Muchos kilometros por costas españolas, francesas y portuguesas. Siempre en busca de olas y viento. 80.000 km en casi 5 años dan para muchos recuerdos y muchas aventuras. No se como pero se le coge cariño a este cacharro. Un conjunto de hierros plásticos y maderas. Quizás sea por eso, por el número de horas aquí metido chorreando ilusión. Esperando a que salga el sol o esperando que empiece a nevar.
Bueno, después de este viaje daré el salto al mundo de las AC. Y esta burra mía, a seguir al lado de otro dando al menos las mismas alegrías que a mi me dio.
Bye bye!