Agosto portugués 2013. Del norte hasta Lisboa (12d) ***AÑADIDO AL INDICE***

Iniciado por martestes, Septiembre 09, 2013, 18:14:11 pm

Tema anterior - Siguiente tema

0 Usuarios y 1 Visitante están viendo este tema.

martestes

Aquí os dejamos nuestra ruta por Portugal (del 13 al 24 de agosto), si alguien quiere preguntarnos algo mejor que lo haga ahora que tenemos los recuerdos más fresquetes! De lo contrario no os aseguro nada porque debo tener algún pariente pez...
Hemos recorrido la costa desde el norte hasta Lisboa, mi chico y yo con nuestra T3 que se ha portado como una campeona. El presupuesto total del viaje (sin contar los días previos en el festival) ha sido aprox. de unos 500 euros entre los dos, quizás algo menos.

Resumen de la ruta por días:

13 Vigo-Caminha-Moledo
14: Viana do Castelo-Braga
15: Braga-Guimaraes- Oporto
16: Oporto
17: Aveiro y Costa Nova
18 y 19: Playa de Areao- Bosque de Buçaco (dormimos en Luso)
20: Coimbra- playa cerca de Pedrogao
21: playa-Nazaré- Obidos
22: Peniche-Ericeira
23: Sintra-Lisboa
24: Costa da Caparica- vuelta a Toledo



Después de un fin de semana intenso en Vigo en el festival O´Marisquiño con un par de buenos amigos nos bajamos por la costa hasta que encontramos un cartel que indicaba Portugal. Nuestra intención era ir a Tui ya que no habíamos mirado apenas información antes del viaje y no teníamos muy claro si había algún sitio más por el que cruzar en ese área, pero al final encontramos esta carreterita que nos permitió seguir recorriendo la costa atlántica sin tener que dar mucha vuelta.

Habíamos echado un vistazo a los furgoperfectos de la zona y pasamos por Caminha con la idea de buscar una playa que nos llamase la atención, pero finalmente pasamos este pueblo y encontramos otro que parecía más tranquilo. Si no me equivoco fue en el pueblo de Moledo, donde acabamos también haciendo noche, en el mismo paseíto marítimo. Aquí comprobamos lo extendido que está en este país el tema de los baños y duchas públicos, que aunque cierren por la noche, es algo digno de envidiar.

Al día siguiente visitamos Viana do Castelo, con su casco antiguo y su iglesia de Santa Lucía, muy parecida al Sagrado Corazón de París, situada en lo alto de una montaña y desde la que se ve toda la ciudad. Un paseíto, una cerveza y emprendemos el camino a Braga, donde llegamos al atardecer, aparcamos a la entrada del casco antiguo y damos un agradable paseo por sus calles. Personalmente me pareció una de las ciudades más bonitas de todas las que vimos, y con un ambiente muy tranquilo y poco turístico (al menos aquella tarde!).

Como queríamos ver el Bom Jesús do Monte, ya de noche volvimos a pillar la furgo para acercarnos más a ese lugar, y encontramos un parking a la mitad de la subida al monte donde había un par de ACs y allí que nos quedamos. Lástima que no descubrimos el WC que estaba al ladito enfrente el restaurante que hay al lado del parking hasta por la mañana. Despertamos pronto, ya que en agosto si no estás en la costa hace calorcete, y así poder subir andando sin derretirnos por el camino. Hay una entrada al lado de este parking por la que se puede hacer la subida caminando (creo que merece la pena).



Después de verlo nos fuimos hacia Guimaraes ya que nos habían hablado bastante bien de esta ciudad. No está mal, aunque tampoco nos enamoró y decidimos llegar hasta Oporto ese día. Decidimos hacer un par de días en un Camping para lavar algo de ropa y descansar, y como nos pareció que el tema aparcamiento estaba complicado, a parte de ser zona de pago, y habíamos escuchado que los robos han aumentado en los últimos años por allí, nos fuimos a un camping situado en la playa Salgueiros. Estuvimos muy agustito y nos salió muy barato (9 euros la noche, dos personas más furgo). Desde allí pillábamos un bus muy cerca del camping que nos dejaba en el centro, que la verdad nos encantó!



El siguiente destino fue Aveiro (no nos gusto mucho, la verdad), y Costa Nova, con sus casitas de rayas de colores; aunque la playa pintaba bien, estaba bastante llena de gente, así que después de ver un poco esta zona y comer en plan picnic con las casitas de fondo decidimos seguir hacia el sur buscando un poco más de relax.



Y lo encontramos justo cuando llegaba la noche en la playa de Areao, que nos gustó tanto que nos quedamos un par de días. Por la mañana y por las tardes venía un nubarrón desde el mar que lo cubría todo, igual que nos pasó en Oporto, pero a eso de las once de la mañana el nubarrón se iba pitando y nos hizo un tiempo de miedo. Es una playa kilométrica, de arena fina, con WC y duchas, y un par de chiringuitos donde beber cervecitas baratas.



Después de un par de días dedicándonos a dorarnos la piel y a la contemplación, nos vamos hacia el interior para ver el bosque de Buçaco donde llegamos por la tarde. Este es un bosque protegido por el gobierno desde hace muchos años, donde se pueden ver más de 700 tipos de árboles de todas partes del mundo que traían los portugueses de sus viajes por el mundo y sus conquistas, y también autóctonos, todo adornado con alguna fuente, estanque... todo esto se puede disfrutar mientras se asciende al Palacio reconvertido en Hotel que se encuentra en la cima de esta montañita y que la verdad merece una visita. No tuvimos mucho tiempo porque se nos fue el sol y la verdad me quedé con ganas de perderme un poco por este bosque, la próxima vez quizás!
Por si os es de utilidad, el acceso al bosque es gratuito para las personas, pero si quieres acceder con el vehículo hay que pagar. Un poco más delante de la entrada hay un pequeño parking en la misma carretera donde se puede dejar el coche y hacer el ascenso a pie.

Dormimos en un camino en el pueblo de Luso, al lado del bosque, donde se llega siguiendo la indicación de una fuente (afortunadamente con agua potable y fresquisima). 


La siguiente parada fue Coimbra donde, después de abastecernos en el mercado municipal, estuvimos visitando el casco antiguo y la universidad, aunque pasamos tanto calor que la visita fue algo rápida.
.yupiii


Ese mismo calor nos hizo volver a buscar el mar, y después de pasar por caminos desiertos entre pinares llegamos a una playa estupenda cerca de Pedrogao. Desde este pueblo hacia el sur hay una carretera que va muy cerca de la cosa, y al lado van saliendo caminos que se dirigen hacia el mar. Algunos están más señalizados que otros, nosotros nos metimos por uno un poco pirata y obtuvimos la recompensa de una playa casi para nosotros solos, y rodeada de naturaleza (aunque tengo que admitir que los vecinos son algo descuidados con la limpieza y en casi todas las playas hay un poco de mierda desperdigada).



Parecía que íbamos a dormir allí solos, pero por la noche empezaron a llegar coches de pescadores que por lo visto más que a pescar se iban de juerga a la playa y pasamos una noche bastante incómoda con los ruidos y luces de coches y personas. Así que después de pasar la mañana en esta estupenda playa decidimos ir a Nazaré a comer. Una amiga me había recomendado este pueblo y la verdad es que no nos gustó mucho, estaba hasta arriba de gente, la playa (que vimos desde el mirador) estaba a reventar y coches y coches por todos lados. Además intentamos comer en un restaurante del puerto del que nos fuimos después de aguantar un par de borderías por parte de los dueños (debían haber hecho caja suficiente ya ese día). Así que finalmente comimos en la furgo y nos fuimos para Óbidos.

Aquí estuvimos pasando la tarde, perdiéndonos por sus callecitas empedradas llenas de flores y recorriendo la muralla, hasta que el hambre nos llevó a cenar en uno de los muchos restaurantes con terracita que se pueden encontrar allí. Este pueblo es bastante turístico, por lo que la oferta hostelera es bastante amplia, tanto para comer como para tomarse una copita. Tiene un par de librerías que merecen una visita, una de ellas hecha con estanterías de materiales reciclados y en la que venden también productos ecológicos, y otra que está literalmente dentro de una iglesia. Hicimos noche en un parking gratuito que está  a la entrada del pueblo, al lado del parking de pago pegado al acueducto. Había más furgos y ACs y el único problema fueron los mosquitos que andaban bien ansiosos por probar sangre frejjca.

Al día siguiente fuimos a Peniche, muy cerca de Obidos, y famoso por ser una zona buena para el surf. Mientras mi chico se peleaba con las olas, yo me volvía a dedicar al tumbing intensivo, y así estuvimos hasta que cambió la marea, se fueron las olas y nosotros decidimos hacer lo mismo. Nos fuimos dirección Ericeira (también había leído algo sobre este sitio en los furgoperfectos), parando por el camino en algunos de los miradores que nos encontrábamos, y llegamos a este pueblo costero justo para disfrutar de la puesta de sol.



Al igual que Obidos, este pueblo tiene mucha afluencia de turistas, pero el barrio antiguo de pescadores bien se merece una visita. Dormimos en uno de los parkings que dan a la playa, y sin problema.

Al día siguiente, nuestra intención era buscar alguna playa con olas, pero tuvimos un pequeño susto con la furgo cuando empezó a sonar la alarma del aceite mientras subíamos a un mirador. Paramos enseguida y estuvimos mirando el nivel de aceite que estaba a la perfección. Finalmente parecía que fue un fallo eléctrico y seguimos camino, sin que la alarma se volviese a disparar en todo el viaje.

Este día vimos Sintra (visita bastante fugaz), pasamos por Cascais (donde pasamos de largo con gusto) y llegamos a Lisboa a tiempo de buscar el furgoperfecto del monumento a los descubridores y pillarnos el bus para el centro a ver un precioso atardecer desde el barrio de Alfama.




Estuvimos paseando por allí, fuimos a cenar a una taberna muy maja en el barrio alto, y disfrutamos de la ciudad hasta que el dolor de pies nos hizo volver a casa a descansar. Aquí también sufrimos un mano a mano con los mosquitos...

Ya el último día estuvimos, después de desayunar los típicos pasteis de Belém, en la costa da Caparica donde, tras encontrar el mar más plano que una pista de aterrizaje, tomamos la decisión de emprender el viaje de vuelta.


Concluyendo, ambos coincidimos en que Portugal tiene unas playas envidiables, nada masificadas (aunque a veces algo sucias) que merecen ser visitadas más a menudo. Hemos visto ciudades increíbles, con mucha personalidad, y nos hemos sentido muy a gusto con la amabilidad de su gente.

No hemos utilizado autopista en ningún momento, únicamente para cruzar de Lisboa a la costa da Caparica, donde a la ida no hay que pagar pero a la vuelta hay que pasar por el peaje (tres euros y pico para furgos).

Un consejo para repostar gasolina: en las gasolineras que están dentro de los centros comerciales o supermercados, los precios estaban unos 10 céntimos más baratos que en el resto, en nuestro caso aprovechábamos para repostar gasofa y Sagres en el super.

No dejéis de probar los quesos y el café portugueses, mmmmmmmm.....

Sin duda volveremos a Portugal!
En un alma peregrina no existen ciudadanías

Frink

Exquisita crónica, me ha encantado.
Y más fotos la próxima vez!

Wawita


Me ha gustado muchísimo tu estilo narrativo   .palmas 

Acabamos de venir de Portugal  y comparto al cien por cien tu conclusión del viaje:ciudades con muchísima personalidad y gente amabilísima.

Acabo de poner un par de furgoperfectos  (pondré algunos más) para disfrute de la peña

CABO DA ROCA:  " Donde la Tierra termina o el mar comienza"

http://www.furgovw.org/index.php?topic=275013.msg3209856#new

PRAIA DA FIGUEIRINHA

http://www.furgovw.org/index.php?topic=274963.0


Un afectuoso saludo, Wawita.
Regla nº1 : "NUNCA PREJUZGUES A NADIE POR SU EDAD,SU ACENTO, SU CORTE DE PELO O POR LA FURGO QUE LLEVE"
Presentación de Wawita III

martestes

Gracias Wawita y Frink!

La verdad es que tengo muchas más fotos, pero tampoco quería aburrir al personal!

En un alma peregrina no existen ciudadanías