[ALB-MTN-SERB] Ruta balcánica poco visitada (Verano 2018) ***AÑADIDO AL ÍNDICE***

Iniciado por AlvarA, Agosto 20, 2018, 16:53:16 pm

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AlvarA

Albania y de vuelta Montenegro y Serbia (Julio-Agosto 2018)



Presentación del viaje
La motivación de este viaje (Albania como plato fuerte) viene por el buen recuerdo que nos llevamos de Bosnia cuando fuimos hace ya 7 años.
Los Balcanes nos fascinan, la mezcla de culturas, religiones y costumbres hace que esta zona de Europa sea un mix muy completo y satisfactorio para el viajero.
Quiero agradecer muy especialmente a Patumaire por su completa crónica de Albania de hace dos años, que hemos seguido como guía sobre la que ir montando nuestro viaje, el cual en un alto porcentaje se corresponde a la suya.
No ha sido un viaje muy planificado, ya que hasta el último momento no supimos bien si íbamos a poder ir por temas laborales. El viaje han sido casi cuatro semanas, un poco menos de lo que nos hubiera gustado.
Nuestra mayor ilusión era Albania, ya que de Montenegro solo nos quedaba el norte sin ver, y Serbia nos llamaba menos la atención (lo reservábamos para el regreso). No nos apetecía hacer el camino de ida y vuelta por la misma ruta que ya tenemos bastante vista, por ello nos decantamos por coger un ferry a la ida desde la costa este italiana.

El viaje lo hemos hecho los dos solos con nuestra compañera de viaje: una VW Caddy que sigue portándose como una campeona, y eso que las "carreteras" con las que hemos tenido que lidiar la han hecho comerse algún que otro "bache" que poco más y la dirección se va al otro barrio. Hicimos un cambio de neumáticos antes de ir para llevarlos en el mejor estado posible, así como de aceite y filtros, que cualquier problema en Albania se nos antojaba difícil de solucionar.
Nos gusta dar los datos más útiles y que más falta hacen a la hora de viajar, sin meternos en explicaciones históricas que podéis localizar con facilidad en cualquier guía de viajes.


Agradecimientos
De nuevo quiero agradecer a Patumaire por su crónica (que no está en el foro por estar en Catalán, pero Google traduce bastante bien). Además de por los FP y campings que hay en Albania en el mapa y que son aportación suya.


Impresiones
Albania nos ha cautivado, si bien es cierto que lo esperábamos todavía con menos turismo, sigue siendo un destino que ofrece mucho por muy poco: los precios siguen siendo baratos y la gente es muy amable. No obstante repaso por países:
  • Albania: Como ya he comentado, este país está intentando luchar por sacar la cabeza y tiene mucho potencial. Sobre todo destacar la diversidad de paisajes, desde montañas alpinas a playas caribeñas, pasando por pueblos y ciudades muy interesantes. Creo que el momento de ir a este país es ahora (o igual incluso ya ha pasado), a medida que avance el tiempo se irá convirtiendo en un lugar como Montenegro o Croacia, con precios a la occidental y donde se aprovechen del turista.
  • Montenegro: Solo hemos visto el norte, que es lo que nos quedó sin ver en un viaje previo, y es precioso. Todo el cañón del Tara y el Parque Nacional de Durmitor merecen una visita y unos paseos.
  • Serbia: Tal vez el menos balcánico de todos los Balcanes pese a estar en el centro. Hemos visto cosas interesantes y hemos encontrado gente muy agradable, pero también es cierto que se respira ese espíritu nacionalista yugoslavo que da la impresión de no haber superado las guerras de los 90. No obstante, hay rincones que merece la pena visitar.


Preparación
En esta ocasión no llevamos mucha comida desde casa, ya que esperábamos poder comprar todo a mejor precio por el viaje. Aún así, nos hemos traído algunas cosas que nos han sobrado, porque comer por allí es muy barato y el comprar verduras y hortalizas buenas a los productores locales es una gozada.
Pasaporte (se supone que se podría con el DNI pasar a Albania, pero no arriesgamos), además en Serbia y Montenegro creo que sí es necesario.
Carta verde del vehículo.
Carnets internacionales (se sacan en tráfico pagando una tasa, 10€ aprox).
Tarjetas sanitarias europeas, pero estas no sirven de mucho en Albania, así que hicimos un seguro privado de viaje (la primera vez que nos lo sacamos para un viaje, será que nos hacemos viejos y nos empieza a dar miedo ir a la aventura).


Resumen
7.500 kms.
600 € gasoil (475 litros).
173 € peajes.
365 € ferrys (incluido el del lago Koman).
145 € camping y pernoctas.


Pernoctas
26 noches de las cuales 15 han sido en camping. En Albania se puede pernoctar en cualquier lugar, pero hemos ido bastante a campings por comodidad principalmente y bajo precio.
En Serbia hemos encontrado algunos campings muy malos, y no especialmente baratos para ser Serbia.


Monedas
En Albania tienen el LEK: 1 € = 125 LEK (aprox).
En Montenegro tienen Euros.
En Serbia tienen el dinar serbio: 1 € = 118 RSD (aprox).

En Albania es muy poco común el pago con tarjeta de crédito (incluso ni en las gasolineras), por lo que conviene preguntar antes de repostar/pedir, o tirar siempre de efectivo que suele ser lo más práctico. En zonas cercanas a la frontera con Grecia, Kosovo y Montenegro aceptan también Euros, así como en muchos campings, donde parece que prefieren el euro a su moneda.
En Montenegro y Serbia la tarjeta se usa mucho, como en cualquier país Europeo.
También hay muchas oficinas de cambio, es donde hicimos la mayor parte del cambio de divisa (excepto la primera vez que lo hicimos en un banco en Tirana). Pocas diferencias de precio en los cambios, más o menos en todas las oficinas ofrecen buen cambio y 0% comisión.


Teléfono y datos
Desafortunadamente, en ninguno de los tres países se puede disfrutar del Roaming sin coste adicional (son de la zona 2). Esto quiere decir que el llamar/descolgar o mirar el correo con el móvil pueda subir la factura del viaje de una manera brutal. Por ello, nosotros desactivamos la itinerancia de datos al entrar en Albania (en el ferry) y no volvimos a activarla hasta llegar a Croacia. Esta sencilla medida os puede ahorrar un disgusto con vuestra compañía de telefonía móvil.
Hay muchos sitios donde poderte conectar por WiFi: restaurantes, campings, etc. Así que para nosotros no ha supuesto mucho inconveniente, sé que siempre se viaja mejor con Internet en el bolsillo, pero...
Otra opción es comprar una tarjeta de prepago en alguno de los países, pero no os puedo dar detalles puesto que no lo planteamos.


Ferrys/peajes y otros gastos
Como ya hemos comentado, elegimos la opción de ir en ferry desde Italia, más concretamente Ancona, hasta Durres (Durazzo en italiano). Este ferry tarda entre 15 y 19 horas, no sé de qué depende, pero en función de unos días u otros la duración del trayecto cambia. Otras opciones serían ir desde Trieste (que exige un trayecto en barco más largo y además atravesar más kms por Italia), y el más corto en barco que sale desde Brindisi. Elegimos ir desde Ancona, pero como el billete lo compramos una semana antes, ya no quedaban camarotes y el precio además fue alto (320€ por los dos con la furgo en Adria ferries).
Nosotros los ferrys los solemos mirar siempre en https://www.aferry.es/.


Conducción y estado de las carreteras
Albania: Las carreteras están en un estado de degradación muy alto (por decirlo finamente), hay muchos agujeros, parches, arcenes inexistentes, desprendimientos de tierra, asfalto inexistente... Por si fuera poco, puedes encontrarte cualquier tipo de vehículo/animal por la carretera en tu sentido o en el contrario (ej: las bicis y ciclomotores muchas veces van en contra del sentido de circulación). Por todo ello, el conducir requiere un extra de atención y paciencia. Hay que decir que nos lo esperábamos peor, al final como tampoco hay mucho tráfico, se circula con relativa tranquilidad aunque muy lento. Remarco lo de lento, porque ha habido días con medias de 30 ó 40 km/h sobre todo en zonas de montaña (que es la mitad del país).
Si vais con todo terreno, podréis llegar a rincones que de otro modo es difícil o temerario, ya que hay muchas carreteras que no están asfaltadas y un todo terreno se agradecerá (nuestra furgo no es 4x4).
Hay muchísimas gasolineras, no sé a qué se debe, pero es difícil quedarte con el depósito vacío en ese país. Hay dos tipos de diesel: el Euro-Diesel y el Blue-Diesel, todavía no he encontrado a alguien que me diga la diferencia entre ambos: nosotros echamos del euro-diesel que parecía el "normal".

Algo que nos sorprendió es que los coches se paran donde les da la gana y al resto de usuarios de la vía parece no importarles. Además, cruzar la calle como peatón entraña algún que otro riesgo, hemos visto pitar a gente por pasar por un paso de peatones, también cruzar por en medio de autovías tranquilamente... En los primeros días te acostumbras a "fluir" con ellos.

Montenegro: las carreteras están bastante bien, pero la gente conduce con bastante alegría. Para nosotros el tramo que hicimos por nacional en Montenegro (hacia norte desde Podgorica) fue uno de los que pasamos más miedo, por la temeridad de los conductores. Una vez coges secundarias, la conducción se hace tranquila.

Serbia: en general las carreteras están en buen estado y disponen de autopistas de pago para atravesar el país. Al igual que en Montenegro, al haber más coches se producen más situaciones difíciles/peligrosas en algunas vías, por lo que tratamos de evitar las nacionales.

Con esta combinación de factores, hemos intentado no conducir ni de noche ni con lluvia. Aunque desgraciadamente alguna vez se nos fue de las manos y nos tocó apañarnos como pudimos.


Precio de la vida
El precio de la vida en Albania es muy bajo, igual un tercio o un cuarto del de aquí. Esto no quiere decir que todo sea más barato, por ejemplo la gasolina está como en Francia. Pero en general puedes comer, beber y vivir muy bien con poco presupuesto. Supongo que en las zonas turísticas costeras el precio subirá, pero en dichos lugares no paramos ni a comprar ni a visitar.

En Montenegro hay mucho turismo y eso se nota, la vida está a un precio más próximo a Croacia o a Eslovenia que a su vecina Albania. Como curiosidad, indicar que hay que pagar por entrar a todos los parques nacionales: 3€/persona y día.

En Serbia depende mucho de donde te muevas, en Belgrado nos sorprendió lo caro que era todo (como aquí), así como el precio de los campings (sobre 15€ por sitios de dudosa calidad). Pero en general, fuera de las zonas turísticas, diría que sigue siendo casi la mitad de precio el coste de la vida.


Clima
El viaje lo hemos hecho entre julio y agosto de 2018. El tiempo que hemos tenido ha sido demasiado calor, no sé si debido a la ola de calor que también ha afectado a España o por qué. Pero días de más de 35ºC hemos tenido bastantes, y eso mantenido durante todo el día hace muy duro el poder hacer turismo. Además ha sido frecuente que esa sensación de bochorno acabase en tormenta por la tarde. En la parte montañosa refresca bastante, en especial por la noche, pero no hemos necesitado la cazadora que llevamos por si acaso.


Gente
El trato con la gente ha sido muy bueno. En Albania hay mucha gente que sabe italiano e, incluso, castellano (gracia a las telenovelas). Además, la gente joven se maneja bien con el inglés. Con la gente mayor (mercados y demás) tiramos de gestos y buena voluntad.


Precios gasoil
Nos ha sorprendido que el gasóleo estuviera tan caro en estos países. La gasolina más barata del viaje fue la que repostamos en España, dejo el precio al que echamos como referencia para futuros años: 1.1€/L:
  • Francia: 1.4€/L
  • Italia: 1.60-1.90€/L
  • Eslovenia: 1.28€/L
  • Albania: 1.35€/L
  • Montenegro: 1.40€/L (todas las gasolineras el mismo precio)
  • Serbia: 1.45€/L


Bibliografía utilizada
Lonely Planet Montenegro (ed. Español): vídeo promocional
Lonely Planet Balcanes (ed. Inglés).
Albania (ed. Laertes)
* Comentario: la guía de Albania de la editorial Laertes nos ha dejado muy insatisfechos, la peor guía que hemos tenido nunca. Pese a ser la segunda edición (2016), tiene información errónea o que no se corresponde con la realidad. Poca información útil y, en general, no la aconsejo.


Mapas
Mapa de carreteras de Albania, 1:250000 (ed. Vektor, comprado en Tirana): es importante tener un mapa de carreteras donde indique si la carretera es un camino o está asfaltado, ya que pese a ello te puedes llevar un buen susto.
Mapa de carreteras de Serbia, Macedonia y Montenegro, 1:500000 (ed. Freytag & Berndt).
Sygic para el móvil sin los furgoperfectos cargados.


Comida
El precio de comer y beber es bajo, así que da gusto poder disfrutar la gastronomía local. El problema que hemos visto es que pese a tener una gastronomía bastante amplia y diversa, en los restaurantes al final siempre tienen los platos típicos y nos hemos quedado sin probar algunas cosas que habíamos leído.


Supermercados
En Albania es muy difícil encontrar un supermercado como los que estamos acostumbrados, la mayor parte son pequeñas tiendas de ultramarinos con mayor o menor variedad de productos. En Tirana hay un gran súper Spar en un centro comercial nuevo que han hecho en el este (a las afueras de la ciudad, TEG - Tirana East Gate). Es el único centro comercial que vimos en todo el país.
Para los productos frescos: comprar a los propios productores en la puerta de su casa junto a la carretera o en los bazares/mercados de los pueblos (toda una experiencia).
En Montenegro y Serbia ya hay diversos supermercados con gran variedad de productos, los IDEA están bien de precio.


Horarios
No parece que haya horarios en estos países, especialmente en Albania donde todo está abierto todos los días de la semana y hasta bien entrada la tarde. La verdad es que sorprende y contrasta mucho con la mayor parte de países europeos en los que es difícil encontrar algo abierto a partir de las 18.00 ó 19.00. Nos dio la sensación de que el albanés trabaja 24x7 para ganarse la vida, y no solo en los sitios turísticos, sino en todas partes.


Seguridad
Nosotros, como suele ser habitual, íbamos con un poco de temor a Albania por el tema de si era o no seguro y ese tipo de cuestiones. Las impresiones que os podemos transmitir son las de seguridad al 100%, en ningún sitio hemos visto o sentido inseguridad. Antes de ir habíamos pensado en meter el coche en parkings privados si veíamos las cosas peligrosas, pero no lo hemos hecho porque no hemos sentido, ni de lejos, la necesidad de hacerlo.
Nos ha parado la policía en un par de ocasiones en la carretera, pero en ningún momento intentaron cobrar "mordida", ni poner una multa, simplemente nos identificaron y nos dejaron seguir adelante.
Además la gente amable con la que nos hemos encontrado nos han transmitido muy buenas sensaciones.

AlvarA

Viaje de ida: llegar hasta Albania




Día 1: Burgos -> Saint-Sulpice-sur-Lèze (540 kms)
Tras finalizar unos asuntos de trabajo, salimos después de comer. Se nos dio muy bien la conducción y llegamos hasta poco antes de Toulouse, donde pernoctamos en el propio pueblo Saint-Sulpice-sur-Lèze (lugar tranquilo y bonito pueblo que conocíamos de otra ocasión).


Día 2: Saint-Sulpice-sur-Lèze -> Salsomaggiore Terme (950 kms)
Nos despertamos y, tras comprar en la boulangerie el desayuno, nos pusimos en marcha. El día se dio bien: sin atascos y con poco tráfico para ser verano en la Costa Azul. Después de comer estábamos ya en Italia pensando en cuál podría ser el lugar de pernocta.

Decidimos parar a ver Piacenza, que parecía una ciudad pequeña donde poder comer un helado y, tal vez, encontrar un sitio para dormir. La ciudad es tranquila, con algunas calles bonitas y bastantes bicicletas, pero no nos convence para dormir, así que decidimos ir hacia la zona del Parco Regionale dello Stirone e del Piacenziano.
Tampoco nos cuadró ningún sitio y acabamos llegando a un pueblo balneario llamado Salsomaggiore Terme. Allí dormimos en lo alto del pueblo junto al cementerio y un gran parque que hay (bastante tranquilos).






Día 3: Salsomaggiore Terme -> Offagna (365 kms)
Por la mañana nos acercamos al castillo que hay junto al pueblo (Castello di Scipione of Pallavicino), pero que no está abierto más que unas pocas horas al día (por la tarde). Luego bajamos al pueblo, que en su plaza mayor tiene un edificio de termas espectacular, así como algunos edificios bonitos (de la época dorada del turismo balneario el siglo pasado). No obstante, en poco tiempo nos pusimos en ruta hacia Parma, que era nuestra visita planificada del día.

Parma es una ciudad mediana, aparcamos en una zona gratuita junto a un parque (aquí), ya que el resto de la ciudad es zona azul (es un posible FP, con baños públicos y zona de picnic).
Es una ciudad agradable, con un centro bonito y bastantes cosas para ver. No obstante, antes de comer ya la habíamos visto y decidimos hacer una visita rápida a Bologna (a 100 kms por autopista).

La temperatura ya rondaba los 37ºC y Bologna es más grande y más problemática para aparcar (caos italiano). Finalmente dejamos la furgo en zona azul y nos vamos a comer al centro en una Osteria (aunque es tarde no nos ponen pegas). Bologna tiene un casco histórico precioso, con muchas cosas para ver y pasear: pero la temperatura hace que no se esté a gusto ni a la sombra. Cuando empieza a caer el sol, nos vamos tras haber dado un buen repaso a la ciudad (a la que volveremos para visitar con calma y menos sol).

Llegamos bastante de noche al área de AC de Offagana (pequeño pueblecito sobre Ancona) y está lleno (por las fiesta medieval), pero aparcamos al fondo sin molestar a nadie. Dormimos muy tranquilos.


















Día 4: Offagna -> Durrës
Nos despertamos y desayunamos en el área. Recogemos y bajamos en furgo hasta el pueblo, donde aparcamos para visitarlo. En la última semana de julio parece que hacen fiesta medieval en este pueblo (Patumaire también la pilló en su viaje). Recorremos el pueblo casi sin gente, y bajamos a Ancona a hacer la visita por la mañana antes de que saliera el ferry a las 17:00.

Ancona es una ciudad portuaria con un centro de calles estrechas que no aconsejaría a ACs o furgos grandes. Nosotros aparcamos en zona azul y visitamos la ciudad. Durante la visita nos llega un SMS de la naviera del ferry (Adria Ferrys) aconsejando ir 3 horas antes a la terminal por el gran número de pasajeros que se esperan. Así que sobre las 14.00 vamos a la terminal (en coche, que está muy lejos del puerto, donde se embarca), los trámites los hacemos rápido (aunque hay mucha gente) y comemos a la sombra para hacer tiempo (el calor de nuevo es insufrible). Tras comer vamos a la otra punta del puerto y montamos en el ferry sobre las 15:30.

Es un ferry grande pero no va lleno, supongo que sobre la mitad de su capacidad o algo más: principalmente Albanos que viven en Italia y van de vacaciones a su tierra. Salimos con más de una hora de retraso... ¡Pero son vacaciones!, disfrutamos del trayecto y aprovechamos el tiempo en el ferry para planificar el viaje por Albania sobre el mapa. Puesta de sol, cenita y dormimos como buenamente podemos en las butacas (habíamos cogido asientos business, pero se diferencian en poco de las normales, así que acabo tirándome al suelo y durmiendo). Nota: en la sala de butacas, no apagan la luz en toda la noche, así que un antifaz o algo para taparse la cabeza es de agradecer.














AlvarA

Agosto 20, 2018, 16:56:33 pm #2 Ultima modificación: Septiembre 11, 2018, 21:45:30 pm por AlvarA
Sur de Albania


Tirana y el sureste



Día 5: Durrës -> Tirana (40 kms)
Amanecemos en el barco, hay que recordar que en Albania usan la misma hora que en España pese a estar mucho más al este, así que amanece como una hora y media antes (y lo mismo al anochecer, claro). Así que para cuando llegamos a puerto ya está el sol bien alto.
El desembarco es fluido y lo mismo en el control aduanero, que resolvemos con una cola de unos diez minutos.

Durrës parece una ciudad fea portuaria, bastante maltratada por el paso del tiempo, así que decidimos ir directos hacia la capital Tirana. La carretera es una especie de autovía por la que avanzamos bien hasta que llegamos a una rotonda y, de repente, todo se complica. De ahí en adelante (hasta pasar el centro en dirección al Hotel Baron) es bastante caótico y cuesta avanzar por los atascos. También es cierto que el GPS nos mete por todo el centro y, para colmo, hay obras. Unos trescientos metros antes del hotel hay un banco, donde paramos a hacer el cambio por si no aceptaban €uros en el hotel/camping. El cambio que nos aplican es el mismo que en todas las oficinas de cambio de Tirana.

El hotel/área AC está un poco escondido tras una gasolinera, es una opción muy recomendable dado que no hay campings en la ciudad. Hay una gran volumen y otro par de furgonetas en el aparcamiento, así que el recepcionista nos sugiere ir a la parte trasera del hotel donde hay sombra (una gozada!). Nos duchamos y nos preparamos para bajar a Tirana en autobús (tal y como nos indica el recepcionista, que además nos da un mapa de la ciudad e indica los sitios de interés).

El autobús se coge justo en frente del Hotel y pasa cada 15 minutos (0.3€/persona, se paga dentro del bus). Nos bajamos en Rruga e Barrikadave y vamos directos a la zona de Bazar/Mercado. Allí comemos especialidades en una terraza por 720LEK (6€) los dos. Nos paseamos por el mercado pero no compramos nada, por no cargar con ello toda la visita. Esta zona de bazar está formado por un mercado cubierto (reformado) para frutas/hortalizas y luego las calles aledañas donde se agrupan los comercios por su especialidad (una calle solo de tiendas de bicis, por ejemplo).
Tirana no es una ciudad bonita, pero resulta agradable para pasar unas horas y empaparte de la capital del país con su diversidad de gente, edificios y, por supuesto, búnkeres.
Una de las cosas que más nos gustaron, es el arte mural que tiene, para darle colorido a la ciudad hay pintados muchas fachadas, así como casi todas las cajas de telecomunicaciones, lo que nos gustó bastante.































Al anochecer volvemos en bus al hotel (creo que hasta las 22.30 había servicio). Tras la ducha nos quedamos observando la luna de sangre junto a la pareja de Suizos de la GV con la que estuvimos conversando un rato largo. Dormimos frescos gracias a la tormenta que ha pasado por la zona durante la tarde y de la que nos libramos por los pelos.


Día 6: Tirana -> Lago Ohrid (200 kms)
Tras desayunar pagamos (15€ con luz), y ponemos rumbo a Bunk'Art (el búnker de la época comunista que debería haber albergado al gobierno en caso de ese esperado ataque extranjero que no llegó). Pese a estar relativamente cerca (8kms), tardamos un rato en llegar, porque elegimos rodear la ciudad en vez de cruzar de nuevo el centro. El búnker está bastante indicado (BUNK'ART), y cerca del teleférico. Es curioso, para llegar al búnker hay que pasar por un túnel de un único sentido sin asfaltar que te transporta a la guerra fría.

La entrada son 500 LEK (4€) por persona. Se deja el coche en el parking y se camina durante un rato hasta la entrada del búnker. En el interior van mostrando la historia de Albania desde la 2ª Guerra Mundial hasta la actualidad. Es muy interesante y se hace amena la visita, a nosotros nos gustó mucho. Como curiosidad, indicar que también organizan fiestas los fines de semana por la noche en la zona del búnker, cuando fuimos lo estaban preparando para ese sábado noche. Por cierto, han abierto en la plaza principal de Tirana otro "Bunk'Art 2", pero el recepcionista nos dijo que el original/inicial (al que fuimos) era el mejor.











Salimos de la ciudad en dirección a Elbasan y, donde acaba/empieza la autovía hay un centro comercial con un supermercado grande (TEG - Tirana East Gate). Es el único que vimos en el país y por lo tanto recomendable para hacer alguna compra de algo concreto, pues hay mucha variedad. Tras las compras nos ponemos en ruta, por diversas carreteras con un firme bastante aceptable. Nuestro destino final era Lin, pequeño pueblo a orillas del lago Ohrid (al norte de este).

Llegamos a la hora de comer y nos paramos en el restaurante que hay a la entrada del pueblo (Restorant Leza). Tiene una terraza sobre el lago en la que se está de maravilla, pedimos pescados de río y ensalada, todo junto con cerveza 1750 LEK (14€). Después paseamos un poco por el pueblo, que no tiene nada en especial más que el tratarse de un pueblo marinero lacustre y muy rural: gente secando las judías, niños jugando en la calle y cero turismo.





Lo lógico en este punto sería ir por el lado albanés hasta el Monasterio de St Naum [Свети Наум] (que está en Macedonia), pero preferimos rodear todo el lago para ver cómo era ese país (marcado en el futuro junto a Grecia y Kosovo en nuestra mente). Para ello hay que subir de nuevo hasta el puerto, pasar el control fronterizo (20 minutos aprox. de cola) y bordear el lago desde el norte en dirección sur. Nos cae una buena tormenta y pasamos la parte macedonia del lago que resulta ser muy turística: llena de apartamentos y hoteles. Además la carretera es muy estrecha y con bastantes personas a los lados... no nos gustó mucho la verdad. Al final ya mejora y llegamos al monasterio.

El Monasterio es gratis, pero hay que pagar por aparcar a un muchacho (1€), hay baños y podría ser un buen sitio para pernoctar. El complejo monástico es bonito, pero hay muchos puestos de souvenirs que le quitan encanto. También hay una playa junto al lago y buenas vistas de todo él. Curioso el que haya muchos pavos reales y, sobre todo, ¡las señales avisando de que pueden ser peligrosos!
Decidimos seguir un camino que bordea otro pequeño lago (por donde te pueden llevar en barca) y por el que supuestamente se ven otro par de iglesias. A nosotros no nos gustó el camino, por lo que no lo recomendamos (para colmo bastante mosquito tigre).









Cogemos la furgo y nos vamos al sur hasta la frontera para volver a Albania, esta es más pequeña y la pasamos en menos de 10 minutos. Pasamos Tushemisht (localidad con campings junto al lago) y en Pogradec paramos a comprar fruta en una frutería. El pueblo es grande y tiene vida, pero estamos cansados, así que tras la compra vamos al camping Rei en el norte del lago (que además está anocheciendo).

El camping es muy básico, junto a la carretera: pero por 5€ tampoco se puede pedir más. Además tiene un búnker (donde está el fregadero) que le da encanto, un restaurante por si apetece tomar algo y una zona para el baño. Caemos redondos a la cama tras este largo día Albano/Macedonio.


Día 7: Lago Ohrid -> Cerca de Leskovik (200 kms)
Nos despertamos temprano (tratamos de cambiar nuestro horario para aprovechar el sol) y cae un baño en el lago justo tras el desayuno... que gozada, los checos de las motos de al lado intentan pescar mientras tanto. Recogemos el chiringuito y avanzamos hasta Korçë.

Korçë es una ciudad que ya me sonaba por haber visto la cerveza Korça en todas las sombrillas de los bares (se fabrica en dicha ciudad). Aparcamos junto a la estación de minibuses y vamos hacia la zona vieja. La han reformado y arreglado todas las casas así que da la impresión de ser un poco "decorado", ya que todo está perfecto: con sus bares para turistas y tiendas de souvenirs. La verdad es que han respetado la arquitectura y es muy bonito ver todas esas casas, pero han perdido un poco de encanto.
También paseamos hasta la primera escuela donde se enseñó en albano, 100 LEK (0.8€) la entrada. No merece la pena entrar porque tienen poco dentro y todo en su idioma, nada en inglés. Vemos también la iglesia ortodoxa, una mezquita y paramos  a tomar un café en una cafetería junto a un gran parque (entablamos conversación con el camarero, es joven y conoce a un chico de A Coruña de cuando estuvo de Erasmus). Por último, vamos al bazar/mercado y ahí sí que nos entretenemos: son varias calles y callejuelas donde se vende de todo. Desde los aromas hasta el colorido de los puestecitos nos cautiva y engancha. Compramos muchas cosas, entre ellas unos pimientos rojos rellenos de queso que me reservé para la comida. No sé si por ser domingo, pero fue uno de los mejores mercados que vimos y disfrutamos.











Con el frigorífico lleno avanzamos hacia Voskopojë, una antigua ciudad venida a menos (en su día la mayor ciudad de los Balcanes) y que ahora es un pueblo con muchos monasterios diseminados en su casco urbano. Aparcamos junto al ayuntamiento y vemos todos los que podemos, aunque algunos por desgracia están cerrados. Como es la hora de comer, nos acercamos a uno de los monasterios que hay en las afueras y comemos a la sombra de un buen árbol: el pimiento resulta estar muy rico, ¡aunque demasiado queso!
El monasterio de Shipskë (Kisha e Shen Gjergjit Shipske) hay que ir en furgo, pero están arreglando el camino y se hace duro avanzar por la fuerte pendiente: la otra opción sería dejar la furgo junto al río y subir los 2kms (con desnivel) hasta la iglesia. Es un lugar donde los del pueblo se acercan a comer a la sombra de los árboles, así que también es un buen furgo-comida-perfecto.









Damos por visitado Voskopojë y nos acercamos a Dardhe (desandando el camino hecho por la mañana), un pequeño pueblo en las montañas que la guía recomendaba. De camino paramos en Boboshticë (sin ningún interés pese a lo que decía la guía). Llegar hasta Dardhe cuesta: hay que pasar un puerto y el firme es muy deficiente o, en ocasiones, inexistente. No obstante, creo que merece la pena por el trayecto y por el pueblo en sí. No tiene nada en especial más que su arquitectura tradicional de montaña, con tejados de pizarra y planta irregular. Del propio pueblo parten algunas rutas de senderismo.











Tras un buen paseo por el pueblo, desandamos el camino y ponemos rumbo a Ersekë por la SH75. Es una pequeña ciudad con bloque y plaza central comunista sin ningún interés para nuestro gusto.



Así que seguimos la carretera hacia el sur porque teníamos pensado dormir cerca de Gërmenj donde proponía Patumaire. De camino cae una tromba de agua importante que no termina de parar y, a ratos, sigue lloviendo. La carretera es mala en general y nos cuesta avanzar, se va haciendo de noche y no llegamos a Gërmenj... Anochece, sigue lloviendo y en el desvío hacia Gërmenj vemos que es un camino de tierra/barro! Pese a que nuestro mapa decía que era carretera. Así que seguimos un par de kms, pues nos habían indicado un camping (Farma Sotira). Es un camping/hotel/restaurante con piscifactoría y piscinas: muy arreglado. Pero que no íbamos a disfrutar más que para pasar la noche así que no nos convencen los 15€ que nos quieren cobrar.

Es noche cerrada y sigue chispeando, volvemos hasta el desvío hacia Germenj a ver si no estaba tan mal: error. Está peor que mal, con lluvia eso es totalmente intransitable así que el resultado es: furgo con barro (y cada vez se hace más tarde). Es una zona boscosa así que nos parece que tiene que haber lugares buenos para pasar la noche, tal vez junto a un lago más adelante: tampoco. Al final acabamos durmiendo aquí, una explanada junto a la carretera en un alto (GPS: 40°10'27.1"N 20°38'35.5"E; 40.174200, 20.643200).



Sur de Albania



Día 8: Cerca de Leskovik -> Gjirokastër (130 kms)
La noche la pasamos tranquilos, pese a estar al lado de la carretera, esta muy poco transitada así que tan sólo escuchamos un par de coches. Al abrir la puerta vemos que el sitio es precioso y con unas vistas muy buenas del parque nacional Parku Kombëtar "Bredhi i Hotovës". Lo único malo que, como en muchos lugares de Albania, la basura se encuentra a la vuelta de la esquina y tras un terraplén hay un montón de plásticos y vidrios  :'(



Ponemos rumbo hacia Leskovik, que alcanzamos en poco tiempo y ahí nos desvían por la SH65 hacia el sur (supongo que la SH75 estará fatal en ese último tramo). Bajamos hasta ver la frontera Griega y entonces empezamos a bajar por el valle del Vjosa con unas vistas increíbles: siempre junto al río y al borde de él.





Justo al pasar el pueblo de Petran, nos indican el desvío hacia Benjë y unas termas (nuestro destino). Justo al llegar a un puente sobre el río Langarica un hombre cobra peaje por pasar a las termas con el coche, 100LEK (0.8€). Aparcamos en una sombra que deja un todoterreno suizo que había pasado la noche allí. El sitio es muy bonito, con el puente otomano tan fotogénico que lo caracteriza. Diversas pozas de agua caliente se abren a los lados del río (unas más calientes que otras). También hay un fino limo que puede untarse en la piel como hacen bastantes locales del lugar. Esperábamos el rincón con menos gente (puesto que no era fin de semana), pero había bastantes albaneses y algún que otro furgonetero extranjero.
Pasamos unas horas en las pozas hasta que se nos hace la hora de comer, un hombre vende maíces a 100LEK cada uno: compramos dos para acompañar a nuestra comida.



El calor aprieta y se hace imposible una siesta (ni tan siquiera a la sombra), así que ponemos rumbo a Gjirokastër que, aunque en línea recta estará a menos de 50kms, las montañas hacen obligatorio un buen rodeo. Paramos en Përmet a ver si hay abiertas un par de iglesias que marcaba la guía, pero nada: ambas cerradas.

Cuando llegamos a Gjirokastër ya se ha nublado y tiene pinta de tormenta como el día anterior. Aparcamos en lo alto del pueblo, poco antes de la plaza, e iniciamos la visita. Esta ciudad es muy interesante: arquitectura otomana a las faldas de la montaña con la gran fortaleza en lo alto dominando el pueblo.
La de turismo la encontramos cerrada, así que subimos a la fortaleza, 200LEK (1.4€) por persona. Lo interesante son las vistas más que la fortaleza en sí, que guarda unos cañones, un museo (se paga aparte) una iglesia y poco más.
Al bajar encontramos la de turismo abierta y pedimos ver el búnker que hay debajo de la fortaleza excavado en la roca. La visita son 200 LEK por persona y la visita consiste en un guía avanzando rápido por los túneles vacíos indicando qué ministerios supuestamente habría en cada habitación en caso de invasión. Para nosotros una decepción tras Bunk'art y por ello no recomendamos ir, a no ser que cambien los guías y tengan un poco más de interés en aportar algo a la visita.
También preguntamos para ver alguna antigua casa otomana, hay varias, pero como son cerca de las 19.00 ya están casi todas cerradas. Nos indican que Skenduli cierran tarde y allá vamos caminando.
La visita a alguna de las casas merece mucho la pena. Nosotros llegamos a tiempo para Skenduli: aunque supongo cada una será distinta, todas compartirán rasgos comunes (habitaciones de verano/invierno, cocina, cisterna, despensa, sala de casamientos...). Nos explica una a una las habitaciones y el cómo se vivía en la época, e incluso cómo los comunistas les quitaron la casa y las tierras a su familia. Tan solo fue en la caída del régimen cuando pudieron recuperar la casa (que no las tierras) y ahora basan sus ingresos en las visitas turísticas. 200 LEK por cabeza la visita.























Empieza a llover y llegamos por los pelos a la furgo antes de la gran tromba, para evitar conducir en esas condiciones y sin sitios de pernocta claros, nos dirigimos al camping que hay al otro lado del río: Camping Gjirokaster. Muy recomendable y muy tranquilo. El precio fueron 1600LEK (13€), algo más habría sido en furgoneta/camper/AC (ya que nuestra Caddy nos la consideró como un turismo).


Día 9: Gjirokastër -> Borsh (160 kms)
Nos despertamos, ducha y vamos hacia Libohovë, un pequeño pueblo al lado opuesto del valle del Drina. El pueblo en sí tiene muy poco: una ciudadela (más bien solo las murallas) en lo alto del pueblo y un gigantesco platanero (nunca he visto nada igual) bajo el que hay un bar con la sombra que da el árbol. Lo mejor es subir a la ciudadela, entrar y admirar las vistas. Para entrar a la ciudadela hay que pasar por la casa de un vecino: le saludamos y esquivamos las gallinas que había en el patio junto a la puerta.







Seguimos rumbo hacia el sur y echamos gasóleo en una gasolinera, aunque nos dicen que aceptan tarjeta, tras realizar el suministro nos dicen que la máquina no les funciona (¡que casualidad!) y que les paguemos en Euros si no tenemos LEK. El cambio que nos ofrecen es el correcto y aceptamos. Para llegar al Blue Eye (Syri i Kaltër) hay que cruzar un puerto por la SH78 y, en lo alto, coger la SH99. La entrada está bien indicada y cobran un peaje al entrar, 250 LEK (2€). Tras pagar, los dos kilómetros son por pista ancha de tierra bastante buena.

En el aparcamiento un hombre nos indica donde aparcar pero luego no nos pide dinero... no sé si sería buena fe o que se despistó. El Blue Eye es una surgencia (18400 litros/segundo) de agua gélida y de un color azul/turquesa muy bonita. No obstante, hay tanta gente que hace que parezca una romería a unas aguas que quitan todos los males. También hay varios chiringuitos donde tomar algo y/o comer. Por cierto, la gente se tira al Blue Eye desde la plataforma mirador que hay encima, si sois valientes y os apetece refrescaros llevad el bañador puesto ;)





Nos vamos tras remojar los pies para comprobar la temperatura del agua que, como era de esperar, es "fresca". Seguimos dirección Mesopotam, donde paramos en un bar de carretera a la sombra a tomar algo y pensar en la ruta a tomar. Pese a ser todavía pronto, el calor aprieta bastante, este terreno es bastante árido y recuerda a Grecia. Para llegar a Butrint no sabíamos si ir por la ruta lógica: SH98 hasta Xarrë (porque Patumaire indicaba que en esa zona las carreteras estaban muy mal). No obstante, por no ir y volver por la SH81, nos arriesgamos a ir desde el sur a Butrint: la carretera la encontramos en buen estado y las vistas de las lagunas y el parque nacional de Butrint desde la carretera en lo alto son atractivas.

Para llegar a Butrint (ruinas), cuando se llega desde el sur, hay un transbordador que pasa constantemente de un lado al otro del estrecho. Pagamos (700 LEK ó 5€), pasamos y aparcamos a la sombra para ver las ruinas de la antigua ciudad de Butrint (desde la época griega hasta la edad media). La entrada cuesta 700LEK (5€/persona) y la visita se puede soportar gracias a las sombras que hay por todo el recinto. Lo malo que el estado de conservación de los yacimientos es bastante malo y lo más destacable, unos mosaicos en un baptisterio, están ocultos bajo un manto de tierra para su preservación :(











Tras la visita es la hora de comer, pero no encontramos sitio a la sombra en los alrededores y seguimos hacia el norte por la SH81 junto al mar Jónico. Pasamos localidades costeras muy feas (turísticas sin encanto alguno): Ksamil, Sarandë... Al final comemos junto a un cementerio a la sombra y aún así pasamos calor. Un pastor pasa con sus cabras y nos sonríe por el sitio que habíamos pillado.

Tomamos un desvío hacia la playa de Kakomesë, en la bahía del mismo nombre. Según la guía una de las playas más recónditas y menos explotadas de la Riviera Albanesa. La sorpresa llega cuando la carretera se corta con una valla y no podemos seguir. Tenía pinta de ser por obras, seguramente se estén cargando ese recóndito lugar para construir algún resort... (algo se intuye en las fotos de Google Maps). Media vuelta y seguir dirección norte.

El caso es que hace calor y queremos playa, pero no encontramos ninguna que nos convenza hasta llegar a Borsh. Bajamos y, al final de la playa al norte junto a una comisaría (en el FP de la playa) aparcamos y nos damos un baño en una zona sin sombrillas ni tumbonas. Esperábamos esta costa con menos desarrollo, pero si se puede llegar en coche: hay sombrillas y tumbonas por doquier, lo cual quita un poco el encanto para nosotros de estas maravillosas playas.







Va bajando el sol y nos atrevemos a movernos hasta Porto Palermo: un istmo de una pequeña península con una gran fortaleza encima. Este sitio parecía un buen FP en la crónica de Patumaire y, cuando llegamos, así nos lo pareció: con muchas ACs y fugonetas. Nos damos un baño en, para mi gusto, una de las mejores playas de toda la Riviera. Después nos acercamos a la fortaleza a ver si estaba abierta, y sí lo está (pese a que en el horario ponía hasta las 18:00). Entrada 100LEK (0.8€). Disfrutamos de una bonita puesta de sol sobre la fortaleza









Bajamos y nos ponemos a cenar junto a la furgo, entretanto nos informa el chico de las tumbonas que para dormir ahí hay que pagar 10€. Es un bono para luego gastarte esos 10€ en el restaurante que hay al lado (o eso le entendimos porque no hablaba mucho inglés), pero no nos gusta eso de pagar en un sitio que no te ofrecen ningún servicio (ni agua, ni luz, ni WC...), además parece que están aprovechándose de un parking que es totalmente público (ninguna señal dice lo contrario). Así que tras la cena volvemos a la playa de Borsh y dormimos junto a la comisaría donde habíamos estado bañándonos por la tarde. Pasamos la noche muy tranquila, aunque con mucho calor.


Día 10: Borsh -> Berat(190 kms)
Madrugamos como de costumbre (7:00 a.m., amanece pronto como ya comenté) y el sol ya calienta bastante. Desayuno y baño cuando todavía no hay nadie en la playa: eso sí es como me esperaba yo las playas Albanesas. Recogemos y vamos hacia Himarë. De camino, poco después de Porto Palermo (en la misma bahía), hay una antigua base de submarinos abandonada.



Himarë es pueblo que parecen dos: la parte costera llena de hoteles y la parte vieja en lo alto de la colina que sí merece la pena visitar. Aparcamos justo en lo alto, en unos olivos que dan sombra, nos tomamos un café y entramos al pueblo. Al pasar un hombre nos cobra por la visita, 100 LEK (0.8€), y nos da el resguardo. El pueblo tiene arquitectura tradicional, con calles empedradas empinadas que culminan con un castillo (ruinas) y desde donde hay buenas vistas de la playa (que bonita es desde arriba y qué fea cuando bajas y ves las sombrillas!). El paseo se hace agradable por la sombra que dan las higueras y las parras (los higos que recolectes están incluidos en el precio de entrar al pueblo, o al menos así lo entendimos).

















Las mejores playas de la Riviera son las que no son accesibles en vehículo, porque no llega la gente. Pero eso exige o coger un barco/taxi o caminar. Con la temperatura que nos encontramos nosotros se nos hizo imposible ir caminando, pero algunas que tienen muy buena pinta son: Gjipe o Shpella, con cero desarrollo.

De camino, en el pueblo de Vuno la carretera se estrecha y solo caben los coches de un sentido, así que hay un semáforo. El problema es que a los albaneses de vacaciones no les gusta esperar, parece, y cuando llegamos hay un atasco en el que estamos 10 minutos (ya que alguien se ha saltado el semáforo y había colapsado el paso. No obstante, peor lo tienen los del otro sentido que lo menos tenían 3 kms de atasco y seguían llegando coches.

Llegamos a la playa de Dhrale o Palasa, la última del Jónico y nos horrorizamos viendo que están construyendo un resort enorme en toda la falda de la montaña... Nos llevamos una decepción muy grande puesto que Patumaire hablaba muy bien de este rinconcito. De nuevo vamos hacia el final donde ya no hay chiringuitos pero en los parkings (de piedras y no adecentados) nos dicen que son privados los dueños de las tumbonas o chiringuitos, ¡y que si no cogemos tumbona no podemos aparcar! Increíble, al final por pesados nos dejan. Nos vamos hacia el sur, que en realidad es una pedrera enorme de un torrente que baja desde el monte Çika (2044m). Ahí ya sin tumbonas y sin gente disfrutamos del último baño del Jónico, que debido al calor fueron unos cuantos baños, pues no se podía aguantar al sol.





Nos habría gustado comer allí, pero no había ni una sombra y además el sitio no invitaba: así que subimos el puerto por la SH8 que arriba esperábamos se estuviera fresco. Hay que decir que muchos tramos de la SH8 son para disfrutar con la furgo y las vistas, además está en buen estado la carretera. Pero el final, la subida al puerto, impresiona para bien. En pocos minutos te plantas en lo alto del Llogara Pass a 1025m. Hay restaurantes, pero nosotros comemos junto a la furgo a la fresca... hasta que viene la tormenta y nos interrumpe el postre: eso sí es llover.





No reemprendemos la marcha hasta que no baja un poco la intensidad de la lluvia y empezamos la bajada hacia Orikum, en la costa (ya del Adriático, claro). Ahí vuelve a dar el sol y 37ºC como antes de comer :(
Nos refrescamos con un helado y cervecita en un garito, y probamos a ir a la península de Karaburun, donde la guía indicaba buenas playas aisladas. El problema es que hay una base militar que te impide pasar en coche! Supongo que esas playas preciosas solo se pueden alcanzar en barco/taxi, una lástima (en la Wikipedia hay fotos de ellas muy bonitas).

Así que tiramos hacia el norte en dirección Vlorë (otra gran ciudad que no nos interesaba visitar), y luego hacia las ruinas de Apolonia. Una antigua ciudad griega que se puede visitar. Aunque en el mapa veáis un camino que sale del pueblo de Levan y lleva directo: no lo intentéis si no es con todo terreno y buen GPS. Nosotros tratamos de hacer dicho "atajo" y nos tuvimos que volver e ir por la SH94.

Apollonia es una antigua ciudad griega con diversos edificios, entrada 400LEK por persona. Dentro también hay un pequeño museo y una iglesia ortodoxa. Una opción era dormir junto a la entrada en el FP, pero como todavía hay luz decidimos acercarnos hasta Berat: el destino del día siguiente.











Llegamos a Berat ya anocheciendo y subimos hasta lo alto de la fortaleza, junto a la que se encuentra la Taberna Lázaro donde se puede dormir por 10€. Es un restaurante, así que no se puede uno esperar lo que hay en un camping: uno de los baños del restaurante hay una ducha, pero solo están abiertos durante el horario del restaurante, aprox. de 8:00 a 22:00; no hay fregadero, etc.
El caso que decidimos cenar allí, no es muy barato para ser Albania, pero por 1600LEK (13€) cenamos muy bien y con chupito de Raki (el orujo suyo) incluido.


Día 11: Berat -> Cañón del Osumi -> Poshnje (120 kms)
Nos levantamos, dejamos la furgo en la Taberna, y subimos a la fortaleza que pilla a 5 minutos. A la entrada, hay una taquilla y unos tornos, pero todo está cerrado y nadie cobra ni cuando entramos ni cuando salimos. La fortaleza es muy grande, pero en el interior hay mucho espacio vacío de edificios destruidos (como la mezquita por ejemplo). Las iglesias nos las encontramos cerradas, no sabemos por qué. Damos una vuelta y nos quedamos con la sensación de que está bien, pero le falta algo de encanto.













Recogemos la furgo y bajamos a ver el pueblo, que está abajo junto al río. Aparcamos junto al Parque Lulishtja, hay indicaciones de que había que pagar (zona azul) pero no encontramos la manera de hacerlo. Preguntamos a un chico joven en italiano y nos dice que solo pagan autobuses, así que confiamos en que así sea y nos vamos a pasear.
La arquitectura de la ciudad es chula, principalmente otomana, con diversas mezquitas. De nuevo el calor aprieta y eso que es temprano. Se nos hace un poco cuesta arriba el pueblo y además unas obras en la mezquita y el tekke nos deja sin poder verla. También vamos a Gorica (el barrio del otro lado del pueblo), con arquitectura similar.







Finalmente vamos, esta vez en coche, al hotel Castle Park, donde nos habían dicho se podía pedir información para hacer rafting en el río Osumi. Desafortunadamente en esta época del año lleva poco agua y no se puede, nos ofrecen bajar el Vjosa, pero lo que nos interesaba era el Osumi por tener vistas del cañón desde abajo.

Así que decidimos ir en coche al cañón. Para llegar hay que remontar el río hacia Bogovë, pasarlo y llegar a Çrovodë. Ahí empieza realmente el cañón que se puede ver bien desde dos o tres lugares que remarco aquí:

Mirador 1:
40°28'48.7"N 20°15'01.2"E
40.480190, 20.250327

Mirador 2:
40°27'42.4"N 20°16'00.4"E
40.461777, 20.266768

Puente:
40°27'17.6"N 20°15'56.1"E
40.454875, 20.265581









En realidad, si seguís por la carretera junto al cañón os vais encontrando los lugares. En el primer mirador hay un "camping" con restaurante, ahí es donde comimos, 1000LEK (8€). En el segundo mirador hay un agujero con una leyenda sobre fertilidad. Y, por último, para el puente hay que desviarse unos metros por una pista/camino de tierra. Desde todos esos sitios el cañón resulta muy atractivo y tiene que ser espectacular en el deshielo.
Hay una ruta en Wikiloc de 13 kms (ida) que va por encima del cañón y que tenía muy buena pinta, pero nos hizo demasiado calor para poderla hacer: https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/osumi-canyon-from-mulliri-i-babayit-dads-mill-to-corovode-10067347

Toda esa zona está llena de túneles/búnkeres que hizo el régimen comunista para diversos propósitos: almacenar armas (tenían munición para 6 meses de guerra!!), almacenar el oro, etc. Pero no parecía ninguno accesible por carretera y dudo que estuvieran abiertos al público.

De vuelta, paramos en Bogovë. Tomamos algo en uno de los bares junto a la carretera y empezamos una suave ruta que te lleva hasta una pequeña cascada. 4.5kms y 150m de desnivel. Suponemos que en primavera estará más espectacular, el paseo merece la pena.



Volvemos sobre nuestros pasos y, en Berat, volvemos a parar. Ahora ya han acabado las obras y podemos ver la mezquita que estaban arreglando, verla de noche con la tenue iluminación interior resulta cautivador: realmente preciosa. Tras la breve visita vamos hacia el camping que hay en Poshnje, es el camping más cercano a Berat. El camping está de lujo y cuesta 2000LEK (16€).







AlvarA

Norte de Albania



Día 12: Poshnje -> SH22 (300 kms)
Dormimos bien, pese a la fiesta que tenían montada en el pueblo debido a una boda, nos preparamos y salimos rumbo al Parku Kombëtar Divjakë-Karavasta. Este parque está formado por una gran laguna y es un buen lugar para observar aves.
En la casa de información del parque tienen a un pelícano de mascota (parece que hubiera tenido algún problema en las alas y no puede volar). Todo el parque está recorrido por bastantes senderos para caminar.
Nosotros vamos hasta un mirador que hay aquí (40°57'01.2"N 19°28'51.0"E), junto al canal que conecta la laguna con el mar. Esperábamos ver más pájaros, pero según las chicas de turismo hace demasiado calor estos días y no se dejan ver.







A la vuelta nos piden un par de belgas que si las podemos acercar en coche hasta el suyo, charlamos con ellas sobre su viaje (que están haciendo en dirección contraria). Con el calor que hacía nos acercamos a la playa y nos damos un baño. Esta playa del Adriático es muy larga y de arena, pero el agua no está tan transparente como en otros lugares. Al ser tan grande la playa, parece un buen furgoperfecto.

Ponemos rumbo a Krujë, una pequeña ciudad al norte de Tirana con un castillo. De camino empieza a llover con fuerza y vemos el primer y único accidente en tierras Albanas: un buen golpe tenían los dos coches aunque parecía que todo el mundo estaba bien. La tormenta grande nos estaba esperando en Krujë, así que aparcamos en la calle principal y vamos corriendo a una Pizzería Kebab donde comemos. Habíamos visto ya varias trombas de agua en Albania, pero como esta ninguna: rayos que caían muy cerca, las calles convertidas en ríos y, como no, la luz se fue.

Es algo bastante común en Albania el que la luz se vaya, de hecho hay muchos generadores por las calles, bajo los edificios o en los portales incluso. El corte dura unas dos horas, en las que la ciudad se paraliza aunque, según nos dicen, están acostumbrados.

Vamos a la fortaleza, y de camino hay una calle llena de tiendas, lo que antiguamente era el bazar. Por desgracia, ahora son todo tiendas de souvenirs a la caza del turista y le quita todo lo bonito al lugar. La fortaleza dentro tiene alojamientos, restaurantes, un par de museos y ruinas de antiguos edificios: iglesia, mezquita, etc. No está mal, pero de nuevo nos parece que le falta algo, o le sobra, no sé.







Nos planteamos qué hacer: por mucho que buscamos, de aquí hasta el norte no parece haber nada interesante que visitar. Así que ponemos rumbo al parque nacional de Valbonë y ya veríamos donde dormir. La primera parte la hacemos por la autovía A1, hasta antes de Reps, donde cogemos la SH40, luego la SH30 y, finalmente, la SH22. Toda esta zona es muy bonita, con valles profundos y carreteras sinuosas, pocas poblaciones y una sensación de abandono.





En un punto nos para una pareja de policías, que tan solo nos mira por encima y nos permite avanzar sin pedir documentación alguna. Hay diversos sitios que podrían ser aptos para pasar la noche, pero tampoco muchos, porque la carretera va encajada junto a la orografía. Finalmente dormimos junto a la carretera en una explanada, como si fuera un mirador o los cimientos de una antigua construcción:
42°08'15.5"N 20°09'39.4"E
42.137630, 20.160942


Día 13: SH22 -> Valbonë (90 kms)
Nos despertamos, desayunamos y nos ponemos rumbo a Valbonë, de camino paramos en la capital del distrito Bajram Curri. Es una pequeña población sin ningún atractivo destacable más que el entorno. Aprovechamos para comprar en el mercado que ponen a lo largo de la calle Beselidhja e Malesise.











Seguimos la carretera junto al río Valbones, que se encañona dejando una preciosa vista del valle. Finalmente llegamos a Valbonë y nos instalamos en el camping restaurante Tradita (10€). Le pregunto por alguna ruta para hacer antes de comer al dueño del camping y me recomienda ir a Kukaj, un barrio de Valbonë a 2 kms cruzando el río. Es un paseo agradable y corto desde el que se tiene una buena vista del Maja Jezercë y del valle.





Volvemos al camping para comer y comprobamos que no hay agua caliente en las duchas del baño, se lo comentamos al dueño y nos dice que hay un problema y que en media hora volvería. Hay que comentar que el suministro de luz en este pueblo aislado era bastante pobre, con frecuentes cortes que hicieron que la batería no se terminara de cargar bien.

Nos acercamos hasta donde acaba la carretera que sube hasta el Fusha E Gjes Hotel. Desde aquí hay unos dos kilómetros hasta Rrogam, la última población del valle. Hay unas camionetas kosovares y albanesas que llevan a gente hasta Rrogam. Este paseo no es muy agradable, puesto que se va por el lecho seco del río lleno de cantos rodados.

Una vez en Rrogam empezamos la ruta que, pasando el collado Valbones, nos llevaría hasta el pueblo de Thethi en el otro lado de las montañas. La idea era
hacer un poco del sendero, puesto que la ruta completa serían 10 kms (ida). Subimos hasta donde deja de haber masa forestal y se tienen unas vistas preciosas de todo el antiguo valle glacial.

Cuando bajamos, vemos la indicación para una casada y comprobamos que es allí a donde se dirigen las furgonetas que llevan gente. Nos acercamos, ya que estamos y la vemos. Es un fino hilo de agua en esta fecha pero bastante alta. Ponemos rumbo al coche a donde llegamos casi anocheciendo, un día largo (entre la mañana y la tarde hemos hecho unos cuantos kilómetros de caminata).











En el camping comprobamos que la ducha sigue sin agua caliente, a lo que el dueño me lleva hasta su casa (al lado del camping) y nos invita a ducharnos en su baño. Así que allí nos duchamos.

Para no tener que volver por la misma carretera hacia Shkodër, barajamos la opción de ir en ferry por el lago Koman (en realidad es un pantano). No nos hacía especial ilusión la idea (el año pasado habíamos visto en Noruega y Suecia unos fiordos preciosos), pero tampoco sonaba mal el disfrutar un poco de las vistas desde el ferry. Así que desde el WiFi del camping reservamos y nos confirman que hay hueco.


Día 14: Valbonë -> Shkodër (100 kms)
Nos despertamos con fresco, se nota que estamos en las montañas. Recogemos y bajamos la carretera del día anterior hasta Dragobi, que tiene una mezquita junto al río muy fotogénica. Bajamos del coche y paseamos un poco junto al río. Tenemos tiempo, puesto que el barco no sale hasta las 13:00 de Fierze y nos dijeron que con media hora de antelación era suficiente.









Tras el paseo volvemos hasta Bajram Curri (donde paramos de nuevo a comprar, entre otras cosas unos Byrek para la comida en el ferry) y seguimos hasta Fierze. El embarcadero está un poco más al oeste que el pueblo. En esta carretera hay gente que intenta vender billetes de otros ferrys y otros recorridos, mejor no parar que desde la propia compañía avisan que ha habido casos de timos.

Una vez en el embarque del ferry tenemos problemas, parece que el e-mail de confirmación que nos enviaron no era el estándar y no habíamos pagado por adelantado (no habían dado opción). Nos apartan al sol y tras 15 minutos nos confirman que podemos pasar. Montamos el coche en el ferry, cogemos unas cervezas, los byrek y subimos a la parte superior del pequeño barco. Conviene reservar, puesto que una T3 que quería montar delante nuestro le dijeron que no cabía (aunque luego en nuestro barco creo yo que había hueco para ellos).

El viaje dura unas 3 horas y nos lleva por una presa hecha para un salto hidroeléctrico. Lo más bonito el color que tiene el agua, casi turquesa y las montañas que encañonan el lago. Dentro del barco comemos, hacemos fotos y pagamos 45€, el precio depende del área que ocupa el vehículo (5€/m²) + 5€ por persona.

Lo que no sabíamos, es que hay dos compañías que hacían ese mismo trayecto: Berisha (en la que nosotros fuimos) y Rozafa (donde vimos que había montado la T3 que no cupo en nuestro barco). Así que si no hay sitio en uno, podéis probar en el otro, que está un poco más adelante.
Dejo las dos páginas web:

















Llegamos a lo alto de la presa, que es donde se desembarca. Salimos los primeros y pasamos por un túnel por el que solo cabe un coche hasta el otro lado de la presa. Ahí hay un camping (conveniente si hacéis el recorrido a la inversa y os quedáis sin hueco, como les pasó a Patumaire). La carretera de aquí hasta Shkodër es la peor carretera con la que hemos lidiado en todo el país: hoyos enormes, firme que desaparece... Pero poco a poco se avanza.

Llegamos a Shkodër con mucho, mucho calor (qué novedad, ¿verdad?) y se nos antoja complicado poder visitar la ciudad en esas condiciones. Así que vamos al lago a refrescarnos. En Shirokë, por la SH24, hay algunas zonas aptas para el baño y es allí donde fuimos. Dejamos el coche junto a la carretera como todo el mundo y nos damos unos baños hasta que baja un poco el sol.



Ya frescos volvemos hacia Shkodër y decidimos dormir en el camping Legjenda, justo bajo el fuerte/castillo de Rozafa. Es un camping muy agradable, con su piscina, su zona de cocinas, etc. así que allí dormiremos (15€ sin electricidad). Y vamos a la ciudad a verla.

La ciudad tiene un teatro, un par de iglesias, una mezquita y una calle peatonal con casas tradicionales a los lados. El problema que esta calle está tomada por las terrazas y no pude disfrutarse. No parece Albana la ciudad, tiene mucho turismo y nos recuerda más a Montenegro. Paseamos hasta que cae el sol y volvemos al camping a cenar y dormir.














Día 15: Shkodër -> Thethi (85 kms)
Nos levantamos, recogemos y pagamos. Estábamos preocupados por si llegar a Thethi no era posible: Patumaire desistió y las belgas que habíamos llevado en la furgo nos dijeron que solo llegaban 4x4. El recepcionista nos dice que la carretera está muy bien y que no hay ningún problema, lo cual nos deja más tranquilos.

Paramos en Shkodër a disfrutar del último mercado/bazar albano del viaje. Se encuentra junto al estadio Loro Boriçi, Nos cuesta aparcar pero lo conseguimos en el lío de coches de la ciudad. El mercado resulta genial, como siempre, muchos sabores, bullicio y compramos un montón de cosas. Bien surtidos nos alejamos de la ciudad, paramos en una de correos a por sellos para las postales y ponemos rumbo al Thethi.

La carretera que lleva (SH21) está bastante bien, especialmente la última parte hasta lo alto del puerto. Desde ahí empieza una pista, es aquí donde se ponía complicado, unos 13 kms por camino y con fuerte pendiente. Nos proponemos intentarlo, alentados por el recepcionista, y bajamos lentamente. Lo peor es cuando te cruzas con algún taxi 4x4 o furgonetas/minibuses, pero hay bastantes apartaderos.



No nos vamos a engañar: el camino está mal y se hace muy despacito. Para que os hagáis a la idea, tardamos hora y media en hacer los 15 kms. Además lo peor es que ir es en bajada, y siempre tienes el miedo de si a la vuelta la furgo va a agarrar bien subiendo. A mi me parece inviable con una GV o AC que no sea 4x4, pero dejo a interpretación del lector que decida si se atreve o no bajar.

Una vez abajo del valle comemos y buscamos un camping para pasar la noche, que abundan. Nos decantamos por el primero que vemos, por 10€ hay unas instalaciones básicas y mucha sombra (Bujtina Harusha). Yo tenía ganas de llegar hasta el collado Valbonés, recordad que es el collado que separa este pueblo de Valbona, en el valle que habíamos estado el día anterior. Así que tras comer emprendo la subida, es fuerte ya que en menos de 6 kms sube unos 1000m. Es un camino muy trillado y se sigue sin ninguna dificultad. Las vistas desde el collado son increíbles. De haber tenido más tiempo igual me habría decidido por subir al pico Peja (otro de los caminos marcado).













Vuelta al camping, ducha y cena. Mientras oscurecía llegan tres coches checos (que no son 4x4) y montan las tiendas e instalan su campamento.

Nota: en el tiempo que estuvimos en Thethi vimos bajar una transporter camperizada y varios turismos, por lo que en condiciones normales parece apto para vehículos de mediano tamaño. Supongo que en caso de lluvia la cosa tiene que complicarse bastante, así que antes de bajar valorad bien si vais a poder subir luego.

AlvarA

Montenegro




Día 16: Thethi -> Biogradska Gora (180 kms)
Desayunamos y vamos hacia la iglesia de Thethi (la que aparece en todas las postales), fotos de rigor. Nos acercamos hasta el museo etnográfico, que es una casa encaramada a un peñasco (pero no entramos), y volvemos al río para bajar junto a él hasta el cañón del Grunas. La ruta se sigue bien, marcas blancas y rojas junto al río hasta llegar a un puente, desde donde se tiene la vista del cañón.
Para más rutas mirar en: https://thethi-guide.com/















Es una pena no tener más días, pues sino habríamos estado al menos otro día entero aquí caminando. Así que recogemos todo del camping y emprendemos la subida por el camino con la furgo: poco a poco. Hay bastante más circulación y nos toca apartarnos más que el día anterior, pero no tenemos problemas de tracción y avanzamos hasta llegar arriba.





Deshacemos todo el camino por la SH21 y paramos en Koplik a comer y gastar todo el dinero que nos había sobrado. Nos metemos en el único restaurante que parece tener aire acondicionado y nos damos un homenaje albanés: nuestra última comida en el país. Tras la sobremesa compramos en un supermercado hasta que gastamos todo y ponemos rumbo a la frontera montenegrina.

En la frontera avanzamos rápido y en menos de 20 minutos estamos ya en Montenegro, recordando nuestro viaje de hace ya 7 años atrás... Pasamos Podgorica sin parar (no nos atraía) y ponemos rumbo hacia el norte por la E80. Comentar que la gasolina en Montenegro está algo más barata que en los vecinos (Albania y Serbia), por lo que nosotros aprovechamos para llenar el depósito en un surtidor tras pasar Podgorica.
Esta carretera sigue el curso del río Moraca, que se va encañonando hasta que la carretera va entre túneles y espacio comido a la montaña. Es muy bonita, pero peligrosa por la temeridad de los conductores. Hay un par de puntos donde poder parar a admirar el paisaje.





Siguiente parada, monasterio de Moraca, indicado desde la propia carretera. Es un pequeño y bonito monasterio que se ve en poco tiempo.



Retomamos el camino hacia Kolašin [Колашин]. Esta ciudad no tiene gran atractivo, pero andábamos buscando ya un sitio donde pasar la noche y pensamos que igual esta pequeña ciudad podría ser un buen lugar. Nos encontramos a un montón de gente bailando tango en la plaza central, gente paseando por la calle peatonal, pero ningún sitio para dormir.







Así que decidimos acercarnos al Parque Nacional Biogradska Gora (en cuyo centro hay un lago) y, en el mapa, parecía un buen FP. La sorpresa es que en Montenegro hay que pagar por entrar a los parques nacionales (3€/persona y día), así que 6 € que dejamos antes de llegar al lago. Junto al lago está lleno de tiendas, furgos y ACs, lo que parece indicar que se paga por estacionar y  así es: 2.3€/persona. Hay un par de letrinas (sucias y con mal olor) y posibilidad de enchufar la furgo a la luz.


Día 17: Biogradska Gora -> Žabljak [Жабљак] (90 kms)
No entraba en nuestros planes ver este parque nacional, pero ya que estábamos decidimos hacer la ruta circular (4kms) que hay alrededor del lago. Es muy sencilla y perfecta para ir con críos puesto que hay paneles para que aprendan sobre el bosque y el parque.







Salimos del parque en dirección al cañón del Tara y paramos en el Monasterio de Dobrilovina. Este pequeño monasterio, regentado por monjas, tiene una ubicación inmejorable y resulta bonito. Para entrar a la iglesia te suministran un faldón/pantalón en caso de que vayas enseñando pierna.



Seguimos el Tara hasta llegar al puente de hormigón que lo cruza. Es impresionante las vistas desde el puente del cañón. Hay unas tirolinas para lanzarse por encima, si os gusta ese rollo.







Avanzamos hasta Žabljak [Жабљак] y buscamos un mirador que hay para ver el cañón, no está muy indicado así que os dejo las coordenadas:
43°11'17.5"N 19°03'41.7"E
43.188195, 19.061583
Como el mirador está ya en el parque nacional de Durmitor, hay que pagar 3€/persona. Y además por aparcar otros 3€. Desde ahí hay un sendero de 2kms que llega hasta un mirador desde donde se tienen unas vistas bastante buenas del parque nacional y del Tara.





Volvemos por la carretera y comemos a la sombra de unos pinos. Después volvemos a Žabljak y preguntamos en la oficina de turismo para hacer rafting, nos indica una compañía que el responsable está tomando el café al lado ("casualidad"). El caso es que todas las compañías cobran lo mismo, 45€ y nos decidimos por esta por comodidad. La empresa se llamaba Dane raft.

Nos acercamos en coche hasta la entrada del parque nacional de Durmitor, donde está el lago negro (Crno Jezero). Aparcamos, esta vez gratis, y pasamos al parque enseñando la entrada que ya habíamos pagado en el mirador (sino habría que volver a pagar). El centro del parque está formado por dos lagos comunicados entre sí y rodeados de montañas. Hay mucha rutas que salen de este punto, pero era un poco tarde y no nos dio ya tiempo a ninguna de las que nos parecían más chulas, así que decidimos ir al lago de la serpiente, otro pequeño lago rodeado de pinos.

Volvemos al lago negro y nos sobra tiempo, así que rodeamos los lagos también para disfrutar de la tarde. El paseo alrededor de los dos lagos es bastante transitado y para nada exigente.











Vamos hacia el camping cuando se está yendo el sol. Hay dos campings junto al parque: Ivan do y Mlinski Potok. Nos decidimos por el de Ivan do porque tenía una ubicación más alta y con mejores vistas. El camping fueron 8.70€, 2€/persona + 3.5€/camper + 0.6€/tasa/persona.

En el camping nos reciben las vecinas (viajando en su T6) con un chupito de Limoncello, ¡así da gusto!. Son dos mujeres Eslovenas con las que tras la cena compartimos un par de horas de conversación y que nos recomendaron lugares para visitar en Serbia (perfecto pues no teníamos esa parte del viaje nada planificada).


Día 18: Žabljak [Жабљак] -> Drmanovići [Дрмановићи]  (130 kms)
Nos levantamos y vamos hacia la plaza central de Žabljak (donde está la de turismo), punto de encuentro para ir a hacer rafting. Allí montamos en una Transporter que nos lleva hasta el lugar de inicio, entablamos conversación con una pareja de italianos muy simpáticos de la zona de Milán. La furgoneta aparca en un punto de la carretera P4 junto al Tara:
43°07'42.1"N 19°18'36.1"E
43.128366, 19.310024
Allí nos equipamos con neopreno, escalpines, chaleco y casco, y salimos en la primera barca. Hay bastante gente, de hecho creo que unas 7 u 8 barcas con unas 8 personas en cada una.

Lo pasamos muy bien, en la barca hay buen rollo entre la tripulación (2 franceses, 2 italianos, una alemana y uno de países bajos, y el guía albano, un chico joven). Hacemos varias paradas, una de ellas para ver el arroyo Ljutica que surge de la montaña y cae como un torrente al Tara. Estamos descendiendo el río unas dos horas largas en las que da tiempo a contemplar el paisaje y a pasarlo bien. En primavera nos dice el guía que es una pasada: emoción pura por el gran caudal, pero en verano es un paseo con algún rápido esporádico. Al finalizar nos recogen en furgonetas y nos devuelven al punto de origen.

Emprendemos rumbo a la frontera Serbia por la P4 atravesando el puente sobre el Tara. Llegamos a Pljevlja [Пљевља], última ciudad antes de cruzar la frontera y vamos a comer al restaurante que aparecía en la guía ("Tres sombreros" creo que se llamaba, pero en su idioma claro... no apunté el nombre, sorry). La comida muy rica y costó 17€. Mientras comíamos cayó otra tormenta descomunal que nos hizo cambiarnos de mesa por culpa de las goteras. Una vez escampó, pusimos rumbo a la frontera.

La frontera es pequeña pero hay bastantes coches, tardamos algo menos de media hora. ¡Al fin estamos en Serbia! Es la primera vez en este país y lo primero que buscamos es una oficina de cambio para poder tener dinares en metálico. En Коловрат encontramos una oficina de cambio.



No teníamos nada pensado para Serbia y nos dejamos guiar por los consejos de las Eslovenas de la noche anterior, así que el recorrido que hicimos fue un poco en zig-zag por el país. La primera parada sería Novi Pazar, pero hoy no llegábamos hasta allí así que decidimos dormir donde encontrásemos de camino.

Según el mapa la M8 nos lleva directos, pero el GPS nos dice de subir y rodear por la 23 y después la 29. Tiramos por la M8 muy bien hasta llegar al Manastir Mileševa, donde la carretera se pone muy empinada y estrecha. Por culpa del estado de la carretera, del agua y de la pendiente empieza a derrapar la furgoneta y no quiere subir. Esto nos hace tener que dar marcha atrás unos cientos de metros de una manera bastante peligrosa por lo que resbalaba esa carretera, para colmo un coche quería subir... Finalmente volvemos a la ruta que recomendaba el GPS: carretera 23 y luego la 29. NO aconsejamos ir por la M8 si no tenéis 4x4 (al menos si ha llovido).

El sol se pone y encontramos una indicación de camping que nos viene como anillo al dedo. El camping es una casa con un jardín, los dueños tienen la planta baja de la casa acondicionada para camping y ellos duermen arriba: 15€. Allí pasamos la noche junto con 2 todoterrenos franceses con tiendas de techo y dos parejas de  polacos que llegan bastante tarde.

AlvarA

Serbia


Sur de Serbia



Día 19: Žabljak [Жабљак] -> Guca [Гуча]  (230 kms)
Dormimos muy bien, ni un solo ruido y ponemos rumbo a Novi Pazar [Нови Пазар], junto a la frontera con Kosovo. Antes de llegar cogemos un desvío para el
Monasterio de Sopochani [Манастир Сопоћани]. Es un monasterio pequeño, románico y con bonitos frescos en el interior. Aparcamos en el parking y pagamos en la tienda de iconos y velas de la entrada, 2€/persona.



Retrocedemos hasta Novi Pazar y no encontramos la parte vieja que decía la guía, así que subimos hasta el Monasterio de Đurđevi Stupovi [Ђурђеви Ступови]. Se supone que el más antiguo de Serbia, pero queda poco del original y este no nos gusta. Bajamos a la ciudad y esta vez llegamos al río donde está el hotel Vrbak (en su día el más lujoso de toda Yugoslavia), se le reconoce por su forma tan "peculiar" sobre el río. Hay mucho caos circulatorio y acabamos aparcando en un parking de pago junto a un polideportivo y un parque (Parking Sportske Hale Pendik). 40 dinares la hora, unos 0.35€/hora.



Vamos hacia el antiguo casco viejo musulmán, bajo el castillo. Es una zona con un par de mezquitas, los antiguos baños (hammam) y muchas tiendas árabes. Da la sensación de haberte teletransportado a Marruecos. Las panaderías de esta zona tienen el horno de leña tradicional  .baba el mejor pan que hemos probado en nuestra vida. Nos gusta mucho la visita a esta zona.













Luego vamos al otro lado, donde se encuentra una fuente (como la que hay en Sarajevo), una bonita mezquita y bastantes comercios. Esta zona es más nueva y nos gusta menos. Volvemos al coche y ponemos rumbo a Guca, para comer de camino.









Llegamos al Monasterio de Studenitsa [Манастир Студеница] y comemos en el parking en una sombra muy grande (no lo he dicho pero hacía mucho calor). Tras comer vamos al Monasterio, este se encuentra amurallado, nos recuerda un poco a los monasterios fortificados de Rumanía. Dentro un par de iglesias y el monasterio en sí.







Ponemos rumbo por carreteras secundarias a Guca, para quien no le suene, en este pequeño pueblo se organiza un festival internacional de trompeta todos los años. A mí me sonaba de haberlo visto en el vídeo de Lonely Planet hacía un montón de años en la 2, así que cuando nos dijeron las Eslovenas que era esa semana: no pudimos resistirnos. El festival es una fiesta en sí misma, con gente comiendo, bebiendo y tocando la trompeta por todo el pueblo. Nos daba incluso un poco de miedo a ver qué podíamos encontrarnos allí.

De camino paramos en un pequeño pueblo: Ivanjica [Ивањица]. La idea era comprar fruta, pero vemos una indicación de central hidroeléctrica de 1911 y echamos un ojo. Se trata de una de las primeras centrales hidroeléctricas de Serbia. Es un pequeño edificio que alberga el generador, todavía funcional y un museo. Desafortunadamente está cerrado, así como la presa que forzaba el agua a la central, ya que con motivo del centenario estaban renovándolo todo. No obstante, vemos el generador por una ventana. Si pasáis por aquí, os aconsejamos parar y echar un ojo (si os gusta el rollo industrial), lo están dejando chulo.

Llegamos a Guca y ya hay coches aparcados por todas partes, habíamos leído que había zonas de acampada, incluso. Al llegar a la gasolinera, donde ya no dejaba la policía seguir en coche, aparcamos justo donde sale uno. Es un parking junto a la gasolinera y el gasolinero nos cobra 500 dinares (4€) por la noche entera, a cambio tenemos los baños de la gasolinera disponibles, algo es algo.



Paseamos por el pueblo y sí que es buena fiesta: muchos puestos ambulantes de todo tipo, muchos sitios donde comer, infinidad de puestos de beber... todo el pueblo está volcado en la fiesta. También hay barracas y vemos el escenario en el campo de fútbol. Al lado del campo, está la zona de acampada, con hierba y mucha gente, tal vez mejor sitio que donde habíamos aparcado nosotros. El precio, pregunté, y era el mismo.











Cenamos un guiso tradicional Serbio (cordero guisado en cazuela de barro como el que hace mi madre), pero con muchas especias: la verdad delicioso: 400 dinares. Los precios no son abusivos: un trozo de pizza 150 dinares (1.15€), un helado 160 dinares, cerveza medio litro 100 dinares (0.9€). Así que la fiesta pintaba bien. Vamos al estadio y vemos el concierto "bueno", de un trompetista serbio famoso (suponemos). La verdad es que lo pasamos bien, no es solo trompeta, sale con una orquesta, tocan canciones de todo tipo como, por ejemplo, Bon Jovi. Hay buen ambiente, aunque se respira un poco de nacionalismo serbio poco agradable entre algunos: con mucha bandera y ropa militar.









A las 00.00 hay fuegos artificiales, bastante cutres, y siguen tocando grupos sobre el escenario. A una hora prudencial nos vamos a la furgo que estamos cansados. A las 3.30 de la mañana nos despiertan los gritos de la gente, ya que debía haber acabado justo la música y volvían borrachos, pero no molestan mucho.


Día 20: Guca [Гуча] -> Bajina Bašta [Бајина Башта] (190 kms)
A las 7.00 a.m. suenan tres cañonazos que retumban como bombas, parece que es el toque de comienzo de la fiesta, nos dejan locos y ya poco consguimos dormir. Desayunamos y dejamos Guca, que lo hemos pasado bien, pero con una noche hemos tenido suficiente trompeta. Vamos hacia Mokra Gora [Мокра Гора], cerca de la frontera Bosnia.

Si veis el mapa veréis que habría sido más lógico venir primero a Mokra Gora y luego a Guca desde Montenegro, y además habríamos podido ver Višegrad (en Bosnia, que es bonito y así nos lo habían recomendado las Eslovenas). Pero entonces no habríamos llegado a tiempo para el festival de trompeta.

En Mokra Gora nos interesaba montar en un viejo tren, parte de la línea que unía Serbia con Bosnia: Šargan Eight. Lo curioso es que el desnivel que tenía que salvar les hizo hacer una línea que parece una serpentina y que en su recorrido hace un 8 pasando por encima suyo en varias ocasiones. Es un tren de vía estrecha, ¡de hecho el más estrecho de Europa!

Aparcamos y vamos directos a preguntar si hay sitio, nos dicen que sí, en el siguiente: se nos ilumina la cara y lo compramos: 800 dinares/persona (7€). Nos decepciona un poco ver que la locomotora es diésel y no a vapor como aparecía en las fotos, pero aún así nos apetecía. Hacemos tiempo viendo el pequeño túnel museo que hay junto a la estación, tomamos una cerveza y comemos un Complet Lepinja para comer (300 dinares cada uno). Es una especialidad de la zona, el Lepinja es el pan redondo y suave de la zona balcánica, en este caso lo rellenan de una especie de tortilla francesa con sabor a cordero y queso  .baba. Es como comer un bocadillo de tortilla y cordero, pero sin ver el cordero. Nos encantó a los dos, y eso que mi chica no es muy de carne. ¡No volvimos a encontrarlo en todo Serbia! Así que si vais al restaurante de la estación, pedidlo que no es caro y está rico.

Llega nuestro tren y nos montamos cuando empieza a llover un poco. Para tener las mejores vistas nos colocamos justo detrás de la locomotora, con la consiguiente intoxicación por diésel quemado en cada túnel que pasamos: el precio a pagar por disfrutar el viaje en primera fila  ;D La subida la hace del tirón, y luego en la bajada hace varias paradas: para comprar un helado y/o disfrutar de las vistas. El trayecto son unas dos horas y media y acabamos muy contentos la verdad.



























Desandamos camino y nos acercamos al parque nacional Tara [ЈП Национални парк Тара], nada que ver con el río Tara de Montenegro. Nos lo habían recomendado también las Eslovenas, pero no le sacamos la gracia. Además está medio lloviendo y hay unas nubes bajas que no dejan ver casi nada en los miradores. Rodeamos el pantano Zaovine y bajamos hacia el río Drina en dirección a Bajina Bašta.









Es una ciudad con cero interés y en la de turismo nos recomiendan ir a ver el parque nacional en el que ya hemos estado, así que no sacamos nada en claro. Nos indican también el camping Drina, a 2 kms por donde habíamos venido. Compramos en un supermercado y en una frutería y vamos al camping.



El camping no lo recomendamos para nada (por eso no lo he puesto en el mapa): 15€. Un jardín tras una casa, el baño en otra casa (suponemos que la de la abuela que en paz descanse). El baño sucio, no cuela bien... muy mal la verdad. Allí había una pareja de serbios con un niño pequeño que se fueron al siguiente día como nosotros.


Día 21: Bajina Bašta [Бајина Башта] -> Belgrado [Београд]  (400 kms)
Nos levantamos y hay niebla baja, así que remoloneamos y dejamos la ducha para después de desayunar. Problema: la luz se ha ido y no parece que quiera volver (el agua era de calentador eléctrico). Tras esperar más de una hora nos decidimos a ducharnos pese a no haber luz, lo conseguimos y no pasamos frío (el calentador mantuvo bien la temperatura).

Vamos en dirección Valjevo [Ваљево], en un panfleto de turismo habíamos visto que su antiguo mercado era interesante. Paramos al final de Bajina Basta a ver la foto de la casa sobre el Drina y seguimos por carreteras de curvas y revueltas.







Valjevo [Ваљево] no es gran cosa, de hecho la calle para visitar es Birčaninova (junto al río). Tiene arquitectura tradicional, pero bastante descuidada así que si no pilla de paso yo no vendría hasta esta ciudad. La idea era llegar a dormir a Belgrado, pero hay tiempo, así que hacemos la "locura" de meternos una panzada de kms para llegar a un monasterio fortificado en el este del país: Monasterio de Manasija [Манастир Манасија].







De camino comemos en un desvío que encontramos indicado como Parque etnográfico (y una mesita con pinos dibujada). La señal grande de la carretera indica St. Dimitria's church (Crkva Svetog Dimitrija [Црква Светог Димитрија]). Comemos tras pasar la iglesia en un montón de mesas con tejado que hay y volvemos para tomar el café unos metros antes que indicaban un molino de agua: Molino de Kum o Kumova vodenica [Kумова воденица].
Es curioso, el molino todavía lo usan en la actualidad (aprovechamos para comprar harina) y nos explican un montón de cosas. Nos indican que lo han restaurado ellos, la familia, por preservar las tradiciones, tienen un pequeño restaurante y un par de casitas de madera junto al molino. La verdad que todo precioso y nos invitan a comer con ellos, pero ¡acabamos de comer! Una lástima porque esa gente fue muy simpática y habría estado bien compartir la comida con ellos y seguir la conversación. Desde aquí os recomiendo encarecidamente que si pasáis por Serbia, vayáis al molino de Kum, dejo las coordenadas:
44°19'56.4"N 20°05'11.3"E
44.332342, 20.086472













Seguimos y llegamos por la tarde al gigantesco Monasterio de Manasija. Por fuera es una fortaleza enorme, y luego dentro se encuentra una bonita iglesia y las dependencias de los monjes. Una pena que no dejasen subir a la muralla pese a estar acondicionado con escaleras.













Tras la visita ponemos rumbo a Belgrado por la autopista, donde llegamos de noche, como era de esperar. Vamos directos al FP de Belgrado que hay cerca del centro. Vamos andando al centro a ver si encontramos donde cenar, pasamos por la calle en la que están todos los restaurantes a tope y con música en directo: demasiado guiri para nosotros. Avanzamos hasta una calle donde encontramos un pequeño restaurante con terraza llamado Darma (al día siguiente vemos que es cadena allí en Belgrado), y pedimos unos kebapicis, patatas y demás: 480 dinares (4€). Se olvidan de servirnos la bebida así que vamos a otro sitio a tomar una cerveza.

Caemos de casualidad en "The Black Turtle", donde pedimos una fanta y una cerveza rubia. Los de la mesa de al lado nos recomiendan la de fresa y frambuesa, ¡resulta que es cerveza artesana hecha por los del bar! El caso que le gritan al camarero en serbio y nos trae dos vasos de medio litro de cerveza de cada sabor, se ríen y nos dicen que está pagado. Les intentamos invitar a algo a ellos, pero nos dicen que se tienen que ir que conducen. Una pareja muy maja, nos tomamos las cervezas a las que nos han invitado y lo que habíamos pedido nosotros. La verdad que la noche es calurosa, miedo nos da el día siguiente de visita por Belgrado. Tras las cervezas, nos vamos al FP a dormir.


Norte de Serbia



Día 22: Belgrado [Београд] -> Čortanovci [Чортановци] (70 kms)
Dormimos muy bien en el FP de Belgrado y madrugamos para intentar evitar el calor de las horas centrales del día. Nos acercamos a desayunar a una cafetería y empezamos la visita. Belgrado es una ciudad grande, recortada por el Danubio y el Drina, en cuya confluencia se levanta una gran fortaleza. No es una ciudad especialmente atractiva (al menos para nosotros), pero tiene bastantes cosas para ver.
La pena es que es lunes y todos los museos cierran, por eso nos quedamos sin ver el de Nikola Tesla (que nos apetecía bastante). Comemos en el restaurante más antiguo de Belgrado (según la guía): Kafana Znak pitanja, se reconoce bien porque su nombre es un símbolo de interrogación. Tiene terraza interior y exterior, pero los precios son altos (para la calidad de la comida) y el servicio dejó mucho que desear. No tenían los platos que nos apetecía comer, al final pedimos una sopa (insulsa) y unos kebapici. Para colmo nos trajeron una cosa que no es la que habíamos pedido y nos cobraron lo que sí habíamos pedido (más caro), la verdad que malcomimos y no recomendamos este garito. El precio fue 1800 dinares (16€).
Para desquitarnos nos vamos a una heladería a comer el postre, aquí si que el helado excelente: pero fueron unos 6€ por dos helados de dos bolas  :roll:

















Hacía mucho calor y decidimos dar por finalizada la visita, nos acercamos al mercado para hacer acopio de fruta y verdura, así como para ver el ambiente de mercado que tanto nos gusta. Volvemos al coche en el FP, lo movemos a un sitio con sombra y nos echamos un poco de siesta en la furgoneta.

Tras la siesta, nos acercamos a Zemun [Земун], un barrio de Belgrado que la guía recomendaba por tener arquitectura tradicional. Aparcamos en el centro del barrio, evitando la zona azul, y avanzamos un poco por las calles. Subimos a una torre que hay en lo alto (Zemunska tvrđava) y tenemos unas buenas vistas de Belgrado. No obstante, en general creo que no merece mucho la pena este barrio.







Nos dirigimos hacia el norte siguiendo el río (sin coger la autopista), para ir a un camping que las críticas ponían muy bien: My memento rooms & camping. Hay obras en la carretera y tenemos que hacer un desvío por secundarias que por poco no llegamos. El camping está muy bien, es el jardín de la casa de los dueños, con frutales, una casita con cocina, baños y sala de estar... un lujo. Decir que parece más pensado para tiendas que para furgonetas (no hay zona de vaciado, por ejemplo), pero está muy bien. Precio: 1000 dinares/persona, 17€ (con luz).


Día 23: Čortanovci [Чортановци] -> Osijek (180 kms)
Esta zona de Serbia es bastante completa: monasterios ortodoxos en el parque nacional de Fruška gora, ciudades con bonita arquitectura como Novi Sad y Sremski Karlovci... Empezamos, por recomendación de la dueña del camping visitando los monasterios de Fruška gora, hay bastantes pero nos centramos en ver cuatro: Velika Remeta, Krušedol, Grgeteg y Novo Hopovo (en este orden). De un monasterio al otro hay menos de 10 ó 15 kms por secundarias, recomiendo un GPS, pues no todos están bien indicados y en nuestro mapa no aparecían todos.
Cada uno es distinto al anterior, pero en todos se respira esa calma monástica que invita a relajarse. Además la zona de suaves colinas del parque nacional invita a recorrerlo con calma. Todas las visitas fueron gratuitas.













Tras los monasterios nos vamos a Sremski Karlovci [Сремски Карловци], un pueblo que tiene un montón de edificios bonitos en su plaza central: primera escuela que enseñó en Serbio, iglesias, etc. Es bonito para ver, aunque en poco tiempo está todo visto. Nos acercamos al mercado pero está casi desértico y nos vamos con las manos vacías.













Ponemos rumbo a Novi Sad [Нови Сад], una ciudad junto al Danubio que bien merece una visita. Nos cuesta mucho aparcar, puesto que es todo zona azul, los parquímetros no funcionan y no venden tarjetas en los estancos, parece que solo se puede pagar por SMS (y un SMS en Serbia te puede salir por un ojo de la cara). Finalmente aparcamos y que sea lo que sea... cruzamos los dedos.







Comemos en un restaurante con aire acondicionado, 700 dinares (6€). Luego helado de rigor y visitamos la ciudad. Es bonita: con el palacio arzobispal, la catedral y su zona peatonal pero el calor es totalmente insoportable. Así que cogemos la furgo (¡sin multa!) y volvemos al otro lado del río a ver la antigua fortaleza de Petrovaradin [Петроварадин]. La fortaleza es impresionante: absolutamente enorme. Se puede subir hasta arriba en coche, pero hay limitación de altura así que revisad bien no os paséis, sino podéis aparcar abajo en un gran parking. La fortaleza impresiona por sus dimensiones, pero en el interior no hay gran cosa para ver.







Finalmente damos la visita por concluida y ponemos rumbo a la frontera Croata. Como esta zona este de Croacia no la vimos en el viaje que hicimos por el país años atrás, decidimos dar un poco de rodeo y subir hasta Osijek para visitar dicha ciudad al día siguiente. El camino es por nacional, sin mucho tráfico, antes de la frontera paramos a comprar y gastar los dinares que nos habían sobrado. La frontera la pasamos sin ningún problema, creo que una de las más rápidas, en 10 minutos estábamos en territorio Europeo de nuevo.

Estaba anocheciendo cuando llegamos y fuimos al otro lado del río, donde parece que igual es fácil dormir. Junto al fuerte de Barutana hay un par de ACs y nos pareció buen sitio donde dormir:
45°33'56.8"N 18°41'54.8"E
45.565779, 18.698564

Cenamos, damos un paseo por este lado del río hasta una pasarela nueva iluminada (muy chula por cierto) y nos echamos a dormir.


AlvarA

Regreso




Día 24: Osijek -> Pavia (960 kms)
En medio de la noche algún aficionado al denostado arte del trompo se dedicó a quemar rueda muy cerca de las ACs y de nosotros, pero tampoco fue muy insistente (por fortuna). Desayunamos y vamos caminando hasta la ciudad junto al río. Osijek fue duramente bombardeada durante la guerra y todavía hoy se pueden ver en los edificios impactos de obuses y fusilería, no obstante, están trabajando para borrar las heridas.
La ciudad es agradable, con un centro histórico bonito que nos recuerda a Hungría: tanto por los edificios más clásicos como los art-nouveau. Tras un par de horas largas volvemos hacia el coche y pasamos por la fortaleza junto al Drava que dentro tiene otra pequeña ciudad: con su plaza, iglesia y edificios clásicos.





























Cogemos el coche y ponemos rumbo hacia Eslovenia. Aunque lo normal sería atravesar Eslovenia por la capital (implicaría comprar viñeta), lo que hacemos es llegar hasta Rijeka y hacer los 20 ó 30 kms eslovenos por carretera nacional (E61 para ser exactos). En un área de la autopista comemos y seguimos adelante.

La frontera Eslovenia-Italia esta ahí, pero ni tan siquiera nos piden los pasaportes/DNIs. Seguimos avanzando por Italia desde el este con la intención de llegar hasta Pavía, lugar que nos parecía agradable para pasar la noche y hacer una visita matutina. Se nos da bien la conducción: sin ningún atasco ni retención, por lo que cenamos en la autopista y llegamos a Pavía por la noche. Buscando desde Google Maps nos había parecido que había un buen FP junto al río, pero hay una familia de celebración (dado que hay mesas cerca) y nos vamos a un parking más alejado.
Posible FP junto al río (con aseos portátiles y mesas):
45°10'44.8"N 9°08'58.6"E
45.179120, 9.149608

Lugar donde pernoctamos (muy tranquilos):
45°10'36.0"N 9°08'49.0"E
45.176665, 9.146931


Día 25: Pavia -> Cintegabelle (860 kms)
Por la mañana nos acercamos a desayunar al posible FP del día anterior y dejamos el coche aparcado ahí para visitar la ciudad a la sombra.
Pavía es una pequeña ciudad con un casco histórico bonito, aunque tampoco espectacular. Una de las cosas que la definen es el puente sobre el Tesino, aunque es una reconstrucción posterior a la IIGM. El duomo destaca porque, pese a su estado de dejadez exterior, el interior es reluciente. La universidad también merece una visita.













Cogemos el coche y nos acercamos a Certosa di Pavia, un monasterio a unos 10 kms al norte de la localidad. La basílica impresiona por los detalles y el lujo que tiene, tanto en el exterior como en el interior. Aparcamos en el área de ACs, que como está rota la máquina sale gratis aparcar. Visitamos la iglesia (gratis) y ponemos rumbo a Francia.



Hace solo dos días que el viaducto Morandini en Génova se había caído y teníamos cierto miedo por cómo podía afectar al tráfico la ruptura de esa línea de comunicación. Además de cierta inquietud, injustificada, al tener que pasar tal cantidad de viaductos en la Costa Azul.

Sorprendentemente, la circulación es menor que cuando pasamos en dirección contraria hace tres semanas largas. Atravesamos la costa sin problemas y para la hora de cenar ya estábamos a la altura de Carcassonne. Nos paramos para volver a ver, por enésima vez, las vistas de su fortaleza desde la autoroute.



Seguimos avanzando y paramos a dormir en el FP de Cintegabelle, aunque por motivo de obras, dormimos al otro lado del río la mar de tranquilos.


Día 26: Cintegabelle -> Burgos (590 kms)
La idea original era pasar por las Landas: darse un buen baño y rematar así las vacaciones. Pero la previsión es mala, de hecho chispea por Francia y decidimos volver por en medio de los Pirineos, más concretamente por un puerto desconocido para nosotros: Larrau. Desayunamos tras pasar por la Boulangerie y, en Pau, salimos de la autopista para ir hacia el sur por el paso de Larrau y cruzar la frontera.



Una pena que el tiempo por las montañas tampoco nos respetó, y la mitad del puerto de Larrau lo pasamos entre una niebla espesísima. No obstante, las vistas hasta entonces, y luego cuando se disipó la niebla, merecieron la pena. Pasamos por Ochagavía, donde paramos a estirar las piernas y poner rumbo a casa: Pamplona, Logroño y Burgos.



¡Fin!

durruti1

Me quedo para próximamente!
Me encanta huir del turismo aunque es imposible pero tener la opción de huir algun dia de aglomeraciones y Albania cumple ese requisito o eso creo ya que hablo sin conocerlo.
También tengo todas las guias de patumaire en catalán pero que se entienden perfectamente y están muy bien.
Gracias por compartir.


JP Auclair

_________________________________Esta es la linea marcada____si la quieres seguir, bien____sino, estas fuera_________________________________

Gracias a todxs

la_plasa

Le tengo ganas a Albania pero muchas más a Montenegro. Cojo sitio!!! ;D
Más aventuras en: LowCosTravellers

Ricardo Malo

Agosto 21, 2018, 16:47:54 pm #11 Ultima modificación: Agosto 21, 2018, 16:49:56 pm por Ricardo Malo
Nosotros este verano hicimos, Croacia, Eslovenia, Montenegro, Bosnia, Macedonia, Norte de Grecia y Albania, he de decir que Albania nos sorprendió muy gratamente, sobretodo su gente que es muy amable y siempre está dispuesta  ayudar.
La zona que más nos gustó fue la Riviera albanesa y la carretera costera SH8 (según top gear, una de las carreteras más peligrosas del mundo 😂😂😂) .

AlvarA

Voy avanzando poco a poco...

Cita de: jarapalote en Agosto 21, 2018, 11:15:56 am
Interrsante destino albania, me quedo por aqui


¡Bienvenido estás!

Cita de: la_plasa en Agosto 21, 2018, 13:32:05 pm
Le tengo ganas a Albania pero muchas más a Montenegro. Cojo sitio!!! ;D


La verdad que Montenegro está muy bien, pero hicimos solo el norte que el sur ya lo teníamos visto de otro viaje previo.

Cita de: Ricardo Malo en Agosto 21, 2018, 16:47:54 pm
Nosotros este verano hicimos, Croacia, Eslovenia, Montenegro, Bosnia, Macedonia, Norte de Grecia y Albania, he de decir que Albania nos sorprendió muy gratamente, sobretodo su gente que es muy amable y siempre está dispuesta  ayudar.
La zona que más nos gustó fue la Riviera albanesa y la carretera costera SH8 (según top gear, una de las carreteras más peligrosas del mundo 😂😂😂) .


¡Igual nos cruzamos! A nosotros la riviera nos gustó menos, somos más de Montaña: el parque nacional de Valbona y el Thethi nos fascinó.

Warda

Gracias por la crónica AlvarA. Estoy programando un viaje a Grecia y Macedonia y tu crónica me ha hecho pensar en ir de Bari a Durres (en lugar de a Igoumenitsa) y empezar la ruta en Macedonia. ¿Te parece una buena opción?. Gracias y saludos.

AlvarA

De nada, a ver si esta tarde le doy otro empujón.

Si tenéis tiempo yo sí que os recomendaría ahorraros horas de ferry y disfrutar un poco de Albania. Depende de si te interesa más playa o paisajes/pueblos podéis ir por una ruta u otra al atravesar Albania.

Cualquier duda pregúntame, que lo tenemos fresco :)