[Almería][Furgoperfecto] Calas del elefantito y el sombrerico

Iniciado por Fauno, Febrero 07, 2008, 12:09:34 pm

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La Cala del Elefantito, en realidad se llama Bordenares, se trata de un lugar único de los que ya casi no quedan donde pese a que la Policia Local, Guardia Civil y Medio Ambiente pasa casi a diario, no dicen nada; lo malo es que algunos, usan este hecho para usarla como su cortijo particular. Normalmente se trata de un lugar idilico, de contacto con la naturaleza y paz, cerca de todos los servicios pero lo suficientemente apartado para desconectar; es una playa nudista con dos zonas de aparcamiento, carente de servicios con contenedores para la basura; conoces gente realmente linda y por lo general el ambiente es inmejorable.

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La Playa de Bordenares en Mojácar es una joya virgen en la costa de Almería, un refugio natural para quienes buscan desconectar de la rutina y conectarse con el entorno sin la interferencia del bullicio turístico. Se distingue por su atmósfera discreta y su belleza salvaje, siendo frecuentada especialmente por quienes aprecian el naturismo y la tranquilidad.
La arena se mezcla con fragmentos de roca que le otorgan textura y matices variados, mientras los acantilados circundantes cuentan la historia de la erosión milenaria.
Este rincón conserva una atmósfera de intimidad, donde el sonido de las olas y el murmullo del viento invitan a retirarse del mundo y sumergirse en un ambiente de calma.
En pocas palabras, Bordenares es ese rincón especial donde la naturaleza se muestra sin artificios y donde cada detalle -desde el sol acariciando la arena hasta el murmullo del viento entre los acantilados- te recuerda lo bonito que es simplemente desconectar y disfrutar.
Lo lamentable es que algunos que son el arquetipo del alboroto ambulante en un paraíso de calma. Se podría decir que son individuos que, ignorando el encanto natural y la serenidad de Bordenares, llegan con toda la energía del jolgorio descontrolado. Su intención no es disfrutar de la belleza del entorno, sino transformar el ambiente en una fiesta ruidosa. En lugar de contemplar el vaivén de las olas, prefieren imponer música a todo volumen, haciendo que cada grito y cada nota desafinada interrumpan el murmullo natural del lugar. Arrancan las furgonetas y se lanzan a cargar "baterías", no tanto para energizarse, sino para generar un espectáculo de ruido y caos, como si ese fuera el precio de la verdadera diversión. Entre voces alzadas y actitudes desafiantes, su comportamiento no pasa desapercibido, dejando claro que para ellos la idea de "liarla" es sinónimo de romper cualquier atisbo de paz y de respeto al entorno.En definitiva, son la antítesis del disfrute tranquilo y contemplativo que caracteriza a un espacio tan especial como Bordenares.su comportamiento termina por imponer una atmósfera de disturbio que contrasta violentamente con la esencia pura y natural del lugar. Ah, el combo completo del caos playero. Estos visitantes no solo traen ruido y desorden, sino que además añaden a la ecuación perros sin control que campan a sus anchas. Es como si hubieran decidido que la paz y el respeto son opcionales.Perros sin supervisión: Corretean por la playa, invadiendo el espacio de otros visitantes, generando incomodidad y, en algunos casos, hasta problemas de salud.
"Decoradores" del entorno: Dejando regalitos por todos lados, que nadie pidió, y que claramente no contribuyen al encanto natural del lugar.
Rompedores de la armonía: Entre ladridos, carreras y el descontrol general, logran que la tranquilidad de Bordenares quede en el olvido.
Es una pena que un lugar tan especial tenga que lidiar con este tipo de comportamientos. La playa merece visitantes que respeten su esencia y a los demás.