León, Orense y Norte de Portugal. Mayo 2008. *AÑADIDO AL INDICE* (sf)

Iniciado por Jákar, Julio 29, 2008, 23:31:34 pm

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Jákar

Esta crónica corresponde a nuestras primeras vacaciones del año, 8 días de mayo en los que recorrimos algunas zonas de León, Orense y del norte de Portugal.
Aunque teníamos una idea bastante ambiciosa respecto al viaje, finalmente fuimos adaptándolo al ritmo que nos marcaban los días, los paisajes y las gentes que nos cruzamos al igual que la lluvia, nuestra fiel compañera a lo largo de estos días, molesta a veces pero también culpable de la belleza, del verdor, de la arquitectura y fisionomía de los lugares que hemos conocido, sumamente bellos y con gran encanto.

Pero bueno empecemos por el principio. Esta es nuestra tercera escapada al país luso, la segunda acompañados de la Carrapateira, que por cierto toma su nombre de una conocida playa, aunque no por nosotros, pero que nuestro anterior viaje oímos nombrar en boca de muchos compañeros de viaje.
En esta ocasión decidimos que sería el norte, por recomendaciones familiares y de amigos y compañeros que conocían esta zona. El viaje lo dividimos en dos partes, una primera dentro de nuestras fronteras y la segunda ya en Portugal. Aunque realmente estas fronteras actualmente son meros testimonios a nivel político, porque a nivel geográfico no se percibe cambio alguno ni en pueblos, ni en clima ni en lo social.

Comenzaré el diario de bitácora pues.

Viernes 9 de mayo. Madrid - Valladolid.

Aunque a lo largo de la semana habíamos ido preparando las cosas necesarias para este viaje no es hasta el último momento en el que te acuerdas de toda esa cantidad de cosas que te parecen indispensables y sin las cuales seguro que el viaje fracasa. Así que del horario previsto de salida empezamos a retrasarnos hasta ponernos casi en las 21:30h. Este retraso se debió en gran medida a un brico de última hora para dar mayor utilidad al armario de la furgo mediante la colocación de dos baldas para poner la ropa. (Gracias por la idea Tofolín)

Así que una vez en la carretera dirección A6. A estas horas no pillamos tráfico pero si empieza la lluvia subiendo el puerto hacia el túnel de Guadarrama. Ya no nos abandonará hasta que paramos, un par de horas después a cenar y dormir en Calabazas, aprovechando que hemos metido en el GPS los furgoperfectos. Aunque no ha sido un trayecto muy largo, nuestra idea era avanzar con idea de aprovechar el día siguiente y no pasar la mañana en carretera. Además después de la semana laboral el cansancio se nota y nos echamos a dormir no sin antes remodelar nuestro habitáculo para dar cabida a las bicis plegables que llevamos en el maletero y poder dormir en la parte de abajo ya que el techo no podemos usarlo por la lluvia.

Sábado 10 de mayo. Valladolid - Las Médulas.

En toda la noche no ha parado de llover, así que un poco perezosos y después de nuestras tostadas de pan del mercadona (gran invento este) acabamos de acoplar todas las historias dentro de los armarios y huecos de la furgo. Cuando clarea un poco aprovechamos y nos ponemos en marcha con destino Astorga ya que yo no lo conozco. Llegamos a media mañana y aparcamos bajo la muralla en una zona verde con mesas de picnic junto a la N VI. Nos damos un buen paseo por la ciudad visitando el palacio de Gaudí, la catedral y viendo la parte antigua, murallas y restos romanos en actual restauración.



No queremos entretenernos mucho ya que nos han recomendó un sitio para comer cerquita de Astorga en un pueblo que se llama Castrillo de Polvazares. Vamos hasta allí y nos encontramos un pueblo de piedra rojiza, muy bien conservado y con un gran lista de restaurantes donde sirven cocido maragato, y que cocido. Nosotros entramos en el restaurante Magdalena, te sientas, pides y sufres. Sufres por la cantidad y calidad de la comida y la imposibilidad humana de acabar con el cocido. De verdad, si os gusta comer, pero comer de verdad, tenéis que parar aquí, con la ventaja, como dice mi padre, de que puedes salir a echar la siesta a la furgo, por que estos cocidos se lo merecen.



Hay incluso una zona en la entrada donde pasar la noche con fuente y mesas de piedra por si se nos hace tarde, muy tranquilo y sin problemas para aparcar 3 o 4 furgos.

Nosotros elegimos un paseo por el pueblo para combatir la modorra. Como he dicho las calles empedradas, las casas bien conservadas, con las ventanas pintadas en verde y sin estridencias urbanísticas de esas que tanto nos gustan. Únicamente los coches aparcados en las calles rompían el encanto de la imagen.

Una vez superada la tentación de la siesta ponemos rumbo a las Médulas donde queremos hacer noche.

Subimos el puerto del Manzanal con lluvia y un paisaje verde precioso con jaras, lavandas y escobas en flor.

Llegamos a eso de las 19 horas, dejamos la fula en el aparcamiento a la entrada del pueblo y nos acercamos al centro de interpretación para coger información de las rutas que se pueden hacer. Lo pillamos por los pelos, hacemos la visita al centro y pillamos un planito, después de insistir para que nos lo den, de las rutas dentro del entorno. Nos hablan de una a unas lagunas a realizar en una hora aproximadamente y como sigue con la lluvia nos decidimos por hacer esa antes de la cena, con idea de una rápida retirada en caso de tempestad.



El paseo es agradable y te permite tener una visión tanto de la zona de minería como del valle sobre el que se encuentra este paraje. A la vuelta nos ponemos a charlar con un vecino, un hombre mayor del pueblo que acompañado por un par de perros nos habla de cómo ha cambiado todo, de la falta de caza, de los hijos que ya no quieren venir por aquí y menos si hay trabajo por medio para hacer, de sus abejas. Es agradable. También nos cuenta los mejores caminos para ver los restos de la explotación minera y para subir a los miradores.



Le dejamos en su casa y nos vamos a la furgo ya que vuelve a llover. Volvemos a hacer el montaje de las bicis ya que otra vez toca dormir abajo. Tomamos algo de cena ya que el recuerdo del cocido sigue vivo en nuestras retinas y estómagos. Pis y a la cama.

Esperemos que mañana podamos patear sin la incómoda lluvia.

Domingo 11 de mayo, Las Médulas - Monforte de Lemos.

Amanece a las 6 de la mañana, al menos mi vejiga y yo. Salgo de la furgo para aliviarme y un coro de pájaros me recibe, simplemente... acojonante. Como dice el anuncio,...despertarse con esta vista y este sonido, ¡no tiene precio!



No llueve y tras desayunar nos preparamos para dar un pateo a la zona. Todavía no hay nadie en el aparcamiento pero la gente del lugar ya se te acerca para venderte sus "cosas naturales". Como hablamos ayer, nos decidimos por la ruta que sube a los miradores para después bajar a la Cuevona y Preciosa.



Impresiona pasear entre gigantescos castaños, hay vistas estupendas desde los miradores e imaginarte el trabajo que los romanos desarrollaron aquí hace 2000 años para extraer en el mejor de los casos menos de 0,1 gramos por metro cúbico de oro te hace pensar de lo que somos capaces los hombres por las riquezas el poder.



Después de comer y aprovechando el lugar tan tranquilo y nuestra ilusión por tener unos días de sol aprovechamos para instalar unas chapas bajo el rail de sujeción del techo elevable en el que anclar nuestro nuevo toldo trap del Decathlon. Como veremos será este el único momento en todo el viaje en el que veamos como queda este toldo. Por cierto, la idea extraída de los bricos del foro es buenísima, con el techo bajado no se aprecia nada y cuando lo levantas te permite sujetar el toldo, al que hay que mover los ojales originales para que ajuste, a la vez que podemos abrir y cerrar la corredera sin problemas.

Ya comidos y después de disfrutar de este precioso paraje ponemos rumbo a la Ribera Sacra del Sil, próxima parada.

De camino a Castro Caldelas hacemos una parada técnica en una aldea y buscamos un camino en el que instalarnos al resguardo de miradas indiscretas y decidimos emplear nuestra "Gofio-ducha". Menuda maravilla, agua calentita y lo que es más gratificante gracias a nuestras manitas y por supuesto a las de toda esa maravillosa gente canaria que conocimos en la Kdd. ¡Esta va por ustedes!

Llegamos a Castro Candelas y visitamos su castillo, recomendable por las vistas sobre la zona y por una muestra de artilugios propios de diversos oficios tradicionales, una especie de muestra etnográfica de la zona muy interesante.



El castillo está muy bien conservando y alberga una biblioteca municipal y otras dependencias de uso comunitario, gran idea. Nos damos un paseo por el pueblo, casas de granito encalado adaptadas a la dura climatología de esta zona.



Pasamos por la oficina de turismo y nos recomiendan ir a Vilariño Frío donde hay un puente romano del antiguo trazado de la calzada que iba de Astorga a Braga. Hacia allí nos encaminamos, dejamos la fula en el pueblo y nos bajamos por una pista de tierra paseando hasta el río y su puente.



No estamos ni 5' allí cuando empieza a diluviar. Echamos a correr hacia la furgo y en los 15 minutos que nos cuesta llegar a la furgo nos ponemos de agua hasta arriba. Mis botas tardaron 3 días en recuperar su estado normal de uso. Esta fue la segunda ducha del día, un poco menos agradable que la primera pero no veas como anima, menuda carrera hasta la furgo.

Como nuestra intención es coger un barquito para dar un paseo por el Sil y ver los cañones desde dentro decidimos bajarnos hacia el embarcadero. Nos han recomendado hacerlo con los barcos de la diputación de Orense, más baratos y con un mayor recorrido que los de las compañías privadas. El caso es que cuando llegamos al embarcadero cae tal cantidad de lluvia que tranquilamente podría subir al aparcamiento el barco a coger el pasaje. No nos gusta el sitio para quedarnos y decidimos subir a Monforte de Lemos a dormir y de paso aprovecharemos para pasar por el taller de la Volkswagen para que nos den el código de seguridad de la radio que hemos perdido y con los bricos se desconfiguró.

Y con esto cerramos la primera parte de nuestro viaje. En breve más...  ;)


Vamos con la segunda parte...

Lunes 12 de mayo, Monforte de Lemos - Os Baos

Hoy vamos a dedicar el día a la Ribera Sacra y los cañones del Sil. Una vez devorado el desayuno llamamos a la diputación para preguntar por los horarios del barco. Tontos de nosotros, es temporada baja así que sólo se navega los festivos y fines de semana. Todo el plan matinal a la mierda. Nos acercamos a la Volkswagen y en un periquete nos solucionan el tema de la radio. Son majetes aunque espero no tener que visitarles excepto por cosas como estas. Después nos aprovisionamos de viandas y nos vamos a recorrer la ruta de los miradores y los monasterios. Ya que no podemos ver el Sil desde dentro lo disfrutaremos desde arriba. Además parece que hace buen tiempo.



Paramos en uno de los miradores y tenemos oportunidad de charlar con un agricultor que con la sulfatadora al hombro se prepara para trabajar las vides. Es impresionante, los escarpes sobre el río se han aterrazado en su ladera sur para albergar los viñedos de Mencía, una variedad de uva que produce los vinos tan particulares de esta zona.



Es curioso como la experiencia vital de cada uno nos da una diferente perspectiva de las cosas. Al comentarle al paisano lo duro de su trabajo, comparado con lo que yo acostumbro a hacer, él me dice que esto no es duro, que duro era hace años, cuando no había coches e iban andando o en mulo desde el pueblo y la uva la cargaban hasta la carretera cuesta arriba a carros tirados por animales y no a la red de pistas abiertas hoy en día donde acercas el tractor, cuando los sacos eran de 100 Kg. y no de 25 como en la actualidad, cuando todo el trabajo se hacía en familia y no con jornaleros y máquinas que hacen lo más duro... Se te queda una cara de tonto ante estas afirmaciones, verdades como puños, que en nuestra comodidad de la ciudad no alcanzamos a ver.



Seguimos nuestro recorrido por la red de miradores sobre el río hasta que, llegado el mediodía, encontramos una zona para comer. Cogemos la mochila con la empanada que compramos en Monforte y algunas otras cosillas para la comida y nos bajamos por una senda entre castaños hasta uno de los miradores. Al dar el primer mordisco comienza a llover y recordando el día anterior decidimos salir corriendo hacia la furgo. Libramos por los pelos. Tras la comida yo me quedo dormido mientras Alicia estudia un poco. Hoy se ha enterado de que ha aprobado el primer examen de una oposición a la que se presentó. Su cara lo decía todo.



A las 16:30 seguimos con la ruta, viendo además alguno de los monasterios que se asoman sobre el Sil.



Al acabar el día hemos hecho un precioso recorrido: Monforte, Doade, A Teixeira, Parada do Sil, Vilouxe, Loureiro, Luintra, San Pedro de las Rocas, luego caminito a Ourense y para dormir hemos elegido Os Baos, junto a un área arqueológica con zona de barbacoas, mesas, agua y hasta servicios aunque muy sucios.



Antes de cenar paseíto por las ruinas romanas, un campamento militar y una villa romana cubierta en parte por las aguas del pantano. Cenita, película y luego a la cama.

Una última reflexión, es increíble lo que hace la publicidad con los sitios. Llevamos todo el día flipando con los paisajes, los bosques, los ríos y cascadas, megalitos, restos de otras civilizaciones, gentes amables,... Y sin embargo es una zona que no te suelen vender en los folletos turísticos de Galicia. Quizás sea por esto que sigue así. Gracias publicistas por este día.








Martes 13 de mayo, Os Baos - Viana do Castelo.

Toda la noche ha estado lloviendo. Al levantarnos hay niebla sobre el pantano que rápidamente desaparece en cuanto se levanta el sol. Desayunamos, recogemos y salimos dirección Portugal después de marcar el lugar en el GPS como furgoperfecto para pernoctar, Área Recreativa Porto Quintella.

Seguimos el río Lima para entrar en Portugal. Da gusto vivir en una Europa sin fronteras, donde en un momento y saludando a los paisanos que pasean por la carretera ya estamos en nuestro país vecino. La carretera serpentea por el Parque Nacional de Peneda - Geres entre bosques de robles, pinos y, como no, eucaliptos. Pueblos alargados con la carretera como eje de crecimiento y casonas de piedra aisladas conforman los núcleos de población.

Aunque teníamos previsto hacer alguna rutilla por aquí desechamos la idea por la climatología y estado de las sendas, absolutamente embarradas. Así que nuestra primera parada es Ponte da Barca. Dejamos la furgo en un parking junto al río y al puente. Interesante lugar, sombreado, con servicios, mesas y fuente.



Nos vamos a dar un paseo por el pueblo, muy tranquilo excepto por que la mayor parte de las callejuelas están levantadas por obras. La arquitectura sigue respondiendo a la climatología y a los materiales de la zona, granito, pizarras y cal que dan un aspecto señorial a las casonas. Un bonito paseo junto a río y un puente, también de granito, que vino a sustituir a las barcazas que se empleaba antaño para cruzar el río y que dio nombre a la población.



Gentes amables y tranquilas que no tienen inconveniente en perder su tiempo con unos turistas llenos de preguntas. Aquí está la oficina principal del Parque Natural, entramos y cogemos información para futuras venidas que estamos seguros que ocurrirán.

Partimos hacia Ponte da Lima. Lo más llamativo de esta población es un largo puente sobre el río Lima que bautiza el pueblo.



De la época de conquista romana viene una leyenda que dice que la legión llegada a las orillas de este río no se atrevió a cruzarlo ya que creían que se trataba del río Leteo y quien lo cruzaba olvidaba todo lo que conocía. Su general tuvo que cruzar y llamar uno a uno a sus soldados para demostrarles que no era cierto.



La ciudad cuenta con unas bonitas murallas y torreones que junto al puente forman una pintoresca vista.





Lamentablemente toda la ribera del río es un aparcamiento público que afea enormemente esta visión. Se la ve un poco más enfocada al turismo pero un lento paseo por sus calles y plazas nos transmitirá la tranquilidad suficiente para desear retirarte en una de estás poblaciones por un tiempo.





Aquí comemos sesteamos y salimos dirección a Viana do Castello.

Como todavía no hemos asimilado el cambio de hora llegamos cuando ya ha cerrado la oficina de información. Queremos un camping para dormir y ducharnos con tranquilidad así que entramos en la oficina de juventud y allí nos hablan de varios. Damos una vuelta por el centro y comprobamos que es la semana de la rebaja de la tubería, ya que también hay obras por todas las calles.



Hacemos alguna foto y nos vamos, tras dar un par de vueltas intentando coger un puente hacia el camping. Al llegar al primero está cerrado pero sale el dueño José Antonio, y nos dice que entremos. Nos comenta que por 10 € los dos y la furgo nos podemos quedar, eso sí junto a los caballos, pavos, cisnes, patos, perros, gatos..., lo primero son 15' de ducha y no del cielo. Hacemos la cena y OH sorpresa, empieza a llover. Bueno, mañana será otro día. Ya veremos....


Y la tercera y última parte...


14 de mayo. Miércoles. Viana do Castelo - Guimaraes - Citania de Briteiros - Braga

Otro día de lluvia. Salimos del camping tras cargar agua y darnos otra ducha. Subimos a Sta. Luzia donde, en días claros, se tiene una de las mejores panorámicas sobre el río Lima y el mar, incluso hasta Oporto.



El templo en sí no es una gran cosa, una copia reducida del Sagrado Corazón de Jesús de París, con paisanos vendiendo souvenirs para turistas, nosotros compramos unos muñecos de la suerte de Sta. Luzia que ahora cuelgan de nuestro retrovisor.



Desde aquí nos dirigimos a Guimaraes y vaya ciudad. Preciosa toda la zona vieja, calles y plazas deliciosas cuidadas aunque están en uso y limpias como todas las poblaciones que hasta ahora hemos visitado.









Paseamos sin rumbo, es nuestra actividad favorita, tomamos alguna foto y subimos al castillo para comer. Allí hay parking donde hay varias autocaravanas.



Parece un buen sitio para dormir aunque a la entrada hay un cartel que dice que no se permite circular antes entre las 21 h y las 7 h. Hay agua y unos váteres próximos. Comemos y echamos una siestita, bendita siesta.
Luego Alicia se queda estudiando mientras yo visito la zona, castillo, palacio y la iglesia románica de San Miguel. Todo ello magnífico. Se supone que esta fue la cuna de Portugal.



La verdad estoy muy sorprendido de lo bien conservado que está todo aquí. Sin muchos apaños y casi todo de visita gratuita, mantienen el patrimonio en un estado envidiable. Además en los sitios de pago, como no es la época de turistas te hacen "precio especial".

Desde Guimaraes salimos hacia Citania de Briteiros para visitar un yacimiento celtíbero. Está en lo alto de una colina sobre un pequeño pueblo desde el que llegan ecos de música. El lugar es tranquilo invita a perderse e imaginarse hace más de 2000 años. También piensas en lo que supondría tratar de conquistar un sitio de estos. Subir una ladera llena de rocas y al llegar arriba, casi sin aliento, liarte a palos con los pobladores y sin tiempos muertos.

Acabada la visita dirigimos nuestra Carrapateria hacia Braga. Al llegar, encontramos en un atasco de miedo y que el centro está cortado al tráfico porque los estudiantes universitarios están celebrando el "Entierro de la Gata Negra".

Cada facultad desfila subida en la plataforma de un camión basculado y cantando. Los novatos visten gorros de 3 picos y camisetas del color de su facultad mientras que los veteranos van como los tunos, con capas negras con escudos e insignias y bastón.



Llueve a mares pero no parece importarles luego tomando un café charlamos con un estudiante veterano de Historia "Rogerio" que nos cuenta la tradición y lo que rodea a la fiesta típica de las universidades portuguesas.



Braga demuestra que es una ciudad por su tráfico, comercio y conserva parte del encanto que hemos visto en poblaciones vecinas.

Dejamos a los estudiantes y su fiesta y subimos a sobar a Bom Jesús. Sigue lloviendo cuando escribo esto antes de acostarme. Mañana al mercado de Barcelos, a ver si sale el sol.


Jueves, 15 de mayo. Braga - Barcelos - Porto

Amanecemos después de compartir noche con los calenturientos vecinos de Braga, resulta que el parking de Bom Jesús donde nos quedamos es uno de los picaderos favoritos de la ciudad. Así que la noche ha estado movidita.

Tras asearnos y desayunar subimos a ver el Bom Jesús, su escalinata y curiosas fuentes. Ha amanecido lloviendo pero ya desde ésta atalaya parece que el día va a cambiar. Es jueves, día del mercado en Barcelos y hacia allí nos dirigimos tras ver los jardines de Bom Jesús y su curioso funicular movido por la gravedad y el paso del agua.









El mercado de Barcelos es un gran rastro de verduras, trapitos y cerámica de la zona, entre otras cosas. Algún puesto de Gallos de Portugal, originarios de esta población y poco más.



La verdad yo esperaba algo más típico, aunque aprovechando hemos comprado alguna cosilla de comer un par de cuchillos y un paraguas, amigo inseparable en este viaje que ayer se rompió el otro por el viento.



Cuentan que el famoso gallo de Portugal es originario de esta zona y para atestiguarlo hay por toda la población iferentes diseños del mismo.

Partimos rumbo a Porto y como la carretera va cerca de la costa y hace sol paramos a comer en la playa. Nos ponemos el bañador y directos al agua pero,... ¡ostia, está helada!, otra vez será, nos conformamos con comer a la orillita del mar por esta vez.



Ya en Porto aparcamos la furgo, echamos una monedita en la hora, baratísimo, 30 céntimos la hora y nos vamos a pasear. En esta ciudad se ve más suciedad que en las anteriores aunque conserva un encanto de calles enrevesadas, de cuestas y giros imposibles, casas de colores y azulejos y vida en la calle.





Vemos la parte alta de la zona vieja, el puente de Luis I, la catedral, la librería de Tello, chulísima, y finalmente bajamos a la orilla del Duero para cenar.









Buscamos en la Lonely Planet, un par de sitios recomendados y ninguno existe ya, así que nos metemos en uno más turístico que vemos con bastante gente donde nos comemos unas sardinas asadas y un arroz con marisco. Aunque no sea la mejor comida da envidia comer con una vista tan chula, el Duero las bodegas de Porto y el puente de Luis I.



Luego nos toca subir escaleras arriba hasta la furgo, buen ejercicio para hacer la digestión.  Cuando vamos a arrancar la furgo no da señales de vida, menudo susto, la batería, ¡ostia!, abrimos el capo toco los bornes y revive, parece que sólo era falta de contacto, mañana habrá que apretarlo. Antes hemos pasado por el furgoperfecto del mirador del cerro de Santa Pilar y estaba petadísimo así que decidimos ir a un camping. Metemos la dirección en el GPS y comienzan nuestras aventuras: direcciones prohibidas, destinos en ninguna parte y cuando llegamos al primer camping perfecto está cerrado. Metemos la dirección del segundo y ahora si que es bueno: más direcciones prohibidas, obras, destinos en mitad de la nada y para finalizar nos mete por un callejón donde después de hacer varias maniobras para entrar la salida se va estrechando hasta el punto que llego a pensar que tenemos que dejar la furgoneta ahí parada y dormir y con la luz del día pedir ayuda. Al final gracias a mi copi y a los muñequitos de la suerte que compramos el otro día libramos, cuando ya tenía decidido que era el lado izquierdo de la furgoneta el que íbamos a destrozar. Tras volvernos a perder preguntamos por el camping y cuando creíamos haber llegado al de la Magdalena aparecemos en el Camping Marisol. Total un camping es un camping, son las 11 de la noche y esta es más barato.

Ah, está noche dormimos arriba que no llueve, buenas noches.

Viernes, 16 mayo. Porto - Bragança

Tras nuestra primera noche sin lluvia y un aseo a fondo de furgo y acompañantes volvemos a Porto, pero esta vez a la zona de las bodegas, tenemos suerte y aparcamos en una callecita que sube desde el río en la misma zona de bodegas, bajamos paseando hasta la oficina de información y preguntamos que bodegas se pueden ver y los precios, nos dan un plano en el que vienen la gran mayoría de las más grandes.



Preguntamos en una de las más cercanas y nos dicen que las visitas son en francés e inglés. Cuando vamos camino de otra de las marcadas en el plano se nos acerca un chico que nos dice que en su bodega nos pueden dar la explicación en español, así que nos decidimos por esta aunque es una más pequeñita.
Bruno, nuestro guía nos da un repaso por la historia del Oporto por los diferentes tipos y el proceso de elaboración, y no creáis que elegimos esta porque no sepamos idiomas, simplemente es porque nos cae simpático. Al final te hacen una pequeña cata en la que probamos hasta 5 tipos diferentes de Oportos y luego te invitan a que adquieras alguna botella, claro con tanta cata previa es fácil picar.

Es curiosa la historia del Oporto ya que de esta ciudad sólo toma el nombre, la uva se cultiva en Tras Os Montes, las mejores barricas son de roble americano o francés, las bodegas están en Vila Nova de Gaia y, en origen, el producto iba destinado a las islas británicas.



Tras la visita nos sentamos en un banco a la orilla del Duero y nos comemos unos impresionantes bocadillos, para después cruzar el río a Porto y meternos en una cafetería donde nos compramos unos pasteles.



En Portugal hay tantas pastelerías como bares en España y además de buenos son baratísimos, con esto finalizamos nuestra visita a Porto, cogemos la furgo y volvemos hacia España, próxima parada Braganza.

Por el camino nuevas disputas con el GPS el pobre aún no sabe que existen direcciones prohibidas y circunvalaciones en las carreteras portuguesas, así que más de tres horas después llegamos a nuestro destino.

Braganza es una ciudad bonita, por su ciudadela que domina cualquier vista desde la ciudad.





A la hora que llegamos casi no hay gente en las calles y se respira la misma calma y tranquilidad que en el resto del país. Nos tomamos una cervecita que Alicia pide a la voz de ¡unas cañitas por favor! Como si de la auténtica tasca madrileña se tratara, eso sí acompañadas de su tapita de queso, después nos damos un paseo y vemos un par de sitios para cenar y sobar.





Finalmente nos decimos por un área de "merendas" bajo las murallas de la ciudadela con agua, baños, y mucho espacio para furgos. Un paseo nocturno y a dormir.








Mañana acaba nuestro viaje, pasaremos por Zamora y Madrid.

El día siguiente es de carretera, con la tristeza de acabar esta aventura y con las ilusiones puestas en el siguiente.

Espero que os haya gustado el relato y que si decidís ir por esta zona os sirva de ayuda.


Alicia y Jákar.
Yo también soy de la MaFyA (F4)
Pegatas de la MaFyA. ¡¡ Dale un toque de distinción a tu furgo !!  Chuck Norris lleva en su Explorer, Chanquete dos en su barco, Mr Spok se la ha puesto a la Enterprise y hasta Marco le ha cascado una a su mono

Tetr3s

genial la cronica  .palmas

oyes, estaria bien que pillaras un mapa y con el paint le dibujaras una linea del recorrido aprox...por pedir que no quede  ;D ;D

Jákar

Bueno voy a intentarlo Tetr3s, a ver que me sale.

Jákar
Yo también soy de la MaFyA (F4)
Pegatas de la MaFyA. ¡¡ Dale un toque de distinción a tu furgo !!  Chuck Norris lleva en su Explorer, Chanquete dos en su barco, Mr Spok se la ha puesto a la Enterprise y hasta Marco le ha cascado una a su mono


Arce

Buenas fotos, buen viaje y buena crónica, gracias por compartirlo :)
Siempre queda por ver, por aprender, por recorrer...