Hasta Asia en Marco Polo... con un pie en la cárcel ***AÑADIDO AL INDICE***

Iniciado por viano, Enero 13, 2011, 19:34:21 pm

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viano

Febrero 06, 2011, 21:43:12 pm #345 Ultima modificación: Febrero 08, 2011, 18:25:11 pm por viano
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Etapa 22:  lunes 27 de diciembre de 2010
??????????? (GR) - Mar Adriático

Por la mañana el lugar resultó un poco ruidoso pero llevadero. Por suerte, los museos nacionales también cierran en lunes en Grecia y a nadie de la institución le pareció mal que estuviésemos allí aparcados debajo de una cámara de seguridad tantas horas.

Estamos abatidos psicológicamente, con la incertidumbre como una espada de Damocles...



Investigando por la Red, descubrimos que la policía del puerto de Igoumenitsa, los encantadores promotores del turismo a Grecia que nos atendieron la tarde anterior, es tristemente famosa por multitud de casos de violencia entre los que destacan la muerte de un joven al que le reventaron la cabeza contra el suelo en esta misma comisaría y por la que nadie ha sido aún procesado. Como para quejarse por lo nuestro...

Ya nos lo imaginábamos de antemano, pero ahora ya sabemos con certeza que la denuncia que hemos presentado ante el ministerio español de Asuntos Exteriores y ante la embajada del Reino de España en la República Helénica serán papel mojado y tendrán una utilidad parecida a las modernas toallitas húmedas del baño (> ver el texto de la denuncia).

Después de comer, a eso de las cinco de la tarde, estuvimos un rato largo inspeccionando con el máximo detalle cualquier hueco del exterior del vehículo donde alguien pudiera habernos escondido droga, explosivos o cualquier otra cosa inconveniente.

Luego, por aquello de ser como la mujer del César (ser buena y parecerlo), dejamos la furgo impecable por fuera en el autolavado (> exactamente aquí) que pertenece a la gasolinera BP en la esquina de las calles ??????/Kiprou con ????????/Kyklopos,



atendido por dos señores encantadores. Nos lo lavaron con el programa más completo del túnel y, cuando llegaron los cepillos a la zona del portabicis, lo detuvieron y siguieron el proceso ellos manualmente. Se ganaron los 8 € perfectamente.

En otra gasolinera, también BP, pero en el otro extremo del pueblo (> exactamente aquí), en la avenida ???????? 49 ????????/leóforos 49 Martyron, tras recorrer en vano una ferretería industrial y dos tiendas de accesorios náuticos, Captain Hook [sic]



y Thalassa, allí mismo, probamos varios modelos de tapones para el depósito de agua que teníamos obturado provisionalmente con un disco de gomaespuma dura. Ninguno es el apropiado. Al final, el chico se rasca la cabeza y busca en una vieja caja llena de ellos usados y extrae uno que vale perfectamente. Y nos lo regala.



Tiene cerradura, pero no tenemos llave. Ya lo compraremos mejor en otro rato, pero de momento nos ha resuelto la papeleta.

Tristes por abandonar un sitio tan hermoso como ??????????? (Igoumenitsa) con un recuerdo tan malo por culpa de gente que hace su trabajo sin escrúpulos y con arrogancia,



a la hora convenida con la empleada de la empresa de ferries, las 18:30, pasamos por el puerto (> exactamente aquí) a buscar las tarjetas de embarque.




Y, a la primera hora posible para pasar el control de aduanas, las 20:00, nos plantamos en el control militar del puerto. Antes de entrar tocamos el palito de madera de la consola central.



Sorprendentemente (nunca sabremos si estaban advertidos por los del turno del día anterior) fue bajarse un segundo, sin entregar documentación alguna, abrirles el maletero, una somera mirada debajo del somier de la izquierda, un ¿de vacaciones, no? y nos dejaron pasar al muelle.

Bueno, uno de los militares se metió en la conversación con su compañero como molesto por algo y era porque no sabía qué manipulábamos al volver a conectar la piña en el enchufe de la bola del remolque. Pero enseguida se dio cuenta y se desdijo.

¿Entendéis algo? Manda huevos con los controles aleatorios y los oficiales.

A nuestra derecha, la siniestra comisaría donde habíamos estado detenidos y esposados sin ninguna razón.

El azar quiso que pasásemos justo junto a la acera donde nos habían desguazado la furgo la tarde anterior (> exactamente aquí). Además de desperfectos, también nos habían ocasionado pérdidas, en concreto dos grandes tuercas carenadas que sujetan un accesorio del WC químico. Pasamos la vista por la zona desde la ventanilla derecha y vimos una de ellas caída, como mudo testigo de lo que allí había ocurrido. En un gesto de osadía y de inconsciencia a la vez, bajamos a recogerla. La otra no estaba. Ya daba igual...

Tras una tensa espera en la cola de embarque (> exactamente aquí) que superó algo una hora,



y en la que no dejábamos de mirar con inquietud hacia la zona de la comisaría por si alguien se arrepentía de habernos dejado pasar tan a la ligera, el ferry Superfast XI procedente del puerto de ????? (Patrás) atracó suavemente, fue amarrado a los noráis,



y permitió que subiésemos los escasos camiones y coches, y un camper más, el de un señor holandés de edad madura que viajaba solo en una VW T4 verde sobreelevada.

La voz de ???? ????????? (Nana Mouskouri) cantando a la libertad resonó en nuestro interior mientras las ruedas se despegaban del suelo griego:



El barco, dos años menos nuevo que la última vez, iba casi vacío de pasajeros





pero con todas las zonas sociales en perfecto funcionamiento (bares, restaurantes, tiendas, salones de juegos, ciber).



Jamás nos sonó más a música celestial el grave bramido del tifón de la nave cuando, cómodamente instalados en el camarote, nos despidió por fin de Grecia.



Pasamos de tener un pie en la cárcel a cenar a la carta en manteles de hilo frente a la costa albanesa de Sarandë (> exactamente aquí), viendo la espuma de las olas por el ventanal. Nos cogemos una cogorcita  a ??????????/Athanasiadi bien fresco, un vino blanco griego, del Ática, para olvidar las penas. Destacaron también el lenguado a la plancha y un bizcocho de almendra con helado y frappés...



Como ya teníamos la ropa lavada y secándose por el camarote, que estaba dotado con una potente extracción que casi la dejó seca antes de dormir,



dimos un largo paseo panorámico por las cubiertas, abrigados hasta las cejas, para ver la marejada.



Y para descubrir también entre los pocos camiones del garaje descubierto uno de Valencia (el del centro) con un elocuente frontal que decía: RAMÓN, el primer compatriota desde que vimos a los dos turismos navarros cerca de Zagreb, en Croacia.



La soledad del barco, el fuerte viento, el agua en suspensión directamente en la cara, igual que el motero cuando palpa la velocidad, nos hizo sentir por fin libres como pájaros.

Para mayor felicidad, al volver al huso GMT+1, nos vino de perlas la hora de regalo para dormir más, acunados por las revueltas olas del Adriático.
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viano

Febrero 06, 2011, 21:44:11 pm #346 Ultima modificación: Febrero 08, 2011, 18:50:07 pm por viano

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Etapa 23:  martes 28 de diciembre de 2010
Mar Adriático - Cervia (I)

Deben de haberse cometido excesos, porque no habíamos visto nunca un desayuno-bufé en el que te cobraran los items por separado.



Es decir, te traen lo que quieras de entre el amplio repertorio habitual, pero lo tarifican como si fuera una petición a la carta.

También nos enteramos de que a las torrijas de toda la vida se las llama french toast en las cartas internacionales. Todos los días son de aprender.

Tras recoger el camarote y pasar al salón de recepción a matar el tiempo,



estábamos tan en familia en un barco con tan pocos pasajeros que no fue difícil que Ramón, el camionero bonachón, rondando los cincuenta, escéptico y muy humano, que resultó ser de la localidad valenciana de Benifaió y volvía a casa por año nuevo cargado de latas vacías de Coca Cola, se diera cuenta rápidamente de que hablábamos la lengua de Cervantes.

Nos estuvo contando batallitas sufridas con los inmigrantes que se le habían colado dentro algunas veces, y cómo tienen que estar perfectamente al loro para evitar ser ellos mismos puestos a disposición judicial acusados de tráfico de personas si les descubren a alguno dentro.

Cuando a las diez la megafonía indicó el turno de los camioneros para bajar a garajes a calentar motores, bajamos nosotros también a inspeccionar de nuevo con toda minuciosidad los bajos por si nos tenían concertada una cita a ciegas con los carabinieri al desembarcar en Ancona.



Todo negativo.

La única inmigrante que se había colado en la furgo era una mosca griega que no habíamos conseguido echar en el puerto y que salió rápidamente a la costa italiana como anhelando libertad.

No hubo necesidad de matarla, como hacemos otras veces antes de cerrar, para que no disparara la alarma porque en los barcos solemos desconectarla de todas formas y así no se activa el antirremolcado.

Al rodar por todo el laberíntico complejo portuario de Ancona (> exactamente aquí) buscando la salida, no tuvimos la suerte de ser interpelados aleatoriamente por la Guardia di Finanza, que es el cuerpo encargado de la vigilancia aduanera, y en pocos minutos la cola de desembarque fue rodando libre hacia las vías abiertas al tráfico. Nosotros empleamos la carretera local paralela al mar



que discurre sobre la antigua calzada romana, la uia Flaminia. En la segunda Agip (> exactamente aquí), en Palombina Nuova, paramos a rellenar.

Unos simpáticos carabinieri nos hicieron el descubrimiento de la mañana en Falconara: el himermercado de la cadena IperSimply (> exactamente aquí), junto al aeropuerto Ancona-Falconara,



en el que cayó la compra grande y unas cazadoras de entretiempo de cierta calidad por sólo 39€.

Italia nunca deja de sorprender por su descaro administrativo: había ofertas de productos alimenticios completamente caducados al 50% de descuento



con la eufemística denominación próximos a caducar. Antes eso se sacaba al contenedor trasero... Es la crisis.

En cuanto lo colocamos todo en la furgo y vimos que no era fácil encontrar internet, nos marchamos a avanzar por la autopista A14 hacia el norte.

De camino descubrimos por ensayo-error, que uno de los más sencillos soportes que se le pueden dar al iPad en su función de navegador en nuestras furgos es simplemente una ventosa superior en el cristal y dos velcros hembra en el punto deseado del salpicadero.



La suave presión de la funda de silicona asegura un ajuste perfecto a prueba de glorietas, baches gordos y frenazos. Es el encanto de la sencillez.

Un pequeño atasco ocasionado por el embudo de dejar la vía en un solo carril, nos permite ver (> exactamente aquí) el Adriatic Arena de Pesaro y el atractivo desde lejos de la aldea medieval de Gradara (> exactamente aquí). Como la ocasión la pintan calva, en ella nos metimos a almorzar.



Lo hicimos un poco antes de los aparcamientos turísticos, donde hay un árbol de navidad decorado con un tren,



en el parking vecinal que hay (> exactamente aquí) junto a la última curva.

El lugar, por el que pasaba un extraño tipo en shorts pero con abrigo, en plan exhibicionista de chiste, resultó ser un pequeño recinto amurallado



lleno de tiendas de recuerdos (alguno cayó) y unos cuantos bares tranquilos. En uno de ellos, a pesar de que el teléfono nos indicaba que había una red inalámbrica con el mismo nombre del establecimiento, nos mintieron diciéndonos que no tenían internet. Y perdieron en el acto dos clientes ávidos de dulces y cafés. Y eso que estaba vacío el local.

Justo al salir del pueblo, en el aparcamiento de otro supermercado, ya mucho más pequeño (> exactamente aquí), sí encontramos las ondas hertzianas que nos interesaban y estuvimos en su zona de influencia un buen rato preparando la siguiente etapa, que consistió en cogerle un poco el pulso a Rimini.

Al abandonar la A14 e internarnos en la ciudad, nos sorprenden esta familia viajando cómodamente en su coche... averiado;



este enorme cartel de comienzo de travesía;



y lo sencillo de la decoración navideña...



Anduvimos un poco por las calles peatonales que rodean la porta Montarana (> exactamente aquí)



y finalmente nos pusimos a cenar en el ristorantino Da Ugo (> exactamente aquí), que es un local bastante desenfadado, de ambiente juvenil a escasos metros de la playa, en el viale Antonio Beccadelli 7. Ofrecen un buen buey al grill en la terraza, bajo una estufa de gas de las de paraguas.



Curioso el sistema de múltiple balneario privado que se estila en estas playas (> exactamente aquí):



Cuando terminamos los postres, aprovechamos un poco para leer on-line en la furgo, que estaba aparcada a la puerta y finalmente nos marchamos hacia la carretera SS16 y repostamos en la Agip de la salida (> exactamente aquí). El gasolinero nos dijo que tenía una Fiat camperizada con la que viajaba mucho.

El llegar hasta el lungomare (paseo marítimo) Grazia Deledda de Cervia (> exactamente aquí) con la intención de dormir al lado del mar se nos hizo larguísimo por la cantidad de baches de la carretera nacional. Podemos decir que, de todos los países visitados en este viaje, Italia es el que en términos relativos tiene peor conservadas las carreteras secundarias.

Aparcamos como quisimos frente al número 200, que es el Gran Hotel Cervia



sin ORA (no funciona en invierno), sin más coches alrededor, en completo silencio... Buenas noches.
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viano

Febrero 06, 2011, 21:44:54 pm #347 Ultima modificación: Febrero 08, 2011, 19:05:04 pm por viano
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Etapa 24:  miércoles 29 de diciembre de 2010
Cervia (I) - Piacenza (I)

Con la tranquilidad que da el aparcamiento libre en la temporada bajísima,



a las once nos desperezan las lejanas máquinas de los jardineros y algunos clientes que paran a tomarse el café en el quiosco de playa que tenemos a unos veinte metros. Por lo demás, somos los únicos moradores del lugar...



Desayunamos con calma junto a la fuente y el jardín del Gran Hotel





y nos preparamos para un paseo matinal para llegar por el borde del mar



hasta el club náutico.



En esta costa, como ya se ha explicado en Rimini, se lleva mucho aparcelar la parte seca de la arena mediante concesiones a empresas privadas que ofrecen a sus clientes franjas con todos los servicios: desde vestuarios individuales para cambiarse (ya sabéis lo pudorosos que son),



pasando por zona de bar, heladería, restauración, juegos de niños, hasta pistas de voley playa, servicio de tumbonas y sombrillas numeradas. Algunos incluso extienden sus tentáculos a la noche y se convierten en animados garitos.

Uno de ellos (> exactamente aquí) se llama redundantemente LIDO BEACH (o sea, el playa playa).



Esta muñeca no pudo soportar tanta tontería anglicista y se inmoló frente a él en señal de protesta.



Mirad qué bien planteado, que hasta tiene servicio de reserva on-line para las tumbonas.

Aún quedan vestigios (> exactamente aquí) de los antiguos almacenes portuarios, en un estado envidiable de conservación.



Una anciana pasa en bici junto a ellos con toda normalidad.

Cuando pasamos (> exactamente aquí) por el parque de atracciones Mirabilandia (el país de las maravillas), antes de entrar a Rávena, era la una del mediodía. Una buena opción si se viaja con críos.

Desde que estudiamos historia del arte en aquel lejano COU, teníamos ganas de ver alguna vez las grandes maravillas que el arte bizantino hizo en esta pequeña ciudad de la Emilia-Romaña.

Así es que sin tiempo que perder, como vemos que se aparca perfectamente a pelo en el mismo centro turístico, dejamos la autocaravana en la calle circonvallazione San Gaetanino (> exactamente aquí) justo delante de una frutera que estaba cerrando la tienda (Royal frutta) para marcharse a comer.

Tienen organizado un sistema de entrada múltiple que por sólo 7,50 € te permite durante todo el día visitar no sólo las joyas principales, patrimonio de la Humanidad, de San Vital





y el mausoleo de Gala Placidia (> exactamente aquí), la obra cumbre del mosaico de transición del paleocristiano al bizantino,



sino también otras tres interesantes localizaciones: San Apolinar el nuevo (> exactamente aquí),





el baptisterio Neoniano



y el museo arzobispal (> exactamente aquí).





Les dimos un repaso a todas ellas intercalando un paseo (> exactamente aquí) por la piazza del Popolo,



con bastante frío, y terminando con los aspectos más prácticos de la vida, como pasar (> exactamente aquí) en via di Roma 150 por el súper Plenty, uno bastante fino, del estilo de los Sánchez Romero o los de El Corte Inglés.

Al salir con las bolsas hacia la calle donde estábamos aparcados, un tío con mono pulsa con ganas el telefonillo de un portal. Cuando contesta la señora, dice el pavo en voz alta: Idraulico! (¡fontanero!). La vida de un día de diario en una ciudad... llena de bicicletas...



Estamos casi fuera de horario, así es que mientras uno conduce hacia el sureste (> exactamente aquí), otro va haciendo unos rápidos bocatas para matar el primer gusanillo.

Efectivamente, la visita a las joyas de la ciudad siempre está incompleta si no se acerca uno a Classe, el antiguo puerto romano de Rávena, sede nada menos que de la sección de la Armada Imperial Classis Ravennatis que controlaba todo el Mediterráneo occidental. En aquella época estaba como todos los puertos al borde del mar, pero hoy la tectónica de la península itálica y los sedimentos lo han separado de la línea de costa unos cinco kilómetros.

Pero lo más interesante que puede verse allí es la fantástica



basílica de San Apolinar in Classe, seguramente la planta basilical más afortunada de la cristiandad, (> exactamente aquí), también patrimonio de la Humanidad, sus envidiados mosaicos bizantinos o su delicado campanario de ventanas, en progresión ascendente, monóforas, bíforas y tríforas.



En la placita (> exactamente aquí) donde habíamos aparcado, tras la visita a san Apolinar, terminamos de comer en la furgo ya en serio, aprovechamos un poco la conexión a internet que había para ver algo de la televisión española, y ya nos preparamos para continuar el camino hacia Bolonia, la ciudad que sorprendió al mundo en el siglo XI creando la primera universidad de Occidente.

Justo a la entrada, cuando llegamos a eso de las nueve, hicimos una pausa (> exactamente aquí) en la tranquila calle residencial Benvenuto Cellini para descansar y despachar cibertrabajo.

Volver a Bolonia nos encanta. Pasear sus soportales bohemios y no muy limpios...



Es una ciudad completamente gemela de Salamanca, si no fuera por el tamaño y la industria, con el mismo ambiente estudiantil y con la vida latente a todas horas. Disfrutamos un largo rato por el centro antes y después de cenar en la furgo en la calle Alessandro Guidotti (> exactamente aquí), el discreto y arbolado barrio donde finalmente la habíamos estacionado.

El hombre es un animal de costumbres y muchas veces un animal vago. Así es que, como la ruta de regreso pasaba de nuevo por Piacenza, y resulta que en el recorrido de ida habíamos dormido allí la mar de bien el día nueve de diciembre, pues como ya eran las tres de la mañana y no nos apetecía investigar, le dimos con el dedo al punto prefijado del navegador y nos plantó en un momento en el aparcamiento (> exactamente aquí) del bar Piccola Cucina, en la strada di Gragnana, justo en el cruce con la circunvalación sur.

Muy cerca había un descapotable (con el frío que hacía) con cuatro tíos entretenidos en sus cosas. Pero después de todo lo que llevamos pasado nos pareció tan inofensivo como la cabalgata de los Reyes Magos, y nos echamos a dormir.
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melenas

Este Mundo es una Barca--
       --  Calderon de la Mierda--

viano

Febrero 06, 2011, 21:46:02 pm #349 Ultima modificación: Febrero 08, 2011, 19:15:51 pm por viano
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Etapa 25:  jueves 30 de diciembre de 2010
Piacenza (I) - Breguières (F)

Tras el aseo, bajamos a desayunar un cappuccino y un latte macchiato en Piccola cucina (> exactamente aquí) (strada Gragnana 17 s), servidos por un apuesto matrimonio joven que no nos facilitó el password de la WiFi. Pero sí unos curiosos sobrecitos monodosis ¡de miel! de acacia que no habíamos visto nunca.



Frente al bar, algunos letreros anti Islam de la Liga Norte están en dialecto emiliano-romañolo, una de las múltiples variedades del italiano.



Como ya sabíamos que el centro comercial Farnese (> exactamente aquí) era una buena opción, volvimos a entrar a reponer víveres y, sobre todo, unos rollos gigantes de papel de cocina que duran varias semanas. También aprovechamos para hacer la limpieza del WC.

En la caja vemos que los separadores de compras entre clientes disponen de una ranura para poner la tarjeta de fidelidad.



Por alguna extraña coincidencia, las tres gasolineras que probamos no nos dieron combustible o porque no funcionaban las tarjetas de crédito, o no estaban en servicio los lectores de billetes o simplemente la cisterna estaba rellenando y no era posible...

Avanzamos un poco hasta el área de servicio de Tortona norte, en cuya Shell (> exactamente aquí) sí lo conseguiríamos.

De camino a ella (> exactamente aquí), a las dos en punto, en el enlace de Voghera en la A21 volvemos a pasar por el paralelo 45º, el cambio de semihemisferio norte, marcado con un arco unos 1 500 m antes del límite regional del Piamonte.

En la ciudad de Tortona hicimos sólo algunas cosas prácticas como preparar en internet alguna oferta de última hora para alojarnos la nochevieja en Cannes. En el corso Alessandria, justo a la entrada (> exactamente aquí), tuvimos suerte. Tener internet supone siempre poder hacer gratuitamente llamadas internacionales de teléfono a amigos y familiares sin límite. Basta tener instaladas aplicaciones en el teléfono como Skype, Viber o Tango...

En el norte de Italia, es tal la normalidad en el uso de la bicicleta como medio normal para desplazarse que cosas que en España suponen hacer un chiste sobre si se lleva o no el sillín instalado, aquí, frente al santuario de la Madonna della Guardia



(> exactamente aquí), es lo más normal del mundo.



Malcomimos (> exactamente aquí) en el McDonald's del centro comercial Oasi (strada Viguzzolo) y, pasando unos minutos de nuevo a consultar en el mismo lugar de antes (> exactamente aquí) algunos mapas, iniciamos el pronunciado descenso hacia Génova tras otro cambio de conductor.

La capital de Liguria nos sirvió para hacer algo de labores de aseo personal y limpieza antes de disfrutar de su alborotado, caótico y sensual barrio portuario (> exactamente aquí), donde Marco, el lacrimógeno personaje de nuestra infancia, despidió a su madre cuando emigró a Argentina.



Dejamos para otro viaje el visitar la casa donde presuntamente nació el navegante y descubridor Cristóbal Colón.

Desde el peaje de Génova (> exactamente aquí) hasta el de Mónaco (> exactamente aquí) contamos 123 túneles con esta curiosa aplicación del iPhone:



Cuando llegamos al área de descanso de Breguières norte (> exactamente aquí) en Le Cannet, cambiamos el DVD de Europa del este del navegador al del oeste

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para poder seguir teniendo detalles hasta 25 m en las rutas. Y allí mismo, en el aparcamiento de lo que fue museo del automóvil y hoy se ha convertido en un parque temático de la ciencia, enfocado a chavales, cenamos en la Marco Polo y nos dormimos plácidamente a la una y media.
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viano

Febrero 06, 2011, 21:46:38 pm #350 Ultima modificación: Febrero 08, 2011, 19:27:56 pm por viano
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Etapa 26:  viernes 31 de diciembre de 2010
Breguières (F) - Cannes (F)

La última vez que paramos en esta área aún existía el museo del automóvil (> exactamente aquí). Ahora ni rastro.



En el mismo edificio hay una pequeña ciudad de las ciencias y un parque ecológico. Otra opción interesante si se viaja con pekes, a seis euritos la entrada.



Tras el aseo y el desayuno, entramos en la aglomeración de Cannes  por el centro comercial La Bocca-Béal (> exactamente aquí), junto al aeropuerto, porque nos hacían falta uvas para despedir el último día del año.

Es una vorágine de compras desenfrenadas y de tráfico. De forma que nos dividimos el trabajo: mientras uno entra a por ellas en el Carrefour, el otro reposta en su propia gasolinera (> exactamente aquí). Hasta las cajeras tienen aspecto de aristocráticas damas, como ésas de cincuenta años que había antes en los Simago y en El Corte Inglés... Al haber colas en ambos sitios, pues terminamos más o menos a la vez y pudimos dedicarnos a encontrar nuestro hotel, el Kyriad*** que, aunque está bien visible (> exactamente aquí), nos costó dar un par de vueltas para localizarlo.



El establecimiento no es gran cosa, pero resulta funcional



y tiene una curiosa manera de controlar el acceso a internet: el usuario y contraseña están indicados en la propia llave de la habitación, pero si, como en nuestro caso, llevas más de un dispositivo para conectarte, tienes que solicitar un código adicional en recepción. Afortunadamente, sin cargo tampoco.

Nos hacemos la comida a nuestro gusto en la furgo y la subimos recién terminada a la habitación. Hemos hecho tanta carretera que nos apetece la vida de la cerda: siesta, y televisión por internet.

El final de la tarde lo dedicamos a disfrutar un poco de la ciudad. Luego, antes de que cerraran las tiendas, paramos en el supermercado Casino de la rue Volta (> exactamente aquí) y cogimos algo de menú de fiesta, evitando las lentejas con cebolla tan francesas que se venden ya preparadas para este día.

Cuando volvimos al hotel, cuyo personal de cocina y comedor se marchaba muy contento pensando que ya no tenían que volver a trabajar por la noche, justo entraba un autobús lleno de disciplinados japoneses.

Nos montamos cena y cotillón estilo campo



y vimos en streaming a José Mota y a una evanescente Anne Igartiburu explicando más didácticamente que ningún otro año cómo hay que tomar las uvas.



Antes de que acabara el año dejamos enviada la denuncia para los servicios jurídicos de nuestro seguro sobre lo ocurrido en la comisaría de ??????????? (Igoumenitsa).

A lo lejos, en el centro de la ciudad del festival de cine, resplandecen y resuenan desde la ventana de la habitación algunos fuegos artificiales con los primeros segundos de la nueva década.



A eso de las dos y media nos dormimos.
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manelx


viano

Febrero 06, 2011, 21:47:30 pm #352 Ultima modificación: Febrero 08, 2011, 19:36:30 pm por viano
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Etapa 27:  sábado 1 de enero de 2011
Cannes (F) - Cantaous (F)

A las 11:11 del 1-1-11 (no es coña) nos despertamos por el ruido y los erróneos toques en la puerta de la habitación que hicieron las camareras de pisos. Un bonito guiño a los primeros compases de la segunda década de este siglo.

El desayuno consistió básicamente en terminarse las cosillas que quedaban de la cena de anoche y tomarnos los cafés e infusiones de cortesía de la cafetera de la habitación.

Luego, antes de la ducha, nos cortamos el pelo con la maquinilla

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y finalmente abandonamos el hotel camino de Arlés.

Por la autopista A8, muchos deportivos luciendo reprise delante de un continuo decorado de casas de campo provenzales en preciosos tonos ocre.

Uno de nosotros, mirando a una chavala que iba conduciendo con casquitos, se equivoca a la salida del peaje (> exactamente aquí) de Lançon-Provence y recorremos a lo tonto en dirección a Avignon unos 50 km entre hacer y deshacer.

Las calles rotas y decadentes de Arlés están tan vacías



y de fiesta que somos capaces de aparcar eligiendo hueco a treinta metros del Anfiteatro,





en la calle homónima (> exactamente aquí), después de haber visto en la rue d'Alembert (> exactamente aquí) el club taurin Domingo Dominguín,



que subraya la afición que hay también en esta tierra



a divertirse con mucho arte, con todo el rito, con la carga cultural consuetudinaria que lleva la fiesta, desde luego, pero haciendo sufrir a los animales en este coso que se usa desde hace más de 1 900 años.





Con toda la tranquilidad que da no haber ORA los festivos, nos acomodamos en La Maison des Gourmands (28 rond-point des Arènes),



llevada con mucha entrega



(> exactamente aquí) por un matrimonio mayor y con un ritmo de servicio muy francés, es decir, lento. Ya sabéis que es norma de cortesía en este país hacer largas pausas entre platos para favorecer la tertulia y el ambiente relajado. No es que no den abasto: lo hacen adrede.

El público del local está compuesto mayoritariamente por españoles y eso no nos gusta mucho porque parece que te acabas de bajar de un crucero con todo el grupo. Lo que sí nos gustó fue el helado de violeta. Imaginaos esos riquísimos caramelos de sabor perfumado que se venden en Madrid, pero en helado.

Una rápida visita al teatro romano,



a la portada, joya del románico, de San Trófimo (> exactamente aquí), ambos, igual que las Arenas, patrimonio de la humanidad,



y mucho callejear





viendo, por ejemplo, estas cuberterías de diseño a precios razonables para la excelente calidad



o a mucho menos razonable por ¡una sola pieza!



Quizá con una parecida perdió Van Gogh un poco de su oreja izquierda durante la visita que le hizo su colega Gauguin la víspera de la nochebuena de 1888 en una vieja casa de una de estas calles delicuescentes...



Condujimos un poco más por la A9 y, al entrar en el área de descanso de Milhaud (> exactamente aquí), continuamos hacia la de St Aunès sin parar para no importunar al único coche aparcado, una pareja que se ve que le acababa de dar un apretón viario irrefrenable y ya tenía todo el habitáculo lleno de vaho.

En la segunda (> exactamente aquí), lo que sí quedaba era el recuerdo de la noche más larga:



Como en el aparcamiento del Novotel (> exactamente aquí) del enlace de Montpellier sur no encontramos internet, tras repostar barato en la gasolinera del hipermercado Géant (> exactamente aquí), nos hicimos clientes a base de cafés y churros del fast food Quick y en unos cómodos butacones estuvimos un rato conectados al mundo (> exactamente aquí).



En la pequeña localidad de Lattes, en el discreto aparcamiento del residencial Le Patio Andalou (> exactamente aquí), tomamos una ducha y, bien relajados, continuamos hacia Toulouse. En el Carrefour de su enlace sur volvemos a parar para rellenar combustible, lavar el parabrisas y todo eso.

Mientras uno conduce, vamos adelantando la crónica del viaje hasta alcanzar en Cantaous la tranquila área de descanso de Pic du Midi (> exactamente aquí), y nos echamos a dormir



en total soledad mirando las nieves del Pirineo.
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merkava-2009


viano

Febrero 06, 2011, 21:48:30 pm #354 Ultima modificación: Febrero 08, 2011, 19:48:20 pm por viano
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Etapa 28:  domingo 2 de enero de 2011
Cantaous (F) - Erandio (E)

Los cuidados mañaneros al cuerpo y a la furgo terminan al lado de la recreación del Tour de France



con un rellenado de agua por el viejo sistema de acarrear desde el grifo de los baños un par de veces la garrafa de 12 litros Westfalia, que es muy cómoda de vaciar porque va provista de respiradero para el retorno de aire.



Luego conducimos hasta Bayonne y con todo el cuidado del mundo nos metemos por el retorcido callejón del McDrive



de la avenida du Grand Basque (> exactamente aquí) a hacer el pedido. Como tiene tanta vegetación alrededor ya no sabes si pita el parktronic porque te vas a dar con unas suaves hojas o porque vas a clavar el paragolpes en una de las rocas decorativas.

Al final, el único golpe que dimos fue el siguiente: una vez recogida la comida por la ventanilla nos aparcamos cinco minutos en una de las dos plazas que hay reservadas para pedidos incompletos porque estaban ideales para coger bien la señal de internet. Cuando ya estamos a punto de marcharnos, llega una empleada por la ventanilla del copiloto y nos entrega otro paquete (pequeño) como si fuese algo que nos faltara por recoger.

Lo curioso es que no había nadie esperando por él ni tampoco a nosotros nos faltaba nada. Así es que lo cogimos con una sonrisa de niño al que los reyes magos le traen cosas por sorpresa y pusimos pies en polvorosa con tan exiguo, pero apetecible botín, que nos comimos encantados (> exactamente aquí) en un rincón tranquilo del polígono.

Al dirigirnos hacia Anglet, en la glorieta Saint-Léon (> exactamente aquí) junto a la muralla de Bayona vemos a dos chavalas clavaditas a las dos hijas góticas de ZP. Pena de no haberles hecho foto.

Una tarde de descanso disfrutando del entretenimiento por el barrio de Beaulieu, una visita al pâtissier Mandion (> exactamente aquí) y, por fin, la reentrada en un país en estado de alarma, tal como lo abandonamos.

Lo primero que nos encontramos es que en sentido salida hay montada una de esas operaciones jaula de la Guardia Civil en la calzada de la AP8 en Behovia (> exactamente aquí), revisando coches de uno en uno con sus fusiles de asalto por delante. La verdad es que queda feo ver eso nada más entrar a los que vienen de fuera.

Las colas de coches llegan hasta el peaje de Oiartzun, por el que nosotros nos salimos un momento a repostar gasolina más económica en el Alcampo del centro comercial Txingudi (> exactamente aquí).

El final del día lo ocupamos en conocer un poco, usando el corredor del Txorierri (> exactamente aquí), el barrio de Galbarriatu de Derio (> exactamente aquí) y Sondika  (> exactamente aquí), adonde no habíamos ido nunca expresamente.

Tras ver cómo algunas tiendas latinas se integran perfectamente en el entorno euskaldún,



acabamos aparcados en el garaje de la familia de Erandio (> exactamente aquí) quienes nos dieron muy bien de cenar, de tertulia y de dormir.
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viano

Febrero 06, 2011, 21:49:11 pm #355 Ultima modificación: Febrero 10, 2011, 20:24:58 pm por viano
*imagen borrada por el servidor remoto

Etapa 29:  lunes 3 de enero de 2011
Erandio (E) - Geria (E)

Este día constituye el descanso del viajero en toda regla.

Cuando uno acude con cierta frecuencia a un lugar, o incluso cuando uno vive en ese lugar, hay cosas que no se visitan porque sabes que siempre van a estar ahí.

Nosotros teníamos en deuda subir a la pasarela superior del Puente Vizcaya,



también Patrimonio de la Humanidad, entre Areeta y Portugalete. Así es que nos plantamos en la primera con el metro, que te deja junto a la carpa de Getxolandia que estos días hay en la plaza,



y después de hacer compras de lotería, algún artículo de papelería y un buen roscón de reyes sin nata para el café de la tarde en la sucursal que Galdaretxe tiene en el 17 de la Nagusia kalea (> exactamente aquí), paseamos el tablero





hasta la margen izquierda (> exactamente aquí) escuchando las explicaciones que se dan automáticamente por la megafonía. La verdad es que el montaje está muy bien hecho y las vistas son irrepetibles.



Y el tiempo acompañó, lo cual aquí en la ría es muy importante en invierno.

Como ya alguna vez habíamos pasado en coche por la barquilla, para volver a la margen derecha usamos un bote gasolino,



que  -paradojas de la vida-  advierte bien claro que no se puede fumar con un cartel de Espacio libre de humos mientras metros cúbicos de humos de escape de color azulado van envolviendo al personal durante la brevísima singladura de dos minutos (> exactamente aquí).



De vuelta en Erandio, donde vimos las obras de la estación de metro de Astrabudúa,



después de comer unas patatas a la riojana bien hechas y una siesta, damos una vuelta (> exactamente aquí) por el centro comercial Artea de Leioa a ver novedades y picotear alguna rebaja. Hay que ver cómo avanza el mundo de la peluquería...



Y ya el triste regreso hacia Castilla después de la cena, que consistió en una larga etapa hasta la localidad vallisoletana de Geria, donde nos dormimos en un cruce de caminos (> exactamente aquí) alejado del fragor de la A62.
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viano

Febrero 06, 2011, 21:49:50 pm #356 Ultima modificación: Febrero 12, 2011, 22:30:58 pm por viano
*imagen borrada por el servidor remoto

y etapa 30:  martes 4 de enero de 2011
Geria (E) - Salamanca (E)

La fría y helada mañana castellana, después de haber llegado a -15ºC en Rumanía con toda normalidad nos provoca una sonrisa complaciente. Está claro que a todo se puede uno acostumbrar.

Por el camino vamos colocando las monedas recolectadas para la colección de una hermana...



Al llegar a Salamanca, como no nos apetecía comer en una casa fría, paramos un momento en ella a encender la caldera y a ver a los bichos



y nos tomamos el ventajoso menú del día del Milenium (> exactamente aquí), el bar del hipermercado E.Leclerc de Carbajosa de la Sagrada,



al otro lado del Tormes. Luego un poco de conversación para cambiar impresiones con un buen amigo que trabaja en un hotel cercano, y lo de siempre al final: dejar la furgo repostada, lavada



y guardada
en el garaje, donde entró por última vez a las seis de la tarde,



casi treinta días después de haber salido y con 523 pernoctas en total a sus espaldas en sólo 6 años de vida.


> Ver la lista completa de pernoctas y dónde.


Perdón por el tostón y gracias por la paciencia.
















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oceano4


Alfre

Cita de: oceano4 en Febrero 06, 2011, 21:59:39 pm
-Pues nada, todo negro.....................................

Creo que todo el viaje se lo hizo de noche .meparto

Albertoston

Cita de: oceano4 en Febrero 06, 2011, 21:59:39 pm
-Pues nada, todo negro.....................................


Esta "comprando" los huecos donde va a insertar el texto........ asi que vete yendo patrás si tienes prisa hasta que nos diga en el titulo en que pagina empieza  ;D
LA WESTFUCKLIA: UNA HISTORIA INTERMINABLE