Furgovw

Los siguientes datos prácticos están más enfocados a los que estén pensando en ir allí. Si no está en tus planes por el momento, puedes pasar directamente al segundo mensaje http://www.furgovw.org/index.php?topic=151629.msg1027143#msg1027143 (http://www.furgovw.org/index.php?topic=151629.msg1027143#msg1027143) (10 de mayo de 2008). Estos datos los iré ampliando según vaya redactando la crónica o diario de viaje.

Datos prácticos:

A la ida, precios del gasoil:

España 1,22€/l. Este precio lo pongo como referencia, ya que si aquí baja o sube allí también.

Francia, desde 1,32 a 1,52€/l. Los precios caros en autopistas, los baratos en carreteras secundarias y supermercados

República de Irlanda, desde 1,26 a 1,36€/l. Lo más barato en general las gasolineras de los supermercados Tesco, si bien un irlandés me comentó que era de menor calidad y tuvo que cambiar el filtro de gasoil antes de tiempo.

Irlanda del Norte y Reino Unido, los precios rondaban los 1,6€/l. Aunque en los surtidores ponía prácticamente lo mismo que en la República de Irlanda, hay que contar que la moneda era la libra y no el euro.

Aguas:

En Irlanda el agua es gratis, por lo que puedes repostar en cualquier gasolinera sin que nadie te mire mal. También aprovechamos para tirar aguas grises en la zona de lavado de coches. Para aguas negras se encuentran algunos aseos públicos, campings, aseos exteriores en alguna gasolinera, básicamente. En general, y sin apurar, se apaña uno sin problemas.

Pernoctar:

En Irlanda la propiedad privada de todo es muy común, habiendo pocos lugares de propiedad pública. Sin embargo, el carácter agradable y amigable de la gente favorece el encontrar algún lugar. En general en las rutas pintorescas, y cerca del mar, se encuentra lugar para dormir en zonas públicas sin problema. En zonas más normales y cerca de pueblos más grandes, es más difícil encontrar algún lugar, cosa que lleva algo de tiempo. Para visitar Dublín pernoctando allí lo mejor es ir a uno de los dos camping que tienen.

Gas:

Duración de una botella de propano, del tamaño de las de casa, sin uso de calefacción pero con uso de ducha entre 3 y 4 veces por semana, una sola persona, y cocinando en general comidas rápidas, la bombona me duró 2 meses, con lo que no me fue necesario comprar ni rellenar en el extranjero, ya que puse la de repuesto. Las bombonas en Irlanda son como las españolas, con la misma toma. Lo que no tengo nada claro es que te acepten cambiarla por una española o a qué precio te la venden con botella.

Ferry:

Entre marzo y junio, la mejor opción que encontré para ir de Francia a Irlanda es Celtic Link. No hay ferry directo desde España a Irlanda. Y pasar a Inglaterra y luego a Irlanda era más caro. En julio y agosto Celtic Link subía mucho de precio, saliendo mejor la vuelta pasando por Gran Bretaña. La ida me costó 193 euros desde Cherbourg en Francia hasta Rosslare en Irlanda, comprado en internet, la furgo y yo. La vuelta desde Belfast a Escocia me costó 169 euros (aquí íbamos 3 personas), y desde Dover a DunKerque 66 euros (llendo a las 2 de la madrugada también 3 personas), ambos comprados directamente en el terminal de salida.

Es muy curioso que a la hora de comprar un billete de ferry es mucho más barato (muchas veces del orden de la mitad), comprarlo como autocaravana que como furgoneta. Esto me quedó la impresión de que se debe a motivos aduaneros, ya que normalmente las furgonetas cargan mercancías. Así que nuestras furgos camper a viajar como autocaravanas en los ferrys.

Guías de Irlanda:

Si te acercas a la embajada te dan multitud de documentación de Irlanda, alguna útil y otra solo propaganda. En las oficinas de turismo de allí, te cobran por lo que aquí en su embajada dan gratis.

Lo más útil me pareció tener uno de esos mapas que incluyen rutas pintorescas pintadas en verde, como por ejemplo el AA o el Michelín. Irlanda, al menos en la época que fui, y siguiendo esas rutas, es un verdadero paraiso, no tanto por sus monumentos, donde otros países le ganan de largo, sino por su naturaleza y sus cielos.

Compré la lonely planet, que no me pareció demasiado adecuada para furgoneteros, sino más bien para mochileros. Una amiga trajo la de national geographic en la que sólo por ver fotos ya merece bastante más la pena. Hay más de este estilo, y cada uno según su gusto. Para mí lo mejor como dije los mapas de rutas pintorescas.

Dinero en Inglaterra, Irlanda del Norte o Escocia:

Ojo con cambiar en oficinas de cambio, ya que es una verdadera estafa, supongo que legal, en la que caían muchos de los chavales que iban a estudiar inglés al Reino Unido. Y es que las oficionas de cambio te daban una libra por 1,44 euros, y te devolvían no más de 1,11 euros por una libra. En mi vida había visto unas comisiones de cambio que rondaban un 30%, cuando lo normal es que estén por un 3%. Un robo, vaya. Sacar el dinero en un cajero costaba a 1,25 euros la libra, contando ya la comisión del 2,5% que se queda el banco.

Supermercados:

Al principio me sorprendió lo alto de los precios de los alimentos en Irlanda. Después buscando un poquito acabas encontrando precios similares a los de aquí. De lo más barato, los lidl y aldi. Si pilláis el folleto en el primero que os crucéis, pues viene una lista con todos los que hay en el país. Otras cadenas como Tesco, hacen buenas ofertas en algunos productos y te clavan en otros.

Alcohol:

Su precio dobla e incluso triplica el precio en España, por lo que si te gusta tomar unas copas, no harás mal en llevar algo en la furgo. Tienen también una buena sidra, a un euro y poco la lata de 1/3, precio similar al de las cervezas rubias de marca nisu. Dos euros la guinness.

Inglés en Irlanda:

Después de mucho navegar en la web, el mejor sitio que encontré para hacer mi curso de inglés de aproximadamente un mes fue "Limerick Language Centre". No es barato, digamos que es el menos caro. Cobran la hora a 9 euros, siendo sus cursos habituales de 3 horas al día. Horas reales, no de esas de 45 minutos de otras. Esto yendo a todas las clases hace 135 euros a la semana, a excepción de julio y agosto donde cobran 175 para alumnos que sólo van en esa temporada alta. Lo bueno, es que si no vas a clase no pagas. Se paga al final de la semana y no al principio, lo cual me pareció muy curioso. Esto también hace que los profesores no puedan ser malos, ya que si no estás contento pues no vas. Os pongo estos datos como referncia por si buscais algún curso. La semana en familia, salía por unos 300 euros, pensión completa, y en apartamento, por 250 euros, sin comidas, ambos precios incluyendo las 15 horas de curso semanales, y fuera de julio y agosto.

10 de mayo de 2008

Después de haber pospuesto el viaje unas cuantas veces, por fin le doy salida. Ya no me quedaba más remedio porque había comprado el billete del ferry para el lunes 12 de mayo a las 17:00. Lo cogía en Cherbourg (Francia), hasta Rosslare (Irlanda). Y es que esto de tener un furgón vivienda también tiene el inconveniente de que te da tanta libertad, que puedes posponer la salida. Como decía un amigo, en algún momento hay que darle a la tarjeta y comprar el billete.

Fue curioso que al entrar en Celtic Link, que era la compañía más barata que encontré, te redirecciona a www.aferry.to y te da un precio de 219 euros. Si pruebas en www.aferry.es, el precio obtenido cuando seleccionas euros es de 183 libras (eso aunque selecciones euros), pero si seleccionas libras, te da un precio de 151 libras. Ese fue el que compré, ya que con el cambio a 0,7880 libras/euro, me daba unos 193 euros. A esto le tuve que añadir un 3% para pagar con visa, ya que no me aceptó la visa electrón.

La salida estaba prevista para el sábado 10 de mayo, pero como es costumbre en un servidor, pasé el día haciendo el equipaje y jugando con mi hija.



Salí finalmente a las 00:30 del 11 de mayo, después de acostarla, tras haber acordado con ella que no me iba hasta que estuviera en la cama.

Estaba decidido a hacer el mayor número de kilómetros posibles antes de que me entrara sueño. Además como era de noche, con poco tráfico, pues decidí pasar por la N-I en lugar de la AP-1 para ahorrarme el peaje. Me quedé a unos 40km de Vitoria, en el aparcamiento de un bar a dormir, ya a las 4 de la madrugada, habiendo hecho unos 280km.

 ;)
Haber esas fotos de Isla Esmeralda... .fotografo
Tenemos una ganas terribles de repetir viaje y vuestras fotos seguro que nos traeran buenos recuerdos.

 :o

11 de mayo de 2008

Al día siguiente no me levanté hasta las 12:30, a la hora a la que me desperté. Desayuné y me puse en camino. Paré en la última gasolinera de la autopista antes de la frontera francesa, a rellenar los algo más de 20l que me faltaban para el lleno, dispuesto a llegar con los 100l del depósito hasta Cherbourg.

Llegué a Burdeos a las 20:30, después de media hora de atasco de entrada en los últimos kilómetros. Tenía que pasar a ver a una amiga antes de seguir camino. Al final siempre te entretienes más de lo previsto, y después de una buena ducha, proseguí camino hacia las 22:30.



Quería llegar no más tarde de las 13:00 a Cherbourg, ya que este lunes es festivo en Francia, y no quería que algún atasco o sorpresa de última hora me hiciera perder el Ferry. Aún así, decidí evitar autopistas para ahorrar los aproximadamente 50 o 60 euros que me iban a cobrar, total por tardar 2 horas menos. Así que me lancé por el trayecto recomendado por viamichelin sin peajes.

Al principio fue un poco difícil, ya que las carreteras eran estrechas, plagadas de rotondas y de pueblos. Es que estas carreteras francesas si te sales de las de pago a veces dejan mucho que desear. Paré en un merendero de un pueblecito unos 40km antes de llegar a Nantes. Había una integral y otra camper, además de una oscuridad total que lo hacían muy adecuado para dormir.  Aunque eran las 3 de la mañana y no se me ocurrió apuntar las coordenadas. El sitio, aunque pequeño valía la pena, al menos para pernoctar una noche.

Muy buena crónica, y muy detallada.... estamos atentos a las distintas entregas.

Muchas gracias

12 de mayo de 2008

A las 7:15 de la mañana me levanté. Después de desayunar salí a las 8 y el gps me decía que llegaría a las 12:00, por lo que no iba mal. Paré en el área de descanso cerca del Mont Sant Michel, a descansar, tomar un bocadillo y un café, ya hacia las 10:30. Estuve a punto de acercarme, ya que tenía una pinta impresionante en las fotos, pero consulté a mi copi el gps, que me decía que si iba directo llegaba a las 13, y que si pasaba antes por el Mont Sant Michel no llegaba hasta las 14:00. Pensando que a la Bretaña hay que volver y en mi tendencia a llegar al límite, pues seguí camino. Por cierto con un tráfico muy abundante hacia Caen, que menos mal se redujo al tomar ya el desvío hacia Cherbourg. Con lo que finalmente llegué a las 13:00, el primero de la fila, cosa nada habitual en mí.

Además había llegado sin tener que repostar en Francia, tal y como quería, ya que había leído que el gasoil es más barato en Irlanda que en Francia.



Después de aparcar la furgoneta en la primera plaza, fui al terminal, donde me dieron el billete sin decirme absolutamente nada de la moneda de pago, ni mirar la documentación del vehículo, tan sólo el dni o el pasaporte y a tirar. Le comenté si había algún problema con el portabicis, ya que con este seguramente pasaba por poco los 6m (una de las limitaciones que tenía mi tarifa), por si tenía que quitarlo, pero "pas de problem".




Aprovechando que era pronto me fui a pasear por la ciudad hasta las 15:00.




Volví a comer algo y preparar la maleta, ya que el ferry tardaba 19 horas, tenía un camarote para mí solo con baño y ducha, y el precio incluía cena y desayuno.




Y emprendimos camino a las 17:00 según lo previsto. El barco era más viejo que los de Irish Ferries, pero por 100 euros menos valía la pena. El tiempo era muy agradable y la mar estaba en calma, cosa que se agradecía después del tiempo lluvioso que había en España y las tormentas que me pillaron después de Burdeos.




Me eché una siestecilla antes de cenar, ya que no resistía más, después de ver alejarse a Francia tras la estela del "caminante no hay camino". Después de cenar de Buffet subí otra vez a ver el mar. Se avistaba Gran Bretaña, y de hecho me llegaron un par de mensajes al móvil. Me sorprendió lo plagado de barcos de todo tipo que había en el mar entre Gran Bretaña y Francia. Llevar un barco debía ser algo bastante más difícil de lo que había imaginado hasta ese momento, y sobre todo de noche, con tanto barco pululando por esa autopista sin carriles y de anchura infinita.

13 de mayo de 2008

Aunque despertándome ligeramente alguna vez, dormí bastante bien, desde las 23:00 hasta las 8:00 de la mañana, una hora menos en Irlanda y en el barco. Un buen desayuno, una buena ducha, dejar el camarote, ver la llegada a puerto, y desembarcamos como estaba previsto a las 11:00 (ya hora irlandesa).




Me acerqué al terminal para preguntar el precio de vuelta, pero no había oficina de Celtic link, así que después de dar un toque a Limerick Language Centre, y confirmar que podría empezar el curso este mismo miércoles, emprendí camino a Limerick. Este ha sido mi primer gran viaje en la furgo, y no tenía ni idea de cómo me las iba a apañar, sobre todo para encontrar sitios para dormir.



Uno de mis objetivos en mi viaje a Irlanda era hacer un curso de inglés de aproximadamente un mes, y después de ver los precios de las academias, me decanté por Limerick Language Centre, en la que ya había estudiado el amigo Sonris. Además Limerick aunque sea la tercera ciudad de la República de Irlanda en tamaño, tiene sólo 80.000 habitantes, y no hay tantos españoles como en Dublín, punto este muy conveniente si se trata de aprender otro idioma.

Paré a comer en el aparcamiento de un centro comercial a medio camino. Y llegué a Limerick hacia las 17:30. Me sorprendió que hubiera tanto sitio libre para aparcar, pero lo entendí al descubrir que desde las 9:30 hasta las 17:30 sólo era para residentes con un círculo, ni parquímetros ni nada.




La academia estaba al lado de la estación de trenes y autobuses, y ésta tiene un parking en el que cuesta entrar 4 euros. No indican plazo ni nada, y tiene algunas buenas plazas, aunque anuncian por doquier en las que ya están un poquito adentro que no se aconseja aparcar por la noche, que no se deje nada de valor en el coche, y que ellos no se hacen responsables de ningún problema, daño o robo que pudiera suceder.




Tras buscar más sitios por fuera, sin encontrar de momento nada más convincente, pues decidí pasar la primera noche aquí, a ver qué tal. El hecho de que no cobren por días o por horas, me hace pensar que si estoy varios días aquí me van a echar. He aparcado más bien cerca de la entrada y he puesto las pegatinas de la alarma de gases narcóticos y de la alarma de la furgo, dispuesto a pasar la primera noche.

No veo las fotos. ???

Cita de: txusmari en Octubre 27, 2008, 16:35:55 pm
No veo las fotos. ???

Ni una solo tan si quiera...

.malabares

enga unas fotillos...............

Perdonad, porque leerse todo esto sin ver fotos entre medias puede ser terrible.

Tengo las fotos reducidas a 800x600 en google, pero ví que al mostrarlas en furgovw salían con una resolución menor. Lo intenté modificar y parece que no funcionó. En mi ordenador se veían, probablemente porque estaban en la caché, pero mirando en otro, ná de ná.

De momento las he dejado con la resolución algo menor que me da google, y probaré con uno de los que ya tenéis bien rodados.

Gracias por la información y por el interés.

14 de mayo de 2008

La primera noche fue satisfactoria, sin ningún incidente. No era el lugar ideal para dormir, ya que por la noche se oye de fondo el motor de un tren al ralentí; no sé porqué no los apagan. En todo caso soy un buen dormilón y no me molestó para nada. Observé que la puerta del parking la cerraban hacia la 1 de la madrugada, para abrirla supongo que hacia las 6.
Me dirigí a la academia, llegando 5 minutos tarde como de costumbre. Me hicieron una entrevista oral y me asignaron un grupo intermedio alto, en el que no había ningún otro español, cosa que para mejorar otro idioma siempre es de agradecer. Mis compañeros eran una rusa, dos coreanas, una japonesa, un brasileño y un austriaco, este último cura de oficio, que había pedido una especie de excedencia de 6 meses para estar en Irlanda.




El ambiente era bueno y las profesoras también. Fue muy agradable saber que en esta escuela pagas las horas que asistes. Si no vas no pagas. Se paga semanalmente, al final de la semana en lugar de al principio. En esas condiciones es complicado que algún profesor sea malo, ya que se encontraría sólo en la clase.

Las dos primeras horas tenía clase de gramática con una profesora que hablaba muchísimo, después media hora de descanso, donde te ofrecían café o té a cargo de la empresa, y la tercera hora con una profesora de conversación, que además resultó ser una aventurera llena de experiencias. Una buena combinación. Empezaba la clase a las 9 y terminaba a las 12:30, a un precio de 27 euros al día (9 euros la hora).




Después de clase me dediqué a descubrir Limerick, pasear, preparar el viaje para el fin de semana, visitar la biblioteca y escuchar a sus gentes.

esperamos impacientes el siguiente capitulo...

15 de mayo de 2008

Hoy la rusa nos invitó a todos los compañeros de clase a ir a su casa con motivo de su cumpleaños, el próximo sábado. Parecía que todo el mundo tenía algún motivo que le impedía ir, pero yo, acabado de llegar y con ganas de conocer gente me apunté inmediatamente.



También leí en un panfleto que había un festival en Adare por el open de golf de Irlanda. Adare además venía como un pueblo turístico con encanto, del que hasta ponían un mapa con los lugares a visitar.




Por la tarde, leyendo en un parque, y tras oír un ruido repetitivo que provocaba alguien, vi como discutían un hombre de unos 40 años, con pinta de "sin techo", con tres chicas de unos 17 o 18 años, una de las cuales le encaraba sin ninguna vergüenza ni miedo, ante las risas de los presentes. Me pareció ver cómo el hombre le quitaba algo a una de las chicas (probablemente el aparato con el que hacían el ruido) y cómo la chica fue corriendo detrás de él hasta que le quitó la mochila. Esta escena, que duró entre 5 y 10 minutos de gritos, me pareció imposible en España, al menos en una pequeña ciudad de 80.000 habitantes como Limerick, donde a mi parecer la gente hubiera intervenido para ayudar al hombre o a las chicas. A mí me pareció que las niñas tenían un morro bastante impresionante. Se fueron al cabo de media hora dejando la mochila en el parque.

Sigue,sigue

Sigo el hilo

16 de mayo de 2008

Después de clase y hacer compras tomé camino hacia Adare, donde estaba uno de los dos camping próximos a Límerick (unos 20Km), además del Open de Golf de Irlanda. No es que me atrajera el golf, pero la gente hablaba de ello como un festival.

Contraté una noche de camping, 18 euros para una furgo y una persona, sin electricidad, y pagando 50centimos de ducha a parte, y volví a Adare con la furgo, ya que el camping quedaba a unos 4 Km. Me paseé por todo el pueblo y las afueras pero no encontré nada que pareciera un festival, con lo que concluí que simplemente se trataba del Open, pero había buen ambiente.



El pueblo tenía su encanto, pero después de cómo lo habían puesto en el folleto, que parecía el centro turístico del mundo, me defraudo un poquito. Y es que tener expectativas disminuye el disfrute del descubrimiento, ya que el pueblo como digo tenía su encanto, y era bastante chiquitín.



Después de cenar algo, y antes de entrar en un pub me encontré otra escena curiosa, donde unas niñas de unos 13 años le decían a unos tíos de 30 que estaban muy buenos, respondiéndoles estos que ellas eran unos bebés. Como digo, estas niñas irlandesas no se cortan un pelo.



En el pub un pequeño grupo musical amenizaba el ambiente, y la gente agradable y de buen trato. No tardé demasiado en irme a dormir ya que estaba cansado.

17 de mayo de 2008


Limpié la furgo e hice toda la logística de aguas, aprovechando el camping. Después de una buena ducha, camino hacia Limerick para ir a casa de Vika, la rusa, a ver que nos depara este cumpleaños. Como es habitual, llegué hacia las 16 horas, un par de horas tarde, pero sin preocupación ya que estaba previsto que durara hasta la noche. Sólo había rusos, que además son los primeros rusos que conocía. Gente fenomenal, que siempre hablaban conmigo en inglés y que no dejaron que me aburriera ni un minuto. Probé por primera vez vodka en chupito, sólo, venido de Rusia, y estaba bueno. Se lo bebían de un trago como el tequila aquí, aunque sin sal y limón, pero con un trozo de pepinillo o cebolleta después, con el mismo efecto que el limón y la sal.



De los rusos me llamó la atención, que todos estaban casados, incluso los que tenían poco más de veinte años. Parece que allí se casan bastante pronto. Las rusas muy guapas en general. A mi entender entre ellos había más variedad. También me llamó la atención que tuvieran el contenedor de la basura en el patio de la casa. Me explicaron que en Irlanda pagas por la basura que tiras, y que el camión sólo pasa ciertos días. Sólo esos días sacan el contenedor.



Pasé una tarde noche muy agradable, en buena compañía y con el puntillo justo. Había aparcado al lado de un camión pequeño sobre una zona de césped, cerca de la casa, en un barrio tranquilo, por lo que no necesitaba conducir para dormir.

Ke interesante tu! sigue, sigue! ;D

18 de mayo de 2008

El domingo fue un día tranquilo. Me desperté sobre las 12:00 horas, y después de comer me acerqué a otro de los pueblos que había visto en alguna guía de la biblioteca, Killaloe.



La carretera que llevaba hacia allí, era una de esas pequeñitas que en muchos sitios sólo permiten el paso de un vehículo, y que se encontraba cubierta por la vegetación de los árboles como si fuera un túnel de hueco igual al realizado por los camiones a su paso. Esos pequeños túneles verdes son una de las maravillas de Irlanda.



Aparqué en la plaza del pueblo, al lado de la comisaria de policía. Además estaba situada en lo alto, con lo que me encaminé cuesta abajo hacia el río. Un lugareño, borracho como una cuba a las 3 de la tarde (cosa que no es nada difícil de ver en Irlanda, donde dicen que el alcohol es uno de los mayores problemas del país), me dijo que el pueblo era muy bonito.



Killaloe, por no llevar ya una idea de que sería gran cosa, me gustó mucho más que Adare. Estaba al lado del río Shannon, situado sobre una ladera, y algo más llano a la otra orilla. Se veía mucha gente en embarcaciones de recreo en el río, algunos de ellos pescando. Pregunté a uno si se necesitaba licencia y me dijo que allí no, así que saqué mi caña y pasé un buen rato intentando pillar algo, pero na de na. Eso sí, pase un rato tranquilo en un paraje precioso y hasta hice una redacción en inglés (cuánto tiempo hacía que no hacía deberes).



Había un grupo de 5 o 6 autocaravanas en un parking al lado del río, donde ponía claramente un cartel de que no se podía pernoctar. Pregunté a uno de ellos, que eran irlandeses, y me comentó que llevaban desde el viernes y que no había problema, que nadie les había dicho nada.



Me quedé con el sitio, que aunque estaba a unos 20Km de Limerick, podría ser un lugar para pernoctar si me echaban del parking de la estación. Me fui a Limerick antes de las 23 horas, ya que no tenía muy claro a qué hora cerraban la puerta del parking y no quería quedarme fuera.

 ;)
Bonito relato..
.palmas .palmas
Nosotros tenemos unas ganas enormes de volver a visitar el pais del que tenemos muy bonitos recuerdos.
Una vez alli entendemos el poqué la llaman Isla Esmeralda.

Continua por favor .palmas .palmas

Sigo el hilo.

19 y 20 de mayo de 2008

El lunes y martes me dediqué, a parte de mi curso de inglés, a la vida contemplativa. Paseos, inmersión en la cultura irlandesa y biblioteca. El miércoles vienen dos amigos a pasar una semana en Irlanda y aprovecharemos para hacer la primera gira.



Me acerqué a un centro de información de cursos gratuitos en Limerick, pero sólo empezaban en septiembre o enero, así que no me pude apuntar a nada. Me llamó la atención, al volver del centro, en una mañana en la que pinteaba, ver a un hombre tirado en la calle, con aspecto de estar dormido y al que nadie hacía ningún caso, por lo que llegué a la conclusión de que debía estar durmiendo la mona. Y es que como ya conté, no es nada raro encontrar a gente borracha durante las horas del día.

21 de mayo de 2008

Después del curso salí tranquilamente hacia Dublín, ya que tito Bankinter y su prima llegaban a las 20:00 desde Madrid. Llegué justito, y tras dejar la furgo en el aparcamiento les estuve esperando un ratillo, hasta que salieron. Saludos, abrazos y una buena botella de ron Brugal.



El tito Bankinter ya había estado en Irlanda hacía años, así que sabiamente recomendó tirar hacia el sur, para llegar a County Kerry y a County Galway, mejor que hacia el norte para llegar a County Donegal, teniendo en cuenta que disponían de una semana. Aquí hay que decir que los irlandeses consideran a County Donegal y County Kerry como los más bonitos de Irlanda, y que tienen una gran rivalidad entre ellos. Como yo iba a estar bastante más tiempo en Irlanda, a mí cualquier opción me parecía bien.



Nos acercamos a Dublín, ciudad que no tiene los atractivos de otras grandes ciudades europeas, aunque se vive un buen ambiente en las calles. Dimos un paseo hasta el Trinity College, visitamos a Molly Malone y nos tomamos una Guinness y una de sus buenas sidras en la zona de marcha del Temple Bar. Cenamos muy bien en un bar tipo Kebab, y tiramos ya bien anochecido hacia el sur.



No queríamos dormir en Dublín, ya que siempre las ciudades son más conflictivas que el campo, y tito Bankinter puso en el GPS como destino Glendalough, con gran acierto. Decir que aunque era de noche, los túneles verdes que comenté antes, también se ven preciosos con las luces largas. Agradablemente el parking de Glendalough estaba abierto y no tenía ninguna limitación de altura ni indicaciones de no pernoctar (esto es posible que cambie en temporada alta), y además había otra autocaravana haciendo noche, así que allí nos instalamos, en un lugar precioso casi para nosotros solos, donde incluso llegamos a ver un ciervo antes de dormir.

22 de mayo de 2008

Curioso que después de llevar una semana en Irlanda, este sea el primer día que llueva. Bueno, al menos que llueva de verdad. Los días anteriores habían sido fantásticos. Y es que como dicen los irlandeses, aquí no te puedes guiar por la previsión del tiempo, ya que cambia como quiere cuando quiere. Aún así he de decir que nunca pasé mucho calor ni tuve que poner la calefacción estacionaria.



Glendalough, ya de día, amaneció en todo su esplendor. Es un parque natural a unos 46Km al sur de Dublín, en el condado de Wicklow. Su nombre significa el valle de los dos lagos, y en la zona de unión de dos ríos, se estableció un asentamiento monástico ahora en ruinas, pero con algunas construcciones todavía erguidas sobre este lugar.





Dimos un buen paseo hasta el primero de los lagos, bajo la persistente caída de la lluvia, unas veces dulcemente y otras más abundantes. El color verde brillante y de varias tonalidades adornaba toda la zona. Probablemente un lugar para quedarse varios días, y cerquita de Dublín (lo cual probablemente también haga que en temporada alta esté masificado).





Volvimos a la furgo a la hora de comer, y aprovechando que el tiempo acompañaba a recogerse un ratito en el hogar, nos hicimos un buen arroz con carne, antes de proseguir camino hacia el sur.



Avanzamos despacito, disfrutando del paisaje, y parando donde nos apetecía. Antes de anochecer nos desviamos por una carretera hacia la playa, sin encontrar sitio para dormir. Pero el segundo desvío fue más fructífero, acabando ya casi en la playa, en un sitio precioso, nosotros solos, pero cerca de unas preciosas casitas.



Al estilo más nórdico, una de dichas casitas estaba acristalada casi por todas partes y con todas las luces encendidas, de forma que se veía todo lo que había dentro y a través de la casa. Pensé también que Irlanda no podía ser un sitio muy inseguro cuando las casas de campo (que son mayoría en el país) tienen muros o vayas más estéticos o de marcar territorio que de protección. Les gusta chulear de sus jardines, e incluso cuidan la vegetación que hay al otro lado de la carretera.

Nos acostamos con el suave murmullo de las olas del mar de fondo. El lugar estaba ya cerca del pueblo llamado Curracloe, en County Wexford.

23 de mayo de 2008

Aprovechando el paraje, nos tomamos un desayuno tranquilo, y nos dimos un buen paseo por la playa.





Continuamos dirección sur, hacia el Ring of Hook, con su faro Hook Light justamente en el Hook Head, que según la Lonely Planet, es uno de los 9 monumentos más importantes de Irlanda, y según un folleto de la zona, el faro más antiguo en funcionamiento del mundo, construido en el siglo XII por los normandos.



Como dijo tito Bankinter, todos los países deben tener un faro más antiguo en funcionamiento del mundo. Y probablemente sí sea el faro más antiguo en funcionamiento en el mundo anglosajón.



Y es que aunque los irlandeses sean gente de p.m. y muy abierta, les envuelve un mundo anglosajón en el que se hace difícil ver más allá de ciertas fronteras con excesiva claridad...



La importancia que le dan a este faro es una prueba clara de que a Irlanda no se debe ir a buscar grandes monumentos, sino un verdadero paraíso natural.



Continuamos costeando ahora ya hacia el oeste. En una de las paradas vimos varios coches de rescate parados, y gente trabajando para hacer un salvamento. Tito Bankinter, adentrándose más de lo que yo soy capaz ni siquiera en pensamiento al acantilado, descubrió al muñeco que estaban salvando, el pobrecito, hecho polvo en una buena pendiente.



En una de las últimas paradas vimos una foca, que no logré fotografiar, en un lago con salida al mar.



Esta noche nos costó algo más encontrar un sitio, ya que la carretera se había apartado un poco de la costa, que además era escarpada en esta zona. Al final logramos encontrar un campo de fútbol abierto, con aseos incluidos, y zona de aparcamiento en un pueblo llamado Killeagh en el que dormimos muy tranquilos.

24 de mayo de 2008

Ni qué decir tiene, que siendo sábado y en un campo de fútbol, amanecimos rodeados de unos chavales jugando al hurling, acompañados de sus padres, eso sí, a algo de distancia ya que el sitio era grande, y no nos molestaron ni parecieron molestos con nosotros en ningún momento, todo lo contrario. El hurling es el deporte irlandés por excelencia, de origen gaélico, se juega en equipo, con pelota y palas relativamente cortas.



Salimos de allí hacia Cork, por carreteras principales, con el objetivo de llegar a County Kerry, ya que el tiempo pasa muy deprisa.



Tras pasar Cork, seguimos por el interior esta vez dejando las carreteras principales por las pintorescas, hacia Coachford, por la rivera de un río, parando en algún lugar con los restos de un precioso castillo a comer, y donde un lugareño al que entendía a duras penas nos contó la historia de su familia en la zona, contento de tener una visita al lado de sus tierras.



Después de comer seguimos hasta Kealkill y Glengarriff, ya en una de las penínsulas de Kerry, la Beara Peninsula, de la que hicimos algo de recorrido adentrándonos casi hasta la mitad y subiendo hacia el norte a través de la montaña. Decir que cada una de las penínsulas es un macizo montañoso que se adentra en el mar, donde las cimas máximas superan por poco los 1000m.



En esta incursión, subiendo hacia el Healy Pass, sucedió el único incidente de conducción que tuve en los dos meses largos en Irlanda, con la conducción a la izquierda. Se trataba de una carretera estrecha, que en su lateral izquierdo daba a un acantilado, y en la que en muchas zonas cabía poco más de un coche. Yo conducía más bien hacia la derecha, supongo que por mi mal llamado vértigo. Apareció delante un corsa que venía de pasar una curva, y mi reacción instintiva fue irme más a la derecha, la misma que se ha ido gestando en los instintos durante años de conducción en España. Podéis imaginaros la cara que puso la conductora del corsa, ante una mole de casi 3m de alto que se va hacia su lado. Yo no la vi, pero el tito Bankinter dice que era todo un cuadro. Íbamos lo suficientemente despacio ambos para frenar de sobra, pero al haber hueco en la carretera, medio segundo después de ir hacia la derecha me dirigí otra vez a la izquierda, pasando ambos sin problemas y sin tener que llegar a parar. Pero me dejo claro que las costumbres arraigadas o instintivas no se cambian tan rápido. Es curioso que esa misma pregunta se la hacía tito Bankinter el día antes del incidente.



La conducción por la izquierda no me parece complicada, tras lo extraño que es superar la primera rotonda, y quedándome sólo el miedo de que se me olvidara en alguna salida que tenía que ir por la izquierda, cosa que siempre tuve presente y nunca me sucedió. Además Irlanda invita más a la contemplación tranquila que a velocidades o conducciones agresivas.
Paramos en lo alto a tomar el aire, dar un paseo y contemplar el paisaje.



Salimos de la primera península y entramos en el Ring of Kerry, península de Iveragh, y nos dirigimos ya hacia el interior esta vez buscando camping, por lo de tomar una buena ducha y hacer la logística de aguas. Como siempre pasa, vimos un montón de camping hasta que empezamos a buscar uno y ya no se veían.



Paramos en el arcén a escuchar al chikilicuatre en Eurovisión en directo, sobre todo para no perder la cobertura de la radio, cosa bastante habitual en esta zona. Toda una experiencia. Seguimos un ratito hasta encontrar un precioso camping cerca de Caherdaniel. El dueño nos dijo que durante el día habían estado viendo un tiburón en la playa, todo emocionado (el dueño, no el tiburón).

25 de mayo de 2008

Después de desayunar y recoger la ropa que había puesto en la secadora la noche anterior, pero que no pude retirar porque el dueño cerró la sala de máquinas, salimos para continuar por el Ring of Kerry en el sentido de las agujas del reloj, el cual, según la Lonely Planet, es el contrario al que siguen las rutas turísticas de los autobuses (esto lo cuentan por el tamaño de las carreteras, por si no te quieres sorprender con ellos de frente).





Una vez en la parte norte, volvimos hacia abajo, adentrándonos en el Black Valley, y dirigiéndonos hacia el Killarney National Park, donde tuvimos la suerte de ver una manada de ciervos rojos cerca de la carretera.





Cuando paramos para fotografiarlos salieron corriendo, con lo que no conseguimos ninguna, salvo un vídeo de mala calidad.



La península bien valía tirarse unos días allí, pero el tiempo seguía pasando y la prima de Tito Bankinter quería llegar a County Galway antes de que finalizara su viaje. Además no queríamos dormir en el Killarney National Park, porque con toda seguridad estaría prohibido.





Así que pasamos Killarney, dejando County Kerry, y llegamos a dormir a Adare, ya en County Limerick, a un lugar que había localizado en mi primera visita, el aparcamiento de un colegio y de un cementerio, escondidos tras una iglesia, y que no cerraban de noche. Un sitio con encanto que no acabó de convencer a nuestra acompañante femenina por la proximidad del cementerio, pero que nos permitió un sueño nocturno lleno de paz y tranquilidad.

26 de mayo de 2008

Como les había comentado a Tito Bankinter y su prima que Adare me había defraudado la primera vez, pues lo encontraron encantador, y es que, como ya dije, no hay nada como tener expectativas para disminuir la fascinación de la realidad. O como en este caso, pensar que algo no vale gran cosa para encontrarle un gran encanto.



En todo caso es un pueblecillo chiquitito del que hicimos su recorrido y seguimos camino a Limerick.



En Limerick pasamos por el castillo y la catedral que para mí son los atractivos principales, y continuamos hacia County Clare con su Spanish Point y los Cliffs de Moher.



El Spanish Point debe su nombre a los 5000 marineros de la Armada Invencible que acabaron muertos en la zona, unos debido a la tormenta misma, y los que conseguían llegar a la orilla muertos por las tropas británicas.



Los Cliffs de Moher están considerados uno de los principales encantos de Irlanda. Acantilados que aunque no son los más altos, pasando por poco los 200m, tienen un atractivo por su verticalidad y la facilidad de acercarse al borde, así como por las numerosas aves que habitan en sus paredes.



Impresionan mucho más, si se tiene la oportunidad, visitándolos en barca desde abajo.



Están coronados por un castillito en la cima.



Desde la vez en que Tito Bankinter los había visitado, han añadido una barrera para que la gente no se arrime al borde, con carteles de prohibido pasar, pero sin nadie para controlar que no se saltasen. Y es que es habitual que entre 3 y 6 personas pierdan la vida cada año aquí, pero difícil saber cuáles son suicidios y cuáles accidentes.



El caso que creo provocó la creación de la barrera, fue la caída de una mujer con su bebe hace pocos años (si no me equivoco en el 2003).



También habían añadido un centro turístico de pago. Y la zona de aparcamiento única de la zona, igualmente de pago, a 8 euros el día. Eso sí, como en otros países de Centroeuropa y Nórdicos, a las 17 o 18 se va el cobrador dejando el aparcamiento abierto.



Antes se aparcaba en medio del campo. Más modernidad y menos encanto de lo que tenía hace años, pero más seguridad. Aún así, vale la pena visitarlos.



Aprovechando que quedaban los últimos rayos de sol, seguimos camino hacia el norte. Paramos en un cementerio para disfrutar de los colores que nos ofrecía el atardecer con la situeta de las cruces.



Encontramos para dormir un lugar entre dos entradas de fincas particulares, a no más de 150m de una casa de campo. No interferíamos en la entrada pero parecía ya lugar privado. Cenamos con sin tapar las ventanas, para que nos vieran, tal y como lo hacían en la casa cercana, y así dar un poco de confianza. Si nos echaban mejor que nos echaran antes de acostarnos.

27 de mayo de 2008

Como era de prever no nos echó nadie. Un camión pasó varias veces por la mañana. En cada pasada se llevaba una vaca, que intuimos iba destinada a un lugar poco agradable para ella. El lugareño, como todos los de allí, saluda al pasar levantando la mano, como si te conocieran de toda la vida.



Continuamos hacia el Dunguaire Castle, donde hicimos una pequeña visita.



Y seguimos hacia Galway. Pasamos por la estación de autobuses, a ver los horarios para Dublín, pero después de un rato de indecisión, decidí acompañarles, ya que yo disponía del tiempo que a ellos les faltaba.



Aparcamos al lado de la catedral y dimos un paseo por el centro.



Galway es una ciudad con un gran ambiente universitario.



Comimos en un mejicano y hacia las 18 horas emprendimos camino hacia Dublín, ya que el vuelo a Madrid salía el 28 a las 14 horas. Se acababa el tiempo de viaje para estos visitantes con los que había compartido un trozo muy agradable de mi viaje a Irlanda.



Esta noche, buscamos sitio donde dormir a unos 30Km de Dublín, en un pueblo llamado Kilcock. Nos costó un buen rato encontrar un lugar, que al final fue al lado de una zona en construcción de una urbanización, delante de una escuela. Al vernos circulando despacio por allí, intuimos que los vecinos llamaron a la policía, porque según aparcábamos se puso un coche al lado de nosotros. Les saludé y pregunté si podíamos dormir allí, a lo que respondieron que no había ningún problema y se fueron.

Y todavia quedan 2 meses de relatooooo :o :o
Que pasada !

28 de mayo de 2007

Llegó el día de la partida. Nos levantamos pronto, aunque cuando salimos de la furgo el cole ya estaba ocupado y los chavales mirando por la ventana nuestros movimientos.

En el desayuno la prima de Tito Bankinter tiró, sin querer claro, el cazo con leche en el asiento, así que muy compungida ella me dejó la superguía de National Geographic de Irlanda. Bueno, era un préstamo, y yo ya la llamaré para que me limpie bien la tapicería.



Lo que me hizo menos gracia, es, como siempre pasa en estos casos, que no encontráramos una gasolinera camino del aeropuerto donde pudiera tirar las aguas negras, que eran todas de ella, ya que en este viaje campestre los chicos iban a la calle. Y al final le tocó a un menda. Eso sí que pienso cobrárselo alguna vez...



Llegamos al aeropuerto prontito, sobre las 10:30, donde dejé a Tito Bankinter y su prima con la nostalgia que siempre queda al final de los viajes, aunque el mío continuaba, y también mi recuperada vida de estudiante.

Y ya que estaba en Dublín, y prontito, me planteé la vuelta por carreteras secundarias y pasando por las rutas pintorescas que pillara de camino.



Primer desvío hacia el Sally Gap, cerca de Glendalough, en las Wicklow Mountains, pero sin repetir lo que ya conocía. Había una buena niebla que me impidió ver parte del paisaje, aunque también tenía su encanto.



Se fue difuminando según iba dejando atrás el Sally Gap, dirección a Blessington y Hollywood.



De ahí hacia el Curragh Camp, que era un inmenso monte cubierto de césped, con algunas zonas de matorrales, y conejos corriendo de unas a otras. Estaba prohibido adentrarse con vehículo.



Había allí uno de esos cementerios irlandeses, emplazados en lugares de gran belleza, y en los que la tapia dejaba ver el interior. Los irlandeses, y parece que otros nórdicos, buscan lugares bellos y abiertos para sus difuntos.



De ahí seguimos hacia Kildare, y unos kilómetros por la carretera principal, desviándome otra vez hacia Kilnnitty.



Estaba esta zona cubierta de inmensos bosques de pinos, encontrando algún merendero en su parte alta con cierto encanto, pero también con algunos minimosquitos irlandeses.



Otra vez en la carretera principal, encontré un área de descanso sin limitación de altura y con baños, por lo que aproveché para descargar el regalito que me dejó la prima de Tito Bankinter. Eran casi las 22 horas y llegó el encargado de cerrar los baños. Menos mal que me había dado tiempo. También había una fuente donde cargué algunas botellas de agua.



Y llegué al que ya casi consideraba mi pequeño hogar, en el aparcamiento de la estación de Limerick.

29 de mayo de 2008

Vuelta a clase, aunque sólo sea para dos días. Parecía que la siguiente semana iba a hacer una semanita completa. Pero el lunes era fiesta, así que se presentaba delante un fin de semana largo, y hoy el único día de descanso.

Echando un ojo a la guía del National Geographic, indicaban como la más bella de las penínsulas de County Kerry la Dingle Península, que además era la más cercana a Limerick y que no habíamos visitado en los días precedentes, por lo que se planteaba como próxima visita para el fin de semana.

30 de mayo de 2008

Después de clase, comer, dar un paseo por Limerick y hacer compras salgo hacia la Dingle Peninsula.



Seguí la parte de la ribera sur del río Shannon, que cada vez se abría más, ya visitado por el agua salada del mar.



Me lo tomé con calma, así que llegué sólo a un pueblo llamado Glinn, en el que parecía que había un castillo.



Allí encontré un sitio para dormir entre dos iglesias, y una entrada a lo que quizás fuera el castillo. En el pueblo, pero con todo el sitio libre.

31 de mayo de 2008

A la mañana siguiente me di un paseo alrededor de las iglesias.





Que como la gran mayoría de ellas, estaban acompañadas de sus tumbas, las cuales también debieron contribuir a la calma de la noche anterior.



Según estaba desayunando vi como el aparcamiento se iba llenando de coches y la iglesia de gente. El ambiente me pareció muy silencioso, hasta que vi que se trataba de un funeral.



Me adentré en lo que podía ser el castillo, aunque indicaba claramente que se trataba de una propiedad privada, la señal iba indicada a los vehículos y yo entraba andando. Había en los campos esas plantas de hojas enormes que dan casi miedo.



Cuando llegué al castillo vi en su interior dos carteles bien claros que decían algo así como estrictamente privado, vamos más privado que privado. Debía ser algo así como un hotel. De todas formas pregunté a una trabajadora por si acaso y la respuesta fue la esperada, no.



Además el sitio parecía bastante pijo y mis pintas bastante antipijas. Supongo que están cansados de las visitas de turistas, y con el sentido de la propiedad anglosajona, pues a prohibir estrictamente el paso. Perdón por la repetición pero es que me hizo mucha gracia el uso de "strictly".



Seguí camino por la costa hasta Ballybunnion siguiendo la rivera del río Shannon.



Por casualidad me dio por bajar con la furgo hacia la playa, y tuve la suerte de que alguien se iba, así que me quedé en un sitio fenomenal, al ladito de la playa.



Leí y paseé, hice fotos, e intercambié algunas palabras con unos turistas franceses y algunos irlandeses. Parece que los irlandeses sienten mucho más cariño hacia los españoles que hacia los franceses, supongo que estereotipos de la educación, sobre todo la falta de cariño hacia los franceses.



Al atardecer llegaron unos chavales a la playa a hacer botellón. Después de una media hora llegó la policía supongo que a decirles que se fueran a otro sitio, sin ningún escándalo. Pero me llamó la atención que los policías se quedaran como media hora en la zona en la que habían estado los chavales buscando basura. Y es que por hacer botellón no, pero por tirar basura te pueden echar una multa de entre 150 y 3000 euros en Irlanda.



Le pregunté a un policía si podía dormir donde estaba aparcado, y tras preguntarme si dormía en la furgo, me dijo que no había problema. Había más arriba unas cuantas autocaravanas aparcadas, a no más de 50m de distancia, pero bastante más arriba, pero mi sitio tenía mucho más encanto. Así que me di un paseo nocturno, y volví a cenar a la furgo, y tomar unas cervezas mientras leía.



Así cómo a la una de la mañana, yo aún leyendo, me pareció oír ruidos en el exterior, nada que tuviera que ver con mi furgo, pero apagué la luz y abrí una persiana. Justo en ese momento alguien pasó a mi lado, pero sin mirar hacia dentro de la furgo. En ese momento me di cuenta que los ruidos que oía era la conversación de una pareja, y que ese tipo no era más que un mirón.



Supongo que el lugar que había elegido debía ser el picadero de las noches de fiesta, aunque esta en particular había cierta niebla y hacía fresco. Miré por la otra venta y vi otra pareja y otro mirón. Como anda la peña. Nunca había visto mirones en acción. Menos mal que ni las parejas estaban haciendo nada especial, ni por tanto los mirones tampoco. Hasta ahora sólo los había visto en algún programa de pillados en la tele, donde se llegan a acercar a parejas a menos de 1m, aunque no suelen ser peligrosos, vamos que salen corriendo en cuanto les pillan.

En todo caso, seguí leyendo otro rato y dormí bien tranquilo.

1 de junio de 2008

Hoy tocaba adentrarse en la Dingle Peninsula, así que dejé Ballybunnion después de un pequeño paseo matinal.



Recorrí Kerry Head, y llegué a Tralee, donde encontré unos preciosos jardines.



Hacen anualmente un festival de jardinería en esta ciudad, y también un festival de belleza irlandesa. Vamos que eligen a la irlandesa más guapa para lo que vienen no sólo las que viven en Irlanda, sino en cualquier país (hay muchos irlandeses en Estados Unidos, casi tantos como en Irlanda). El festival no era ahora, sino en agosto, así que me perdi esas bellezas irlandesas tan difíciles de ver en la calle.



Desde Tralee fui a Blennerville, donde hay un molino de más de 20m de altura.



Seguí toda la costa por la Tralee Bay y la Brandon Bay. Estas bahías están divididas por una pequeña península, en la que  entrando desde Castlegregory hacia Fahamore ví varias parcelas llenas de casas de esas prefabricadas tipo vagón, muy habituales en las zonas de playa en Irlanda, a un lado de la carretera, y al otro, gente que parecía estar de acampada libre, incluso haciendo hogueras.



La Brandon Bay termina en el Brandon Point, donde además hay que dar media vuelta ya que no tiene salida. Es un lugar precioso ya muy alto, que termina en un acantilado con caída al mar. Aquí había una furgo alemana con una pareja instalada. Yo no me quedé a dormir allí porque se recluyeron bien pronto, y además no me hacía gracia dormir al lado de un precipicio, incluso aún sabiendo que estaba a más de 10 m de distancia y que el sitio era bien seguro, quizás con algo de viento, a mi cabeza no le hacen nada de gracia las alturas, y menos perderlas de vista.



Así que me encaminé hacia la zona donde había visto a la gente de acampada libre. Entré en una de las zonas, aparqué, y pregunté a unos chavales si no había problema para aparcar allí. Una frase después ya me estaban invitando a unas cervezas, así que me traje una silla, un poco de chorizo de España, y pasé una noche bien agradable con los boy scouts de Cork (bien creciditos ellos, no niños). Me di cuenta también que era mucho más difícil entender a la gente de fiesta en la calle, que a los profesores en la clase. Y de la variedad de los acentos irlandeses. Me explicaron que no habia problema en acampar allí, que había pasado la policía, pero que lo único que querían es que no tiraran basuras. También les parecia normal hacer hogueras. Y es que Irlanda está verde, verde, verde, y parece difícil que el fuego se propague con facilidad, al menos en esta zona.

2 de junio de 2008

Cuando salí de la furgo a la mañana siguiente ya se habían ido, supongo que a disfrutar de las barcas que se habían traído.



Tiré hacia Dingle, pasando por el Connor Hill.



Que carretera más bonita de subida. Pero que acojone. No cabía más de un vehículo en su mayor parte, con una pared montañosa a un lado, y el precipicio al otro. Cada vez que podía me apartaba para dejar pasar a los coches que me seguían, y afortunadamente de frente solo nos cruzamos con 2 o 3 coches.



Casi sin entrar en Dingle, fui hacial el Ballydavid Head. Otro sitio encantador tejido por el mar contra los acantilados.



La carretera acababa en la Slea Head, dentro de la Ballydavid Head. Así que después de comer, de vuelta.



Pasé otra vez por Dingle y seguí ahora por la parte sur de la península.



Parando en el Inch Point, una pequeña península que no es más que una gran duna alargada de arena de mar. Aquí había unos baños públicos en un aparcamiento que me vinieron de perlas para eso de la logística de aguas (ahora que se ha ido la prima de tito Bankinter, puedo hablar más fino).



Seguí camino de vuelta atravesando por montañas ya menos complicadas, pasando Tralee, Listowel y llegando a Limerick algo pasada la medianoche.

 .palmas .palmas bonita crónica ... mb el centro de estudios, tomo nota .sombrero

3 de junio de 2008

Creo que esta fue la semana que más días fui a clase de inglés. Las clases eran agradables y Limerick se dejaba vivir.

Y eso que los irlandeses la clasifican como una ciudad peligrosa. Los rusos me contaron que hay barrios donde es mejor no ir de noche. Que en esos barrios venden por 30.000 euros casas que en otros barrios cuestan 200.000. A saber, yo nunca vi nada raro, aunque sí pregunté por si acaso cuales eran los barrios raros para evitarlos por las noches, aunque estaban apartados. Llegue a pasar por uno de ellos de paseo, para ir a un cine de las afueras, sin observar nada especial.

Vamos, que nadie tenga miedo de visitar Limerick, aunque también es cierto que no es una ciudad muy turística.

4 de junio de 2008

El 14 de junio se casa mi prima en Madrid, y después de buscar una buena combinación de precio y días de estancia allí, pillé el billete. Salía el 11 de junio, y volvía el 16 de junio. Me salió por 20 euros en total, con el amigo Ryan, y mi única incertidumbre era donde iba a dejar la furgo...

Según la secretaria de la academia, dejarla en el aparcamiento de la estación era un peligro, ya que de vez en cuando se veían cristales rotos. Pero según Alan, uno de los profesores, él se había ido el fin de semana en autobús y dejó el coche allí, cerca de la entrada. La otra posibilidad que valoraba era dejarla en el camping.

5 de junio de 2008

Eché un ojo a las guías y pregunté a los lugareños, decidiendo para este fin de semana adentrarme en el interior de Irlanda.Este fin de semana sí era normal, pero las distancias aquí no son tan largas, así que el viernes decidí ir al Rock of Cashel, y el sábado a Killkeny. Ambos lugares de atracción turística y el segundo también de buen ambiente juvenil.

6 de junio de 2008

Salí como es habitual con tranquilidad y sin seguir el camino más recto, así que llegué a Rock of Cashel al atardecer. Había uno de esos grandes aparcamientos que cobran 3 euros por día, pero cuyo cobrador se va a las 5 o 6 de la tarde. Vi que había una california y una autocaravana aparcados, y el resto casi vacío, así que allí me establecí.



Fui a explorar los colores que trae el atardecer en Irlanda, alrededor de las ruinas semiconservadas de lo que fue una gran construcción durante largos años, y con una larga historia ligada al destino de Irlanda.



Al volver a cenar, había un par de coches pequeños con chavales hablando del uno al otro. Al rato se fueron, pisando a tope, y rato después volvían, llegando a ser hasta 3 coches (un saxo, un corsa y un fiesta), con entre 2 y 4 chavales y chavalas dentro cada uno. Vaya, parece que había pillado el lugar de botellón macarra de dar caña al motor pero sin alcohol, de los chavales de 18 años de la pequeña ciudad. Era un tanto molesto, pero eran sobre las 23 horas y no me apetecía moverme. Cené tranquilamente, con las persianas abiertas y la luz encendida, y vi como la autocaravana se iba, supongo que para buscar un lugar más tranquilo. Sin embargo la california, con el techo levantado, no se meneaba lo más mínimo, y seguro que ellos oían el ruído bastante más alto que yo. No tenía miedo de los chavales, pero sí de que perdieran el control de los coches y acabaran contra nosotros, por lo que verles a través de la ventana me dejaba más tranquilo.



Hacia la medianoche salí a dar otro pequeño paseo y hacer fotos nocturnas, que no fueron gran cosa, ya que mi cámara no tenía muchas opciones, cuando oigo una especie de golpe seco. Me acerco no vaya a ser que los chavales nos hayan chocado, pero la cosa se quedó sólo en que habían reventado uno de sus neumáticos.



Vuelvo a la furgo a leer, también con la luz encendida y persianas abiertas. Al rato uno llama a mi ventana, que abro, y me pregunta si les puedo echar una mano. Parece que la llave que llevan para cambiar la rueda se les ha estropeado al primer uso. Casi muerto de risa pensé que vaya macarrillas de pacotilla... Así que les dejé las herramientas de la furgo y finalmente pudieron soltar la rueda y cambiarla. Y tras eso, se fueron para no volver, supongo que también para no molestar a quién les había echado una mano, y pisando algo menos el acelerador. Curiosa forma de pasárselo bien los chavales.

7 de junio de 2008

El lugar bien se merecía dedicarle un rato más, y decidí entrar al Rock of Cashel. Fue el único monumento de pago que entré durante mi estancia en Irlanda. Me atraía su aire decadente, mejor cuidado por unos costados que por otros. Dediqué no menos de un par de horas a la visita, y hasta escuché la historia del lugar en una sala que tenían preparada para ello, sirviéndome además de clase de inglés. Y como no podía ser de otra manera dedicaban unas frases a la derrota de la Armada Española, que evidentemente allí no llaman la Armada Invencible.



Salí hacia Killkenny, después de pagar los 3 euros de parking, parando a comer en la campiña y disfrutando como siempre del paisaje. Llegué sobre las seis y media al camping, situado a un km de la ciudad y otro más al centro. Allí me recibió una alemana que hacía algo así como un trabajo de final de estudios, cuidando caballos, de conversación y físico bien agradables, que me dedicó casi una hora hasta que llegó el dueño del camping. Me dijo que se volvía para Alemania ese mismo martes, y me recomendó un par de sitios de buen ambiente para la noche.



Creo que fueron unos 16 euros, ducha gratis, y el dueño me dejó la electricidad gratis, lo que me sirvió para probarla en la furgo, que nunca había conectado a 220. Me dio un mapa y me recomendó si iba al centro que volviera en taxi si se me hacía de noche para más seguridad.



Cuando aparqué, hacia el interior para evitar el ruido de la carretera, saludé a la única pareja que había a menos de 100m. Un par de belgas dándose una vuelta de un mes por Irlanda, con tres perros (creo que pagaban más por el viaje de los perros que por el suyo mismo). También muy simpáticos compartiendo experiencias y lugares que visitar.

Me invitaron a una sidra, pero tenía que poner la lavadora, darme una buena ducha, y quería explorar el ambiente nocturno de Killkenny. Cené y tuve que esperar un buen rato hasta que la secadora terminó, para irme al centro. Llegué sobre las 23:00 al pub, en el que realmente había buen ambiente y gente simpática. Y como un reloj, cerraron a las 00:30.



Afortunadamente había al lado un Night Club, y seguía de fiesta, con buena música y un ambiente aún mejor, incluyendo un par de despedidas de soltera y gente con muchas ganas de fiesta. Y también como un reloj, cerraron a las 02:30, dejando a todo el mundo con las ganas, llenando las calles de Killkenny de juventud, y los lugares que no servían alcohol (esos no tenían que cerrar), tipo hamburguesería, pizzería o kebab hasta los topes. No acabo de entender estas limitaciones horarias, en las que la gente sale tanto o más borracha que cuando cierran mucho más tarde, inundan las calles haciendo ruido y siguiendo un poco de fiesta callejera, ya que no están cansados. Incluso coger el taxi tenía lo suyo, ya que había una cola de cuidado.

A pesar de esas restricciones horarias me lo había pasado fenomenal las cuatro horas que me duró, y eso que no me encontré a la alemana (lástima). Me encantó el volver a la furgo sin los olores típicos de una noche de fiesta en España, debido sobre todo al tabaco. Allí está prohibido fumar en todos los garitos, y la gente sale a la calle a echarse el pitillo y luego vuelven a entrar, sin que eso afecte a las ganas de fiesta.

Si pasáis por Killkenny, no olvidéis hacer una salidita nocturna.

8 de junio de 2008

No soy un gran madrugador, y menos habiéndome acostado tarde, pero no quería perderme un paseo diurno por Killkenny, y más con el buen sabor que me había dejado la noche.



Después de desayunar me recorrí el gran parque que llegaba al castillo mejor conservado de los que he visto en Irlanda.



Seguí adentrándome un poco en la ciudad, hacia la catedral. Las calles de día tenían un aspecto totalmente distinto al nocturno, pero manteniendo el buen ambiente.



Volví al camping sobre las 15:00, un poco tarde para esos horarios que manejan, pero no tuve que pagar ningún extra. Me fui tranquilamente hacia Limerick rodeando por Clonmel, Lismore, Fermoy y Hollycross, lo que hacía casi el doble de recorrido que el camino más corto.



Siguiendo siempre las rutas pintorescas y a la velocidad tranquila de las pequeñas carreteras secundarias y montes irlandeses. En Lismore había un precioso castillo, aunque éste lo vi un poco más de lejos.



Y como casi siempre, hacia la media noche, me situaba en el lugar que ya tenía elegido desde el principio, y que a esas horas siempre estaba libre.

No tienes fotos del castillo por dentro??seguro que tiene que ser la caña  .baba

No tengo ninguna foto del interior del castillo. Es posible incluso que estuviera habitado, ya que no recuerdo que se pudiera entrar ni si había que pagar algo... Eso de los monumentos habitados es común en Irlanda. En todo caso soy me atraen más los exteriores y tampoco quería abusar mucho del camping.

9 de junio de 2008

Hoy hice poco más que la facturación por internet e imprimir el billete. Llamé al camping de Dublín para preguntar cuánto me cobraban por dejar la furgo allí, y la cosa era como si yo estuviera dentro, a unos 25 euros al día, cosa que descarté. Así que también compré por internet e imprimí el billete de autobús hasta Dublín, teniendo cada vez más clara la opción de dejar la furgo en el parking de la estación de Limerick.



La impresión la hice desde la impresora de la academia. Sino también se puede imprimir en la biblioteca, pagando una cantidad por hoja. Es gratis la conexión a internet de la biblioteca si tienes el carnet, pero no se puede hacer el carnet sin residencia en Irlanda, aunque en general se enrollaban y te dejaban conectar sin problema.

10 de junio de 2008

Probablemente la foto más curiosa que hice en Irlanda, que no la más bonita, fue este día, en la estación de Limerick. Estaba mirando de dónde salía el autobús, para no tener sorpresas a la mañana siguiente, y de repente me topé con un cubo de basura candado, cosa que no había visto en mi vida. Primero pensé que era para que la gente no robara la basura, pero rápidamente recordé lo que me habían contado sobre que en Irlanda se paga por la basura que se tira, y un cubo en una estación es el lugar perfecto para tirar la basura sin pagar.



He de decir, que tirar la basura en Irlanda es más complicado que echar agua a la furgo. Tienes que meterla en pequeñas bolsas y aprovechar papeleras en las que tirarla disimuladamente. O si coincide que es el día de paso del basurero, y que han sacado algún cubo los vecinos a la calle, tirarla en uno de ellos, también con discreción. Las papeleras son relativamente fáciles de encontrar en estaciones, playas, aparcamientos,... Lo que sí son gratis son los contenedores de basuras por las que se puede sacar dinero. Tienen uno para botes de aluminio, otro para botes de acero, otro para cada color de vidrio y otro para papel, todo bien separadito. Veo fenomenal el reciclaje pero me parece excesivo el tener entre 6 y 10 contenedores diferentes.

Y no olvidéis que si tiráis basura por ahí, cosa que además de no estar nada bien, os puede costar una multa de entre 150 y 3000 euros. Esto hace que Irlanda sea mucho más limpia que Inglaterra, por ejemplo, aunque siguen quedando acumulaciones de basuras en ciertas zonas del campo y algunos ríos. Me imagino que las multas son tan altas porque en su día los irlandeses serían muy guarretes.



Cambié de sitio la furgo, dejándola en la zona delantera, pero un vigilante me dijo que casi tapaba la ventana de los jefes y que igual le llamaban la atención a él, y que por favor la dejara en el interior. Así que la moví al otro sitio que tenía seleccionado, dentro de las barreras que cierran por la noche, justo detrás de un gran cartel de anuncio que había a la entrada, y al lado de esta. Esta noche dormí ahí y tampoco era mal sitio. Sólo me enteré de los aullidos de los gatos que estarían en época de celo, y parece que les gustaba justo el espacio cerrado que quedaba detrás en la estación, justo detrás de la furgo.

11 de junio de 2008

Un mes después de mi salida de casa emprendía la vuelta por unos días. Mi autobús salía a las 7:30 de la mañana. Después de desayunar recogí la poca basura que me quedaba, vacié el frigorífico de cosas perecederas, y dejé la furgo con las persianas cerradas tal y como la dejaba habitualmente y con la alarma puesta, como siempre, y fui al autobús.



Dublín no estaba a más de 210Km de distancia, así que me sorprendió que se tardara casi 4 horas en llegar, según me dijo el chófer y luego así fue. Menos mal que iba con tiempo.



Desde la estación de Dublín cogí el autobús al aeropuerto, de esos que te clavan 6 euros por hacer 20Km, cuando había pagado 9 por hacer más de 200Km. Llegué poco más tarde de las 12 y el avión salía algo más tarde de las 14. Así que tuve tiempo de comer, comprando la comida como los obreros y otros trabajadores del aeropuerto en un Spar. Es habitual allí que los supermercados tengan una sección de comida preparada y caliente, y después unas sillas con mesas en el exterior para comer. Sin ser espectacular, no estuvo mal.



Y salió el avión hacia Madrid, desde dónde no regresaría hasta el día 16, con la incertidumbre ligera, pero incertidumbre al fin y al cabo, de seguir encontrando la furgo en su sitio y sobretodo sin que nadie se hubiera colado dentro...

Muy wapa la estancia en Irlanda!!! Sigue, sigue!!!! .palmas

Muy bueno, si señor!
Me lo he leido de tiron

16 de junio de 2008

Los días pasan rápido. La boda de mi prima estuvo fenomenal y pude disfrutar unos días de la compañía familiar. Pero llegó la hora de la vuelta a estas largas vacaciones en Irlanda.



El avión salía de Madrid algo después de las 18 horas (hora española). Venía de Dublín y volvía a Dublín. Llegaba allí hacia las 20:00 horas (hora irlandesa), y el último tren para Limerick salía a las 21, así que tenía unas posibilidades muy ajustadas de cogerlo. Además llegó el avión con 20 minutos de retraso, por lo que descarté ya completamente esa opción. Iba a pasar mi primera y única noche en Irlanda en un hotel. Tampoco me venía mal, ya que sólo había pasado unas horas en Dublín, y no me importaba dedicarle un día más.



Aunque más que un hotel, es una residencia universitaria, elegí el Trinity College por el atractivo del lugar, y que estaba en pleno centro. Me costó sobre unos 60 euros la noche. La habitación no era gran cosa, pero me trajo recuerdos de la residencia universitaria en la que pasé 9 inolvidables meses en Toulouse, y además estaba limpia, que es lo más importante.



Salí a dar un paseo nocturno, cenar algo por ahí, y buscar algún sitio de ambiente por la zona del Temple Bar, pero resultó que el ambiente era muchísimo más tranquilo que la noche que paseamos por aquí con el Tito Bankinter y su prima, probablemente porque esa noche era la final (creo) de la copa de fútbol del Reino Unido, que siguen con gran interés desde Irlanda. Y hoy, además de ser lunes, no debía haber ningún evento especial.



Así que me volví a dormir hacia la 1 de la mañana. Además los hoteles en Irlanda hay que dejarlos antes de las 10 de la mañana (el equivalente a antes de las 12 en España).

17 de junio de 2008

El desayuno estaba incluido en el precio, pero no el inglés, que tenía un sobreprecio por los huevos con bacon. Aún sin estos era un muy buen desayuno.



Dejé la mochila en consigna, ya que la habitación la abandoné a las 10. Y me fui a patear Dublín de día. Me recorrí los atractivos turísticos del centro, y la zona comercial con alguna calle peatonal. La ciudad como ya dije no me parecía excepcional pero tenía buen ambiente.



También estuve echando un ojo a las cámaras de fotos, ya que mi cámara se me estropeó justo antes de empezar mi viaje a Irlanda y la que estaba utilizando no tenía zoom. En general los aparatos electrónicos son más baratos en España, pero llegué a encontrar una cámara con controles manuales a un precio mejor, y me la pillé.



Aquí no te reservan la plaza en el autobús. Te pones a la cola y ya está. No sé cómo será si hay mucha gente, pero me dijeron que no había otra opción.



Me fui en el autobús de las 19 horas, que llegaba ya casi a las 23 a Limerick. Y mi furgo estaba en donde yo la había dejado, tal y como la había dejado. ¡Qué alegría!

jodo.. con que te curres la crónica del viaje por Africa igual que esta... no me separo del ordenador!!  ;) .palmas .palmas

Que recuerdos!
Yo he estado dos veces en irlanda. Y tengo intención de volver esta semana santa.
Una preguna ¿que es eso de la alarma de gases narcoticos?

18 de junio de 2008

Vuelta al cole, ya con algunos cambios. El brasileño se iba y unos días después el austriaco. Venían unos días una chica de la República Checa, y para más largo plazo una húngara. Se iba a echar mucho de menos al brasileño, que no había quién le quitara su gracia latina. También se empezaba ya a ver gente que venía para las vacaciones, y el ambiente de la escuela se iba revolucionando un poquito.

19 de junio de 2008

Este fin de semana había lo que me parecía un gran evento, ya que me tenían emocionado la duración de los atardeceres en Irlanda en esta época del año, y que a las 23 horas todavía hubiera luz solar. Y es que el día 21 es el día más largo del año, a lo que los irlandeses llaman el Midsummer's Day.



Me extrañó que justo al día del comienzo del verano le llamen día medio del verano. Pregunté al profesor en la escuela y me dijo que en algunos países del centro y norte de Europa el verano empezaba antiguamente en mayo, vamos que están centradas las estaciones en los solsticios y equinocios. Algo así como si fuera un mes y medio adelantado al nuestro. Pero que ahora estaban utilizando ya las fechas más habituales, que eran las nuestras. También opinaba que ahora se pasa del invierno al verano directamente. En Irlanda la duración de los días es increíble en primavera-verano, y debe ser increíblemente corta en otoño-invierno.



Y buscando información de diferentes sitios en internet, me encontré con que en Waterville, en el gran County Kerry, había el Midsummer's day festival, del 21 al 23 de junio, con alguna actividad interesante, así que ya tenía destino para el fin de semana.

Gracias por tomarte tode este tiempo.. Me lo acabo de leer de un tirón y tengo que decir que me has convencido como un muy pronto destino. Turismo de Irlanda no lo hubiera hecho mejor  .meparto. Y enhorabuena por tomarte las cosas como te las tomas..  ;)

Oli..  ;)

20 de junio de 2008

Después de clase y pasar a comprar por un lidl en Limerick, de camino, seguí la carretera principal hacia County Kerry, pasando por Adare, Newcastle West, Abbeyfeale, Castleisland, Farranfore, Castlemaine y Killorglin, donde ya enlacé con el Ring of Kerry en la Iveragh Peninsula, que seguí en sentido anti horario. No son feos los nombres de las localidades irlandesas, aunque como veis abusan de los castillos y abadias, de los que Irlanda está plagada aunque la mayoría estén muy mal conservados.



Llegué hasta Cahersiveen, que según el mapa era la mayor localidad de la zona y donde había un camping, a unos 3km del pueblo, hacia la costa.



A la hora que llegué al camping no había nadie para atenderme, pero como me indicó alguien, entras, elijes sitio, aparcas y ya mañana ves al propietario. Y así hice. El rollo de esto es que como las duchas y las lavadoras necesitan fichas (los famosos token), pues tenían que esperar para la mañana siguiente.



Llegaba convencido de salir a dar una vuelta y ver el ambiente en Cahersiveen, pero después de hacer unas fotos del precioso atardecer del día previo al solsticio de verano, del que disfruté un buen rato, me puse a cenar y me entró una modorrilla de esas que te hacen infinitamente feliz según coges la cama.

21 de junio de 2008

Lo primero que hice fue pasarme por recepción, y comprar las fichas para ducha, lavadora y secadora. Puse la lavadora y me fui a desayunar. Después la duchita, y la secadora (para la ropa, claro). Mientras tanto un poco de limpieza de mi casita.



Una de las opciones que manejaba era acercarme al festival a un curso de bailes latinos, pero empezaba pronto y tenía que ir con prisa, cosa que no me hace gracia. Así que dejé lo del curso, y fui tranquilamente, entrando por carretera, a través de un puente, a la Valentia Island. Esta estaba justo enfrente del camping, pero para entrar por carretera había que dar un rodeo.



Hoy tuve otro de esos días de mal tiempo, que hasta ahora había tenido la suerte casi siempre de librarme de ellos. Eso me hizo perderme parte de la belleza de la isla, ya que la niebla no me dejaba ver mucho.



Es curioso a la entrada de la isla, el centro de visitantes, que es un edificio integrado en el paisaje, con techo escondido por un césped. En los Cliffs of Moher también habían hecho algo así.



Después de la isla salí hacia Waterville, que de todas formas no estaba muy lejos. Había sitio de sobra en un aparcamiento del pueblo que daba justo al mar, así que aparqué con el culo de la furgo mirando hacia las olas.



Encontré unos carteles que anunciaban el festival, pero al final sólo se trataba del salón cultural del pueblo, donde organizaban una serie de charlas y cursos. Tenían un acuerdo de colaboración con Lesotho y en la inauguración del festival había un cantante de allí, un pintor y la embajadora. Después una película culta, basada en un libro de Shakespeare, y de la que no me enteré de casi nada.



A la salida me acerqué al pub del pueblo, donde había uno de esos conciertos habituales que dan en los pub irlandeses, con mucho ambiente y gente bailando. No estuvo nada mal, pero se acabó todo a la una, y me fui a dormir.



Como festival me esperaba algo más de fiesta en el pueblo, pero entre éste y el de golf de Adare, llegué a la conclusión que en Irlanda a cualquier acto cultural le llaman festival, lo cual no quita que en otros haya grandes fiestas, pero desde luego en este no.



Cuando me metí en la cama sentía como algunas veces el viento movía algo la furgo, y mi furgo no se mueve demasiado fácilmente. Me pregunté si había elegido el mejor lugar para dormir, al lado del mar, pero me pudo más la comodidad de estar en la cama, y esa sensación de protección que te da estar metido entre las mantas calentito, sintiendo el frío fuera. Hoy fuera de la furgo se estaba bien con el abrigo.



Eso sí, el día más largo del año había estado cubierto de nubes, frío y viento, así que no pude disfrutar el atardecer como el día anterior.

22 de junio de 2008

Había un curso de fotografía digital que empezaba hoy y se terminaba el lunes. La noche anterior estuve hablando con la profesora y me dijo que no había problema en venir un solo día, pagando la mitad del precio. Además el primer día era el que me interesaba, al estar centrado en la cámara. El segundo lo dejaban para la manipulación de fotos con el ordenador.



Así que me apunté al curso y ahí estuve, con los compañeros irlandeses y la profesora inglesa. Éramos un pequeño grupo y pasamos un buen rato, mañana y tarde hasta las 17 horas.



Al salir me fui a hacer unas fotos y practicar lo aprendido. Parece que Waterville había sido el lugar de vacaciones de verano por muchos años de Charlie Chaplin, y tenían allí un monumento en su honor.



Después me animé a probar un fish and chips, que no había comido desde mi llegada a Irlanda, y realmente el pescado estuvo buenísimo. Seguro que no todos están así de buenos.





Seguí camino continuando por el Ring of Kerry en sentido anti horario, por la costa sur, parando en casi cualquier sitio que se pudiera, ya que las vistas eran excepcionales.





Aunque ya había pasado por esa zona con Tito Bankinter y su prima, al verlo en sentido contrario al de la primera vez, el paisaje cambia.





Pasé el Moll's Gap y parte del Black Valley, para adentrarme de nuevo en el Killarney Nationan Park, donde volví a ver a los ciervos rojos al lado de la carretera, pero tampoco pude fotografiarles.



Llegué a Killarney atravesando la ciudad por el centro, y estuve a punto de quedarme, porque ahí sí que se veía un ambientazo de la leche. Eso sí, eran sobre las diez de la noche en domingo, y puede que el ambiente se acabara en un rato.



Así que seguí hacia Limerick aún sin tenerlo nada nada claro, ya que no me iban a quedar muchas noches de ambiente, pero tampoco me quedaban muchos días de curso de inglés y también quería aprovechar éste.

23 de junio de 2008

Y es que llevaba ya tiempo masticando la idea de traerme a mi hija durante sus vacaciones, que comenzaban el día 21 de junio. Además, durante mi estancia en España, en la espera en el aeropuerto, pregunté a mi madre si se quería venir 3 o 4 semanas a Irlanda, y no tardó ni 3 segundos en decir que sí. Así que ya la tenía montada, las 3 generaciones en ruta. Ahora me quedaba la logística, y con ello estaba, junto con disfrutar de mis últimos días de clase.



Al final se unió a la clase otro español. Un chaval muy majete, de Santiago de Compostela, que ya era el segundo año que venía a la academia, estudiaba filosofía, y le habían concedido una beca para estudiar un año en Japón. Y el tío no tenía ni idea de japonés. Le iban a dar un curso de un mes antes de irse para allá. Según me había comentado gente que ha ido a Japón, no hablan por allí mucho inglés ni nada que no sea japonés. Una buena aventura.

24 de junio de 2008

El último fin de semana de junio tenía una fiesta de aniversario de boda de unos amigos en Almería que no me quería perder, y aunque no me hiciera nada de gracia volver tan pronto a España, también era una buena oportunidad para traerme a mi hija y a mi madre.



Llevaba ya tiempo buscando vuelos baratos pero no encontraba nada bueno para esas fechas, que ya están pegadas a julio y son por tanto temporada alta. Pero curiosamente los vuelos habían empezaron a bajar en los últimos días, y el proyecto fue tomando forma. Salida Dublín-Madrid el viernes por 60 euros, y 3 billetes de vuelta Madrid-Liverpool-Shannon por otros 60 euros (los 3), para el siguiente jueves, siempre con el amigo Ryan. Esa combinación, además de ser más barata, nos permitía llegar a una buena hora a Limerick, eso sí, pegándonos un madrugón de cuidado en Madrid.

Vaya peadazo crónica, vaya pedazo viaje.. Tu sigue..  .palmas

Gracias!! Oli..  ;)

25 de junio de 2008

Había incluso mirado una guardería al lado de la escuela de inglés, que por el mismo horario que yo hacía me cobraban 85 euros a la semana. Y a mi hija, que estudia inglés en el cole, le hubiera venido fenomenal. Es increíble cómo se adaptan y aprenden los niños. Aunque viniendo mi madre ya no me encajaba tanto dejarla sola mientras mi hija y yo nos íbamos de coles.



En los días anteriores conocí a uno de los vigilantes, que me preguntó si la furgo era un vehículo comercial y que porqué estuvo tantos días allí (cuando me fui a España la primera vez). Le dije que no era comercial y que había estado viajando en autobús.



Aunque me dio a entender que el límite era cuatro días, cuando le pregunté si había algún problema me dijo que no. Después le dije que dormía allí, cosa que no se esperaba, y le hizo gracia. El tío era un nigeriano, que había estado trabajando antes en Alemania, donde tenía su familia, pero se los iba a traer. Decía que en Irlanda era más fácil encontrar trabajo y que no pagaban mal. El tío fue bastante majete y charlamos varios días. Siempre viene bien hacer migas con los vigilantes.

26 de junio de 2008

Hoy casi fue un día de despedida en la escuela, aunque les aseguré que vendría cómo último día de clase el viernes 4 de julio. Sí que fue el último día de vida independiente en Irlanda. Una vida que me había gustado bastante, para una época.



Hoy también se repitió otra de las cosas curiosas de los irlandeses. A estos les da por gritar en plena calle, sin decir nada concreto, simplemente como símbolo de fiesta, y claro cuando llevan ya un grado de alcohol. Nada que ver con nuestra forma de hablar alto o cantar, sino que van callados o hablando en bajo y de repente sueltan un grito. O al pasar a la puerta de un bar, meten la cabeza y sueltan el grito. No es que se oiga todos los días, pero si sales una noche o tarde de fiesta, es fácil oírles alguna vez.



Ya casi al finalizar la tarde salí del aparcamiento a descargar las aguas oscuras en un aseo público. A la vuelta puse la furgo como la otra vez detrás del gran cartel, más cerca de la entrada pero dentro de la zona que cerraban por las noches, y dejé todo preparado para salir a la mañana siguiente.

27 de junio de 2008

Igual que la vez anterior pillé el autobús de las 7:30 de la mañana e hice el mismo recorrido. Esta vez me fui un poco más tranquilo que la anterior, en parte por ser la segunda vez, y en parte por el nigeriano. Esta vez el viaje quedaba interrumpido hasta el jueves 3 de julio.



Se puede decir que en lo que llevaba de viaje, había tenido dos fases. La primera de vida independiente, estudiante de inglés, y de sumergirme en lo posible en la vida y cultura irlandesa. La segunda fase, aunque temporalmente incluida en la primera, fue la ruta por el sur de Irlanda con el Tito Bankinter y su prima. Y ahora iba a venir la tercera fase, que sería la ruta por el norte de Irlanda con mi hija y mi madre.

3 de julio de 2008

Abuela llegó a Madrid la víspera en el tren de las 22 horas, así que nos habíamos acostado más bien tarde, pero el avión salía a las 6 y algo, y tuvimos que pedir un taxi para las 5 de la mañana, después de no más de 3 horas de sueño.



Llegamos a Liverpool, en un avión que iba repleto de españoles, la mayoría con beca, para estudiar inglés. Ahí fue donde me di cuenta del agosto que hacían las oficinas de cambio con algunos de ellos. Para conseguir una libra les pedían 1,44 euros, pero si alguien quería euros, pues sólo daban por una libra 1,11 euros, lo cual me pareció un robo en toda regla. Si sacabas dinero de un cajero, incluidas comisiones de la tarjeta, cada libra te costaba entre 1,22 y 1,25 euros.



Tuvimos que esperar unas tres horas en el aeropuerto, que se nos hicieron largas sobre todo por el sueño que teníamos. El siguiente vuelo duró poco más de 50 minutos, llegando al aeropuerto de Shannon hacia las 14 horas, y cogiendo el autobús media hora más tarde hasta la estación de Limerick.



La furgo seguía en su sitio, intacta, como la vez anterior. Estuvimos descansando un rato y después salimos a dar un paseo por Limerick, hacer unas compras, y cenar antes de irnos a dormir. Era la primera noche que dormíamos en la furgo. Mi madre y mi hija se instalaron en la cama fija trasera, y yo convertí el salón en dormitorio, durmiendo mejor de lo que esperaba.

q buen relato tio, gracias por compartirlo.

4 de julio de 2008

Nos levantamos hacia las 8, ya que yo quería ir a mi último día de clase de inglés, tal y como había prometido a mis compañeros y profesores. Desayunamos tranquilamente, y yo me dirigí hacia clase.



Ahora el ambiente veraniego y los alumnos de unas pocas semanas inundaban la academia, junto con carteles de fiestas para los jueves y fines de semana. Fue un día agradable con intercambio de direcciones y de algún regalo de despedida. Iba a echar de menos a algunos de los profesores y compañeros de clase, pero todo tiene su fin.



A la salida, mi hija y su abu me estaban esperando en el parque con columpios que queda al lado de la academia. Volvimos a dar otro paseo, devolví unos libros que había sacado de la biblioteca con el carné que me había dejado una de las coreanas, y nos quedamos a comer. Estuvimos buscando una silla de coche para mi hija, ya que me salía más barato comprar una que traer la que tenía en España. También pillamos un par de paraguas, ya que ese día no dejaba de llover.



Ya a media tarde salimos a comprar al lidl de Limerick, para después emprender el viaje hacia County Clare. Pero después de alguna de las paradas, todavía en Limerick, empezó a sonar un ruido de alarma del que no encontraba el motivo, aunque sí vi como desconectarlo. Decidí que nos quedábamos a dormir otra vez en la estación, a ver si a la mañana siguiente podía resolver la duda en el concesionario de Renault, que no quedaba muy lejos.

Simplemente genial ;-)

Muchas gracias Kracolilla

5 de julio de 2008

Me acerqué de un paseo a la Renault, y como era de esperar, siendo sábado, sólo estaban los comerciales. Comenté con éstos el sonido, y me dijeron que los referentes a la furgoneta base, cuando son alarmas del motor, vienen de la zona del cuadro de mandos del conductor. Y el que yo había desconectado estaba debajo de la guantera.



Me propusieron venir el lunes, pero intuyendo que no se trataba de ningún problema de la furgoneta, decidí seguir el viaje. Aunque no teníamos una fecha de vuelta fija, sí tenía claro que el día 30 de julio, cumpleaños de mi hija, estaríamos ya en Madrid (sino mi mujer me mata...).



Descubrí tiempo más tarde, ya en España, que lo que sonaba era la alarma por dejar el escalón de entrada abierto. Y es que si no lo cerrabas del todo, hasta que golpeaba, esa alarma quedaba activa. Es una alarma importante ya que ese escalón, si se queda abierto, es bastante peligroso.



Ahora sí dijimos adiós a la ciudad que me había acogido durante las últimas semanas, y emprendimos camino hacia Loop Head, en County Clare, haciendo la primera parada antes de Shannon, en el Bunratty Castle.



Es un buen sitio para tener una buena cena entre amigos con vino y espectáculo, pero seguimos avanzando siguiendo la rivera norte del río Shannon, y parando a comer en algún lugar cerca de Killimer.



Al rato de parar apareció un coche con un remolque y dos caballos dentro. Se ven montones de caballos en los remolques, tirados casi siempre por todo terrenos, en Irlanda. Parece que es otra de sus aficiones favoritas.



Llegamos a Loop Head que resultó un lugar muy agradable, con el típico faro, alrededor del cual nos dedicamos un buen rato a pasear y hacer fotos.



Aunque este hubiera sido un buen lugar para dormir, aún era temprano y continuamos hacia el norte. Pasamos de largo cerca del Spanish Point, que no tenía más interés que su historia, y llegamos ya al atardecer a los Cliffs of Moher, donde también dedicamos un buen rato a la visita, que para mí era la segunda, pero el sitio bien valía la pena.



Nos quedamos a dormir en el mismo parking, donde también había alguna otra autocaravana pernoctando.

muchas gracias por haberlo completado, he disfrutado mucho leyéndolo y me has dado mucha envidia  .palmas .palmas .palmas

Impresionante post e impresionante viajecito... muy bien fotografiado y escrito, ¡y sin faltas de hortografía voluntarias!.... .baba .ereselmejor .palmas .fotografo

Lee este libro, si no lo has hecho ya:

Las cenizas de Ángela (en inglés, Angela's Ashes) es un libro de memorias escrito por el autor irlandés estadounidense Frank McCourt. Fue publicado en 1996 y obtuvo el Premio Pulitzer y el National Book Critics Circle Award. Fue adaptado al cine en 1999 en una película del mismo título.

No te leas lo que pone en la wiki porque lo desgüazan entero... me vino a la mente mientras leía el post... ya verás...

6 de julio de 2008

Como buenos ahorradores nos levantamos a las 7:30 para dejar el aparcamiento antes de las 8. Y es que antes de que lleguen los cobradores, allí no cobra nadie los 8 euros que cuesta el aparcamiento, dejando la barrera abierta por la tarde a partir de las 18 horas hasta no sé qué hora de la mañana, aunque supongo que entre las 8 y las 9.



Así que puse a mi hija en su silla, todavía dormida, y no paramos a desayunar hasta que se despertó, al poco rato. Nos dirigimos hacia The Burren, que está formado principalmente por un curioso suelo empedrado, con las piedras separadas por la erosión, formando un extraño puzle. Era divertido andar un rato sobre él.



También había una zona con tumbas bien antiguas, en la carretera R480 yendo hacia Ballyvaughan. El lugar incitaba a dedicarle un buen rato, pero fueron sólo unos minutos porque la lluvia no dejaba de caer.



Se puede decir que llevábamos una semana de tiempo bastante peor que cualquier otra semana de las anteriores de estancia en Irlanda, regalándonos el sol menos momentos de los que nos hubiera gustado, pero agradable con sólo pensar el calor que debía estar haciendo en España.



Seguimos camino con alguna parada más en el parque y llegando al Dungaire Castle, al que también dedicamos un ratito.



Después pasada y pequeño paseo por Galway, donde aprovechamos para comer a la vuelta a la furgo, y hacer unas compras en el lidl.





Estuvimos dudando entre seguir ruta por la costa o por el interior, y al final cogimos ésta última, ayudados por la guía del National Geographic. Aunque también seguíamos una costa, la del Lough Corrib.



Este lago era realmente enorme, sobre todo a lo largo, y plagado en algunas zonas de islotes.



Gracias a la guía llegamos a un precioso castillo escondido, Aughnanure, con un encanto especial. El castillo a 100 m de distancia era imposible de ver, y era una gozada para los sentidos con la vegetación y caminos que le rodeaban, junto con los caballos que se encontraban en su exterior.







Seguimos avanzando por la carretera al lado del lago hasta llegar a un punto donde no nos quedó más remedio que dar media vuelta, dentro del patio de unos amables lugareños, que nos indicaron que entráramos, ya que fuera estaba bastante más complicado.



Eso sí, al final de la carretera habíamos pasado un buen mirador, en el que pasamos un rato. Era un buen sitio para dormir, pero aún se nos hacía pronto. Seguimos por un camino hasta llegar al sitio donde nos tocó dar marcha atrás. La ruta sí se hubiera podido seguir a pié, en el llamado The Western Way.



Nos volvimos a dirigir hacia la costa por la N59, siguiendo aún el borde de un río, y pasando por zonas donde había miles de lagunas.



Nos adentramos en una de las penínsulas llegando a un bonito pueblo, llamado Roundstone, donde encontramos un aparcamiento en una zona de casas de vacaciones, y allí nos quedamos a dormir.

Cita de: MORCILLO en Diciembre 28, 2008, 22:24:41 pm
Las cenizas de Ángela (en inglés, Angela's Ashes) es un libro de memorias escrito por el autor irlandés estadounidense Frank McCourt. Fue publicado en 1996 y obtuvo el Premio Pulitzer y el National Book Critics Circle Award. Fue adaptado al cine en 1999 en una película del mismo título.

..jeje, lo primero que pensé yo también al hablar de Limerick  ;) Vaya cambio ha dado Irlanda en 4 días. Mejor dicho, vaya cambio ha dado el mundo en general, y nosotros nos seguimos quejando. Tener una memoria histórica de corto alcance no nos ayuda en nada, no conocer la historia, menos..

Oli..  ;)

7 de julio de 2008

Hoy nos hemos levantado más tranquilamente. Estábamos aparcados justo delante de una famosa tienda de instrumentos en Roundstone. Fueron llegando un gran grupo de ciclistas que estaban recorriendo Irlanda en bicicleta, cosa que también considero una muy opción para visitar el país.



Nos recomendaron parar en una bonita playa no muy lejos, así que seguimos camino bordeando la península con alguna parada al borde del mar, pero sin encontrar la playa que nos dijeron.



En Clifden dedicamos un buen rato a recorrer sus calles y visitar sus dos iglesias.



Desde allí, tiramos hacia Claddaghduff, desde donde se accede a la Omey Island por la playa, sólo durante la marea baja.



Era curioso ver las señales que indicaban el camino clavadas en la arena de la playa. Habíamos tenido suerte y pillamos la marea baja, por lo que nos dimos un buen paseo por la zona.



Aunque el tiempo no acompañaba para darse un baño, eso a los niños no les importa, así que lo que empezó por los pies, acabó por tener que cambiar a mi hija que se agachó en el agua para coger unas conchas.



Vimos una excursión a caballo con carrera en paralelo por la playa incluida. Gente con moto, y con quads. Y una masificación de esas que se ven en Irlanda; nos llegamos a juntar hasta 3 vehículos en el aparcamiento, buff...



Comimos dentro de la furgo, con esas bonitas vistas a la playa y a la isla.





Seguimos camino volviendo hacia Leenane y siguiendo otra vez la N59, y llegando hasta Westport, donde está la bahía de las 300 islas (no recuerdo el número exacto, pero eran mogollón), la Clew Bay.



Nos acercamos a la playa para intentar ver una parte de ellas, pero no encontramos un buen sitio. Sí encontramos un castillo hinchable que habían montado, y en el que por 3 euros se podía montar por tiempo ilimitado. Menos mal que cerraban a las 8, porque sino no saco a mi hija de allí.





Continuamos hacia Newport, donde ya llegamos en los últimos momentos del atardecer, aprovechando para hacer unas fotos.



Y a la altura de Mulrany en la N59, nos desviamos a una nueva península, para buscar emplazamiento para dormir.



Se nos había hecho de noche y nos costó un poco más de lo habitual encontrar un sitio, que al final fue en un saliente al lado de la pequeña carretera que contorneaba la península, cerca de Corraun. No era un lugar con encanto, sobre todo por estar al lado de la carretera, pero dormimos tranquilos.



Y como no, en esa península también había un punto dedicado a la gran cantidad de marineros de la Armada Española que perecieron en dicha zona.

8 de julio de 2008

El lugar dónde habíamos dormido daba a unas bonitas vistas al mar, y por detrás en la ladera, unos 40m más arriba había una casa, de esas que parece que algún día van a acabar cayéndose ladera abajo. Justo detrás de nosotros estaban esas plantas de hojas enormes que menos mal que no son carnívoras.





Seguimos contorneando la península, formada por una montaña de poco más de 500m de alto, sin entrar en la Achill Island, y volviendo casi hasta Mulrany, ya que la península tenía solo una pequeña zona de entrada.



Aquí continuamos por la N59 en sentido norte, tomando un desvío que llevaba a Belmullet, donde comimos en un pequeño merendero del pueblo con vista al mar.





Continuamos bordeando, llegando a Pollatomish, donde había otro de esos curiosos cementerios en la ladera, con bonitas vistas para los difuntos, uno de los cuales tenía un plato con dedicatoria por lápida.



Se observa también que el tono de Irlanda va cambiando en julio, para hacerse algo menos verde y más dorado, y en algún lugar como este cementerio, ha tomado ya el amarillo pálido totalmente, aunque no se ven muchos campos así.



Pasamos por Minnaun desde donde se veían unos bonitos acantilados.





Y llegamos a Ballycastle y Killala, ambos bonitos pueblos a los que dedicamos un ratito.





Hoy terminamos en el camping "Belleek Caravan & Camping Park", antes de llegar a Ballyna, que nos costó 21,50 euros, duchas y lavadora aparte. Y es que la logística de aguas y limpiezas ya no podían esperar más.





La dueña del camping me contó que su hija se fue a Madrid para hacer unos estudios y ya lleva allí un par de años, vamos, que le había cogido gusto.

una crónica impresionante, gracias por compartirla.

Gracias por compartir este pedazo de viaje.  .palmas
Nos has hecho revivir el que hicimos en el 2006.
Como veo que la crónica sigue, sigo atento al post .baba

Saludos

9 de julio de 2008

La lavadora y secadora la habíamos dejado para esta mañana, así que no dejamos el camping hasta pasadas las doce.



Y vaya día que llevamos. Hoy sí que no dejó de llover más que algún ratillo, así que pasamos más tiempo dentro de la furgoneta que fuera.





Mi hija tuvo suerte y uno de los momentos en los que dejó de llover coincidió con el paso por un parque de columpios bien chulo, donde aprovechamos para comer. Vino también una irlandesa con sus tres hijas, que hicieron rápidamente migas con la mía. Es increíble como los niños se entienden sin entenderse, porque mi hija de inglés sabe su nombre, los colores y cuatro cosas básicas, pero ahí estaban las niñas irlandesas, más mayores que ella, montándola en los columpios.



Hoy dejamos County Mayo para adentrarnos en County Slygo, pasando por Ballysadare, Slygo (desde donde se ven unas famosas montañas), Mullaghmore Head, Ballyshannon (preciosa ciudad de la que disfrutamos menos por la lluvia) y llegando a un merendero que hay en una pequeña península que sale en la zona sur de la bahía de Donegal, y donde está el Murvagh/Mullinasole Strapd Forest.



Y este sí era un lugar con encanto para dormir. La pequeña carretera acababa en un pequeño aparcamiento de unos 10m por 50m, y dónde estábamos completamente solos, rodeados de un lado por la playa, y del otro por el bosque cuyo nombre no me atrevo a repetir. Si pasáis por aquí, venid a pernoctar a este lugar tan tranquilo, y en el que caben un buen número de vehículos.



El miedo psicológico de tanta soledad se esfumaba con la visión a lo lejos de las luces de Donegal y algún otro pueblo.
Me doy cuenta de que habíamos dejado County Slygo para entrar en County Donegal, y que probablemente Slygo se hubiera merecido más tiempo, sin llegar a tener la belleza de los condados del sur, como County Clare, County Galway y County Mayo.