Gran Canaria - Francia, el otro viaje (En construcción) Día 14 [ABANDONADO]

Iniciado por calipau, Abril 13, 2018, 15:24:54 pm

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calipau

hola, este es un viaje que hicimos el verano pasado 2017, y que en principio queríamos visitar con mucha tranquilidad, la parte más noroccidental de Francia.

  Como todos los veranos preparamos con unos meses de antelación nuestras vacaciones en furgo hacia la península para intentar explorar el continente europeo, ya que vivimos en las Islas Canarias, más concretamente en Gran Canaria.

  He leído bastantes crónicas y concretamente de Francia hay infinidad de relatos muy interesantes y bien escritos, por eso en este relato quiero profundizar en el otro viaje, el que no se ve en las fotos y que quizás no sea tan bonito en un principio, pero que igualmente es parte del viaje.

DÍA 1   Gran Canaria(Puerto de La Luz) - Travesía en barco(Naviera Armas)

  Otro año más, comenzamos una nueva aventura en busca de nuevas sensaciones y de encontrarnos con nosotros mismo en un espacio reducido durante tres semanas, todo ello en familia y con la California.

  Como viene siendo habitual, viajo sólo en barco con la furgo hasta Huelva desde Gran Canaria, para luego recoger a mi familia que se desplaza en avión hasta Barcelona.

  Durante la semana previa empezamos con los nervios típicos de Los preparativos, que es lo que tenemos que llevar, las maletas, la forma de encajar todo en el maletero de la furgo, intentar que toda tu vida de tres semanas quepa en un maletero de 500 litros). La noche anterior a mi partida ya tenemos todo casi preparado, flecos de última hora y a dormir, que por la mañana toca barco.

   
Al fondo la punta de la Isleta, Gran Canaria                        Tomando el sol bajo la chimenea

  Ya por la mañana, pongo rumbo hacia el puerto de Las Palmas para embarcar sobre las diez y cuarto de la mañana. Como me temía, el barco viene con retraso y no salimos hasta las once. Cojo todo lo necesario para pasar la noche; saco de dormir , almohada y una mochila llena de enseres para hacer la travesía más agradable. En el mostrador de recepción me dan la tarjeta para el acceso a la sala vip, en la tarjeta de embarque me indica que es el asiento 8G, pero el chico del mostrador me comenta que por falta de disponibilidad, me asignan el 13 A. Siempre las típicas preguntas, quien me tocará al lado, tendré enchufe para conectar, móvil, portátil, etc. Al llegar compruebo que en el asiento contiguo ya hay enseres, pero no hay nadie. Intento intuir que tipo de persona tendré al lado, hombre o mujer, limpio, amable, roncará, etc. ¡bien, tengo enchufe propio!. Dejo las cosas en el asiento y me voy a despedir a la cubierta de mi isla Gran Canaria, que espero volver a ver dentro de tres semanas.


  Una vez que dejamos atrás Gran Canaria, me dispongo a comprar el bono de comida que incluye almuerzo y cena del Jueves y desayuno y almuerzo del Viernes, todo esto por veinte y seis euros. Te dicen que es un Self Services, pero la realidad es otra. Un primer y segundo plato más postre con tres tipos de comida y sin posibilidad de repetir, además de que ellos te sirven las raciones.



  Vuelvo a la sala Vip para ver si la persona que dejó sus enseres al lado de mi asiento aparece y conocerle en el que será mi compañero o compañera de viaje. Al llegar al asiento sigue sin haber nadie. Me siento y "cacharreo" un rato con el móvil, ya que increíblemente el wifi va perfecto. Al rato aparece un señor con gorra y en pantalón corto de mediana edad. Que es mediana edad para mi; ¿una persona de sesenta años? No sé, si yo estoy apunto de cumplir cuarenta y dos. La verdad sinceramente no sé si tiene unos cincuenta años o más. Nos saludamos muy amablemente y saca de una de las bolsas un alargador. Yo tengo el enchufe a mi lado y se lo conecto; decir que las cabezas pensantes que idearon la sala Vip, sólo pusieron enchufes en las butacas impares y un sólo enchufe. En los años ochenta, lo vería normal, pero con todo los cacharros que tenemos ahora, que pongan un enchufe para cuatro personas y esperar con suerte que alguien traiga un alargador con varias tomas. Yo tengo uno en el coche, pero sinceramente me dio pereza subirlo. Así que muy amablemente, dicho señor accedió a compartir su toma de enchufes. Es la hora de comer, ese momento fatídico para personas como yo, que siempre hemos tenido problemas a la hora de comer fuera de casa. Con el paso de los años, ya como de casi todo, pero si la comida no está medianamente buena, me cuesta mucho adaptarme. Llego al comedor y echo un vistazo a la comida que hay antes de entrar. Parece que hay de primero macarrones con cosas "raras", tres tipos de ensalada y de segundo paella, papas fritas , algo que parece pescado y no se que más. Finalmente me decido por un primero de ensalada de col, que es unas cosa que gusta siempre y de segundo paella con papas fritas, una natilla y a comer. ¡Horror!, la ensalada de col tiene pasas, pero a que hijo de Dios se le ocurre poner pasas. Estoy harto de que le pongan pasas a todo, no lo entiendo. No me gustan las pasas, no sé si es un trauma que tengo desde pequeño, que en un fin de año que mi madre no consiguió uvas, nos presentó la famosa noche un platito con doce pasas. Bueno me voy comiendo lo que puedo pero sin tocar las pasas. De segundo teníamos la paella con las papas; la paella aceptable, pero las papas no se las daría ni a un perro. Terminando de comer atracamos el muelle de los mármoles en Lanzarote. La tarde pasa sin novedad mientras veo una serie en el portátil. Luego intento leer un libro con el que estoy ahora que me regaló mi mujer, que va sobre el mundo de la madera en los países nórdicos. Esto es un tema que ya comentaré más adelante. Es imposible leer, el barco se está moviendo un poco más y me estoy sintiendo un poco mareado, así que me tomo una pastilla para el mareo que quería evitar ya que me revuelve el estómago. El tiempo pasa más o menos rápido y ya ha empezado el turno de cocina. Esta noche cenaré ensalada de macarrones y pescado en salsa, del cual hay que reconocer, que estaba muy bueno.
  Me voy para la sala Vip para ver alguna película, pero la biodramina está haciendo efecto y esto provoca que a las once de la noche ya esté ko.




DÍA 2  Travesía en barco(Naviera Armas) - Huelva - Área de descanso Andújar J-205
  Después de una noche en la que me he despertado cada dos horas, alguna alarma de teléfono que sonó sobre las tres de la madrugada, todo esto hace que sin darme cuenta, ya sean las siete de la mañana. Comienza el trasiego hacia el baño y esto a su vez despierta a los más rezagados.

  Toca desayunar, esta es la parte que más me gusta cuando uno está de vacaciones. Comes cosas que llevas un año sin probar y así y todo el cuerpo te pide más. Hay que mantener el trabajo que se ha realizado durante este último año, y me contengo a la hora de elegir el desayuno.

  En la cubierta siete que es donde está el comedor, hace mucho frío, el aire acondicionado está a tope y decido salir a la cubierta exterior a tomarme el café. La temperatura fuera es muy agradable y aprovecho para escribir esta crónica. Me ubico en una zona a la sombra y sin viento, pero craso error, no me acordaba que los que no fumamos, ya no tenemos derecho a estar libres de humos en el exterior. Fumadores por todos lados, ceniza que vuela hacia mi cara y ropa, les da igual todo, sólo importa el chute matutino de nicotina. Lo mejor de todo es que yo estaba sólo en ese asiento y de pronto me encontré con una legión de fumadores. Ya cansado me ubico en otro lugar,  en el que no hay nadie; tenía truco, está cerca de la puerta de entrada y el entrar y salir de personas no para. Esto conlleva que cada vez que se abre la puerta, sale una  corriente de aire desde el interior, que hace que mi temperatura varíe en unos segundos uno diez grados. Así que no me queda otra que tostarme bajo el sol, con el humo de la chimenea del barco.



  El tiempo sigue pasando en el barco, series repetidas de esas que no te importan volver a ver, almuerzo y de nuevo al sillón a esperar que llegue el esperado desembarco en el puerto de Huelva. Por fin se ve el movimiento de personas hacia la parte delantera del barco, no me pregunten como se llama porque siempre los confundo. Ya se atisba en el horizonte la silueta de la costa de Mazagón. Todavía quedará más de una hora para atracar. Se nota la impaciencia de los pasajeros por desembarca y poner rumbo a diferentes sueños o rutinas.
 
Seinfeld siempre es una buena opción

Al fondo Mazagón, Huelva
                                                                                                                                                   

  En mi caso ya noto el nerviosismo de la soledad que me espera en tantos kilómetros. Se me empieza a pasar por la cabeza si la zona donde pienso pasar la noche, es la ideal. Por fin atracamos en Huelva, todo el mundo cree que tiene más prisa que nadie y los conductores se impacientan porque todavía no se abren las compuertas del buque. Ya me toca salir, me encuentro un panorama similar a años anteriores. Cielo despejado, atardeciendo, veinte y siete grados. Preparo el gps, y me dirijo hacia el lugar donde voy a pasar la noche, Pedro Abad. Lo encontré en una aplicación que se llama Park4nigt, y parecía a priori un buen sito para pernoctar.



  Se empieza a suceder los km, el gps marca hora de llegada las cero y cuarto de la madrugada, creo que es una buena hora para descansar y levantarse temprano para la jornada de mañana, la cual promete ser muy dura. Intento parar en algún apeadero para ir al baño y estirar las piernas. Ya es de noche y la carretera se hace muy lúgubre. Las áreas que hay para descansar, no son de mi confianza. Hace mucho calor, más de treinta grados a las once de la noche, y no consigo encontrar un sitio donde parar. Por fin veo un cartel de la autopista en el que me indica que se aproxima un área de descanso; esta es mi oportunidad para parar. Al llegar me encuentro una gasolinera con pinta de estar abandonada, una casa de citas con luces de neón, y dos personas tiradas en el suelo sin camisas, creo que una de ellas semiinconsciente. Así que sin dudarlo no paro y sigo hacia  Pedro Abad.
Tal como indicaba el gps, llego al lugar donde voy a pasar la noche. Está pegado a la autopista, y lo he visto al pasar, pero no consigo encontrar la entrada. Pese a que indicaba las coordenadas en la aplicación, el gps me hace dar vueltas al pueblo continuamente,  sin encontrar la maldita entrada. Como decía hay mucho calor y la gente de este pueblo, están sentados fuera de sus casas charlando con los vecinos, esperando a que la madrugada refresque sus hogares. Por fin doy con el área de pernocta, es un lugar habilitado por el Ayuntamiento para pasar la noche con algunos servicios básicos para los que vivimos el mundo camper. Los treinta grados a la una de la mañana y que no haya nadie en el área, además de la posible  amenaza de  botellón, no invita para nada a pasar la noche en ese lugar. Así que continuo en busca de otro destino donde poder descansar.
Buscando en la aplicación he encontrado un lugar donde todos los comentarios son muy buenos y espero que esta elección sea la correcta. Lo malo es que está a más de una hora de camino y el cansancio empieza a hacer mella. Son más de las dos de la madrugada cuando llego a aquel restaurante del que no recuerdo su nombre, ya estaba muy cansado para memorizar lugares donde dormir. Supuestamente es un veinticuatro horas con un aparcamiento en la parte trasera, con sombra y con área de picnic. Aunque hay luz en el interior del restaurante, no observo ningún alma por la zona ni vehículo que haga intuir que hay alguien en el interior. Me dirijo a la parte trasera y efectivamente están los aparcamientos, pero no hay nadie. Estoy muy cansado y ya no tengo fuerzas para buscar otro sitio, así que decido quedarme e intentar descansar. Preparo la cama, ceno algo y a dormir. Al principio cuesta algo coger el sueño, estoy sólo en un lugar que no conozco, tengo todo el coche cerrado y hace calor, además de que empiezo a oír ruidos de todo tipo, que hacen que esté alerta y no pueda conciliar el sueño. Definitivamente me duermo, esperando pasar la noche sin ningún contratiempo.


Parking 24 horas en autopista con restaurante

DÍA 3  Área de descanso Andújar J-205 - Port Aventura (Tarragona)


  La noche ha pasado tranquila, me he despertado en varias ocasiones y esto ha motivado mi retraso en la salida. Tenía programado despertarme a las ocho y salir antes de las nueve, pero no pudo ser, el cansancio acumulado hizo que cuando sonó el despertador me volviera a dormir.
  Cuando me doy cuenta ya son las nueve y todavía no me he levantado. Ya se empieza a oír el ir y venir de los coches y el calor empieza a apretar dentro de la furgo. Desayuno algo rápido, recojo un poco y pongo rumbo hacia Barcelona. Al encender el gps, me doy cuenta que la programación que tenía prevista se me va al traste. Mi mujer y mi hija, llegan a Barcelona sobre las tres de la tarde y el gps ya me marca que mi llegada sería sobre las cuatro y media. Salgo del aparcamiento y se me pasa por la cabeza subir la velocidad genérica unos cuantos km por encima; mal hecho eso sólo supondrá reducir la llegada en unos quince minutos, y quizás una multa o algo peor. Me lo pienso mejor y ya le digo a mi mujer, que voy con retraso.


Mi familia llegando a Barcelona

  Desde el aparcamiento donde hice noche hasta el aeropuerto de Barcelona, hay casi setecientos km. En todo el trayecto sólo paro dos veces, unos cinco minutos para coger agua y una barrita energética y más tarde faltando menos de doscientos km para repostar. Ya son casi  mil km desde que saliera de Huelva la noche anterior.
Tengo ganas de ver a mi familia, dos días en el barco y mil km en solitario por esas carreteras del Sur sin alma, han despertado en mi un raro sentimiento entre tristeza y añoranza. Cuando salgo de viaje, me pasa que veo sobre todo a mi hija con otros ojos. Noto como si se me escapara de las manos. Soy mucho más permisivo con ella que cuando estamos en casa.


Parada para reponer fuerzas

  Por fin llego al aeropuerto después de pasar por innumerables peajes, a la entrada a Cataluña. Tal como decía el gps llego a las cuatro y media de la tarde. Recojo a mi familia y ponemos rumbo a Tarragona. Paula mi hija, está muy ilusionada, vamos a pasar un par de días en Port Aventura antes de ir a Francia. Cada vez esta más nerviosa según se va anunciando el parque de aventuras por la autopista. Llegamos sin ningún contratiempo al hotel El Paso, ambientado en dicha localidad Mejicana. No hay donde aparcar, está todo a tope, es festivo y hoy el parque abre hasta las tres de la mañana.

  Cargamos con todas las maletas que trajimos para tres semanas y nos introducimos por uno de los pasillos que nos lleva a nuestra habitación. Casualmente el número de habitación es el año en que nació mi hija, dos mil ocho. Normalmente cuando llegas a la habitación de un hotel, lo primero que haces es ver que tal está la cama, el baño y las vistas, ya que esa va a ser tu casa por unos días. El hotel es de cuatro estrellas, y la sensación al entrar a la habitación es de que no se mantiene como debería. El baño está bastante bien, parece que está limpio. En cuanto a los champú y demás accesorios de cortesía que se suele dejar en muchos hoteles, en este caso sólo hay una pequeña pastilla de jabón. La cama es bastante cómoda y grande y la otra cama más pequeña para Paula es más para un par de noches. La colcha que tiene las camas, dan una sensación como de que se intentan lavar lo menos posible. La habitación está en un bajo y la pequeña terraza que tiene, hace tiempo que no se limpia. Restos de vasos de plástico y otros tipos de basura.



  Después de la inspección de la habitación, nos duchamos y ponemos rumbo hacia el parque de atracciones para pasar la noche. La primera impresión es buena, hay mucha gente y la entrada es una calle al estilo italiano, está muy bien ambientada. Tenemos hambre y queremos comer algo sin salirnos mucho de la dieta que estamos llevando. En esto lugares es complicado comer saludable, porque en casi todos los establecimientos sirven comida rápida. Nos adaptamos a uno de los menú y empezamos a explorar el parque hasta que la fuerzas nos acompañe ya que el día ha sido bastante duro.





DÍA 4  Port Aventura (Tarragona)

  Cuando salimos de viaje, intentamos compensar lo que nos gusta a nosotros visitar, como la parte que le gusta a nuestra hija, para intentar que no le resulte muy monótono el viajar tantos días, por ello planificamos unas cuantas visitas al ocio de nuestra hija y por eso una de las paradas era en Port Aventura.

  Una banda sonora Mexicana nos despierta sobre las 9:00 de la mañana. Teníamos ticket para desayunar en el turno de las ocho a ocho y media de la mañana, así que como se nos pasó la hora, tendremos que hacer cola. Hoy toca pasar todo el día el parque, nos vestimos cómodos para poder sobrellevar el calor reinante. El día pasa sin más novedad que ver disfrutar a mi hija con las atracciones del parque y termina a eso de las once de la noche reventados a más no poder.


DÍA 5  Port Aventura (Tarragona) - San Esteban de Litera (Huesca)


  De nuevo nos levantamos bastante cansados, tenemos que recoger todas las maletas y dejar la habitación antes de las once de la mañana. Así que dejamos todo el equipaje en la furgo, desayunamos y ponemos rumbo esta vez, al parque Ferrari.

 

  Mi primera impresión después de pasar el día en ese parque, es que a nivel visual es muy bonito, pero creo que la falta algo más que le de vida. Porque sin duda la atracción estrella es la montaña rusa, donde se alcanza los 180 km/h en pocos segundos. Tiene dos simuladores que están muy bien y poco más que reseñar. Quizás, puede que el calor y el cansancio acumulado, haya hecho mella en mi valoración del parque.
  Terminamos el día de nuevo en Port Aventura, en algunas atracciones que nos quedaban pendientes y volvemos al hotel a pegarnos un baño en la piscina para poner rumbo a nuestra primera parada camino de Lourdes, San Esteban de Litera. Una pequeña área para autocaravanas en un entorno muy tranquilo. Al llegar sólo había una auto, cenamos y descansamos plácidamente .



Área de autocaravanas en San Esteban de LiteraCoordenadas N 41º 54´22.67" E 0º 19´ 55.96[/u]


Día 6  San Esteban de Litera (Huesca) - Campan, Serre Crampe (Francia)

  Amanece muy pronto, se me había olvidado cerrar las cortinas y ese sol de justicia después de las seis de la mañana amenazaban un día fuerte de calor. Era tanto el cansancio, que la inminente subida de temperatura en el interior del habitáculo, no podía con nuestra pereza a levantarnos. Desayunamos tranquilo con el sonido de fondo de una desbrozadora, al que no le importaba los inquilinos que estábamos en aquel tranquilo lugar.
  La jornada se presentaba dura, la idea era llegar a Lourdes en Francia y pasar a través de los Pirineos por los míticos puertos de montaña del Le Tour. Llegamos sobre las dos de la tarde hasta una pequeña zona comercial de montaña poco antes de la frontera con Francia. La comida exquisita con unos platos muy generosos tanto en calidad como en cantidad. Terminada la comida ponemos rumbo hasta la frontera no si antes parar en pequeño super, para comprar algunas cosillas para nuestra despensa.



  Después de pasar el túnel que divide los dos países, por fin ya estamos en Francia. Aunque ya hemos estado en repetidas ocasiones, nos sigue sorprendiendo lo cuidadosos que son con su entorno. Un ejemplo claro: antes de cruzar la frontera, en la parte española de los Pirineos, nos paramos en un apartadero al borde del cauce de un río. El paisaje espectacular,  nosotros  al ser de Canarias nos llama mucho la atención los ríos. Por eso aprovechamos para parar y relajarnos con el sonido del agua. Por qué digo esto, lo comento porque siempre me fijo en el entorno y como siempre nos encontramos algo de basura y colillas en el entorno del cauce del río. En cambio doce kilómetros más adelante, cruzando la frontera, eso desaparece por completo y es casi imposible encontrar tanta basura como en la parte española.
  Aunque teníamos previsto llegar a Lourdes ese mismo día, lo posponemos para el día siguiente, debido a lo revirado del trayecto y al mal tiempo  reinante en la zona. Encontramos un lugar tras la bajada del Col de Aspen, puerto de montaña muy famoso en el Tour. El lugar que encontramos para pasar la noche es idílico, un lago al pie de un bosque, unas verdes praderas donde pasta a sus anchas las vacas en total libertad, y entre todo eso no puede faltar una zona reservada para autocaravanas. Pasamos la noche escuchando el sonido del agua caer sobre nuestro techo de fibra, admirando un paisaje de ensueño.


Área de autocaravanas Campan N 42°56'14.2872" E 0°18'11.7972"


Día 7  Campan, Serre Crampe - Lourdes

  Durante toda la noche no paró de llover, aunque contamos con calefacción, cuesta bastante levantarse por el frío y la lluvia reinante en la zona. Sabemos que los días estando de vacaciones corren el doble, así que sacamos fuerzas de flaqueza y ponemos rumbo hacia nuestro primer destino en Francia, Lourdes.


Atravesando uno de los pueblos típicos franceses camino de Lourdes

  Llegamos como casi siempre a la hora de comer, todo el trayecto ha estado lloviendo con una fuerte tormenta. Tras aparcar en un área de autocaravanas gratuito y con servicios muy cerca  del centro histórico ( 4 Boulevard du Lapacca N 43°5'53.8836" W -0°2'31.9488"), nos pertrechamos y comenzamos la visita.
 
En mi mente tenía este lugar de otro modo, no se explicarlo, quizás me lo imaginaba un poco más aislado, en medio de las montañas y no tan turístico.
Caminando por la calle principal se divisa claramente al fondo el Santuario de Nuestra Señora de Lourdes. Durante el paseo nos encontramos todo tipo de tiendas, dedicadas al negocio religioso. Al llegar al arco principal de entrada, vemos inexorablemente la huella de este siglo veintiuno, la nueva forma de crear el terror entre los ciudadanos, una pila de bloques con forma de Legos, nos recibe en la entrada y así poder caminar tranquilos dentro del templo sin temor a ser atropellados.



  Ya dentro del Templo, no tenemos claro que ver. Sinceramente no hemos leído mucho sobre este sitio y nos limitamos a seguir a algunos guías que vienen en excursiones concertadas con españoles.
  Toca el momento más problemático del día, comer. Nos movemos por las callejuelas de la cité, y vamos viendo los menús que más se adapten a nuestro paladar anti viajes. Por suerte encontramos un restaurante donde además de hablar Español, se comía muy bien; ¡otro día resuelto!. Ya con el estómago lleno damos una vuelta por las tiendas para comprar los típicos recuerdos. Me llama la atención las garrafas al estilo limpia cristales de los coches, que se venden con el anagrama de agua bendita de Lourdes, hay de todos los tamaños, según las necesidades de cada uno.
  Nosotros no somos muy dados al entrar en los templos a santiguarnos con agua bendita, pero esta vez ya que todo el mundo lo hacía , pues nosotros también. No sé si fue casualidad o producto de utilizar el agua sagrada, que estando en una de las tiendas entró un remolino junto con una tormenta de granizo, que hizo romper parte de la mercancía que tenía la tienda, teniendo que cerrar todas las puertas para evitar peores consecuencias. Con todo esto, decidimos que ya habíamos tenido bastante emociones religiosas por hoy, y poner rumbo hacia nuestro nuevo destino, que en este caso sería, Rocamadour.


 




Día 8  Lourdes - Rocamadour (290 Km sin peajes)

  Tras salir ayer de Lourdes con destino Rocamadour, nos dimos cuenta que las carreteras secundarias de Francia son insufribles. Aunque el firme no está en mal estado, hay una infinidad de rotondas durante el trayecto que hacen que el tiempo en carretera se haga muy pesado. Ya que todavía nos quedaba más de una hora para llegar, decidimos aprovechar sin éxito, buscar un camping donde asearnos con agua caliente y poner una lavadora. No hubo suerte y tuvimos que conformarnos con dormir en un camping car, y asearnos con nuestra ducha interior hecha especialmente para la California.

  Hemos pasado la noche muy tranquila después de un baño que aunque con agua fría, nos supo a Gloria. Nos quedamos fuera de un aparcamiento específico para cuando llegas tarde a un camping y este está cerrado. Como hoy no tenemos intención de quedarnos, recogemos pronto y nos vamos.
  El furgón lleva unos días un poco raro, el día anterior en algunos baches me pareció oír como sonaba de modo extraño el amortiguador izquierdo delantero. Y hoy se me ha encendido un testigo, que aunque sabía que se podía encender, a estas alturas del viaje ya no lo esperaba. Es algo que afecta a la recirculación de gases y que hace que cuando esta pieza está sucia, se activa el testigo con forma de bobina y hace ralentizar el vehículo. Lo bueno es que apagando y encendiendo el coche, la avería desaparece y se puede continuar la marcha.

  Llegamos a Rocamadour en un día triste y lluvioso. Dejamos el coche en una zona para autocaravanas en la parte alta del pueblo y nos preparamos para bajar por un serpenteante camino que conduce hasta el templo y casas de Rocamadour, que se encuentran incrustadas en la roca de este precioso enclave. De nuevo como nos pasara en Lourdes, sorprende la cantidad de zonas dedicadas a dar donativos. Incluso había una máquina específica con el método del contac less; ya no vale eso de decir que no llevo nada suelto.

 

  Como siempre en este viaje, llegamos a la hora de comer y esto hace que veamos toda la zona con la premura de buscar un sitio donde aliviar nuestro apetito. El pueblo no es muy grande y tiene pocas zonas donde nosotros podamos comer. Al final decidimos comer en la furgo una rica tortilla francesa con ensalada, bajo una intensa lluvia.
  Con respecto al enclave donde está se encuentra este pueblo, sorprende lo lejano que está de todo, tanto la carretera de entrada como la de salida pasan por un entorno natural con alto valor paisajístico y de pronto te encuentras con una inmensa roca donde se ubica el templo evocado en la figura de San Amador.



  Dejamos atrás el pueblo después de pagar doce euros en un ascensor, que te evita realizar toda la ascensión a la montaña. Si no quieres peregrinar toca pagar. Desde este punto nos dirigimos al pueblo con forma de corazón, Sarlat La Caneda. En un principio no tenemos en mente llegar esa misma tarde noche, así que buscamos alguna zona para pasar la noche. Encontramos un área al lado de un parque del tipo francés, mucha sombra, mucho verde, amplia zona de esparcimiento, y una pequeña zona donde vaciar el químico y repostar agua. Sin quererlo ni pensarlo al mirar los mapas, nos damos cuenta que estamos tan sólo a quince minutos por carretera de Sarlat La Caneda. Esto hace que por la mañana, nos podamos tomar con más tranquilidad el levantarnos.


Día 9  Área Carsac - Aillac, D703 - Sarlat la Caneda

  Aunque es Viernes, tenemos la suerte de estar totalmente desconectados y realmente no nos importa que día de la semana es, salvo que hubiera algún evento a que quisiéramos acudir y que es el caso en Sarlat La Caneda. Queríamos ver el mercadillo de los sábados, el cual tenía muchos comentarios positivos.

  Antes de salir disfrutamos un poco del área en el que acampamos. Amplias zonas verdes, con merenderos, zona deportiva y mucha tranquilidad bajo la constante lluvia de la zona.




Área Carsac - Aillac, D703 N 44°50'26.5128" E 1°16'26.976"



Desayunamos y nos preparamos para visitar Sarlat La Caneda. Como ya comenté en relato anterior, un pueblo con forma de corazón y centro histórico con casas de estilo medieval.
  Llueve mucho y hay poco movimiento en las calles. Aparcamos muy fácil en una zona azul, que aquí la llaman naranja. Damos una vuelta por los alrededores, unas fotos, algún que otro escaparate y poco más, ya que casi todo está cerrado, no sé si por la lluvia o porque ya es la una del mediodía. A todo esto le sumamos el frío que hace y decidimos buscar un sitio donde comer.


Callejeando por Sarlat La Caneda




Mercado Municipal

  Hoy decidimos que no nos vamos a comer mucho la cabeza y decidimos comer en un McDonald's que hay a cinco minutos del centro. Le habíamos prometido a mi hija Paula que hoy comíamos allí, dentro de los tres McDonald's que como máximo íbamos a ir en vacaciones. Ella se encargaría de elegir los días.
  Después de comer como no tenemos ganas de hacer ruta hoy, decidimos quedarnos en un camping que está cerca del centro de Sarlat y aprovechar para hacer la colada y descansar un poco.  El camping está muy bien, está enclavado dentro de una pequeña montaña con mucha vegetación. Hay tantos árboles que son pocas las plazas donde llega la luz del sol, aunque hoy poco sol hay.
  Terminamos el día entre colada y colada y con una fuerte lluvia que no para hasta el amanecer.


Camping Sarlat La Caneda, Rue Jean Gabin N 44°53'37.32" E 1°13'38.532"


Zona de lavandería


La parcela


Día 10  Sarlat La Caneda - Périgord (66,3Km.)

  La noticia de hoy tras levantarnos, es que mi mujer (Oti), ha cogido un resfriado, seguramente anoche tras ducharse con agua caliente y salir del baño por aquel camino arbolado y húmedo hacia la parcela de la furgo.

  Hoy es sábado y teníamos pensado acudir al mercadillo de Sarlat La Caneda, pero con el resfriado que tiene mi mujer y que sigue lloviendo, decidimos poner rumbo hasta nuestro siguiente destino que no es otro que Périgord. Un pueblo un poco más grande que Sarlat, que según se relata en algunas crónicas de viajes, tiene un bonito casco histórico medieval. Antes de irnos volvemos a pasar por Sarlat y observamos que hoy todo el centro es un mercadillo. El ambiente es muy animado, pese a la lluvia y aunque nos quedamos con ganas de quedarnos.

  Llegamos bastante pronto a Périgord, solo estaba a poco más de una hora de Sarlat la Caneda. Antes de llegar al centro, decidimos pasar primero por la zona en la que teníamos previsto pernoctar. Un área a unos diez minutos del centro de la ciudad y de pago. Tiene una barrera a la entrada y toda el área está totalmente vallada. Aunque en general los comentarios de esta zona eran buenos, la verdad que a primera vista el barrio donde se encuentra no nos trasmite mucha confianza para andar de noche por la zona, así que decidimos continuar hacia el centro de Périgord, en todo caso dejo las reseñas de dicha área:(Périgueux, 20-46 Rue des Prés N 45°11'15.72" E 0°43'51.0348").

  Decidimos ayudarnos del gps y buscar un parking céntrico y que no fuera de pago. Lo encontramos y con suerte conseguimos una plaza muy cerca del casco histórico.
  El termómetro del coche marcaba dieciocho grados, pero la sensación térmica era de mucho más frio. La primera impresión de este lugar, es que no me iba a sorprender. Me lo esperaba de otra forma, no es que no valga la pena la visita, pero me pareció un poco más de lo mismo de las ciudades francesas, que aunque todas son muy bonitas, esperan algo más especial.


Vista lateral de la catedral de Périgueux

  En cuanto se acerca la hora de comer, a mi hija le empieza a cambiar la cara. Según vamos recorriendo el centro de la ciudad, se va dando cuenta que no hay Mc Donald ni Burguer King, ni nada que ella cree que pueda comer. En la zona es muy típico todo lo relacionado con el sucedáneo de pato y se muere de asco. Al final por no ponernos de mal humor, nos compramos unos bocatas en un Carrefour Market.

 




  Terminamos el día viendo como unos novios se sacan las fotos de boda en la trasera de la catedral, en medio del mercadillo ya finalizado mientras los servicios de limpieza con sus máquinas, levantan una polvareda que haría mella en el blanco impoluto del traje de novia.

 


  Nuestra siguiente parada es Chinón, un pueblo de la ruta de los castillos de Loira y que se encuentra bastante lejos de donde estamos. Decidimos ponernos en camino, para ver si nos da tiempo llegar esa misma tarde o por el contrario buscar un lugar a mitad de camino donde dormir.

  Seguimos haciendo kilómetros durante toda la tarde, pero cada vez se nos están atragantando más y pensamos que la opción de llegar a Chinon ese mismo día era una locura. Empezamos a buscar zonas cercanas a la autopista en la que pudiéramos pernoctar sin necesidad de dar muchas vueltas. Normalmente nos ayudamos de la aplicación Park4night, la cual es bastante fiable por todos los comentarios de los usuarios, pero la verdad que esta ocasión fuimos a parar a algunas áreas inhóspitas, que no me quedaría ni borracho. Finalmente encontramos una cerca de Poitiers, en la localidad de Vivonne, un pequeño pueblo tranquilo junto a la autopista, donde nos encontramos amplios aparcamientos para auto caravanas en el mismo centro de dicha localidad. Hay varios restaurantes cerca y tiendas donde comprar el pan. También tiene amplias zonas para pasear junto al río, terminando el duro día de viaje, comiendo pizza en un italiano de la zona y acostándonos tempranito para recargar pilas.


Área Vivonne 6, place du marché (N 46°25'33.5964" E 0°15'46.476")






Día 11  Vivonne - Futuroscope (33Km.)  .palmas

  Hemos descansado muy bien y nos levantamos pronto con el olor a bagette de una panadería cercana. Tras el desayuno ponemos esta vez sí rumbo a Chinón. A los pocos kilómetros de salir, vemos el cartel del parque Futuroscope, el cual teníamos en mente ir antes de decidirnos por Port Aventura. Viendo que llevábamos una semana haciendo muchos kilómetros y pensando en nuestra hija, decidimos que ya que estábamos por la zona y entraba dentro del presupuesto, pues aprovechar y visitar este parque que por una cosa o por otra, nunca habíamos llegado a visitar.
Cuando visitas estos parques temáticos, te esperas la magia que envuelve al parque Disney. Nos ha pasado en el de Madrid, nos pasó en Port Aventura y ahora al llegar a este de Futuroscope, también nos da la misma sensación. Parece como si le faltara alma y no se cuidara esos detalles por el que sobresale Disneyland París.

  Como llegamos al parque después de comer, compramos las entradas para entrar a partir de las cinco de la tarde por unos sesenta euros los tres y salimos sobre las once y media de la noche cuando terminó el espectáculo nocturno. Quizás dos días sería lo ideal para visitarlo con tranquilidad. A nosotros nos dio tiempo para disfrutar de por lo menos la mitad de las atracciones y todo esto gracias a que era Domingo, y según avanzaba la tarde, se notaba como cada vez quedaba menos gente en el parque.





  En términos generales el parque está muy bien, y si vas con los más pequeños del hogar, en nuestro caso una niña de ocho años, disfrutará de lindo ya que se podrá subir en casi toda las atracciones, esto no quiere decir que sea un parque infantil, si no que tienen todo muy bien adaptado para que todo el mundo se divierta. Cuando terminó el espectáculo final de clausura del parque, ponemos rumbo hacia el parking, que está como a cinco minutos caminando y decidimos pasar la noche en el área de autocaravanas del parque.


Día 12 Futuroscope - Isla de Oleron (197Km.)

  Hoy parece que el día amanece mejor y sin duda es un buen momento para hacer kilómetros hasta Chinón. En la caseta donde se paga el parking de las auto caravanas, te sirven café y te venden croissant, así que aprovechamos para desayunar los ricos croissant franceses. Al poco de salir de Futuroscope, se me enciende en el cuadro de mandos del coche, el testigo con forma de bobina y automáticamente la furgo se empieza a ralentizar. Estamos en medio de la autopista y no encuentro ningún lugar para parar. Seguimos varios kilómetros a paso de tortuga, hasta que vemos que a un kilómetro hay un área de descanso. Apagamos el coche y se apaga el testigo y todo vuelve a la normalidad. Quince minutos más tarde de nuevo se enciende el testigo, esto me está poniendo de mal humor y volvemos a parar. Decidimos ir por carreteras secundarias, porque vemos que es un peligro seguir por la autopista.



  Seguimos la marcha hacia Chinón pero por carreteras secundarias. Tardaremos un poco más, pero es preferible a tener una pérdida de potencia repentina y que un trailer de los miles que circulan por las carreteras francesas nos ponga en órbita. De nuevo a los pocos kilómetros se enciende el testigo con forma de bobina pero a este testigo se la añade el de avería de motor. Paro rápidamente y ahora sí nos empezamos a asustar bastante. Estamos a muchos kilómetros de casa, no es sólo llegar a la península lo que me preocupa, lo que nos preocupa es que esto vaya a peor y perder el barco de regreso a Gran Canaria. Las nociones de mecánica que tenemos son muy básicas y está claro que cuando se te enciende dos testigos a la vez en el cuadro de mandos, "acojona" un poco. Nos bajamos de la furgo y se nos pasa por la cabeza buscar algún taller de Volkswagen cercano. Es media mañana y me acuerdo que llevo la tarjeta del mecánico que me revisó la furgo en Las Palmas y que ya me advirtió que este problema me podría volver a pasar. Lo hablo con el y me tranquiliza bastante. Me comenta que mientras los testigos no pasen a rojo no hay que porqué preocuparse. Hay que arreglarlo, pero que prosiga con el viaje y a la vuelta se repara.

  Con todo esto, decidimos que no vamos a hacer más kilómetros en dirección norte. Para no fastidiarnos las vacaciones desde ya, improvisamos una nueva ruta, pero en dirección sur, e intentar estar en la península lo antes posible por si hubiera algún contratiempo con la furgo. Tras mirar el mapa y las anotaciones que teníamos de posibles destinos para otro viaje, aparecía anotado en una esquina del cuaderno el nombre de la isla de Oleron. No teníamos muchas referencias, pero decidimos ir. Desde donde nos encontrábamos hasta la isla, el gps nos marca unos doscientos kilómetros, así que decidimos este nuevo destino entre la incertidumbre de si la furgo aguantará sin darnos problemas.


Vistas desde el puente de entrada a la Isla de Oleron


  En las más de dos horas de trayecto, ya no se volvió encender ningún testigo del cuadro de mandos. Parece que el cambio de rumbo le sentó bien a la mecánica. Llegamos sobre las seis de la tarde con la intención de buscar un camping donde descansar un par de días, y quitarnos el estrés generado por la vería de la furgo.

  Decir que era mi cumpleaños, pero que pasó a un segundo plano por los problemas ya descritos. Llegamos a la isla sobre cinco y media de la tarde. Hacía mucho calor y las vistas invitaban a un baño, pero primero teníamos que parar a llenar la despensa. No caímos en la cuenta de que estábamos en Francia y que aquí cierra todo muy temprano. En las isla hay bastantes camping, pero era mas de las seis de la tarde y en los campins en los que parábamos ya no quedaba nadie en recepción. En el último intento dimos de casualidad con la propietaria de un camping llamado Les Pins, sin pensarlo decidimos quedarnos en este un par de días e intentar celebrar mi cumpleaños con una merienda sorpresa.














Día 13 Isla de Oleron

  Hemos pasado la noche bastante bien, como ya dije el camping se llama Les Pins, y es un camping con los servicios básicos bastante obsoletos, o sea de los ochenta mínimo. La persona que lo regenta es muy amable, una persona mayor que sólo habla en Francés, pero que con la que me entiendo perfectamente. El camping tiene acceso directo a la playa a tan sólo cien metros, en la que curiosamente están divididas por una pila de piedras entre camping y camping. He estado buscando información, pero no he encontrado nada al respecto sobre la división de parcelas en la misma playa. Las parcelas están divididas de una forma un tanto extraña y las personas que pasan allí las vacaciones, en su mayoría son matrimonios jubilados Franceses.
  Quizás pese a la amabilidad de la persona que lo regenta y la tranquilidad que hay, puede que sea el peor camping donde nos hemos quedado. Paula no está muy contenta, porque no hay piscina y la playa que tenemos a cien metros tiene el agua muy fría, hay agua vivas (medusas). El día que llegamos la marea estaba baja, y era imposible darse un baño, debido a todas las rocas que había por todo el litoral. Esta misma mañana la marea estaba llena y en calma y aprovechamos pese al frío del agua, a darnos un baño porque hoy el día promete mucho calor.





  Después del baño, toca hacer la comida, unos macarrones especialidad de la casa, y de nuevo a la playa porque el calor es insoportable. Cuando refresque, tenemos intención de ir a un pueblito que está como a media hora del camping caminando, que se llama La Cotiniere.
  Llega la tarde noche, ducha y caminata en familia hasta la el pueblo llamado La Cotiniere. Típico pueblo Francés costero, muy pequeño, poco más de dos calles, que vive de la Lonja y en verano de la combinación del turismo y los productos del mar. Nos comimos unos típicos fish and frites, sentados en un banco del pequeño paseo del muelle, observando a estas gaviotas, tan diferentes de las que conocemos en Canarias. Tienen un graznido muy diferente y además el contacto con el humano se asemeja más al contacto que tiene el humano con una paloma.





  Terminamos la jornada en una pequeña feria que había instalada en las afueras del pueblo, para que Paula sacie su sed de diversión y compensar los nulos servicios para niños que tiene el camping. Retornamos al camping bajo una noche estrellada y muy calurosa, pero con la satisfacción de haber encontrado un lugar muy bonito, tranquilo y con gente muy amable. Mañana a primera hora, partiremos de la isla para seguir nuestro rumbo de regreso a la península, esperando que la furgo no nos de más problemas.






Día 14  Isla de Oleron - Le Teich (246Km.)


  Amanece un nuevo día, hoy toca levantarse un poco antes para poder recoger todo el desastre que tenemos montado después de estar dos días en el camping. Siempre nos pasa lo mismo, por mucho que madruguemos para salir tempranito, siempre nos dan las doce del mediodía. Teníamos pensado llegar al norte de la isla y visitar un faro del que había fotografías por todas las tiendas del pueblo.

  Hoy de nuevo hace mucho calor y al llegar al faro vemos que hay mucha gente para subir y encima hay que pagar para ascender los doscientos y pico escalones. Nos limitamos a realizar unas cuantas fotos, unos recuerdos y rumbo al sur de la isla, para coger el puente que comunica esta pequeña isla con el continente.







  Como ya comenté al principio, salimos tarde del camping y entre la visita al faro y un par de paradas más por algún pueblo de la isla, ya es la hora de comer y casualmente en cuanto cruzas el puente que una la isla con el continente, aparece el McDonald's de turno. En un segundo a mi hija se le abren los ojos como si no hubiera mañana y decide coger su segundo comodín de comer en un Mc. Aunque ya no hay roaming y tenemos datos de sobra en el móvil, decidimos aprovechar el wifi del restaurante para planificar nuestra siguiente ruta, ya que después de los problemas que tuvimos con la furgo, no habíamos planificado nada, y durante la estancia en la isla no hablamos nada del tema. Era tal la desconexión que no nos apetecía pensar en la siguiente ruta.



  Realmente lo que se nos apetece es descansar en algún lugar con buenas instalaciones, y en las que Paula pueda estar a su aire. Mientras terminábamos de comer, miramos algunas web de camping de la zona de Las Landas. Muchos de ellos son de cinco estrellas y muy caros, pero con unos servicios e instalaciones de cualquier hotel de calidad de nuestro país. Nos decidimos por uno que estaba al borde de un lago, con un pequeño parque acuático y con precio Francés.
Como queríamos aprovecharlo bien y todavía estaba bastante lejos, decidimos que era mejor pasar la noche en un punto más o menos cercano, que nos permitiera estar en el camping a media mañana y aprovechar las dos noches lo máximo posible.

  Viajamos por la autopista de peaje que va hacia Burdeos, durante el trayecto la temperatura no baja de los treinta y cinco grados y no dan ganas ni de parar para estirar las piernas. En principio vamos a pasar la noche en unos aparcamientos cerca de un embarcadero en el pueblo de Le Teich, cerca de Arcachón. Tiene bastantes comentarios y casi todos son buenos, exceptuando el último de hace poco más de dos semanas, donde relatan que unas personas se metieron a hacer escándalo y no dejaron dormir a la mayoría de los que allí se encontraban. Pero de todas formas vamos a pasar por el lugar y vemos que ambiente hay. Curiosamente hace ya unos años en otro viaje por estas tierras, nos quedamos muy cerca de allí, en el propio casco del pueblo, en una zona habilitada para pernoctar con poco más de cinco plazas al lado de la estación de tren, pasó que ya entrada la madrugada, vinieron unos adolescentes con motos a molestarnos. Estábamos solos en el área y lo único que pasó es que asomé mi cara de acabado de levantar y se largaron. Mi mujer e hija ni se enteraron.

  Volviendo a la carretera, cada vez se intensificaba más el tráfico, eso sin lugar a dudas significaba que estábamos llegando a Burdeos. No teníamos pensado pasar por la ciudad, pero como todavía era pronto, decidimos pasar por el centro y ver si se podía aparcar. Enseguida llegamos al centro de la ciudad y encontramos un aparcamiento en zona azul, que por el módico precio de tres euros, podíamos dejar el coche allí, hasta mañana. Son poco más de las seis de la tarde y hace muchísimo calor. Vamos a un punto de información turística y nos dan un plano de la zona. Nos encontramos la zona más comercial en el casco antiguo, con mucha gente en la calle, una calle muy larga en la que había todo tipo de gentes, muchos de ellos buscándose la vida, pidiendo, cantando, deambulando de un sitio para otro. Las calles por las que paseamos se encontraban bastante sucias para ser Francia y se respiraba algo de inseguridad o a mi me lo pareció. El ambiente es todo lo contrario al que nos habíamos encontrado por el resto de Francia incluyendo París, que nos la conocemos de otros viajes. Nos metemos en algunas tiendas a curiosear y con poco tiempo más ya que las tiendas cierran a las siete y media. Damos una vuelta por las zonas más importantes que nos indica el plano y ponemos rumbo al área de descanso que teníamos programado ya que el intenso calor no nos deja disfrutar de las bellezas arquitectónicas de la ciudad patrimonio de la humanidad por la Unesco.













  Finalmente pasamos la noche en Le Teich, en el área de Rue du Port (N 44°38'25.0836" W -1°1'10.812"). Al llegar, el aparcamiento estaba a tope de auto caravanas aunque todo en silencio. Conseguimos meternos a duras penas entre dos gigantesca autos, un baño refrescante dentro de nuestra California y un paseo por el embarcadero fue el preludio de una noche tranquila.


Día 15  Le Teich - Camping Resort & Spa La Rive (33,2 Km)

Pasamos la noche en un parking cerca del embarcadero del pueblo llamado Le Teich, muy cerca también de parque ornitológico. Noche bastante tranquila. Nos quedamos en la única plaza que quedaba libre y aunque había bastante movimiento de coches en un parking contiguo, este no fue motivo para pasar una mala noche.
Recogemos todos los bártulos, y ponemos rumbo para el camping de cinco estrellas que teníamos visualizado a orillas del lago, La Rive.
Teníamos la duda de si nos podríamos quedar dos noches sobre todo por el tema económico, van pasando los días y el presupuesto se agota. Al ser un resort y en temporada alta, nos saltaban todas las dudas.
El camino desde Le Teich, se nos hizo un poco más largo de lo que esperábamos, aquellas largas rectas en medio de los bosques de Les Landes, hacia que la intriga por saber que nos esperaba en dicho camping, fuera creciendo.
Después de una interminable recta, por fin llegamos al camping. La primera impresión es muy buena. Fuera del recinto hay pequeñas tiendas, que aunque con un precio por encima de lo normal, te evita estar saliendo del camping a por provisiones, ya que las tiendas más próximas están más o menos a una media hora en coche.
En cuanto entras a la recepción ya se no ya que nos es un camping normal, varias personas en el mostrador con la chapita con su nombre y los idiomas que habla. La chica que nos atendió hablaba Español, pero con algunas lagunas, suficiente para entendernos y explicarnos todo los concernirte a las instalaciones.
Nos dieron una parcela muy cerca de donde se concentra toda la actividad del camping. Yo le comenté que quería una parcela cerca de esa zona, pero que fuera tranquila. Yo confié en ella y nos dio la J123. Nos acompañó un chico en bicicleta y nos instalamos. Vimos que la cancha de deporte estaba muy cerca y que restaurantes, baños y piscina también, pero todo en un entorno muy tranquilo.
Aprovechamos para ver las instalaciones y de paso comer en el restaurante, que con un precio excesivamente caros, decidimos que estamos de vacaciones y que un día es un día.
El día está algo nublado y la temperatura es bastante suave y en un principio no apetece mucho la piscina, pero como la zona es como un mini parque acuático , decidimos y a probar y rentabilizar el precio del camping, que por dos noches, nos salió al módico precio de 123 euros.
La verdad que la zona de baño está muy bien conseguida, tanto para pequeños como para adultos. Todos las actividades que se concentran en este mini parque acuático, a diferencia de otros, este te permite compartir con los más pequeños todos los aparatos y por eso lo hace tan divertido. No tienes que estar vigilando en la zona infantil y no poder tu disfrutar de las actividades de adultos, sino todo lo contrario, las disfrutas conjuntamente con la familia.
Después de terminar bastante molido de todas la veces que jugamos a las carreras con mi hija por los toboganes, toca cena tranquila en la furgo y luego ver las actividades nocturnas del camping. Como prácticamente no habíamos estado por la parcela, no nos habíamos dado cuenta el escándalo que se formaba con los niños jugando al fútbol, esto minó un poco mi tranquilidad, pero no lo suficiente ya que en la normativa se hacía mucha incapié en el descanso.
Después de ver los espectáculos y con la idea de que a las once de la noche se terminaría todo y se podría dormir en silencio, oímos ya pasada las once que la música sigue y a toda marcha. Le digo a Oti que ya estarán terminando y de paso nos volvemos a leer la normativa. Nos llevamos una gran sorpresa al leer, que los espectáculos en los restaurantes son hasta la una de la mañana, y yo que estoy tan obsesionado con el ruido, maldigo mi mala fortuna siempre con los emplazamientos donde solemos pasar las noches y eso que le dije a la chica de recepción, que quería un sitio tranquilo.

FASCHI

Gracias por compartir Calipau, esperando estoy a ver como se tercia ese VIAJE. Te comprendo perfectamente ya que nosotros ya hemos viajado en el barco seis veces así, aunque la mayoría de veces vamos en camarote. Nada, esperando estamos . Saludos desde Las Isla Picuda . :roll: .palmas

calipau

Hola Faschi, gracias por tu comentario. Intentaré subir un relato todos los días.
La verdad que pese a todo los inconvenientes que uno se encuentra en estos viajes, siempre es especial recordarlos y repetirlos todos los años.

Saludos

calipau

Abril 24, 2018, 21:11:07 pm #3 Ultima modificación: Marzo 18, 2020, 13:26:31 pm por calipau
Día 6-7-8

FASCHI


Iosaneta

Tomo asiento, a ver si me sorprendes con algo nuevo para visitar de nuestra querida Francia...

Salud.2
Iosaneta III - Iosaneta IV

LA VIDA ES UN MISTERIO A DESCUBRIR, NO UN PROBLEMA A RESOLVER.

calipau

Hola Losaneta, veo muy difícil que te pueda sorprender con tu nivel de conocimiento del país vecino.


Saludos

Iosaneta

No te creas, aun me queda mucho por ver, tiempo al tiempo...
Salud.2

Cita de: calipau en Abril 28, 2018, 00:01:15 am
Hola Losaneta, veo muy difícil que te pueda sorprender con tu nivel de conocimiento del país vecino.


Saludos
Iosaneta III - Iosaneta IV

LA VIDA ES UN MISTERIO A DESCUBRIR, NO UN PROBLEMA A RESOLVER.

POPIT5


ford transit mataro

Si estais allí, ir a Colognge la Rouge
todo el pueblo esta hecho de pierra roja, arenisca del Bundsteintain... i muy bueno el paté de fois.

calipau

Cita de: ford transit mataro en Abril 28, 2018, 22:49:47 pm
Si estais allí, ir a Colognge la Rouge
todo el pueblo esta hecho de pierra roja, arenisca del Bundsteintain... i muy bueno el paté de fois.



Hola, desgraciadamente el relato es del verano pasado, lo intentaremos en una próxima ocasión.


Saludos

calipau

Abril 30, 2018, 00:23:51 am #11 Ultima modificación: Marzo 18, 2020, 13:27:13 pm por calipau
Día 9

calipau

Mayo 03, 2018, 20:32:19 pm #12 Ultima modificación: Marzo 18, 2020, 13:29:27 pm por calipau
Día 10-11

calipau

Mayo 14, 2018, 01:01:05 am #13 Ultima modificación: Marzo 18, 2020, 13:31:16 pm por calipau
Día 12

Iosaneta

Mayo 15, 2018, 00:37:18 am #14 Ultima modificación: Mayo 16, 2018, 10:24:50 am por Iosaneta
¿La Isla de Oleron no es de pago el paso por el puente?, algo :roll: recuerdo de un viaje volviendo de Bélgica y que nos metimos pero nos dimos la vuelta, o quizás ??? lo estoy soñando.

Salud.2
Iosaneta III - Iosaneta IV

LA VIDA ES UN MISTERIO A DESCUBRIR, NO UN PROBLEMA A RESOLVER.