir acercándonos poco a poco a la terminal del ferry en Hirsthals. Pero en lugar de subir rectos por Hamburgo, nos desviamos por carreteras secundarias para pasar por Luneburg y hacer una parada en esta pequeña ciudad que nos han recomendado.

Antes de llegar paramos a comer en un área de descanso y pasamos por una zona donde vemos varias caravanas junto a la carretera y pintadas de colores llamativos. Llaman la atención y, cuando en el interior de alguna de ellas vemos a chicas jóvenes con poca ropa, nos percatamos del triste motivo por el que están ahí. Nos extraña mucho por el lugar, que parece estar en medio de ninguna parte, pero suponemos que ya hemos entrado en el área de influencia de la gran urbe que es Hamburgo. Estas cosas siempre te dejan mal cuerpo y te dan qué pensar.

Cuando llegamos a Luneburg dejamos la furgo en otro parking sacado del P4N. Está a unos 15 minutos andando del centro y es un parking pequeño, pero nuestra GV entra sin problemas. Así es que allí la dejamos junto a otras dos furgos.

Ha empezado a lloviznar y vamos paseando bajo el paraguas hasta el casco histórico. No sabemos muy bien qué nos vamos a encontrar, porque tampoco nos han dado muchos detalles. Solo que merece la pena para una visita corta.

Y la verdad es que nos gusta. Es una de las pocas ciudades alemanas cuyo centro histórico no sufrió graves daños durante la II Guerra Mundial y conserva intacta gran parte de su estructura medieval.

Así, además de la típica plaza central centroeuropea, tiene un conjunto de bonitas calles en las que se van sucediendo casas históricas muy bien cuidadas. Sus fachadas nos llaman la atención. Lejos de las habituales casas con entramados de madera, aquí lo que predomina es el ladrillo desnudo. Las más elegantes sustituyen el ladrillo por piedra y se decoran con medallones o rodeando sus ventanas de cordeles esculpidos. También hay bastantes puertas abocinadas.






Las iglesias también están construidas con ladrillo y abundan las callejuelas estrechas con aceras minúsculas y suelo de adoquines. De esas que te recuerdan al escenario de aquellas viejas películas ambientadas en los barrios obreros tras la revolución industrial. Para meternos de lleno en el guion solo nos falta ver un par de carros transportando carbón y alguna cuadrilla de pillos con su gorra calada al estilo Peaky Blinders.




También pasamos por la Markplatz. Aquí se ubica el Rathaus, que pasa por ser el ayuntamiento medieval más grande del norte de Alemania. Aunque, dicha sea la verdad, a nosotros no nos dice demasiado.



Cuando nos parece que hemos paseado suficiente y ya pasadas las 19:00, echamos un vistazo en las redes por si nos dejamos algo que merezca la pena y en Wikipedia leemos dos curiosidades. La primera, es que fue aquí donde, tras ser capturado, se suicidó el nazi Himmler ingiriendo una cápsula de cianuro antes de empezar a ser interrogado. Se ve que el muy cobarde no tuvo arrestos para enfrentarse a aquello que tantas veces había practicado él con sus víctimas.

Vale, está bien saberlo. Como reza el dicho, el saber no ocupa lugar. De todos modos, esto no tiene para nosotros ningún interés en comparación con la segunda bitxikeria. Aquí ya sí, hablamos de cosas realmente interesantes. Y es que Luneburg debe tener la segunda proporción de bares por metro cuadrado y residente de toda Europa, detrás de Madrid.

Por lo que hemos podido ver, lo pongo muy en duda. Porque me sé unos cuantos pueblos en los que la densidad tabernil es bastante superior a lo que vemos. O los bares están muy escondidos o en esa clasificación solo entran las grandes ciudades. En las grandes ligas, esas que se juegan en la cuna del txikiteo, uno puede entrar en el pueblo por una punta y salir por la otra, sin salir de la misma calle y sin dar más de dos pasos entre bar y bar (a partir de las 21:00 se permite uno más para recuperar la trayectoria y después de las 24:00 ya no se cuentan).

En fin, la cosa es que tampoco es cuestión de hacerles un feo y damos por finalizada la visita tomándonos una buena jarra de cerveza en uno de esas tabernas.

Tras lo cual, volvemos a la furgo y retomamos camino. Rodeamos Hamburgo por carreteras secundarias para evitar el intenso tráfico que acompaña a toda gran urbe y pasamos por una zona boscosa, salpicada de granjas y pueblos con casas tradicionales. Es una ruta bonita, pero bastante lenta. La velocidad límite nunca supera los 70 km/h, y continuamente está bajando a 50 e incluso a 30 km/h. Ganar no sé si hemos ganado tiempo, pero por lo menos no hemos sufrido retenciones y hemos disfrutado del paisaje.

Así llegamos a Lubeck, donde paramos en el parking del mercado. Es un amplio parking sin servicios, donde hay varios remolques de feriantes. Pero mañana es domingo y no hay mercado. Tampoco se paga OTA por ser festivo. Así es que es un buen sitio para pernoctar, ya que no está lejos del centro.

Pero eso será mañana. Entre que nos situamos y cenamos, se nos hace un poco tarde y ya nos da pereza salir. Nos quedamos descansando y nos vamos pronto al sobre. Dormimos muy tranquilos, acompañados por una AC italiana que estaba ya cuando llegamos y por una camper que se nos suma poco después.

KoldoS

Octubre 28, 2025, 20:16:56 pm #27 Ultima modificación: Diciembre 11, 2025, 18:29:13 pm por KoldoS
Día 6 (domingo) Llegada a Dinamarca


Lubeck (ALE) - Christiansfeld (DIN)
Recorrido día: 231 km (Total acumulado : 2406 km)





Nos despertamos pasadas las 9:00 y nos movemos sin prisa. Este año nos hemos propuesto disfrutar del viaje de ida, sin madrugones y reduciendo el kilometraje diario. Viajar asi es otra cosa.

Desayunamos y vamos a visitar el centro histórico de Lubeck. Una de las ciudades más antiguas de Alemania, que adquirió gran importancia en la edad media por ser la sede de la poderosa Liga Hanseática. La riqueza que trajo dicha condición es bien visible en el Altstadt o ciudad vieja, declarada patrimonio de la humanidad de la UNESCO en 1987 y que pasa por ser uno de los conjuntos urbanos medievales mejor conservados del país.

Estamos cerca y vamos paseando. Atravesamos una pequeña zona verde y cruzamos por uno de los puentes que dan acceso a la isla donde se ubica el Altstadt. Una vez allí, y siguiendo nuestra costumbre, callejeamos sin un plan preconcebido y disfrutamos con calma de lo que vamos viendo.

Lo primero que nos encontramos es la Catedral, con sus dos torres gemelas y construida en ladrillo rojo, típico del gótico báltico. La Dom es la más antigua de las iglesias medievales de Lubeck y su interior, totalmente encalado en blanco, no nos parece nada extraordinario. El altar se ubica en en el centro del crucero y, tras él, destacan un enorme crucifijo y un bonito reloj cuya presencia nos parece muy curiosa en un lugar tan prominente de una iglesia. También hay algunos bonitos trípticos.



A continuación bajamos por la Konigstrasse, que atraviesa la isla de punta a punta y pasamos junto al teatro de Willy Brandt. Así nos enteramos de que esta es la cuna de quien fuera canciller de la República Federal Alemana (la occidental, para los jóvenes). Y que en realidad no se llamaba así. Ese fue el seudónimo que usó cuando era perseguido por los nazis, y así se le conoció después en su etapa política.

También vivieron en Lubeck los escritores Gunter Grass y Thomas Mann. Sus respectivas casas están hoy dedicadas al recuerdo de estos dos Premio Nobel.

Al final de la Konigstrasse se encuentra la Burgtor, una de las puertas-torre que daba acceso a la antigua ciudad medieval.



Para volver subimos por la Breite St., paralela a la anterior, y llegamos a lo que resulta ser el meollo de la ciudad vieja. Allí, en muy poco espacio, se concentran la Markplatz (plaza del mercado), el Rathaus, la Marienkirche (iglesia de Sta María) y la espectacular puerta de Holstentor.

La Markplatz es el centro neurálgico de Lubeck y, sin duda, uno de sus mayores atractivos. En una de sus esquinas se levanta el ayuntamiento o Rathaus, a caballo entre ella y la Breite St., las cuales une a través de un paso arcado. Nos parece un edificio curioso, mayoritariamente construido con ladrillo negro y con un hall ciertamente llamativo.

A escasa distancia de la Markplatz se levanta la Marienkirche, que destaca sobre todo por su altura. No en vano es la 3ª iglesia más grande de toda Alemania y la más alta del mundo de entre las construidas con ladrillo. Ahí es nada. Y quizás sea por eso, que no me entraba en el encuadre. Pero el caso es no tengo ninguna foto decente de su exterior y al interior no pudimos entrar porque cuando pasamos por allí nos la encontramos cerrada. Lástima, porque he leído que tiene un reloj astronómico que merece la pena ser visto. Vaya costumbre más rara de poner relojes en las iglesias.

Y como no hay fotos de la iglesia, pues os dejo la del protagonista de una leyenda local: el incauto diablillo al que engañaron para aprovecharse de él. Y no, no me refiero al de rojo, sino al otro.

Pues la cosa es que allá por el siglo XIII los comerciantes de la ciudad decidieron construir una iglesia que compitiera en explendor con la catedral y el poder del obispo (esta es la parte real de la historia). Por lo que la encargaron con una altura tan descomunal, que tuvieron que recurrir a la ayuda de un diablillo al que engañaron diciendole que iban a construir un bar (no me parece nada bien jugar con estas cosas). El resto es historia, pero el caso es que allí sigue el pequeño diablillo, sentado y esperando a que abran esa grandiosa taberna. Yo, por si acaso, le acompañé un ratito en su espera. No fuera a ser que acabaran abriendo el dichoso bar. Además, hay que tener amigos en todas partes.




Pero como parece que su apertura se demora y va para largo, seguimos con nuestro free-tour particular y nos acercamos hasta la puerta de Holstentor, otro de los accesos a la antigua ciudad amurallada y una de las puertas más famosas de Alemania. Esta estructura del siglo XV es también patrimonio de la Unesco y hoy día es el principal símbolo de Lubeck. No me extraña. Es magnífica y resulta muy fotogénica por ambos lados. Sin duda es lo más llamativo de la ciudad.

La puerta se halla al otro lado del río y justo pasado el puente que cruza el río Trave, en una lengua de tierra que no deja de ser otra isla estrecha y alargada. Suponemos que la Holstentor es parte de la muralla que protegía el acceso por ese puente. Y, aunque hoy día destaca por su elegancia, su misión defensiva resulta evidente por los dos sólidos torreones que flanquean la entrada. Torreones que están coronados con unos enormes kukurutxus al estilo exin castillos (sí, ya lo sé, soy un carroza).



Allí mismo, junto al río, vemos los antiguos almacenes. Nos recuerdan a los que vimos hace tiempo en Trondheim (Noruega). Está claro que pertenecen a la época de la Liga Hanseática y de ahí su parecido.



Y ya con esto damos por terminada la visita y volvemos por la calle que da al canal. Es una calle de bonitas casas. Algunas parecen de artistas y un tanto bohemias. Sus puertas dan a la calle y tienen bancos y mesas en la acera. Y al otro lado de la calle, han "colonizado" la orilla del canal para hacerse con sus jardines particulares. Es un paseo agradable y volvemos a la furgo satisfechos con la visita.

Como ya es hora, comemos en el mismo parking donde hemos dormido y nos disponemos a seguir haciendo kms. Así llegamos a la muga con Dinamarca, donde circulamos también por autopista gratuita y con tráfico fluido. Sin retenciones que nos hagan perder tiempo. La verdad es que las veces que hemos atravesado este país siempre ha sido así. Y ya van tres veces para arriba y otras tantas para abajo. Por lo que tengo una muy buena impresión de la red viaria danesa.

Sobre las 18:30 llegamos al final de etapa elegido para hoy: Christianfeld. Se trata de una pequeña localidad fundada en 1773 por miembros de la Iglesia Morava, una de las iglesias evangélicas más antiguas de Europa que tiene su origen en la histórica región checa de Moravia. Su nombre recuerda al rey Christian VII de Dinamarca, que promovió y sufragó su construcción

Lo que la hace especial a Christianfeld y motivo por el que forma parte de la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 2015 es su trazado urbanístico. Diseñada y construida de acuerdo a las ideas de la iglesia morava, dando un papel predominante a lo espiritual sobre lo material, a lo colectivo sobre lo individual. Dicho trazado es perfectamente visible en la actualidad, ya que se mantiene prácticamente intacto desde su creación.

Además, está situada muy cerca de la autopista y dispone de un gran aparcamiento gratuito, con WC y una zona de servicio para autocaravanas. Ideal para hacer una parada en el viaje, con pernocta y visita incluidas.

Cuando llegamos nos encontramos con media docena de ACs dispuestas a pasar la noche. Pero ya no hay autobuses, ni coches de visitantes diurnos, por lo que el parking está medio vacío. Supongo que durante el día la cosa cambirá bastante. Aparcamos y nos vamos a dar una vuelta.

La parte histórica es muy pequeña y no hace falta mucho tiempo para recorrerla. A esta hora ya no hay comercios abiertos y paseamos casi solos. Todo está muy tranquilo y tengo la impresión de que en estas condiciones nos movemos en un ambiente no muy distinto del que se respiraría en estas calles durante sus primeros años de existencia. Caminamos en silencio, por calles adoquinadas en las que predominan las casas de 1 o 2 alturas. Todas ellas construidas con ladrillos claros y tejados rojos.



En el centro del pueblo se haya la iglesia morava, la más antigua. Además de su modesta torre, su tejado de teja negra la distingue y destaca del resto de edificios. Digamos que es la única concesión a la galería, porque su interior hace gala de uns sobriedad espartana. Paredes blancas desnudas de cualquier ornamentación, bancos corridos del mismo color y, lo más llamativo, carece de iluminación  eléctrica! Unas velas dispuestas sobre lámparas que cuelgan del techo son su única fuente de luz. Tampoco vemos que tengan calefacción. Se ve que la comodidad la consideran un pecado capital.



También entramos en la iglesia luterana, más moderna que la morava y con pequeños "lujos" como un pequeño altar o un púlpito mínimamente decorado. Y pasamos por la casa de los hermanos y la de las hermanas, dos de los edificios de mayor tamaño y que, por lo que se ve, eran los espacios comunales en los que hacían la vida social. Eso sí, divididos por sexos.

Algo que se repite en el curioso cementerio de la localidad. Aquí no hay panteones, ni nichos. Tampoco cruces u otros símbolos que supongo serán demasiado ostentosos para su credo. Las tumbas solo se distinguen por una sencilla lápida y se disponen en rigurosa cuadrícula. Además, están separadas por sexos, a un lado y otro del camino central. Y lo más curioso, se va enterrando por filas siguiendo el orden de fallecimiento. No se agrupan por familias como estamos acostumbrados por aquí. Por lo que se explica en un cartel informativo, se pretende así resaltar la pertenencia a la comunidad, diluyendo los aspectos individuales y los lazos de sangre.



La verdad es que no se puede decir que el pueblo sea algo espectacular. Pero sí que nos parece curioso, con sus pequeñas casas moravas y su urbanismo cuadriculado. Ideal para hacer un alto en el camino y tener una pernocta tranquila en un parking gratuito y con servicios.

KoldoS

Octubre 28, 2025, 20:17:29 pm #28 Ultima modificación: Diciembre 12, 2025, 19:57:05 pm por KoldoS
Día 7 (lunes) Entre dos mares


Christiansfeld - Skagen - Hirsthals
Recorrido día: 390 km (Total acumulado : 2796 km)




Dormimos tranquilamente, sin poner alarmas y nos despertamos pasadas las 9:00, descansados y listos para vivir nuestro último día antes de coger el ferry. Después de desayunar, hacemos las labores de carga y descarga en la zona de servicios para ACs. La toma de agua limpia está claramente separada del grifo para limpiar el poty y el WC está limpio. Todo perfecto, salvo las grises. Como nos pasará bastantes veces a lo largo de las vacaciones, no hay rejilla para grises y tenemos que vaciarlas a baldes en el de las negras. Por lo que se ve es algo bastante común en los países nórdicos. Ya lo tenía olvidado.

Y ya de paso, hacemos unos compras en el super de al lado del parking y lleno el depósito de gasoil en su gasolinera. No nos podemos quejar, todos los servicios concentrados junto al parking. Lo malo es que entre unas cosas y otras nos ponemos en carretera casi a las 12:00.

Cubrimos sin contratiempos los 300 kms que nos separan de Hirsthals y nos desviamos hacia el este para matar la tarde dando un paseo por la costa. Pero en el camino, paramos a comer en un área de descanso a pie de la 597. Está muy recogida y separada de la calzada por unos árboles. Tiene mesas y hace buen tiempo, así es que aprovechamos para comer fuera y descansar un rato. También podría servir para pasar la noche previa al embarque, ya que no está muy lejos de la terminal. Aunque yo ando ya nervioso y preferiré acercarme hasta la terminal.

Tras reposar la comida salvamos los escasos 40 kms que nos separan de Skagen y dejamos la furgo en un parking de pago junto al faro (aprox. 1 €/h). Veníamos pensando en hacer una ruta larga que pasa por varios puntos de interés en la zona, pero entre pitos y flautas nos ponemos a andar pasadas las 17:00. Así es que lo dejamos en un paseo por la playa hasta la principal atracción del lugar: la punta de Grenen. Un lugar que debe su fama a ser el extremo septentrional de la península de Dinamarca y punto de encuentro donde se juntan las aguas del mar del Norte con las del mar Báltico. También marca la frontera entre los estrechos de Skagerrak (el que separa Dinamarca de Noruega) y de Kattegat (el que separa Dinamarca de Suecia).



La distancia a salvar es pequeña (unos 2 kms) y el camino a seguir no ofrece dudas. La cantidad de gente que se ve allí al fondo nos señala claramente donde está el punto exacto al que nos dirigimos. Por si fuera poco, los tracto-buses que transportan turistas sedentarios nos lo confirman. En cualquier caso, un paseo por la playa en una tarde como la de hoy siempre es algo que se disfruta. El norte no te da esta oportunidad todos los días.



Cuando llegamos a la punta, nos mezclamos con el resto de turistas y nos metemos en el agua para caminar divertidos entre dos mares, mientras las olas que se forman nos golpean en las pantorrillas. La verdad sea dicha, no es un lugar espectacular por el que merezca la pena desviarse demasiado. No deja de ser una bitxikeria de esas que te llaman la atención cuando la lees. Pero es curioso ver como se juntan y chocan las olas que llegan de ambos lados, como si sus aguas lucharan por ganar espacio.

Otra cosa que nos sorprende es la temperatura del agua. No está nada fría. No sé si está como para bañarse, porque yo soy muy friolero para eso, pero diría que en Galicia o las Landas nos hemos metido en aguas más gélidas. Lo que sí esta claro es que se puede caminar por el agua sin problemas.

Lo que no vemos son focas. Había leído que era habitual verlas en la arena, pero supongo que eso será al atardecer o cuando no andemos merodeando por aquí cientos de turistas.



Volvemos a la furgo por el mismo camino y retrocedemos hasta Hirsthals. Primero paramos en el parking que hay junto a la rotonda en la que acaba la autopista. Cenamos y desmonto el cajón del portabicis para meterlo dentro. Mi reserva en el ferry es para un vehículo de 6 m y no quiero tener problemas. La sujeción está diseñada para que sea fácil montarlo y desmontarlo, por lo que tampoco me cuesta nada.

Cuando acabamos de cenar vemos que nos hemos quedado solos en el parking. No tenía claro si quedarme a dormir aquí, pero visto lo visto, decidimos acercarnos a la terminal y ver cómo anda la cosa por allí. Hace 10 años pernoctamos al lado mismo de la zona de embarque y nos juntamos bastantes ACs para pasar la noche en un parking que ya no existe y desde el que podías salir a pasear por la costa.

Pasamos por varias zonas donde hay vehículos aparcados y el sitio que más nos convence es el último parking de tierra bajo los molinos de viento. Así es que allí nos quedamos junto a unas cuantas furgos y ACs más a pasar la noche previa al embarque. Estamos en primera línea de mar, separados de él por las rocas que forman un rompeolas. Hoy hace buen tiempo y no corre el viento, por lo que nos parece un buen sitio.

De todos modos, ya en casa, he comprobado que en el Street View de Google se ve un cartelón indicando que hay cámaras y está prohibido permanecer allí de 22:00 a 7:00. Por lo que no sé muy bien si es tan buen lugar. Cuando estuvimos allí ese cartel no estaba y no vimos ningún aviso de prohibición. Y 5 meses después no tenemos noticias de una posible sanción. Pero aquí queda dicho por si acaso.

En fin, con riesgo o sin él, la cosa es que acabamos el día sentados en el rompeolas y disfrutando de un maravilloso atardecer, mientras veíamos entrar y salir los ferrys hacia Noruega. Y con la puesta de sol nos fuimos al sobre con las típicas mariposas en el estómago que preceden a coger un ferry de largo recorrido. Yo pensaba que esta vez iba a venir más tranquilo, pero lo cierto es que no ha sido así. Debe ser la edad.




KoldoS

Octubre 28, 2025, 20:18:00 pm #29 Ultima modificación: Diciembre 14, 2025, 12:13:34 pm por KoldoS
Día 8 (martes) Embarque en el Norrona


Hirtshals - Embarque ferry Norrona
Recorrido día: 0 km (Total acumulado : 2796 km)


Los nervios y el movimiento de vehículos que embarcan pronto hacia Noruega nos despiertan sobre las 7:30, aunque remoloneamos un buen rato antes de levantarnos. Estamos de vacaciones y andamos con tiempo. Así es que tampoco es plan de andar madrugando sin necesidad.

Bien pasadas las 8:00 desayunamos tranquilamente y nos dedicamos a preparar todo lo que llevaremos a bordo. Nos esperan dos días de travesía y hay que subir al ferry bien provistos. Después de nuestra experiencia en el 2015, este año tampoco hemos reservado ninguna comida. Volvemos a subir con el hornillo eléctrico, el cazo, la cafetera y comida fácil de preparar: pasta fría para ensaladas, arroz brillante de ese que solo hace falta calentar para combinar con una lata de mejillones en su tinta, patatas y huevos ya cocidos para hacer una ensaladilla rusa con atún y aceitunas, alguna lata de albóndigas precocinadas, embutido, pan de molde, y cosas así. Y, claro, café, leche y cosas para desayunar.

A alguno igual le parece exagerado. Pero no os creáis que llamábamos la atención. Allí todo el mundo sube cargado con enormes bultos, como si fueran a pasar todas las vacaciones en el barco. De todos modos, y aunque la comida en el ferry es generalmente cara, tampoco te vas a arruinar por coger alguna pizza o comida rápida de ese tipo.

Mientras estamos preparando todo, empiezan a llegar 4x4 y todoterrenos de todo tipo que nos van rodeando. Ahora sí que nos metemos de lleno en un ambiente típicamente islandés. La verdad que nuestra GV queda empequeñecida al lado de todos esos monstruos. Quien pudiera tener uno de ellos para meternos sin miedo por las carreteras F y aventurarnos por las tierras altas!

La salida del ferry está prevista para las 11:30 y hay que embarcar una hora antes. Así es que cuando vemos que se empiezan a acumular vehículos en la terminal, los que estamos aquí esperando nos empezamos a mover poco a poco y vamos llenando las filas de embarque. Aún tendremos que esperar un buen rato allí, pero al menos ya estamos enfilados y los nervios dejan paso a la ilusión.

Una cosa que tengo que solucionar ahora es el tema del congelado, ya que durante la travesía no hay opción de conectarse a 220 V (nuestro frigo es de compresor, pero, por supuesto, los trivalentes tampoco se pueden dejar funcionando con gas). En el 2015, en esta primera travesía llegamos solo hasta las Feroe y, con el frigo apagado, lo que llevábamos dentro nos aguantó un día sin problemas hasta que ya en tierra lo volvimos a enceder. Pero ahora vamos hasta Islandia de una tacada y esto supone 2 días con el frigo apagado.

Había dudado si dejarlo encendido. Los 200 Ah de mi batería de litio deberían ser suficientes para ello. O, al menos, eso dicen mis cálculos. Pero nunca lo he probado y no quiero hacerlo ahora, casi al inicio de nuestras vacaciones. Si por lo que fuera, mis cálculos fallan, no quiero verme sin batería cuando tengo todo un mes por delante en la isla.

Así es que vengo con la idea de hacer uso de la opción que dan en la página web de Smyril Line: Passengers can carry up to 50 kg of frozen goods per booking or up to 1/2 m3 and luggage up to 50 kg without any extra charge. For further information regarding the delivery of the frozen goods, please contact the check-in staff. Frozen goods must be labeled with the name and address of the owner. However, it is not allowed to bring frozen goods to Iceland. This service is free of charge and Smyril Line takes no responsibility for damaged goods.

No acabo de entender muy bien eso de que no está permitido llevar productos congelados a Islandia y que, sin embargo, el ferry te ofrezca un lugar donde meterlos durante la travesía. Pero yo me quedo con lo que me interesa y pregunto a un empleado por lo que tengo que hacer y a dónde llevarlo.

Pues bien, no debe de ser algo muy común, ya que este no sabe de lo que le estoy hablando y se lo tiene que preguntar al encargado. Quien tampoco sabe nada y lo consulta por teléfono. Al final me dicen que lo suba a bordo y vaya a recepción. Que allí me dirán donde dejarlo. No me quedo muy convencido por la poca seguridad que me transmiten, pero es lo que hay.

De vuelta a la fila, coincido con una agradable familia de Elorrio que viajan en otra GV y que van a Islandia para dos semanas. A la vuelta paran 3 días en las Feroe como nosotros. Ellos también llevan litio y van a dejar el frigo encendido. Ah! Y tampoco han desmontado lo que llevan en el portabicis. Se ve que son mucho más lanzados que yo. También hay que serlo para animarse a ir en ferry para solo dos semanas.

Al de un buen rato, empieza el movimiento en las primeras filas y todos corremos nerviosos a nuestros vehículos. Embarcamos! La cosa va más o menos rápida y caemos en la cuenta de un cambio respecto al 2015. Entonces no permitían que los pasajeros subieran al ferry en los vehículos. Salvo el conductor, todos tenían que subir por la pasarela de peatones. Mientras que ahora todos vamos dentro de nuestros vehículos. Debe de ser porque han mejorado la organización del embarque. Hoy ha sido más rápido y dentro del ferry todo ha ido fácil. En el 2015 lo recuerdo como un bonito follón, con los vehículos maniobrando en la bodega y con esperas para que te ubicaran en tu sitio. Además, aun siendo pequeño, el espacio entre uno y otro es ahora bastante mayor. Similar al de cualquier otro ferry que hayamos cogido. Nada que ver con lo de hace 10 años. Ahora dejan espacio para pasar entre los coches y no tenemos ningún problema en alcanzar la escalera y salir de la bodega. Ha sido mucho menos caótico.

Dejamos la furgo con el frigo apagado y la batería desconectada. Por supuesto, también compruebo 3 veces que he dejado el freno de mano bien metido (para entender esto, ver mi relato del 2015). Y con todos los bultos subimos directos a recepción, donde no nos hace falta ni preguntar. Allí mismo vemos dos jaulas con el letrero "Frozen goods". Siguiendo las instrucciones, dejamos dos bolsas identificadas con nuestro nombre y rellenamos la hoja de control que tienen en el mostrador (nombre, teléfono, nº de bultos y descripción del contenido). Tampoco parece que sea algo tan extraño como parecía indicar la expresión de los empleados a los que hemos preguntado. O igual sí, porque de hecho, las únicas bolsas que hay allí son las nuestras. Y casi me atrevería a asegurar que nadie más llevó nada allí.



Solucionado el tema del congelado, nos vamos a nuestro camarote sin ventana, situado en la 7ª planta, y dejamos todo allí para salir a ver la salida del puerto. Algo que hacemos con bastante retraso sobre la hora prevista. Como empieza a llover, tampoco estamos mucho fuera. Ya va a haber tiempo de sobra para ello. Y tampoco es que la costa de Hirsthals sea espectacular, así es que lo vemos desde el interior por los ventanales de uno de los salones.

Cuando vemos alejarse la costa hacemos un reconocimiento del Norrona y comprobamos que no ha cambiado mucho. En la misma planta de la recepción, están el cine, la tienda, un pasillo largo con butacas junto a los ventanales y una cafetería con buffet y un espacio de juegos para niños. También la cafetería con una buena cantidad de mesas y una zona de butacas junto a una pequeña biblioteca. En esta última es donde se organizan algunos espectáculos y dan una charla con información turística sobre el destino al que se llega ese día (Islandia o Feroe).

Mientras que en el piso superior están el restaurante y la zona de videojuegos. Lo que han desaparecido son las tragaperras que tanto nos llamaron la atención en nuestro primer viaje. Por lo menos las que estaban en los pasillos accesibles incluso a los niños.

Tampoco existe ya el bar exterior de la última cubierta. Ahora en la cubierta 10, la superior, está lo que llaman la Lanterna Mágica. Un bar cerrado con enormes ventanales, que ofrece unas vistas espectaculares sin necesidad de aguantar el frío y el viento del Atlántico.

En el exterior sigue pudiéndose disfrutar de los putxus de agua caliente (previo pago), del mini-campo de futbol en el que los txabales se desfogan a todas horas y de multitud de rekutxus donde puedes pasar todo el tiempo que la meteo te permita. En la zona de proa hay unas estructuras de metacrilato que te protegen del viento y tras las que se está de cine.

Y, por supuesto, abajo en las catacumbas (cubierta 1) siguen estando la piscina, las kupelas y el gimnasio. Aunque esta vez no hemos bajado más que para echarles un ojo.

Después del reconocimiento, volvemos al camarote, comemos y echamos la siesta. Hay que dejar pasar el tiempo. Qué diferencia con nuestro viaje de hace 10 años, donde teníamos que turnarmos para seguir a nuestro hijo escaleras arriba y abajo.

El resto del día lo pasamos paseando, leyendo o jugando al backgammon en alguna de las cafeterías. También tenemos ocasión de ver la costa noruega cuando pasamos cerca de ella a media tarde. Es perfectamente visible. Casi parece que vamos a atracar.