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7595 Km
43 ciudades visitadas
9 países recorridos
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1. Salamanca (E) - Pancorbo (F)Sábado ocho de febrero de dos mil tres. Veinte horas y veinte minutos. Le metemos unos
eurillos de recarga a los
móviles, que entonces no eran
de contrato, y nos lanzamos a la aventura de
conquistar los lejanos Balcanes... en un <a href="http://cubiculo.321.cn">
Renault 21 camperizado</a>.
Sin miedo.
Si nos pasa algo grave tan lejos -pensamos-,
casi que nos hacen un favor... la póliza de asistencia nos repatriaría gratis, sin gastar gasolina, que seguro que vale más que el coche. Con ese optimismo se va calentando la cena en el horno del motor y, cuando por el tiempo transcurrido está a punto, nos la cenamos en una fría plaza desierta de la antigua travesía de la N620 en
Villodrigo (Burgos). A lo lejos un vecino se mete en su casa dejando un portazo apagado tras de sí. La noche y el frío arrecian.
Como acaban de publicar la nueva edición, como cada febrero, nos hacemos con el
Mapa de carreteras de España y Portugal de
Michelín en el área de servicio, salida 6, de
Villagonzalo-Pedernales, a las puertas de
Burgos. Le damos de comer su ración de la que entonces se llamaba gasolina
súper de 97. Este motor 2.0i tira muy bien con sus 121 CV, es elástico y brioso, pero glotón.
La noche es ya cerrada y el cuerpo nos dice
basta en el sobrecogedor desfiladero de
Pancorbo, en la N I. En un recodo de la intersección del acceso norte a la población buscamos un punto nivelado y cambiamos a
modo noche. O sea: pasamos la nevera de sus anclajes traseros a los pies del asiento del copiloto y la enchufamos al salpicadero para que siga conservando los alimentos frescos.
*imagen borrada por el servidor remotoA continuación echamos lo más adelante posible los asientos delanteros por sus carriles y ponemos el parasol aislante al parabrisas. Caldeamos un rato el habitáculo trasero y nos colamos dentro del pesado edredón: confort total por
cuatro durillos.
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2. Pancorbo (E) - Carcassonne (F)Uno de los más enigmáticos despertares abre el telón de nuestros sueños a la realidad de la mañana del domingo.
07:30: Nada de tráfico. Nada de camiones. Nada de ruidos... excepto el motor de un misterioso
Peugeot color rojo con matrícula de Valladolid, cuya numeración no anotamos.
*imagen borrada por el servidor remotoEn el interior, un varón de nuestra edad, unos 35 años. Para sigilosamente en el arcén izquierdo tras desviarse de su marcha sentido Irún. Muy despacito. Como escudriñando qué tipo de coche somos. Al ver las
bicis en el techo descartó seguramente nada inconveniente.
Desciende del vehículo, mira para todos lados y se dirige unos veinte metros hacia el talud junto al que estamos
dormidos. Escudriña certeramente entre la maleza, remueve unas piedras y toma una bolsa de basura negra algo abultada, como con peso. En un instante se vuelve a meter en el turismo y reemprende la marcha en el mismo sentido. Vuelve el silencio.
Las especulaciones sobre este tipo de
tomas y recogidas de material os las dejo a vosotros. Nosotros tenemos formada una opinión, pero carece de importancia.
Con estos bonitos roquedos, salimos del desfiladero y, antes de llegar a
Miranda de Ebro,
(http://img99.imageshack.us/img99/592/pancorbofx6.png)
nos desayunamos y compramos lotería nacional (que no nos tocó, como podréis suponer por la de tiempo que tardamos en encargar la
Marco Polo) en el primer bar de carretera a nuestra derecha. El café nos espabila. Vemos que no hemos soñado nada de lo de antes. Son las cosas que se ven cuando uno viaja a lo
hippie.
Nos aprovisionamos la bodega en el
Eroski de la localidad guipuzcoana de
Tolosa y llenamos, camino de la cara Francia, la alacena de debajo de la cama.
*imagen borrada por el servidor remotoY ya en la autopista
A64, cerca de
Pau, por donde estuvimos frecuentando los locales más divertidos de la noche, nos agenciamos el mapa en curso de carreteras de Francia en la estupenda escala 1:200000, pastas duras, que acostumbra a publicar la
Editorial de viajes Michelin por allí. Detalladísimo y recomendable.
(http://tbn0.google.com/images?q=tbn:SsPYY2DhOwjISM:http://www.libreriafrancesa.com/libreria-es/imgs/imgs-libreria/diccionariosatlasyesc/michelin.jpg)
Cenando por las áreas de descanso, alcanzamos
Toulouse a tiempo de continuar la diversión y descansando en el aparcamiento de la isla
du Ramier, junto a lo que hoy es el
Casino y entonces era una inmensa escuela profesional de Química.
Luego otro estirón hasta el área de descanso de
Carcassonne, esa ciudad doblemente amurallada que parece un
Exin Castillos de verdad.
Así la veríamos a la mañana siguiente:
(http://img70.imageshack.us/img70/8534/carcasonne1ot9.png)
(continuará)
osti yo q me preparaba para varios tomos de viaje y me has dejado a medias...
seguiré el post como en otros
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3. Carcassonne (F) - Pas de Oullier (F)Bien aseaditos con algo de frío, repostamos depósitos y víveres en el hipermercado
Géant, cadena verdaderamente económica,
*imagen borrada por el servidor remotoy nos lo comemos en el área de descanso de
Lespignan, ya en la transitada autopista
A9.
*imagen borrada por el servidor remotoUn poco de esparcimiento más tarde, en las áreas de
Gigean primero y más tarde en la de
St Aunès y en la preciosamente acondicionada de
Nîmes, donde se recrea, como no podía ser menos junto a la célebre capital romana, la
scaena de un teatro.
*imagen borrada por el servidor remotoYo propondría
un término medio: ni la
mierda de arcenes con cubo de basura (a veces sin él) en que consisten las pocas áreas españolas, ni la magnificencia de las francesas que se permiten estas licencias multimillonarias para dignificar el descanso del conductor.
Un agradable paseo por el centro de la otra gran ciudad romana de Provenza,
Arlés, es lo siguiente que hacemos. En la comisaría de la policía no les quedan planos turísticos, pero no nos importa: el casco histórico es intuitivo de conocer.
En otro área, ya pasada
Marsella por su circunvación norte, junto al bello puerto de montaña llamado
Pas de Oullier, sobre la bahía de
Cassis, en la
A50, nos entretenemos para terminar el día.
(continuará)
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4. Pas de Oullier (F) - Ventimiglia (I)A un paso está
Toulon, la base naval francesa más importante del Mediterráneo, llena de destructores de la
Armée, apuestos marineros con galones por todas partes y ambiente militar. Es una especie de la pontevedresa
Marín o la murciana
San Javier. Incluso la gaditana
San Fernando, pero con mucho
glamour. Una imponente rada:
(http://www.campingclairdelune.fr/tourisme/images/Rade.JPG)
Allí repostamos de todo y nos agenciamos la
Guía Roja de hoteles y restaurantes. La
biblia por la que guiarse en las buenas mesas del país. Y también extraordinarios mapas urbanos y de
accesos a las ciudades en una época en la que todavía tener un
navegador era ciencia-ficción.
*imagen borrada por el servidor remotoUn esfuercillo más por los paisajes y las zonas de descanso de
Cannes y nos plantamos literalmente en primera linea de playa nada menos que en la
Promenade des Anglais, el vistoso paseo marítimo de
Niza. Está completamente prohibido para
campers y autocaravanas. No nos importa: nosotros somos un simple
derivado de turismo (
ITV 3100) que tiene cama.
Bajamos las
bicis y nos lanzamos a la conquista del centro. Las tías patinan por las aceras, la brisa fresca pero agradable nos golpea las mejillas: Atardece en la
Costa Azul.
*imagen borrada por el servidor remotoEn un mes frío como febrero
es importante no alejarse mucho del mar. Gozaremos del beneficio de su vecindad: en las costas que no son el Báltico casi nunca hiela.
Ante nuestros obnubilados ojos pasaron inalcanzables hoteles de lujo como el
Negresco, tan ligado a los comienzos de nuestro
chef Ferran Adriá; en los escaparates de las numismáticas series completas de euros de la dificilísima acuñación de
Mónaco a más de 400 € el estuche...
(http://i9.ebayimg.com/04/i/08/72/d9/1e_1_b.JPG)
Dio tanto de sí la visita a la capital y a sus encantos que nos olvidamos de cenar a la hora francesa. Lo único que quedaba abierto era la
hamburguesería de los aros y allí nos metimos antes de pasar al Principado.
Pero patear en la soledad de la noche las frías calles junto a
l Museo Oceanográfico, el
Casino o el
Palacio de los Príncipes sólo lo hicimos después de ir a
la curva.
No: no es la curva del circuito del
Gran Premio. Es la curva
de herradura donde el 13 (para que luego digan que no da mala suerte) de septiembre de 1982, seguramente porque
pisó el acelerador en lugar del freno en su coche automático, acaso por la excitación de la discusión que traía con su hija, la princesa Estefanía, salió despedida la
semidivina Grace Kelly hacia un huerto situado cuarenta metros más abajo del precipicio, junto al camino de
Bautugan, en la sinuosa carretera
La Turbie -
Cap d'Ail.
Murió al día siguiente. Nuestras luces unidas a las del coche que subía por la derecha ayudaron a hacer la foto.
*imagen borrada por el servidor remotoCon el recuerdo de su inmensa belleza truncada por la desgracia
*imagen borrada por el servidor remotofuimos viendo (por fuera) los escenarios de una vida de cuento. El
palacio donde moró,
*imagen borrada por el servidor remoto*imagen borrada por el servidor remotola
catedral donde se unió al linaje de Rainiero III,
*imagen borrada por el servidor remotoel
casino donde jugó rodeado de la crema de las finanzas,
*imagen borrada por el servidor remotoel insuperable
restaurante Alain Ducasse (cinco tenedores rojos y tres estrellas,
lo más de lo más en un lujoso palacio) donde tantas veces acudió,
*imagen borrada por el servidor remotoy el exclusivo
puerto deportivo donde atracaban sus yates y los de la aristocracia de medio mundo.
*imagen borrada por el servidor remoto*imagen borrada por el servidor remoto.
Esa ciudad-estado llena de selectas
galerías de arte,
*imagen borrada por el servidor remotoutilitarios de matrículas pequeñitas y precios disparados,
*imagen borrada por el servidor remotodonde una casita de cuatro habitaciones cuesta
once millones de euros.
*imagen borrada por el servidor remotoEso, y muchas cosas más, es
Mónaco.
Con los ojos fuera de las órbitas de ver la
pasta que tiene y se gasta la gente pasamos por la puerta del casino con tan mala suerte de que
dos policías municipales de blanco impoluto nos dieron el alto para preguntarnos -atención a la humillante pregunta- si nuestro coche
tenía seguro. Cuando nos marchamos, un metro después de arrancar de nuevo, el motor se caló y una sonrisita paternalista iluminó los rostros de aquellos dos ángeles de la seguridad y tiñó de rojo los nuestros.
Años después, para sacarnos aquella
espinita, aparcamos nuestra
Marco Polo negra en la mismísima puerta del Casino durante un paseo navideño. La vida, que da muchas vueltas...
*imagen borrada por el servidor remotoEnseguida nos alejamos de allí rumbo a la frontera italiana. Nada más pasarla por los túneles de la autopista
A10, llamada
dei Fiori, nos salimos por la complejísima y fea área de servicio de
Ventimiglia, famosa hace unos días (diciembre de 2007) por los incidentes y hacinamientos de camioneros debidos a la huelga feroz que afectó a los transportistas de ese país. Que, además, tenía un peaje
doble.
*imagen borrada por el servidor remotoY en lo que nos pareció (atrevida ignorancia) un lugar tranquilo al final de la playa nos dormimos soñando con ser ricos alguna vez... sin decírselo a nadie.
(continuará)
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5. Ventimiglia (I) - Viareggio (I)Una serenata con aire
allegro ma non troppo y matiz
fortissimo, pero interpretada por vociferantes empleados con diabólicas motosierras nos hizo volver a la realidad. Habíamos estacionado justo al lado de un jardín del paseo marítimo donde casualmente estaban de mantenimiento.
Sigilosamente, nos cambiamos de sitio para pasar ese rato de mala leche cuando te despiertas por la fuerza pero no tienes prisa por levantarte. Luego, como el nuevo lugar era bastante discreto en una zona de solares sin construir muy tomada por la vegetación, allí nos aseamos y empezamos a incubar alguna infección de vías respiratorias superiores.
Sin volver todavía a la autopista, nos aventuramos un poco por las tortuosas carreteras de la costa hasta la
ciclista San Remo, donde conocimos su
decadente casino. Está visto que en toda localidad de costa con
pretensiones hay un casino.
(http://www.dkimages.com/discover/previews/883/20188634.JPG)
Y de allí nos sumimos por fin en el
gran espectáculo que todos los que habéis ido alguna vez a Italia por la
Riviera recordaréis: una
incesante sucesión túnel-viaducto-túnel-viaducto-túnel-viaducto... hasta el infinito... bueno, hasta ¡
67 túneles y
90 viaductos en sólo 113 km! que ocupan exactamente el 60% del kilometraje. Y es que
los Alpes caen a pico sobre el golfo de Génova y todos los valles son perpendiculares al mar de Liguria. Así es que la
Autostrada dei Fiori está prácticamente
horadada y volada.
*imagen borrada por el servidor remotoSi alguien quiere saber más detalles, están todos <a href="http://motorways-exitlists.com/europe/i/autostrade/a10.htm">
pulsando aquí</a>.
Bueno, pues por esa joya de la ingeniería, que se ha quedado ya pequeña (dos carriles por sentido no bastan para tanto tráfico pesado), llegamos hasta la fría, canalla y algo caótica
Génova. Ciudad gris, industrial hasta la saciedad, demasiado poblada y con la riqueza especialmente mal distribuida, donde conviven las anchas avenidas creadas durante el período del
fascismo italiano con tortuosas callejuelas portuarias donde los delitos contra la propiedad son el pan de cada día.
En uno de esos inmensos
viale mussolinianos (Guglielmo Marconi) arrumbamos el coche por unas horas en una esquina y con 1ºC cogimos las
bicis por otro (Brigate Partigiane) con menos abrigo del recomendable. Nuestros
estreptococos faríngeos empezaban a replicarse a sus anchas.
En un cruce dudamos, y
una vistosa chica policía municipal con casco blanco
demodé tipo
Calimero puesta en el centro de un cruce nos confirmó a nuestras preguntas que la dirección que llevábamos era la correcta con un bonito
-
Certo. Bravissimo!Vimos y disfrutamos por el centro todo lo que pudimos y, con un poco de prisa por el problemático lugar en el que habíamos estacionado, volvimos rodando hasta él. El coche estaba en su sitio y con todo en orden.
Con la alegría de volver a
casa, pero cada vez más doloridos ambos de la garganta y con fiebre, empezamos a tirar de la
farmacia del coche. Y avanzamos un poco más, pero con bastantes ganas de
abortar el viaje a causa del dolor y la flojera. Habíamos
caído malos, como se decía antes.
Antes de llegar a
Pisa, nos salimos de la autopista
A12 a la altura de
Viareggio por un ramal paralelo, muy cerca del parque natural
Migliarino, en una zona -lo averiguamos después- que en verano está llena de playas nudistas y bosques donde se practica abiertamente
sexo en grupo. Pero que por la noche es un hervidero de prostitución local. Habíamos dado con el sitio inadecuado.
Bingo: la
Via dei Lecci de la
Marina di Torre del Lago.
Pero estábamos tan hartos, con tanta fiebre y sueño que mientras veíamos a dos putas charlar a lo lejos, heladas de frío, una de ellas con movimientos
autistas de vaivén del tronco, nos quedamos profundamente dormidos. La
Azitromicina corría por nuestras arterias reparando daños.
(continuará)
;)
Una casita, lo que se dice casita no es.....
Con 330 Mtr2, son seis veces mi casita.
Saludos y un .palmas por el relato y las .fotografo.
Esperamos otra remesa impacientes.......
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6. Viareggio (I) - Colonna di Grillo (I)El tráfico ferroviario (pesados
convoyes de mercancías, sobre todo) que pasaba muy cerca de nosotros, entre la calle de las putas y la
Via Aurelia, célebre calzada romana que unía Roma con la región de Liguria, o sea, más o menos el itinerario por el que venimos, nos fue despertando. Después de desayunar seguíamos afectados, pero algo recuperados. Así es que se nos renovó de luz todo lo que por la noche veíamos tan negro.
Va a ser verdad lo de que la glándula
pineal regula el estado de ánimo.
Un tranquilo barrio a la entrada de
Pisa, cerca de la estación de
San Rossore nos dio confianza suficiente para aparcar. Por allí sólo había apacibles señoras haciendo las compras del jueves. Así es que bajamos las
bicis, memorizamos que nos
posábamos en
Vía Po e, increíblemente cerca, allende un paso a nivel con barreras, estaba la torre inclinada y todo lo demás: el cementerio, el baptisterio, la catedral... como lo conocemos por los libros,
*imagen borrada por el servidor remotoy las pintorescas riberas del río
Arno, el mismo que baña los puentes de Florencia.
*imagen borrada por el servidor remotoEl tiempo empezaba a cambiar. Más al sur, más sol, mejor temperatura.
De allí nos fuimos a comer a una ciudad tan desconocida como bella. Amurallada, accesible, muy viva... Se llama
Lucca. Tras sus alrededores contemporáneos, en algunos de cuyos edificios se reflejaba nuestra silueta,
*imagen borrada por el servidor remotose esconden bellos rincones como esta plaza de lados irregulares (no olvidaremos el
pan que nos despacharon unas simpáticas empleadas de tahona),
*imagen borrada por el servidor remotoo la casa donde vivió el gran violinista genovés
Paganini.
*imagen borrada por el servidor remotoCon las
bicis se avanza muchísimo, se ve todo panorámicamente.
*imagen borrada por el servidor remotoÉsa es una de las últimas fotos de una cómoda
doble suspensión que un amigo de lo ajeno me robó (cadena incluída) en una calle del ensanche de
Barcelona, meses después.
Los
palacios que pueden divisarse desde las murallas,
*imagen borrada por el servidor remotoalguno de los cuales
sólo emplean la parte plana de las
tejas romanas (tegulae) montadas en las dos posiciones (canal y cobija), cosa curiosísima que sólo hemos visto allí.
*imagen borrada por el servidor remotoEl el tejado de más arriba pueden verse en la disposición normal: las
tegulae (parte plana) haciendo de
canales y los
imbrices (parte curva) haciendo de
cobijas.
Cuando la luz empezó a bajar pusimos proa a
Florencia y dejamos el coche no en el abarrotado aparcamiento municipal de la
Fortezza (la ciudadela) que no nos inspiraba cosas muy buenas, sino en una tranquila calle al estilo
amstelodamés, junto a un canal, la via
20 Settembre. Estaba unos 300 m más lejos del centro. Pero ¿a quién le importa llevando
bicis?
*imagen borrada por el servidor remotoNo nos podemos entretener demasiado en la Toscana porque las fechas mandan. Hubiera estado muy bien esperar hasta la mañana para ver el
David de Miguel Ángel Buonarroti en la
Academia o pasar a los
Uffizi a ver cómo nacía
Venus de la espuma del mar, pero seguro que dentro de unos años, ya viejitos, podremos cogernos un vuelo con tres noches y
ponernos las botas a ver cuadros. Ese día nos maravilló la arquitectura del exterior de la
galleria, por ejemplo,
*imagen borrada por el servidor remototanto como la intensa vida estudiantil, turística y de ocio con que palpitó la ciudad toda la tarde.
Una farmacia donde comprar algo que contuviera
Acetilcisteína para expectorar nos confirmó que lo importante no es saber cómo se llama el medicamento que tomas en España sino qué
principio activo debes nombrar en el extranjero para que te atiendan porque fuera se presentan bajo otras marcas.
Largos paseos por el
Duomo, la plaza de la
Signoria, el
Ponte Vecchio y sus joyerías y sus candados cerrados puestos por enamorados... (único respetado por las bombas de la II Guerra Mundial), el palacio
Pitti o el corredor
Vasariano fueron completando las piezas imprescindibles de cualquier visita panorámica a la joya del
Renacimiento. Por ser un poco fanfarrones, podríamos decir que Florencia es como
Salamanca, pero un poco más grande.
Con los últimos bocados
a dos carrillos en una conocida hamburguesería de
Via Cavour nos encaramamos, ya con el coche, al mirador donde la gente suele ir a
follar con vistas en los suyos. Haced memoria y veréis que pasa en todos los miradores del mundo. Y es que no es para menos el espectáculo de la
Passeggiata ai Colli:
*imagen borrada por el servidor remotoLa humedad del Arno empezó a convertirse en neblina gélida, la temperatura se precipitaba por un abismo... y nosotros nos desplazamos hasta la cercana
Siena a cuyas puertas aparcamos llenos de bufandas, guantes y abrigos. Creo que
nunca hemos visitado una ciudad con más frío. Suerte que es un casco histórico tan pequeño como encantador donde creo que la helada no nos dejó apreciar lo suficiente los escaparates con
libros antiguos de anatomía,
*imagen borrada por el servidor remotola
plaza del Campo donde cada verano se celebran al menos los dos campeonatos de
Palio,
*imagen borrada por el servidor remotoy su intrincada, oscura y enigmática red de
callejuelas medievales ideales para rodar cualquier película de suspense o
gore del duro.
*imagen borrada por el servidor remotoLas fuerzas no nos dieron más que para llegar a la pequeña localidad, camino de la autopista de Roma, llamada
Colonna di Grillo. En el cruce de entrada una cálida
trattoria en un caserón solitario con aparcamiento iluminado y muy pocos coches...
- Nos haremos clientes suyos por la mañana. Ahora toca dormir.Y así fue.
(continuará)
que buenos viajes ¡que sigan y no paren! .baba sigue sigue contando
*imagen borrada por el servidor remoto
7. Colonna di Grillo (I) - Roma (I)Amanece el día de
San Valentín y dos
cappuccini en la
trattoria nos activan. Para mayor abundamiento, tienen unos baños grandes y limpios donde nos hacemos la
toilette completamente. Y
de tirón hacia la
ciudad eterna, parando apenas a comer en una de las áreas de descanso de la autopista
A1.
Cuando entramos en el
GRA (
Grande Raccordo Annulare, algo así como la
M40, que allí es la
A90) ya atardecía.
Entrando por el norte de la ciudad, nos detuvimos unos minutos a ver las famosas instalaciones del
Foro Italico, algo así como lo que queda de los edificios que se construyeron desde los años treinta del siglo XX y que sirvieron en parte para la olimpíada de Roma de 1960. Nos asomamos, por ejemplo, frente al puente
Duca d'Aosta sobre el Tíber, a la grandiosa piscina cubierta donde una mitad se estaba usando para un partido de
waterpolo y la otra para natación
libre:
*imagen borrada por el servidor remotoMuy cerca de allí está el sitio escogido para aparcar: el
Albergue de Juventud. Las razones: primero porque no está muy lejos del centro en
bici; segundo porque hay mucha vigilancia (hay una instalación del Ministerio de Justicia enfrente, en el antiguo
Scherma, y tienen cámaras por todas partes); tercero porque pasa bastante gente
mochilera etc y nunca está apartado; y cuarto porque siempre hay sitio libre.
*imagen borrada por el servidor remoto<a href="http://maps.google.es/maps?f=q&hl=es&geocode=&q=roberto+morra+roma&sll=40.964972,-5.663047&sspn=0.127809,0.265045&ie=UTF8&ll=41.926522,12.457683&spn=0.001968,0.004141&t=h&z=18&om=1">
Coordenadas Google maps de este lugar</a>
Pues eso: allí dejamos al
21 con toda tranquilidad. Entramos a ver cómo eran las
duchas del Albergue por si en otro momento nos apetecía usarlas. No nos dijeron nada. Allí hay gente de todo el mundo entrando y saliendo. Es como una
torre de Babel.
Pusimos lo más imprescindible en el macuto y a pedalear hacia la plaza del
Popolo primero y a la plaza de
España después.
Zigzagueamos las ruedas entre
tiendas para gente fina,
*imagen borrada por el servidor remotocastañerías ambulantes,
*imagen borrada por el servidor remotoy hasta con la mismísima
Guardia Civil. Sí, sí: habéis oído bien, no nos lo
s quitamos de encima ni en Italia ;D. Aquí en la mismísima
plaza de España*imagen borrada por el servidor remotomezclado entre la gente, como un turista más, vemos de repente
a un tío con uniforme de
guardia segundo como paseando... ¡ en Roma !
- Mira: ¿eso no es un guardia civil?
- Sí... parece.
- ¿En Roma? ¿De uniforme?Ni corto ni perezoso me decido. No me dan ninguna vergüenza estas cosas...
- Oiga, perdone, ¿es Vd guardia civil?
- Sí.
- Y... ¿está Vd de turismo con el uniforme?
- No: es que estamos de servicio, esperando una visita. Como no salgo de mi asombro...
una visita, de servicio... y al tío se le ven
enrollao, lo sigo
bombardeando a preguntas. Y ya todo se aclara:
- Es que ésa- señala con el dedo -es la Embajada de España ante la Santa Sede.*imagen borrada por el servidor remoto- Ah, claro... ¡por eso se llama Piazza di Spagna!De cotilleo en cotilleo, pasamos por la puerta del hotel
D'Inghliterra donde el
Conde Lecquio y la
Mar Flores le pusieron los cuernos al empresario Fernando Fernández Tapias, fotos que luego aparecieron publicadas tres años despues, en 1999, en la revista
Interviú.
*imagen borrada por el servidor remotoLo siguiente fue un poco de diversión nocturna a pesar del frío por la zona de
Stazione Termini, y luego las
bicis rodaron por la presidencia de la República en
plaza del Quirinal.
*imagen borrada por el servidor remotoen cuanto arreglamos un agujero en la mía con ese milagro de
reparapinchazos en
spray que venden por unos 3 € en los
Decathlon y tiendas de recambios ciclistas. Solemos llevar uno por si acaso siempre.
(http://www.galpenergia.com/NR/rdonlyres/716DF7BD-999E-4E5A-B9CB-BB7AEFF14656/0/SPRAYANTIFURO.gif)
De esa colina bajamos a la
Fontana di Trevi, siempre, aunque sea tarde, abarrotada de gente,
*imagen borrada por el servidor remotoy después a la cúpula de hormigón más antigua de la arquitectura de todos los tiempos que aún está en pie: el
Panteón.
*imagen borrada por el servidor remotoMuy cerca, junto al
templo de Adriano de plaza
di Pietra, esta bonita tienda de juguetes artesanales de madera
*imagen borrada por el servidor remotonos aproxima a la
plaza Navona. El hambre aprieta. Así es que, tras comprobar en la fuente
de los cuatro ríos*imagen borrada por el servidor remotoque cuando la esculpió
Bernini todavía no se conocía en dónde nacía el Nilo y que, por tanto, está representado con los ojos vendados,
*imagen borrada por el servidor remotonos metemos en una de esas
pizzerías pequeñísimas, a pie de calle (en via
T. Millina) donde humeaban ricas porciones cuyo sabor nunca olvidaremos.
El día se va acabando. Por nuestros labios siguen desfilando
crêpes y helados, y por nuestros ojos las alcantarillas que todavía conservan las cuatro siglas de la Roma del siglo I,
SPQR (El Senado y el Pueblo Romano),
*imagen borrada por el servidor remotoel castillo del
Santo Ángel, baluarte ya vaticano,
*imagen borrada por el servidor remoto y desde luego, la
plaza de San Pedro, que duerme a esa hora. Los curas siempre se han acostado
prontito. Por ella pasamos después de volver al coche a subir las
bicis.
*imagen borrada por el servidor remoto Unas panorámicas por el
Anfiteatro Flavio *imagen borrada por el servidor remotoy un buen paseo todo lo largo que es el
circo máximo, para medir con nuestros pasos todo lo que recorrían las cuádrigas, acabaron con nuestras fuerzas.
En Roma
tuve una sensación muy especial. A ver cómo lo explico: cuando durante muchos años has estado estudiando al detalle, barrio por barrio, edificio por edificio, cómo era la capital de Occidente, su historia, sus transformaciones, sus ampliaciones y tragedias... al llegar allí y pisar ese suelo, te sientes como en un
déjà vú, como si ya supieras lo que va a aparecer a la vuelta de cada esquina.
Tú ya lo sabes. Aunque jamás hayas estado. Todo te sorprende, pero no te sorprende igual. Todo lo miras con ojos críticos:
esto parece más pequeño, esto estaba así antes y luego le hicieron lo otro... Y cuando te marchas,
parece como si hubieses vivido toda la vida allí. Es lo que tiene ser filólogo clásico en Roma.
Encontramos muy cerca de los jardines de las
Termas de Caracalla este rincón
furgoperfecto de noche y allí nos acostamos.
(http://img301.imageshack.us/img301/1082/fichanumapompilio3rj.png)
*imagen borrada por el servidor remoto
8. Roma (I) - Valmontone (I)El ir y venir de gente, los gritos de consignas, las
banderas con el arco iris ondeando... fue lo primero que vimos mientras nos aseábamos en nuestro discreto rincón.
*imagen borrada por el servidor remotoNo se trataba de ninguna manifestación del
gay pride sino, casualmente, la
primera gran manifestación europea en contra de la anunciada invasión de Irak que un mes después (el 20 de marzo) protagonizó una coalición internacional en la que Italia y España también metieron baza.
A ella nos sumamos, en un ambiente festivo, a lomos de las
bicis. En el
Foro Romano, verdadero centro histórico de la
Urbe por antonomasia, como suele suceder a diario, cientos de
gatitos son alimentados por ancianas quizá con carencias afectivas y oportunos turistas hartos de las
mortadelas de sus
bocatas de hotel.
*imagen borrada por el servidor remotoJunto a la inquietante silueta del templo de los hermanos
Castor y Pollux,
*imagen borrada por el servidor remotoencontramos no sin esfuerzo el
ombligo del imperio:
*imagen borrada por el servidor remotoo sea, el punto central de Roma desde el cual
empezaba la numeración de todas las calzadas radiales que partían hacia las lejanas provincias. Algo así como el
kilómetro cero de la Puerta del Sol de Madrid,
*imagen borrada por el servidor remotodonde comienza la de las españolas.
Por la avenida de los
Foros Imperiales empezamos a serpentear el centro: el
Vittoriano,
Il Gesù, más pizzas a salto de mata... y una rápida subida a la cúpula de San Pedro, desde donde puede verse la
basílica con otra óptica
*imagen borrada por el servidor remotoy
la ciudad en panorámica.
*imagen borrada por el servidor remotoPero hay que pagar el precio de
subir escaleras con el cuerpo torcido...*imagen borrada por el servidor remotoy largas colas para el ascensor y los curiosos controles de seguridad de una inquietante institución salpicada en medio mundo con escándalos por tocamientos y violaciones a niños que, sin embargo,
no tolera que la gente enseñe los hombros ni las rodillas en sus locales.
*imagen borrada por el servidor remotoEn el suelo de la basílica, unas incrustaciones metálicas comparan las
longitudes de los templos más grades de la cristiandad con la de San Pedro, y queda demostrado que
ellos la tienen más larga ;D. Os paso la de
Sevilla, por ejemplo, que con
132 metros se queda la tercera frente a los
186 del Vaticano.
*imagen borrada por el servidor remoto*imagen borrada por el servidor remotoMás atracón de piedras por los templos de
Vesta, la
Fortuna Viril, los arcos de
Jano y de los
Argentarii, cuna del prestamismo bancario... y un reponer fuerzas visitando de nuevo la despensa donde teníamos aparcado el coche: Todo en orden por allí.
Nos volvimos a alejar hacia otras zonas para ver
San Pietro in Montorio y conocer la
macroestación ferroviaria
Termini. Por los lugares divertidos de ese barrio aprovechamos muy bien el tiempo antes de surcar los jardines de
Villa Borghese, el pulmón verde de la ciudad, a cuyas puertas vimos en directo un accidente de automóvil.
Luego un poco de
glamour recorriendo la
felliniana Via Véneto y su verdadera
dolce vita nos devolvió de nuevo hasta la plaza
Numa Pompilio donde teníamos el
campo-base.
Para
salir de Roma elegimos el antiguo recorrido de dos calzadas de renombre: la
Via Latina primero, donde visitamos en el número 22 la
Curia Generalizia Marianisti, y la
Via Appia después, donde nos dimos el gustazo de
conducir un automóvil del siglo XX por un empedrado hecho 2315 años antes !.
*imagen borrada por el servidor remotoEstaba prohibido, pero fue un pecado venial. Nadie nos vio gozar de este pequeño placer para los que sabemos que la
summa crusta de la calzada es capaz de aguantar eso y mucho más.
De hecho, durante unas obras sucedidas en Salamanca en el puente
Enrique Estevan, se desvió todo el tráfico de gran tonelaje ¡
por el puente romano ! y no pasó nada.
Tras ver los famosos mausoleos que jalonan la
Via Appia, la autopista
A1 nos acercó hasta
Valmontone. Allí nos salimos a la carretera paralela
SS6 y encontramos un agradable llano debajo del viaducto del ferrocarril, cerca de unos chalés aislados.
(continuará)
sigo esperando el final del viaje, muy interesante la cronica....
Estuve dos veces en Roma este año y nunca la acabas de conocer,..... es enorme .loco2
y no hablemos de su pizzas.....
*imagen borrada por el servidor remoto
9. Valmontone (I) - Pompeya (I)Nunca podríamos perdonarnos habernos desviado un poco hacia la península itálica y no haber hecho una visita, aunque fuera fugaz, al Sur.
El Sur no es Italia: es otro país. En clase de geografía e historia
nos engañaron. O, si queréis, lo podemos plantear al revés: El Norte no es Italia. La verdadera está de Roma para abajo. Uno se da cuenta por algunos detalles:
- Pararse en los
semáforos en rojo es opcional. En serio: completamente opcional. Si es de noche, es una temeridad que el extranjero permanezca parado en ellos. Puede ser embestido y, encima, tachado de
gilipollas.
- Un policía puede indicarte cómo ir a una calle pidiéndote que entres primero por una en
dirección prohibida- En lugar de líneas continuas en el suelo, hay
bordillos sobreelevados, para hacerse respetar
- Si pides
ticket o
factura en algún sitio te miran con una mezcla de sorpresa y desprecio, como si fueras inspector del fisco
- Muchos
jóvenes están sin hacer nada a cualquier hora apoyados en grupo en cualquier sitio
- La
comida está más rica que en el Norte y la mitad de barata
- En materia de tradiciones, moral y
sexo, pese a lo que parece en la televisión, están todavía
más reprimidos, si cabe, que el resto de presuntos compatriotas
- Mandan las
mujeres. Ser una
mamma es el más alto escalafón de la sociedad. Su sola presencia
acojona al
capo más veterano
- Los
baches de las calles y carreteras se representan con
curvas de nivel en los mapas topográficos
- Las
motos, llamadas
motorini, van, preferentemente, por las aceras
- Las edificaciones son
sucias y decadentes, al contrario que las personas, que están radiantes y alegres
El camino hacia ese Sur profundo, cinematográfico, donde el poder está estructurado de forma mafiosa, de forma paralela a una Administración existente pero casi inoperante, comienza nada más trasponer los umbrales de la región del
Lazio.
En la misma panadería de
Valmontone nos hacemos acopio de dulces y pan y almorzamos en el primer área de descanso, de las pocas que empiezan a aparecer ya. En la de
Aquino, donde
no nació Santo Tomás, aunque sí murió muy cerca, en
Fossanova, un poco más adelante, nos tomamos el café antes de emprender la subida a la
Abadía de Montecassino, de espléndidas vistas.
*imagen borrada por el servidor remotoEn esos muros, destruidos exactamente el 15 de febrero de 1944 en la última de las cuatro batallas libradas allí durante el asalto final de los
aliados en la II Guerra Mundial, o sea, casual y justamente 49 años antes de la jornada de nuestra visita, fue donde San Benito fundó en pleno siglo VI una de las órdenes religiosas más célebres:
los benedictinos, que tanto
bien hicieron a la cultura occidental transmitiéndonos copias de los manuscritos clásicos en sus
scriptoria. Bueno, creo que muchos habréis leído (o visto la película)
El nombre de la Rosa.
Como ya es tarde por la tarde, la abadía está cerrada. Una ventisca gélida nos impide disfrutar del panorama como es debido. Tan cerca de la costa, su mirador está a 520 metros de altitud y el espectáculo es amplísimo. Así es que, nada, continuamos hacia
Nápoles.
Se trata de la capital del Sur. Fijaos si les da todo igual que es la ciudad más grande del mundo situada más cerca de un volcán activo. Pero les da lo mismo. Como dice su refrán:
la cercanía de la muerte exalta la vida.
Una
erupción inesperada, sin un buen plan de evacuación, con salidas y accesos penosos (toda la bahía está rodeada de un circo montañoso) y en una hora o poco más les puede pasar lo que les pasó a los de
Pompeya y
Herculano el 24 de agosto del año 79. Sólo que éstos son dos millones de personas.
Cuando pagamos en el peaje de Nápoles el empleado, por supuesto,
no nos da el recibo de la tarjeta (recordemos: esto es el Sur, como decía la
Raffaela Carrà). Cuando se la reclamamos, el tío la saca de mala gana y dice claramente enfadado:
- La ricevuta, la ricevuta... ! (traducido con gestos y entonación:
¡para qué cojones querréis vosotros el ticket!)
Como el tráfico es caótico, al estilo de
El Cairo, nos sustraemos un par de horas a sus efectos y nos subimos todo lo que podemos al
monte Vesubio. Al padre Vesubio, que genera la belleza y la vida de la región, la fértil campiña y sus huertas, pero que también puede generar su definitiva caída.
*imagen borrada por el servidor remotoToda la carretera, desde apenas rebasar los últimos barrios de la ciudad, está trufada de coches con
gente follando por los arcenes. Son los que no desaprovechan las tardes de domingo. La región está superpoblada y sitios así son los únicos donde poder encontrar algo de tranquilidad.
Por discreción no hicimos foto alguna, pero todos los coches, cientos y cientos de coches, a pesar de que estaban separados muchos metros entre sí y no había contraluz posible para deleite de
mirones, todos tenían las
ventanillas completamente forradas de camisetas y otros objetos para que nadie viera nada.
*imagen borrada por el servidor remotoKilómetros más arriba y muchos coches más... no se acababan. Parecía una romería organizada: Estábamos en el
picadero de Nápoles. Cuando el hielo y la nieve no nos dejaron alcanzar ya la plataforma del
observatorio sismográfico, aún había más coches posados en la nieve, algunos de ellos de tracción integral.
Al darnos la vuelta, un espectáculo de luces se abrió de repente: la
Bahía de Nápoles estaba a nuestros pies.
*imagen borrada por el servidor remotoLa
Costa del Sol de la Antigüedad, la
Marbella romana, el clima eternamente primaveral que persiguieron aquellos patricios adinerados... Ahí estaba. Caótica y codiciada a la vez.
Al volver una hora después hacia la capital, pasamos como de paseo por
Herculano y
Portici, ciudades-dormitorio pero con aire rural y descuidado de barrio marginal.
No puede decirse que Nápoles sea un sitio bonito de ver. En realidad
está hecho una porquería. Urbanismo cero. Funcionalidad cero. Aún así dimos largos paseos por el puerto y también por los alrededores del
Museo Arqueológico, que por cierto cuenta con un interesante
Gabinete Secreto con los objetos más
picantones de nuestros ancestros.
Frente a él, esta bonita galería comercial, al estilo de la
Victor Manuel II de Milán.
*imagen borrada por el servidor remotoAl pasar por el puerto, bajo el
Palacio Real, un montón de chavales
de marcha se arremolinaban en torno a un puesto ambulante de
salchichas grasientas llevado por una
mamma vociferante. Por detrás sonaba el
grupo electrógeno. Cuando nos tocó el turno de llenarnos de un riquísimo colesterol rebosante de mahonesas artificiales y guarniciones calentitas, dice la señora, llena de amor por nuestro país:
- Ah, bella la Spagna !Y allí
pegamos un rato la hebra con ella hablando de tópicos. La humedad se nos metía por los huesos mientras tanto...
Bueno. Pues no nos quedó más opción que acercarnos a
Pompeya, muy cerca. En una calle con huertas, a unos doscientos metros de
Porta Marina, la entrada principal de la excavación, allí nos acomodamos. Sin ruidos. Con mucha paz. Sin las hordas de autobuses turísticos que hay en verano. Esperando con ansias al día que llegaba. Íbamos a visitar
la ciudad mejor conservada de toda la Antigüedad. La espesa capa de cenizas la dejó calcada casi intacta, con la vida palpitante en el mismo instante de su ruina.
Bravo! Bravissimo!
De aquí a redactar guías sólo hay un paso. No hay mejor forma de conocer un lugar que de la mano de alguien que lo ame!.
Gracias Viano, sigo a la espera!
Besicos
*imagen borrada por el servidor remoto
10. Pompeya (I) - Termoli (I)Antes de entrar en el recinto arqueológico nos pasamos por la oficina de correos de la estación de ferrocarril a mandar unas cuantas postales a los amigos.
Comprobamos con alegría que a los profesores y estudiantes nos hacen un importante descuento en las taquillas de entrada. El lugar es impresionante. Plano en mano fuimos edificio por edificio, incluído el
puticlub con sus reservados, viendo los cuerpos de las personas tal y como quedaron en el momento de su muerte.
*imagen borrada por el servidor remotoVisitamos las piscinas cubiertas (y descubiertas), las
termas,
*imagen borrada por el servidor remotoy los gimnasios,
palestrae,
*imagen borrada por el servidor remotocruzamos por los
pasos de cebra,
*imagen borrada por el servidor remotoy nos introdujimos por alguno de los patios porticados de las casas privadas,
peristilum.
*imagen borrada por el servidor remotoY muchas cosas más con las que no es necesario aburrir a quienes no sientan especial predilección por el mundo romano.
En los accesos al lugar, algunos
campers comerciales hacen su
agosto.
*imagen borrada por el servidor remotoNosotros, ya con bastante hambre, nos aprovisionamos allí muy cerca en el hipermercado
San Genaro (es el santo que, según los lugareños,
les protege del Vesubio y cuya sangre se licúa
milagrosamente en su relicario catedralicio varias veces al año), y nos pusimos a comer mientras hacíamos una pequeña panorámica de la
Costa Amalfitana.
Repostamos en
Nocera y, después de perdernos por
Avelino, localidad natal de una buena amiga, cenamos en otro área de sercivio. Finalmente, conseguimos alcanzar
Foggia y después, ya casi noche cerrada,
Termoli, en la cosa del Adriático.
*imagen borrada por el servidor remotoEs febrero: la mar estaba embravecida, con oleaje colérico y
mucho viento del noreste. Así es que nos posamos en el borde de la duna dando la espalda a tierra firme. La marea estaba bajando. Sentíamos en los cristales y en la chapa el azote de las
turbulencias de arena... pero -craso error- sólo nos quedamos con el lado bucólico del fenómeno. Y nos dormimos a merced de los
elementos.
(continuará)
*imagen borrada por el servidor remoto
11. Termoli (I) - Rimini (I)Cuando por la mañana fui al motor a hacer el desayuno y a volver a unir las dos baterías (lo que se conoce como
relé a manubrio ;D ),
me encontré con el pastel: todo
el motor estaba inundado de arena.
Sí, sí: había arena por todas partes. Incluso -no me digáis cómo- había entrado
en el colector de admisión de la inyección.
*imagen borrada por el servidor remotoAsí es que lo primero, con un tiempo de perros, antes de arrancar, para evitar que ninguna partícula se adentrara en el circuito de alimentación, tuve que desmontar el filtro del aire, el colector y sus tubos y
limpiarlos a conciencia de arena: una labor de chinos.
Después, sin que nos vieran, en un
autolavado de
Pescara, un poco más adelante,
enjuagamos el motor entero con agua jabonosa. Cosa que en Italia, en aquella época, ya estaba prohibido. Fin del problema. Pero menudo susto.
En la misma autopista que nos llevaba hacia el norte por la
costa del Adriático nos cogimos la
Guía Roja de Italia, debida a
Michelin, y nos detuvimos un buen rato en la
meca del fervor del norte: el santuario de la Virgen de
Loreto.
*imagen borrada por el servidor remotoEl que a la sazón iba a ser nuestro país visitado número XXI,
la República de San Marino, nos aguardaba en lo alto, a pocos kilómetros de este desvío:
*imagen borrada por el servidor remoto *imagen borrada por el servidor remotoSe trata de un pequeño estado independiente, de un tamaño aproximado de
dos tercios de la ciudad de Barcelona. Nosotros nos lo encontramos gélido, nevado, de aspecto medieval y desértico, pasado sólo día y medio del plenilunio. Como si hubiésemos retrocedido en el tiempo.
*imagen borrada por el servidor remoto*imagen borrada por el servidor remoto*imagen borrada por el servidor remotoEl
frío húmedo del mar cercano se nos metía por debajo de la ropa de abrigo como sólo saben los que viven en invierno en la costa. Nada frena que te llegue hasta los huesos.
En el aparcamiento de la muralla cenamos casi en soledad; después volvimos a Italia a
pasar el río Rubicón, en el sentido contrario a cómo lo hizo por esas fechas (el 10 de enero)
Julio César tocandole los huevos al Senado Romano en el año 49 aC. El río era la
frontera entre las
Galias e Italia y atravesarlo era una declaración fáctica de hostilidad.
En aquella ocasión, después de que el general, más tarde dictador, pronunciara la célebre frase
Alea iacta est (la suerte está echada), comenzaría la Segunda Guerra Civil de la república.
La nuestra estaba clara: tocaba acostarse en una despejada área de servicio de la autopista
A14. Y eso hicimos.
(continuará)
*imagen borrada por el servidor remoto
12. Rimini (I) - Padua (I)Unos simpáticos, o quizá
desvergonzados, niños que decían ser tanto
rumanos como españoles :o , nos entretuvieron entre el desayuno y el aseo en el área de la autopista. Luego, la cercanía del lugar, nos animó a adentrarnos por la carretera estatal
S9, que discurre por encima y al lado de la antigua calzada romana conocida como
Via Aemilia, hasta la localidad de
Imola.
Nosotros no entendemos mucho de
Fórmula 1, ni somos aficionados, pero nos acercamos por curiosidad hasta el
circuito Enzo e Dino Ferrari donde, por lo que parecía, se estaban desarrollando algunos entrenamientos. Allí, en la famosa curva de
Tamburello, perdió la vida en 1994 el piloto
Ayrton Senna un día después de que en otra, la
Villeneuve, lo hiciera también
Roland Ratzenberger.
Nos pareció
verdaderamente ensordecedor desde la valla de la recta de salida cada paso de
monoplazas, alguno de los cuales pudimos captar:
*imagen borrada por el servidor remotoÉstos y otros accidentes y los problemas de asfalto e instalaciones determinaron que desde 1997 este circuito ya no se incluya en el calendario de competiciones, como el
Gran Premio de San Marino.
Después de hacernos clientes de una
lavandería (
Bolonia está llena de estudiantes) en
via Murri y comer muy cerca de allí, en la pizzería
El Molino, donde el único camarero-propietario, un simpático gordito, se movía con asombrosa precisión haciendo su trabajo, como siguiendo una rutina establecida, impecable, metódica, pausada pero eficaz... no sé... era para verlo..., pues después de eso, nos
aparcamos junto a uno de los hospitales y nos sumergimos en una ciudad gemela de
Salamanca, aunque un poco mayor: manejable, bonita, con mucho
ambiente, del que disfrutamos a tope, y llena de lugares interesantes como las famosas
Torres Inclinadas, que el turismo
de masas desconoce un poco.
*imagen borrada por el servidor remotoEn el
McDonald's de su base
malcenamos y con las
bicis fuimos de punta a punta...
*imagen borrada por el servidor remotodesde la
plaza de Neptuno donde se muestran las fotos de los
partisanos caídos durante la II Guerra Mundial
*imagen borrada por el servidor remotohasta esos escaparates donde ya se puede uno asomar al
diseño italiano, marchamo del norte industrial y refinado.
*imagen borrada por el servidor remotoA las diez y veinticinco de la mañana del 2 de agosto de 1980 el reloj de la estación de ferrocarril se quedó parado por una tremenda onda expansiva. Hoy ese mismo reloj está allí para recordarle al mundo que dejar una maleta abandonada llena de
trinitrotolueno en la sala de espera
no es el camino para resolver ningún problema político.
*imagen borrada por el servidor remoto*imagen borrada por el servidor remotoLa pared rota de la estación sigue siendo la misma, el suelo sigue siendo el mismo. Uno de esos 85 nombres (hubo también 200 heridos) es el de
una amiga de mi hermano mayor que, casualmente, se encontraba de paso ese día en ese lugar. Nunca volverían a verse.
Con un silencio respetuoso salimos de aquel lugar.
Visitamos también la feria de muestras y finalmente el edificio central de la
Universidad decana de Occidente. La más antigua (1088). Luego vendrían primero la
Sorbona de París, los
Estudios de Palencia que originaron la de Salamanca y la de
Oxford.
*imagen borrada por el servidor remotoCamino de
Padua, en un área de la
A13 dotada de WC, nos acostamos.
(continuará)
*imagen borrada por el servidor remoto
13. Padua (I) - Venecia (I)Hoy también es plato fuerte. Así es que nos llenamos de energías, incluso para el motor del
Renault 21, en el área, donde nos aseamos y desayunamos fuerte. En la siguiente revisamos las presiones de las ruedas de las
bicis que van a hacer igualmente
horas extra.
En el precioso centro monumental de
Padua,
*imagen borrada por el servidor remotodonde casualmente era
día de mercadillo,
*imagen borrada por el servidor remotonos vemos en un rato largo la
basílica de San Antonio (allí agradecen al santo los
favores recibidos como haber salido indemnes de un accidente de tráfico o haber encontrado novio... .loco2),
*imagen borrada por el servidor remotole cogemos una botellita de
licor de grappa a un amigo (esos encargos que siempre te hacen...), pagamos una compra considerable en el supermercado
Spar muy cerca de la catedral y, en la salida, pasamos al
Decathlon a reponer
sprays antipinchazos y hacernos con unos guantes finos de ciclismo.
Como hay
atasco de los gordos en la ruta hacia
Venecia, nos damos la vuelta a tiempo y seguimos gozando de la ciudad un par de horas más. Al final, tomamos definitvamente rumbo a
Mestre y
Porto Marghera donde aparcamos casi en soledad junto a la
Refinería en un sucio polígono industrial muy poco de fiar... si no hubiera sido porque vimos a un
coche de vigilante privado haciendo su ronda. Se paró a unos cien metros, como desconfiando de si éramos precísamente nosotros los que estábamos merodeando por los otros vehículos estacionados.
Como
la mejor defensa es un buen ataque, me encaminé hacia él y con una sonrisa le pregunté si era un lugar seguro para aparcar unas tres o cuatro horas por la noche.
-
Si es durante ese tiempo, no os preocupéis, que yo estaré por aquí- dijo con un guiño en un
cantarín italiano norteño.
Meterse en un
parking de
Venecia una noche sale como pegarse una buena comilona aquí en un restaurante. Así es que bajamos las
bicis y recorrimos estoicamente,
con dos cojones, los cinco kilómetros
*imagen borrada por el servidor remoto*imagen borrada por el servidor remotodel puente de
La Libertad, por su acera lateral, a
-3ºC y una
humedad del 95% hasta que pudimos apoyarlas en la señal de principio de travesía.
*imagen borrada por el servidor remotoEn el
piazzale Roma, que es la gran rotonda de entrada a la
Serenissima, esperamos unos instantes y tomamos el primer
vaporetto, no sin soportar un poco de discusión con el
chófer porque decía que eso de llevar
bicis no lo veía claro. Que
si pasaba algo, él no se hacía responsable. Agradecimos que no fuera verano, lleno de hordas de turistas abarrotando todos los asientos. En ese caso seguro que no hubieran dudado ni un momento en no dejarnos montar.
Recorrimos de cabo a rabo el
Canal Grande y todos sus encantos
*imagen borrada por el servidor remotohasta que nos detuvimos en la parada de la
plaza de San Marcos, por donde apenas pasaban dos o tres personas. Los que ya conocéis Venecia, casi no lo podréis creer. Pero así era:
estábamos solos. Es lo que tiene hacer visitas a las cuatro de la mañana en invierno. Por ahí andamos uno de los dos bebiendo en una terraza en completa paz, con las ruedas
desperdigadas...
*imagen borrada por el servidor remotoLos cercanos
carnavales empezaban a vislumbrarse por los escaparates de las callejuelas,
*imagen borrada por el servidor remotoa cada recodo se respira la
decadencia de una ciudad que se hunde sin remedio, un escenario de tramoyas sin sentido, un carnaval de sí misma sin vida propia,
*imagen borrada por el servidor remotoa pesar de los esfuerzos por recuperarla, como estas obras que impedían ver el teatro de
La Fenice, en remodelación tras el pavoroso
incendio sucedido intencionadamente el 29 de enero de 1996,
*imagen borrada por el servidor remotoo el
dragado periódico de los canales para, eliminada el agua, limpiar los fondos.
*imagen borrada por el servidor remotoCuando salíamos de la calle donde estaban esos andamiajes, circulando a cierta velocidad, un grupo de
tres japonesas que salían apresuarada e insesperadamente por la puerta de una casa, se dio
uno de los sustos más gordos de sus vidas al toparse con lo que menos se puede uno esperar en una calle de Venecia... Bueno, les pedimos perdón... cuando terminaron de gritar... ;D
Poco a poco deshicimos en
bici lo que el
vaporetto nos había alejado, pero regresando por barrios distintos,
montándonos gratis en las góndolas (sabéis que un paseo vale más de
cien euros) y haciendo, digamos, cosas diferentes, alternativas... sin rayar en la
gamberrada.
Cuando llegamos al coche, allí estaba todo como lo habíamos dejado, pero la luz del alba nos aconsejó retirarnos en un área de la autopista
A4 camino de la antigua
Yugoslavia.
(continuará)
*imagen borrada por el servidor remoto
14. Venecia (I) - Skrad (HR)En las gasolineras anteriores a
Trieste, por la carretera estatal
S14 vamos sucesivamente desayunando y pasándonos por agua como podemos y nos hacemos con mapas de Eslovenia y Croacia.
Los miradores orientados al Sur sobre el mar Adriático son muy bellos. La
Guardia di Finanza, o sea, los
polis de aduanas, andan parando furgonetas por los arcenes. Pero no caemos en ningún control. De una en otra casilla, acabamos paseando por los bonitos
canales y el importante puerto de la ciudad, con abundante población eslovena y croata, a pesar de pertenecer actualmente a Italia.
*imagen borrada por el servidor remotoEn poco rato nos acercamos a la frontera de
Eslovenia, el estado de la ex-Yugoslavia que cultural y morfológicamente más se parece al norte de Italia. Es un
país alpino. Sus guardias fronterizos son amables, no preguntan nada más allá de si vamos de turismo y tal... Nos entendemos brevemente en italiano.
Preparamos nuestros
tólares [sic]
eslovenos (SIT) comprados en la caja de ahorros del barrio y empezamos a
costear, a ir por la costa, empezando a descubrir lugares paradisiacos como esta
playa de Izola donde comimos.
Su foto la reutilizamos años después para hacerle el tapiz de fondo de la
invitación de boda a un cuñado. En plan
cursi, como casi todos esos tarjetones...
*imagen borrada por el servidor remotoTras muy breves kilómetros aparece de nuevo otra frontera: la de
Croacia. Los aduaneros algo menos simpáticos, pero correctos. No entendemos
un pijo lo que nos dicen (no dimos
serbocroata en la EGB), pero se ve que son las típicas preguntas de si llevamos algo raro y a qué venimos. Un poco de inglés estándar al dar el pasaporte y listo: Vía libre.
Ahora
kunas croatas (HRK)... vamos preparándonos para el siguiente lío monetario... Mientras cae la tarde y luego la noche en el avance hacia el sur por la península de
Istria, nos adentramos en pueblos pequeños, por ejemplo, en
Vodnjan, cuyo campanario, sin nada de
Photoshop, era exactamente así de polícromo:
*imagen borrada por el servidor remotoY luego más civilización romana: el hermoso anfiteatro de
Pula (visto desde dentro) y sus callejuelas mediterráneas llenas de vida a pesar de la hora.
*imagen borrada por el servidor remotoRetrocedimos un poco por la carretera
E751 hacia el norte con el fin de tomar la vía rápida
3 que comunica mucho mejor con la capital que si se circula por las interminables curvas de las costas. Como es una infraestructura grande, en uno de los enlaces, junto a
Pazin, extendimos el campamento para cenar.
Como habíamos instalado en la parte trasera inferior del cofre una
luminaria orientable empotrada, aunque el sitio fuera oscuro, disponíamos siempre en el mantel que poníamos sobre la tapa del maletero de una
mesa bien alumbrada en cualquier punto, como los bajos de un puente de esa vía rápida, al abrigo de la helada.
*imagen borrada por el servidor remotoEn la localidad ribereña de
Rijeka debían de ser fiestas o algo así, porque no era normal que un viernes
corrientito de invierno hubiera tanta
marcha por las calles. Era impresionante.
Entramos por el lado de la estación de ferrocarril, recorrimos panorámicamente la ciudad
*imagen borrada por el servidor remoto*imagen borrada por el servidor remotoy salimos por el extremo contrario, donde nos esperaba
una buena nevada al subir el
puerto de Skrad. En un ensanchamiento que habían hecho las
quitanieves (así era el lugar a la mañana siguiente)
*imagen borrada por el servidor remotodijimos adiós al día que terminaba.
(continuará)
*imagen borrada por el servidor remoto
15. Skrad (HR) - Trieste (I)Tras asearnos en la gasolinera del puerto, donde repostamos y pagamos con tarjeta haciendo una de aquellas
boletas antiguas pasadas a mano con
bacaladera de plástico (bueno, aquí en España algunos todavía la usan), nos vamos acercando a
Zagreb. Es el momento en que vemos la famosa señal:
*imagen borrada por el servidor remotoUn poco antes del acceso a la zona metropolitana, en otra gasolinera compramos el
mapa grande detallado de la capital y nos adentramos en la maraña de barrios. Uno conduce y otro va mirando las calles y sentidos de circulación... lo típico que vemos por aquí a los coches
guiris... hasta que, por no mirar un espejo de éstos,
*imagen borrada por el servidor remotopudo haber sido ésta la
portada de la prensa nacional del día siguiente:
*imagen borrada por el servidor remotoIncreíble la que pudimos armar,
colegas. Al salir de la calle
Baruna Trenka al paseo
Strossmayerov trg nos vino por la izquierda. Un fuerte ruido de campanas me hizo clavar el coche en un cruce y la topera primero y el tren completo nos pasó a dos centímetros del morro. A punto estuvimos de
cagarla del todo. Perdimos el color de la cara en el acto. Desde entonces celebramos
nuestro cumpleaños el 22 de febrero: Volvimos a nacer.
Unos metros más adelante, en la calle
Pavla Hatza, aparcamos en un hueco de los pocos que había, regulado por
parquímetros bastante baratitos.
¿Alguno de vosotros deduciría, allí al lado, al ver
GLAVNI KOLODVOR, sin fijarse en que pasan trenes, que aquí pone
Estación Central? El
croata es un idioma endiablado de aprender para un español.
*imagen borrada por el servidor remotoEn sus andenes se publicitaba la
Coca-Cola local:
*imagen borrada por el servidor remotoA una
cuadra de distancia estaba la oficina principal de correos y, como pudimos, pedimos unas postales y unos sellos para mandar a nuestros amigos a un país llamado
Španjolska. ¡ Es la manera más divertida de llamar a
esto que hemos oído nunca !
Zagreb es una estupenda capital. No es muy grande, pero es bonita, cuidada y con cierto cosmopolitismo, no sólo por la calidad de sus
escaparates,
*imagen borrada por el servidor remotosino también por interesantes edificios públicos, como este
Pabellón de Arte, que fue uno de los primeros de Europa (1898) construídos con piezas prefabricadas (estuvo su estructura dos años antes en la
Expo de Budapest),
*imagen borrada por el servidor remotoo su
barrio financiero.
*imagen borrada por el servidor remotoEn el tramo medio del lado oeste del paseo
Nikole Šubica Zrinjskoga (los nombres de las calles son para hacerse un
master...), en una pequeña pastelería llevada por dos chicas tan simpáticas como ininteligibles, encontramos
el dulce más maravilloso que en cuarenta años me he metido en la boca: una especie de mezcla entre
strudel y milhoja con varias capas alternas de hojaldre,
pudding de manzana, queso, cereza y crema pastelera. Una
pasada-pasada.
No le hicimos foto. Una pena. Pero era algo parecido a esto:
*imagen borrada por el servidor remotoNunca sabremos ni cómo se llama ni siquiera si es propiamente típico de allí. Pero vamos,
volveríamos sólo por probarlo de nuevo.
Creo que sabría llegar hasta esa tienda...
Nos
pedaleamos una buena parte de los monumentos y calles interesantes de la ciudad vieja, que está en la
zona alta,
*imagen borrada por el servidor remotoy comprobamos que, como en la catedral se pasa
un frío negro, los curas tratan de minimizar con inventos el sufrimiento de la parroquia.
*imagen borrada por el servidor remotoMuy cerca del gobierno y de la iglesia de
San Marcos, en la calle
Cirilometodska (dedicada a los monjes que introdujeron en el Este el
alfabeto que lleva su nombre),
*imagen borrada por el servidor remotonos metimos en una tienda de
ultramarinos de las de toda la vida (aquí las llamamos
pan y leche) y, no nos digáis cómo, pero salimos de allí pagando la cuenta correctamente y con pan, fiambres, fruta y yogures
sin saber nada de croata. En plan
mochilero.
Probamos suerte en otra pastelería escogiendo algo parecido a
ese cielo en la tierra que habíamos degustado antes. Pero no estaba ni parecido. No se puede tener tanta suerte dos veces seguidas.
Luego, como el <a href="http://cubiculo.321.cn">
Renault 21</a> ya había cumplido sus 4000 km desde el último cambio, en un tranquilo polígono industrial (ya era sábado por la tarde) le renovamos su
20W50 mineral. Y quedaba de nuevo
en orden de marcha para otro período.
Período que abría el triste estadio del
regreso a casa. Habíamos llegado al
punto de inflexión del viaje.
Zagreb está sorprendentemente
cerca de la frontera eslovenocroata. De modo que en pocos minutos alcanzamos el paso y compramos algunos
tólares en la
oficina de cambios con una comisión que no me pareció demasiado alta. Sin problemas con los
polis, avanzamos por una estupenda autopista hacia la capital,
Ljubljana.
(http://img120.imageshack.us/img120/6626/zagrebljubljanazc8.png)
Cuando llegamos, tras aprovisionarnos, en un área de servicio
llena de autobuses bosnios, de mapas y
galguerías dulces, nos costó un poco aparcar porque estaban también estacionadas bastantes
toneladas de nieve dura de lo caído en días anteriores.
*imagen borrada por el servidor remotoAun así, las irresistibles
buenas pizzerías callejeras (ya tan cerquita de Italia vuelven a resurgir) y unos pasteles llamados
busna (o algo así) nos dieron de cenar en un sábado con bastante
marchilla por las calles. Que son preciosas.
Parece Suiza.
*imagen borrada por el servidor remoto*imagen borrada por el servidor remoto*imagen borrada por el servidor remotoEn el último área de la autopista
A1, antes de abandonar el país, gastamos todas las divisas en repostar. Luego, cerca nuevamente de
Trieste, en otra, nos quedamos dormidos.
Que buena crónica,Viano,a Yugoslavia en un R-21,!!Con dos cojones,si señor¡¡¡
*imagen borrada por el servidor remoto
16. Trieste (I) - Verona (I)Comienza un día de transición y muchos kilómetros. Nos desperezamos y aseamos en el área de
Trieste, repostamos en otra que no era de esas amarillas de
Agip (las más caras casi siempre en cualquier país) y, ya con el hambre a flor de piel, comemos a continuación del peaje de
Vicenza.
Allí dimos unas visitas panorámicas de la ciudad y una paradita para ver las famosas villas del arquitecto
Palladio, como la
Rotonda.
*imagen borrada por el servidor remotoY de allí, rápidamente, hacia
Verona, en una tranquila calle de la cual, junto a la
Porta Vescova de la muralla, nos aparcamos para lanzarnos a los placeres más urbanos de esta interesante localidad, abierta, cosmopolita, plenamente
centroeuropea, a lomos de las
bicis.
*imagen borrada por el servidor remotoPrimero la casa de
Julieta, en el 23 de la calle
Cappello, donde
Shakespeare situó la acción de la historia de amor más recordada de la literatura de todos los tiempos,
*imagen borrada por el servidor remotoy donde cientos de enamorados
pegan cada día chicles sobre los que, a
Tipp-ex, inmortalizan sus nombres y fechas señaladas. Guarrada que atrae exponencialmente a nuevos pegotes en estratos superiores.
*imagen borrada por el servidor remotoLa ciudad es una maravilla para quienes deseen ver obras cumbres del románico lombardo, como
San Zenón*imagen borrada por el servidor remotoo joyas de dos mil años como el antiteatro romano, la
Arena,
*imagen borrada por el servidor remotoa cuya vera, un impoluto
fast-food de
Autogrill no nos dio muy mal de cenar a esas horas.
Románticos puentes y preciosas vistas salpican el emplazamiento de la ciudad sobre un meandro del
Adigio. Eso sí: con un frío que no era ninguna broma.
*imagen borrada por el servidor remotoLo último del día fue cambiar el
Renault 21 de sitio y colocarlo exactamente a la puerta de la
lavandería de
via 20 Settembre. La mejor manera de aparcar a la puerta de algo en horario comercial es hacerlo cuando las plazas todavía están vacías y no hay que pagar parquímetros. Ventajas de los
campers...
Un silencio, fomentado por los
tapones de espuma de poliuretano en nuestros oídos, nos transportó al mundo de los sueños.
(continuará)
*imagen borrada por el servidor remoto
17. Verona (I) - Cannes (F)Otra
paliza a hacer kilómetros (los días se nos acaban) nos toca hoy también. No sin antes bajar a lavar la ropa a 1.50 m de la puerta del coche. La
lavandería de monedas fue rápida, eficaz y barata. Y además no tuvimos que pagar el aparcamiento porque por allí no patrullaba vigilante alguno tan temprano. En eso, Italia se parece bastante a muchas zonas de España:
pasamos de todo.
El primer oasis de belleza del día lo vivimos en el bonito y alpino
lago de Garda. En su ribera Sur, una estrecho istmo
*imagen borrada por el servidor remotose adentra en las aguas para terminar en una península sobre la que se asienta la plaza amurallada de
Sirmione. De fábula. Un lugar donde, por ejemplo, es obligatorio
parar los motores de los automóviles en los semáforos en rojo.
*imagen borrada por el servidor remotoHay tanta paz, que los pajarillos se suben a nuestra mesa de la terraza a comerse lo que se cae de los pasteles del café...
*imagen borrada por el servidor remoto- Il conto, per piacere- nos dirijimos al simpático camarero, antes de continuar pedaleando de vuelta hacia el coche.
Que nos acercó hasta el sitio donde tuvo lugar el 24 de junio de 1859 la batalla de
Solferino (los sardofranceses al mando de Napoleón III ganaron a los austriacos de Francisco José I). La gracia de este sitio consiste en que
la carnicería fue tan abultada (murieron más de 6000 personas y resultaron heridas casi 24000) que en el punto exacto donde está este monolito
*imagen borrada por el servidor remotoy con el fin de que a partir de entonces
existiera un organismo dedicado a paliar el sufrimiento de los heridos de guerra, a
Henri Dunant, luego premio Nobel de la paz, se le ocurrió la idea de
crear la Cruz Roja Internacional, que tanto bien ha hecho a la humanidad hasta ahora.
Un poco más de avance, sin parar en
Brescia, nos acerca a comer a
Cremona, y a ver su
torrazzo, que es el
campanario más alto de toda Italia.
*imagen borrada por el servidor remotoCiudad provinciana, estudiantil y, sobre todo,
meca de los constructores de instrumentos de cuerda, los
luthiers. Aquí estuvieron los talleres de
Stradivarius,
Amati o de
Guarneri. Y desde luego, hay por todas partes
tiendas de violines, violas, violoncelos, contrabajos...
*imagen borrada por el servidor remotoUn
profe del colegio donde estudié me enseñó siendo chaval varias veces un ejemplar de violín con el marchamo de
Amati. No estaba afinado y ninguno de los dos sabíamos tocar, pero era una joya de museo. Al ver los precios que tienen en Cremona, volví a valorar lo que tuve entre mis manos.
Aprovechamos para hacer la compra grande de
hiper y nos seguimos acercando a casa por
Piacenza, plagada de
nieblas en invierno, y la circunvalación de
Génova, sin entrar en la ciudad.
Tras cenar en un área de la autopista
dei Fiori y repostar en la frontera de
Ventimiglia, nos acostamos en una de descanso en forma de mirador, a la altura de
Cannes, ya en Francia.
(continuará)
joder increible dosumentacion viano increible, cuantas guias te has leido???
*imagen borrada por el servidor remoto
18. Cannes (F) - Pas de Oullier (F)Dada a nuestros cuerpos una presencia digna en los bien dotados aseos del área (en inverno da gusto, porque están más limpios, sin tanta
operación salida), nos aparcamos en el paseo marítimo de Cannes,
justo donde se acaba la zona azul, que para eso llevamos
bicis: Otra ventaja.
Allí estaba el
Palacio del Festival Internacional de Cine, no sabemos por qué rodeado de vallas.
*imagen borrada por el servidor remotoEn el paseo por el centro vimos una desagradable escena sanitaria con un anciano infartado con el rostro amoratado yaciendo en la arena de un parque y una legión de servicios de emergencia
maniobrándole con el desfibrilador que emitía instrucciones vocales para retirarse en cada descarga y haciéndole estremecer a latigazos eléctricos. Según se oía comentar en el corrillo de curiosos que se formó, parecía que se iba a recuperar. ¡Uf! es muy fuerte de ver para los que nos mareamos cuando nos hacen analíticas.
Comimos algo por allí, hicimos algunas compras estratégicas en la farmacia y alguna envidiosa vista panorámica de los pantalanes de recreo del
Carlton Intercontinental... y reemprendimos la marcha por algunas de las localidades donde más
pasta se gasta la
jet del mundo:
St Raphael, St Maxim y, desde luego,
St Tropez.
*imagen borrada por el servidor remoto*imagen borrada por el servidor remotoAllí paseamos por el impresionante puerto de recreo, al estilo de
Mónaco o
Puerto Banús, el cementerio marítimo y las mansiones, muchas de ellas cerradas, que en verano acogen a la
crème parisina.
Y nada más. Unas calorías con grasas
trans en
los aros, en la glorieta de salida a la autopista, y kilómetros hasta la tranquila zona de descanso de
Pas de Oullier, a la altura de
La Ciotat.
(continuará)
*imagen borrada por el servidor remoto
19. Pas de Oullier (F) - St Aunès (F)Desayuno en la tranquiliad del gran pinar asomado sobre el golfo de León y un breve desplazamiento a la segunda ciudad de Francia,
Marsella. Ciudad canalla y peligrosa donde las haya, portuaria, llena de paro y desigualdades, caótica, sucia, pero con una luz indescriptible, cien por cien
Mediterráneo, vida, comida, juventud, clima templado, acogedora de mil procedencias. Es la
Barcelona de Francia, si no comparamos sus urbanismos.
*imagen borrada por el servidor remotoPorque el de Marsella es
impactante, adocenado, suburbial, feo. En un barrio mediano de la parte alta (
av Maréchal Foch) aparcamos y pusimos todas las medidas de seguridad posibles al coche.
*imagen borrada por el servidor remotoSuavemente, casi sin dar pedales, fuimos entrando por la
Canebière hasta un centro que nos ofreció muchas cosas agradables. Aunque la primera fue un susto al
chocar por alcance un turismo con otro justo a nuestro lado.
Después de comer por allí y ver la
catedral neorrománica,
*imagen borrada por el servidor remoto*imagen borrada por el servidor remotoen un animado café descubrimos que la camarera jovencita
era de Valencia. Y nos aconsejó muy bien lo que tomar.
Lo último que tomamos al acabar de ver la ciudad fue un poco de gasolina (más económica que en la autopista) y por la siempre abarrotada
A9, a pesar del tercer carril, alcanzamos casi las puertas de
Montpellier a la altura del área de descanso de
St Aunès, donde nos acostamos con demasiado ruido.
(continuará)
*imagen borrada por el servidor remoto
20. St Aunès (F) - St Julià de Lòria (AND)La actividad frenética de la mañana nos despierta, nos aseamos en los servicios del área, damos un paseo tras desayunar (hay un bosquecillo contiguo) y, finalmente, seguimos camino hacia
Béziers y
Narbonne, la capital romana de la provincia
Gallia Narbonensis y desde que conocemos el
mundillo camper, capital también de la poderosa cadena de distribución de accesorios, <a href="http://www.narbonneaccessoires.fr/info/">
Narbonne Accessoires</a>.
Cerca de allí una intensa lluvia nos sorprende en la autopista justo cuando pasábamos a la altura de un área de servicio. Así es que aprovechamos la inclemencia para comer en un
bufé bastante apetitoso, aunque no económico del todo. Que nos dio las fuerzas suficientes para parar a visitar el célebre
Fort de Salses, con el cielo todavía amenazante.
*imagen borrada por el servidor remotoEl lugar, punto estratégico sobre la calzada romana
Via Domitia, es un lugar emblemático de la catalanidad porque indica el
punto más septentrional de los Països Catalans, como recuerda el dicho popular
entre Salses y Guardamar, donde en el siglo XIII se encontraba la frontera entre Catalunya y Francia.
Sintiéndonos ya como en casa, disfrutamos a fondo de la oferta lúdica de
Perpinyà, donde pasamos una buena tarde
*imagen borrada por el servidor remotoque acabó con unas
crêpes ricas-ricas muy cerca del
Castellet, en este desenfadado local donde os recomendamos pedir la
Supérieure y la
Gargantúa.
*imagen borrada por el servidor remotoUn poco después nos enfilamos hacia Andorra yendo por la carretera de
Llívia, esa villa gerundense,
completamente rodeada de territorio francés, que se salvó de ser francesa en el
Tratado de los Pirineos por un error morfológico. Se acordó que ellos se anexionarían 33 pueblos de la comarca de la Cerdanya, pero Llívia no era
pueblo sino
villa, que no es lo mismo. Y quedó excluida del acuerdo y
enclavada. Así es que, desde entonces, uno sale de España por Puigcerdà, pasa por Francia y vuelve a entrar en España.
Curiosidades que tiene la Historia.
*imagen borrada por el servidor remotoPor cierto: no dejéis de visitar junto a la iglesia la
farmacia más antigua de Europa. Está en Llívia. La visitamos en otro viaje, ya con la
Marco Polo, y es muy curiosa.
*imagen borrada por el servidor remotoLuego nos recibe una
Andorra ya dormida, a las tres de la mañana. Hora ideal para ver muchas cosas bonitas sin agobios.
Nos acostamos finalmente en el aparcamiento del hipermercado-bazar
Punt de Trobada, que todo el que visita el Principado ha visto seguramente, porque está en la misma carretera de España en
Sant Julià de Lòria.
(continuará)
:( :o :o
nosotros estubimos con nuestra C-15 por Zagreb a principios de Junio de 2003, muy poco despues que vosotros, habiamos comenzado el viaje en Mayo por Alemania Chequia Polonia hasta frontera rusa y bajamos por Eslovaquia Hungría Croacia Eslovenia Italia... en Zagreb no paramos porque ibamos kemados de KM y ansíabamos ver costa y descarsar de tanto continente. Split y Trongir bien merecieron la pena a cambio de no visitar Zagreb, además estabamos muy acojonados viendo coches sin matrícula o con la matrícula dibijada en un carton, el ambiente no era nada confiable por las afueras de Zagreb y salimos pitando de allí.
creo que las carreteras Croatas son las mas peligrosas que he recorrido, concretamente la Nacional Zagreb - Split con sus rádares de mano sin líneas orientativas, estrecha, con curvas, y con camiones a lo loco. La interminable carretera costera Nacional Split - Eslovenia es bastante mejor. Cerca de Split me pillo un "radar" adelantando en contínua, la cosa estaba muy tensa hasta que el policia, con pintas de maton, empezó a bromear con mis apellidos cambiandolos por Gonzalez Jimenez Martinez... entonces vi un hueco por donde colarme , me puse lo mas serio y de mala leche que pude, empecé a simular que tomaba mediciones y fotografías de las señales y de la línea contínua que casi no se veía, y de repente todo se disolvió con unas sonrisas y un "arrivederchi"....
a pesar de todo la peor experiencia de mi vida con la policía fue en pleno invierno, Enero de 1998 (finales de la guerra de yugoslavia) en la frontera Austriaca entrando desde Hungría, aquello si que fué una pasada a nivel racismo abuso de poder, rozando la estupidez policial, nos encañonaron repetidamente, nos insultaron, arrancaron la tapicería de los suelos, nos dijeron que un sobre de sopistant era droga etc etc... al final despotrique porque los cochazos pasaban de largo sin ningun control...
yo despues de 3 horas de abusos les repetiá una y otra vez:
" !poor people, bad car ... all problems of the wold!!" ¿rich people, good car, no problems?
y el bastardo armado me decía !!!GRINGO!!! ... shut down gringo!!! mientras una militar embrutecida nos tiraba todo por el suelo.
que tiempos!
*imagen borrada por el servidor remoto
21. Sant Julià de Lòria (AND) - Martorell (E)Lo malo de los días finales de un viaje largo es que las cosas que se hacen ya son muy convencionales, como las que puedes hacer cualquier fin de semana.
Nos aseamos en los baños del hipermercado y cumplimos el deseo de una amiga, cocinera, que nos había encargado comprarle una
máquina de hacer pasta fresca manualmente. En Andorra, como casi todo es tan barato...
Además de Sant Julià, estuvimos en
Escaldes y nos hicimos con unos
sprays de autodefensa, que en ese país son completamente legales de cualquier marca (en España sólo algunas). Y también repostamos y dimos unos paseos por las riberas del
Gran Valira*imagen borrada por el servidor remotoantes de vaciarle el coche al guardia civil de la frontera. Por suerte no vio los
sprays, porque la simple tenencia nos hubiera supuesto una multa de 300 €: Es que luego comprobaríamos en una circular interna que la marca que habíamos adquirido no era de las permitidas en España por el Ministerio de Sanidad.
*imagen borrada por el servidor remoto*imagen borrada por el servidor remotoEn La
Seo d'Urgell vimos el avance de las obras del
Parador Nacional y tras comer en el desfiladero del Segre (
Garganta de Tresponts), nos tomamos el café en un bonito salón del de
Cardona, allí en lo alto.
Tras otra parada en la
C16 a la altura de
Montserrat, estrenamos los túneles de
Vallvidrera, por los que nunca habíamos pasado, y nos dedicamos en cuerpo y alma a todo lo bueno que da
Barcelona hasta la hora de dormir, que fue bastante tarde en el área de descanso de la
A7 (actual AP7) nada más pasar el peaje de
Martorell.
(continuará)
*imagen borrada por el servidor remoto
22. Martorell (E) - Madrid (E)
Esto se va acabando, chicos.
Cuando ya estamos
como dos pinceles, aseados y desayunados en el área de
Martorell, pasan los
hombrecillos verdes con cara de
scanner en su bonito
Patrol y no nos ven lo suficientemente guapos como para fiarse. Trago saliva: ahora nos encuentran los
sprays...
glups. .malabares
Se llevan los
deneíes a la radio, repasan la filiación dictándole al compañero de
informática los datos... y todo bien.
-
Ahí tienen- nos dicen devolviéndonos las
papelas.
-
Esas comprobaciones que hacen Vds por radio... -les digo un poco por curiosidad felina, un poco por aprender ya que estamos, un poco por rellenar esos silencios tensos con interlocutores tan poco románticos-
¿son para comprobar si la gente tiene alguna anotación en el Registro de Penados y Rebeldes, verdad?- ¿Es que tiene Vd alguna cosa pendiente con la Justicia?
-
Pues no: Es por curiosidad- miento, pensando en mis
sprays ilegales.
-
Pues ahora me hace Vd dudar, hombre- se enfurruña un poco medio en broma- Deme, deme otra vez el DNI...
Y se fue otro ratito al coche a dictar todo de nuevo. Esta vez dando más detalles. Para qué abriría yo la boca...
-Todo correcto: código violeta- se oye al de la
central.
Cuando nos devuelven todo definitivamente, como dice el refrán,
de perdidos, al río... le pregunto que si la clasificación de la
peligrosidad va por colores del
arco iris, algo así como
Rojo: terrorista muy peligroso
Anaranjado: terrorista normalito, asesino en serie
Amarillo: asesino del montón
Verde: Butroneros y bandas del Este
Azul: Ladrones de bancos de pueblo
Añil: Carteristas y citados por el juzgado que no estaban en casa
Violeta: Ciudadano presuntamente inocente
y el tío pone cara de saberlo pero no quererlo decir. Eso es dar muchos datos.
- No, nada. Códigos internos. Pueden continuar.Y hasta ahora seguimos con la duda. ¿Algún forero sabe qué quiere decir eso de
código violeta? Yo empezaría a dormir más tranquilo si lo supiera.
En
Cambrils, esa playa reconvertida en familiar desde los años sesenta,
*imagen borrada por el servidor remotonos damos un buen homenaje comiendo en <a href="http://www.canbosch.com/">
Can Bosch</a>. Viendo la flor que adornaba nuestra mesa
*imagen borrada por el servidor remototodavía nos relamemos recordando las
huevas de bacalao, el huevo poché con trufa, la coca con vieira y calamares o el soufflé de avellana y el menjar blanc... uf, qué rico lo hacen todo.
De tirón, por
Zaragoza, alcanzamos
Madrid por la
A2 y junto al árbol de la
Casa de Campo, en el sector de la
Puerta del Rey donde muchas otras veces hemos dormido, bajo la corteza que tiene trazados nuestros nombres... allí nos dormimos casi al amanecer.
(continuará)
*imagen borrada por el servidor remoto
23. Madrid (E) - Salamanca (E)Y en el último día de viaje, pues
lo típico: ganas de llegar.
Tras levantarnos bastante pasado el mediodía, dimos un buen recorrido por la
Casa de Campo, que nos sentó de maravilla y cenamos en un sitio en el que ya hace años que somos clientes: la
Taberna Marinera del centro comercial
Planetocio, en
Villalba de Guadarrama (Collado-Villalba). En aquel año, el negocio todavía tenía su nombre anterior porque pertenecía a la franquicia
Arrocerías Mediterráneo.
Es que nosotros
somos muy arroceros. Nos encantan.
Pasada también la medianoche, vistas una vez más las murallas de
Ávila a lo lejos,
*imagen borrada por el servidor remotosubimos el equipaje e hicimos las últimas anotaciones de
bitácora para que, por ejemplo, hoy, años después, uno pueda seguir acordándose de todos los detalles.
Bueno, gracias por soportar este relato.
> Ver el resto de relatos de viajes (http://viajes.321.cn)
¿Soportar?
Gracias a ti por compartirlo. Felicidades por el curro que le has metido. Seguro que sirve para que muchas otras personas se programen sus futuros viajes.
Y ahora me voy a tumbar un ratito, que este periplo me ha dejado agotaico.
¿En serio que están tallados vuestros nombres en al corteza del árbol?. Espero que sea una licencia literaria o un guiño a un bolero... .nono
Besicos
digo lo mismo ¿soportar? estos relatos me llena un monton y me hacen comprender cosas del exterior de España ya que solo e ido a cuba 1 semana y los demas viajes por el pais.
por lo de el codigo violeta preguntare a algun familiar que tengo de uniforme a ver que me dice, pero lo de dar coba a los de uniforme, cuanto te paran en una inspeccion rutinaria ( como dicen ellos ) .nono por que ellos lo interpretan como si escondieras algo, lo raro es que no te pusieran el coche patas arriba en busca de sustancias prohibidas, no se si me explico
un saludo y gracias por el relato y que sigan los viajes .adios
muchas gracias por compartir algo tan valioso
yo he oido "blanco" para decir que no tiene antecedentes o asuntos pendientes con la justicia
Cita de: EA1EF en Enero 08, 2008, 20:31:59 pm
yo he oido "blanco" para decir que no tiene antecedentes o asuntos pendientes con la justicia
Gracias por el dato,
EA1EF.
Desde google me he cruzado con este relato, algún día que tenga más tiempo o Europa como destino inminente prometo leerme todas vuestras crónicas.
Mientras tanto podíais ir pensando en publicar una guía de viajes en camper.
Muchas gracias y un saludo.
8)
Cita de: Anacoreta en Octubre 01, 2008, 08:55:34 am
Mientras tanto podíais ir pensando en publicar una guía de viajes en camper.
¡Ufff, qué pereza...! ;D
Muy currado, menudo viaje, me alegro mucho por vosotros. .palmas!Otro Otro Otro¡ .palmas
Cita de: Romir en Octubre 02, 2008, 12:38:45 pm
Otro Otro Otro¡.palmas
Puedes leértelos todos
pulsando aquí (http://viajes.321.cn).
si señor valla viaje jejejej .palmas
Muchas gracias Viano me pondre a leerlos ahora, me dan muchos animos estos viajes.