[CROACIA] 21 días después.... (Verano 2015) ***AÑADIDO AL INDICE***

Iniciado por la_plasa, Enero 21, 2016, 14:36:51 pm

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la_plasa

Enero 21, 2016, 14:36:51 pm Ultima modificación: Febrero 16, 2016, 23:21:19 pm por kirikino
Tenía ganas de compartir el viaje que hice a Croacia este verano, cuando no conocía la existencia del foro ni de sus lugares furgoperfectos y tuve que buscarme la vida para buscar sitios para dormir escaqueados.... En fins, espero que mi experiencia sirva de guía para futuros viajeros.

He de decir que le viaje no lo hice en furgoneta como tal, ya que todavía estoy buscando (esto es como empezar la casa por el tejado...) en vez de eso nos hicimos con el coche familiar de mis suegros, quitamos los asientos de atrás de atrás, y plantamos un colchón. Ni mesa, ni sillas, ni ná de ná.... era un poco complicado ya que toooooodas las noches, para dormir, teníamos que poner todo el equipaje en los asientos de alante, pero bueno, es lo que tiene...

Antes de empezar con la crónica, unos consejillos:

La mejor fecha para viajar a Croacia es evitar la temporada de verano (julio y agosto). Si vais en septiembre contar con que anochece primero (no hay diferencia horaria entre España y Croacia). En agosto, que es cuando fuimos nosotros, la puesta de sol es sobre las 19:30-20:00. El idioma oficial es el croata. Es bastante complejo de pronunciar sin hacerse un nudo con la lengua, debido a la ausencia de vocales. Todo el mundo habla inglés, sobre todo en los lugares más turísticos. Aunque pertenezca a la Unión Europea en Croacia tienen moneda propia, la kuna (1€=7,5kunas aprox.). Para cambiar moneda hay varios puestos de cambio en todas las ciudades, sobre todo en el casco histórico, más turístico, de cada ciudad. En la frontera norte, en los primeros pueblos que te encuentras, el cambio sale bastante bien en cualquier oficina (el mejor cambio de todo nuestro viaje). A medida que te acercas al sur, el cambio va siendo  más caro (más comisiones, peor conversión...) Lo mejor es llegar a ciudades como Dubrovnik con todo ya cambiado, y si no cambiarlo en las oficinas de correos (postâ) que tienen un precio cerrado. Sacar dinero en los cajeros tampoco sale muy bien al cambio. El precio de la gasolina en Croacia es similar al de España. Sin embargo, si vas desde España en coche, el precio varía mucho en función del país. En Francia, no es relativamente caro, pero sin embargo en Italia la gasolina está por las nubes, y más si repostas en las autopistas. Lo mejor es llevar el depósito lleno desde España, repostar en Francia, evitar las gasolineras de Italia y volver a llenar en Eslovenia. Para el tramo de Eslovenia, si cogéis autopistas éstas no tienen peaje, pero hay que pagar una viñeta para viajar en ellas. La viñeta semanal sale a unos 15€, y se puede adquirir en los alrededores de la frontera. Si se va a viajar por Eslovenia merece la pena, pero para ir de Trieste a Rijeka no es necesaria ya que no se pasa por ninguna autopista. Sin embargo, para viajar de Trieste a Istria, hay un cachito de autopista  por la que sí que habría que abonar la viñeta o ingeniárselas por carreteras secundarias. La multa por no llevar la viñeta puede ser de 300€. Las carreteras de Croacia están muy bien. Nosotros hemos viajado casi todo el tiempo por nacionales y están perfectamente. También está la opción de la autopista. No es muy cara y comunica casi todo Croacia de norte a sur. Al pertenecer a la Unión Europea, con el dni y el carnét de conducir español es suficiente para viajar a Croacia. Pero, para viajar a Dubrovnik, hay que pasar un tramo de frontera de Bosnia, para la cual sí que es necesario llevar pasaporte y la carta verde que da el seguro (a nosotros nos la pidieron). Por si acaso, es importante también llevar la tarjeta sanitaria europea.


Ahora la crónica:

Casi todo el viaje lo hicimos por nacionales, excepto a la vuelta que ya tiramos de autopistas.

Día 1: Santander (España) - Carcassone (Francia)



Poco que contar del trayecto. Llenamos el depósito en una gasolinera de Galdakao (Vizkaia) que hay un Easy gas muy económico.

A partir de Saint Jean de Luz la carretera empezó a complicarse por el tráfico. Tuvimos como una hora de retenciones, rotonda, semáforo... un dolor. Es recomendable hacer este tramo por autopista y pagar el peaje.
La carretera nacional después de Saint Vincent de Tyrosse está genial, con tramos de autovía. Una delicia después del atasco de la costa.
   
Por fín llegamos a Carcassone ya de noche. Carcassones cuenta con una ciudadela amurallada. Cerca de esta ciudadela hay un aparcamiento de coches. Hay que pagar por estacionar, pero por la noche es gratuito hasta las 8:30h de la mañana. Está lleno de autocaravanas, ya que además tiene agua y baños. Una pequeña anotación: hay varios aparcamientos y son todos iguales, sólo que alguno tiene límite de altura. Nosotros aparcamos en el primero que vimos, que estaba lleno de autocaravanas, de hecho nos costó encontrar aparcamiento.... y luego vimos que un poco más adelante había otro aparcamiento casi vacío, ya que por altura no podían entrar las caravanas, pero para coches, furgonetas.... echar un vistazo antes de meteros en el primer parking que veais.


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la_plasa

Enero 21, 2016, 14:46:45 pm #1 Ultima modificación: Enero 21, 2016, 15:57:37 pm por la_plasa
Día 2: Carcassone - Avignon - Rémuzat (Francia)



Nos lo tomamos con más calma y visitamos tranquilamente la ciudadela. Sacamos el coche del aparcamiento antes de las 8:30h y aparcamos por los alrededores sin problema. Nos dimos una vueltita por el lugar. Es como montar en el delorean de Regreso al futuro y remontar a épocas medievales: callejuelas con encanto, muralla fortificada... Como madrugamos, tuvimos la ventaja de ver las calles casi desiertas. A la hora de marchar, ya casi parecía un sitio diferente, triplicando el tráfico de turistas por las calles y con tiendas de souvenires en todas las esquinas. Aún así, sigue siendo un sitio con encanto.



Y seguimos la ruta. La carretera creo recordar que estaba bastante bien. Nos recordó bastante a Castilla, aunque más verde. Es una zona bastante llana, y los pueblos son similares a los castellanos. Ya por la tarde hicimos parada en Avignon.

Una vez visitado el caso viejo, las murallas y el puente, nos pusimos de nuevo en marcha, rumbo a la zona sur de los Alpes. El paisaje iba cambiando poco a poco, el entorno se vuelve más montañoso, y la carretera vas serpenteando por los valles. Atravesamos un lago enorme. Es un paisaje precioso. Se puede ver el encanto de los pueblos pegados a los ríos, como Nyons.
   Empezamos a buscar un sitio para dormir. Es una zona que atrae bastante turismo dada la belleza del paisaje y la gran cantidad de actividades que éste ofrece, así que hay muchos campings. Dimos por casualidad con un camping municipal en Rémuzat. Estábamos buscando otros campings en esa carretera (habíamos preguntado en uno anterior que estaba completo y nos dio información), y al ver el cartel de camping municipal entramos a ver de qué se trataba. No había nadie en recepción. Un chico que estaba por allí, al vernos con cara de no saber muy bien cómo iba la cosa allí, nos dijo que acampásemos sin problema.... y luego ya si eso...... Así que eso hicimos. Plantamos el coche, nos duchamos etc.... y apareció la chica de recepción que no sabía ni inglés ni español por lo que entendernos con ella fue un show. La chica super simpática. El camping municipal sale tirao de precio (nos cobraron 10€ por dos personas y el coche) y tiene baños, agua caliente, etc... He de decir que lo único que eché de menos fue un bar donde catar el vino francés, ya que no tiene ni bar ni supermercado.
   Ya cuando nos estábamos instalando en el camping nos llamó la atención unos carteles que había de evacuación en caso de indundación. Pues bien, durante la noche empezó a llover lo que quiso y más, y en medio de nuestra somnolencia, empezamos a pensar en los carteles, en un riachuelo que pasaba por abajo, y en que habíamos dejado el coche en la zona más baja del camping... por lo que nos desperezamos un poquito, lo suficiente para mover el coche a una zona más elevada y seguir durmiendo un poco más plácidamente.



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la_plasa

Día 3: Rémuzat (Francia) - Gorgonzola (Italia)



Después de la lluvia del día anterior, amaneció un día bastante soleado. Nos pusimos en marcha. Al pasar Briançon (un sitio precioso) subimos un puertecillo y una vez arriba llegamos a la frontera con Italia. En toda la zona se pueden ver remontes para la temporada de nieve. Pero no desperdician el terreno por el verano ya que lo usan como pista de golf. Total, que llegamos a Italia, y ahí ya caímos en la primera trampa por culpa de las malas indicaciones, y nos salimos a la autopista de peaje. Italia tiene fatal indicadas las carreteras, y mucho peor es en las circunvalaciones de las ciudades Torino, Milan... donde es imposible no perderse y acabar dando 1000 vueltas. Acabamos en Gorgonzola, ciudad conocida por el queso que le da su mismo nombre. Aparcamos por el centro (al ser de noche no pagamos por aparcar) y nos dimos una vueltecilla por los  alrededores. Nos pareció sorprendente el hecho de que a las horas a las que llegamos no había ningún bar abierto, sólo heladerías, y con mucho éxito por cierto. Movimos el coche y aparcamos en un aparcamiento público que hay a la entrada del pueblo, donde dormimos, sin ningún problema.


Día 4: Gorgonzola (Italia) - Trieste (Italia) - Slivje (Eslovenia)



Nos pusimos en marcha rumbo Trieste, eso sí, esta vez por autopista, ya que las malas indicaciones italianas ralentizan mucho el viaje. Aún así, nos comimos unas cuantas retenciones debido a obras en la autopista y a una salida con mucho éxito de un sitio que no recuerdo.
Ya cerca de Trieste, otra vez las carreteras italianas nos la volvieron a liar y nos perdimos... dimos la vuelta, y esta vez sí que sí llegamos a Trieste!!! Después de una gran bajada en la que se puede observar a lo lejos la ciudad, los astilleros, y la costa eslovena. Un poco de historia:

   Trieste es una ciudad muy importante por su situación estratégica Estuvo bajo el poder romano, bizantino, devastada por los Lombardos, sometida por Venecia y por Austria, de la cual fue un puerto franco y su única salida al mar. En el s.XX la ciudad experimentó un desarrollo sin precedentes gracias al comercio y a la industria naval. No fue hasta el fin de la Primera Guerra Mundial cuando formó parte de Italia. Históricamente fue una ciudad multietnica y cosmopolita, pero después de la Primera Guerra Mundial el gobierno italiano comenzó una verdadera limpieza étnica, con la italianización forzada de nombres, apellidos y toponimia de la ciudad. Varias etnias fueron obligadas a dejar la ciudad. (Fuente:Wikipedia)

   Me sorprendió de Trieste, y de todo el viaje en general, cómo tienen las ruinas romanas en todas las ciudades. Tienen un arco romano y un anfiteatro en una zona donde todo alrededor son edificios. Tienen restos de capiteles y columnas tiradas por el suelo a modo de mercadillo... Es un poco chocante que tengan así este tipo de ruinas.



Aparte de las ruinas romanas, callejeamos por el barrio medieval, el barrio judío y subimos hasta la catedral, desde donde se contemplan unas vistas espectaculares de la ciudad.


   
   Una vez visitada nos pusimos rumbo a Eslovenia. Pasamos la frontera, repostamos gasolina, y lo primero que oímos nada más poner un pie en el país fue.. ¡una canción de Enrique Iglesias!!! Llegamos a Slivje, un pueblo donde hay una cueva llamadas Dimnice Cave, que dimos con ella por una cuestión de azar con el Street view y quisimos visitar al día siguiente. Por cierto, Eslovenia en un país que tiene un montón de cuevas, muy impresionantes!!! Total que cenamos un poco a las afueras del pueblo y nos acostamos prontín. En el pueblo no hay apacamiento ni nada parecido, ya que son 4 casas contadas. Nos metimos por un camino que iba a dar a un prao y ahí plantamos el coche. Sin problemas.


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la_plasa

Día 5: Slivje (Eslovenia) - Rijeka (Croacia)



Nos levantamos y nos dirijimos a la cueva. Tiene una bajada en espiral. Después de bajar unos metros se nos quedó cara de tontos al encontrarnos con que estaba cerrada. No había ni una llave, ni un horario, ni un cartel informativo, ni nada de nada. En el pueblo nos dijeron que sólo abren los domingos a las 15:00h.   >:(



Así que con la misma cara de tontos, desayunamos en Eslovenia y seguimos rumbo a Croacia. Nada más atravesar la frontera ya hay varios puestos donde cambiar los euros por kunas. Tiramos un cachito más, y por si acaso hicimos un primer cambio de moneda antes de llegar a Rijeka, y he de decir que fue el cambio que mejor nos salió de todo el viaje. Seguimos en marcha, y llegamos a Rijeka. Nos costó un poco encontrar aparcamiento que no sea de pago. En todo Croacia, en el centro de las ciudades, hay zona azul, por lo que siempre procuramos aparcar a las afueras, sobre todo porque no sabíamos cuánto tiempo íbamos a estar visitando. En este caso leímos que lo mejor era aparcar en la zona de los museos ya que el estacionamiento es gratis. Finalmente aparcamos en una zona un poco alta de la ciudad pero no muy lejos del centro.

Lo primero que hicimos es probar la gastronomía típica. Nos pedimos un par de bureks de queso que estaban riquíiiiiiisimos. Por cierto, dimos con una panadería muy buena, donde compramos el mejor pan de todo el viaje (tenía un sabor un poco dulce).



Nos dimos una pequeña vuelta por la ciudad, visitamos el centro, el puerto... Nos encontramos con una lugareña que conocíamos que nos hizo de guía. Fuimos al castillo que hay en la parte alta de la ciudad, al otro lado del río. Las vistas desde la torre allí son increíbles. Aunque cueste subir sobre todo en los días de calor, merece la pena  la visita.





Nos dimos el primer bañito de las vacaciones en la costa oeste de la bahía Estas playas no son una maravilla, pero el paseo es muy guapo. Seguimos paseando todo a lo largo de la costa, viendo cómo el sol se ponía poco a poco para dar paso a las luces del paseo.  Después de cenar fuimos a la playa donde había concierto. El grupo tocando al ladito del mar, iluminado con antorchas... muy bonito De fondo, el iluminado paseo que acabábamos de recorrer. El cielo, cubierto de estrellas, nos regalaba alguna persérida. Esta noche dejamos el coche y dormimos en casa de nuestra guía, a las afueras de la ciudad.

Día 6: Rijeka - Velevit



Había leído sobre la carretera de la costa de la zona, que había mucho acantilado, pocas playas, y la carretera era muy sinuosa. Vale, lo de la carretera sinuosa es verdad, tiene curvas, pero se conduce genial!! Y lo de las playas... he de discrepar. Se ven varias calas en el margen de la carretera, y preciosas todas ellas!! Por lo general, a parte de las playas de los pueblos, más saturadas, recomiento bañito en las playas que hay entre pueblo y pueblo. Suelen tener aparcamiento al lado de la carretera y ya bajas caminando. Al otro lado, hay una cordillera montañosa llamada Velevit. Debido al contraste entre el viento frío de la montaña y el cálido de la costa a menudo se forma en la zona rachas de viento llamadas bora.
Nosotros nos quedamos sin bañito porque la idea que teníamos era ir de monte, y sabiendo que en Croacia anochece primero, es mejor apurar un poquito. Así pues, pasado Senj nos metimos por interior hasta llegar al Parque Nacional de Velevit Septentrional (Sjeberni Velevit). La entrada al parque cuesta de 3 a 5€ (no lo recuerdo muy bien). Es la entrada de un día. Se puede sacar de varios días y hacer ruta de varias jornadas. A lo largo del parque hay varios refugios para dormir. Nosotros hicimos una ruta circular hasta el pico Zavizan. La ruta es muy fácil y está muy marcada. Los símbolos para marcarlas son unos circulitos con una raya para marcar el sentido. En el pico las vistas son espectaculares ya que se divisan todas las islas de la zona. Nos tomamos algo en el refugio, y bajamos por otro lado (un camino más largo).





   Llegamos al coche y buscamos por la zona camino al primer pueblo un lugar donde dormir. Nos desviamos un poco por otra pista y aparcamos en otra pista en un sitio un poco ancho donde no molestase el coche.



Continuará.....



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Argibay

Lo sigo que estamos dudando para este año entre Alemania y Croacia

txerra1

que croacia mas diferente hemos visitado en el mismo mes,te digo pq he estado 25 dias entre eslovenia y montenegro y bosnia,y la verdad es que ni pasaportes ni siquiera lo llevaba ni carta verde ni nada parecido y todo pagando en euros,no se te puedo decir que fui a sarajevo y pase a dubroknik por donde dices tu me meti donde esta el cartel de la ue y para adelante.a la vuelta pase por serbia y lo mismo,en fin de trata de haber disfrutado

la_plasa

Argibay no te sabría decir porque no he estado en Alemania, pero si vas a Croacia seguro que no te arrepientes  ;)

Txerra1, que curioso. Si bien es cierto que cuando llegamos a la frontera ya teníamos los pasaportes preparados para enseñar, no es que nos lo pidieran exclusivamente. Lo que sí que nos pidieron fue la tarjeta verde en dirección a Mostar.

Día 7: Velevit - Oto Pag (isla de Pag) - Zadar



Nos levantamos, desayunamos en el primer pueblo que encontramos (Krasno Polje) en el que nos dieron un mini bizcochito de regalo, algo insólito), y nos pusimos en marcha. El paisaje que se seguía viendo era espectacular. Al llegar a un cruce teníamos dos opciones, o atravesar de nuevo el parque o seguir por otro camino. Le preguntamos a un señor desdentado con pinta de guardabosques que si con nuestra entrada del día anterior podíamos ir por el parque y nos dijo que sí, aunque resultó no ser el encargado de la entrada al parque, sino un montañero más.... Seguimos caleyando, y fue espectacular bajar por la carretera camino a la costa, ya que se veían todas las islas. Llegamos a la carretera de la costa y nos dimos un bañito con los snorkels. La zona era algo más turística que lo que habíamos visto más al norte.



Seguimos rumbo a la isla de Pag, que está unida a Croacia por un puente (nos hacía ilusión ir a una isla). Nos es ninguna maravilla. Llegamos a un pueblo donde también nos bañamos. Es extraño,  ya que por cuestión de azar llegamos a una de las pocas playas que hay en todo Croacia de arena (el resto son todas de piedra, por lo que es imprescindible llevar calzado para las playas). De nuevo cogimos los snorkels y nos perdimos entre la arena y las poseidonias. Salimos de la isla y llegamos a Zadar. Esta vez nos fuimos directamente al camping. Está un poco lejos del centro de la ciudad y no es ninguna maravilla. Hay cerca una parada de bus pero tampoco tiene mucha frecuencia y el último autobus para volver es a las 00:00h. creo recordar. No recuerdo cuánto nos cobraron, pero las duchas son muy precarias, y tuvimos que hacer cola y todo para ducharnos. Nos fuimos a dar una vuelta por la Zadar nocturna.

Es una pena pensar en lo que tuvo que haber sido Zadar en su día, y que hoy en día poco quede en pie después de los bombardeos que asolaron la zona. Se dice que sería una ciudad tan bonita como Dubrovnik. Aún así, todavía conserva alguna parte antigua y bonita. Y aunque se ven todavía restos de la guerra, es una ciudad que se ha reinventado a sí misma, renaciendo de las cenizas, y se mantiene en pie fundamentalmente por el turismo.

Nos dimos una vuelta por la ciudad antigua, que sigue conservando su encanto. Cabe destacar el órgano marítimo que hay en la zona portuaria: construido como instrumento musical experimental, produce música por medio del empuje de las olas y una serie de tubos situados por debajo de un gran conjunto de escalones de mármol. Claro que el sitio pierde su encanto si unos garrulos se ponen ahí al lao a escuchar música pacona, que fue el caso...  .lengua2
También queda en pie la catedral, la antigua puerta de la ciudad, y restos de columnas y capiteles romanos.

Cenamos en un restaurante céntrico, no me acuerdo del nombre, y de postre, rakija de cereza (delicioso, lo recomiendo) y de Williams (superfuerte). Por cierto, en Croacia, el concepto de chupito, el mítico rakija, se toma antes de comer, según ellos para ir haciendo hambre.... Había varios bares con actuaciones musicales. Como a partir de las 00:00h. no hay bus nos pegamos la caminata de vuelta al camping...    

Nota: Es curioso, en las ciudades de Croacia, no suele haber bares como los que hay en España. Hay restaurantes, para comer, en los que no te puedes sentar a tomar una cerveza, o bares y cafeterías, en los que te pides una bebida pero no tienen nada para comer. De hecho alguna vez, para desayunar, nos compramos algún pastelito en una panadería y lo tomábamos tranquilamente en una cafetería sin que te digan que no se puede comer comida de fuera. Es algo que nos chocó bastante.


Continuará...

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la_plasa

Enero 27, 2016, 14:34:07 pm #7 Ultima modificación: Enero 27, 2016, 16:07:30 pm por la_plasa
Sigo con la crónica  ;D

Día 8: Zadar - Murter - Vransko jezero



   Nos levantamos y nos dimos un baño en la playa que está al lado del camping. No es una maravilla de playa pero su ubicación es perfecta, ideal para desperezarse. Después del baño volvimos al centro de Zadar a conocer la ciudad de día. Volvimos a ver el órgano (esta vez sin garrulos poniendo la música a tope) y nos bañamos otra vez mientras escuchábamos el sonido que producía el órgano. De día se pueden apreciar los efectos de la guerra, aunque en la ciudad antigua hicieron un trabajo de reconstrucción excelente.



Y esto, de verdad, es lo que más me llamó la atención de toda la ciudad... ¿cómo se puede construir encima de unos arcos romanos?????!!! ??? ??? ???



Aquí la catedral:



Con todo tipo de columnas y capiteles desparramados por el suelo...

Después de visitar la ciudad, nos pusimos rumbo al sur. De camino, cómo no, nos dimos un bañito. Dimos con una playa en la que había bastante gente. Fue un baño fugaz, y volvimos a la carretera. Nos metimos por una pista para ver el lago de agua salada que está casi pegado a la costa. Vimos un cartel con una señal de vino, y entramos a preguntar, ya que nos había dicho nuestra guía de Rijeka que si queríamos comprar vino, la mejor opción era comprarle directamente al productor, y si llevamos nosotros la botella mejor que mejor. Al entrar en el sitio donde vendían el vino, el sitio nos sorprendió: habían gallinas, burros, caravanas, mesas de madera, casetas... el sitio era sorprendente, y preguntamos que qué era. Resulta que era un camping que habían hecho unos alemanes. La mayoría de su clientela son alemanes también. Por supuesto nos quedamos a cenar y a dormir ya que el sitio es espectacular (he de decir que fuimos los primeros españoles jejjeee...). Este era el cartel de entrada:



Y estas las instalaciones:








Como aún era pronto fuimos a una isla situada un poco más al sur, Murter, y muy cercano al parque natural de las islas Kornati, que tienen que ser muy chulas de visitar desde el mar, pero todo no se puede. La isla no es gran cosa. Nos dimos un baño y fuimos de vuelta al camping alemán.
Para cenar hay que reservar el día anterior, pero siempre tienen algo de jamón, queso, verduritas... y rakija!!! Por 20€ dormimos en el camping y cenamos. Increíble!!!

Se empezó a levantar viento y se veían rayos a lo lejos. No calló ni una sola gota en toda la noche.

Día 9: Vransko jezero - Parque nacional de Krka - Sibenik -  Lozobac (cercanías)




   Al día siguiente nos fuimos al parque nacional de Krka, un sitio impresionante.
   El parque tiene varias entradas. El acceso es un poco confuso. Nos habíamos informado de que en un pueblo, Skradin, un barquito te remonta parte del rio, pero sin embargo los carteles de la carretera te llevan a otro sitio, Lozovac. En este punto el aparcamiento es gratuito. Antes de llegar a Skradin hay otra entrada, en la cual la parque que recorres en barco la puedes hacer caminando. En esa entrada (está justo después de pasar un puente) el aparcamiento también es gratuito. Nosotros dejamos ahí el coche (básicamente porque pensamos que era la entrada que estábamos buscando), pero nos dijeron que para coger el barco teníamos que caminar un cachín (como 1km). Y ya llegamos a Skradin. Ahí ya si dejas el coche te cobran por el aparamiento. Nosotros decidimos caminar un poco.
   El barco que remonta el río sale cada hora, y el viaje dura una media hora. La entrada al parque son 110 kunas. Puedes sacar las entradas en el sitio donde te deja el barco. Desde ahí, estas a sólo unos metros de las cascadas Skradinski, las más impresionantes del parque. En esta zona, además, te puedes bañar.



El resto del parque lo visitas a través de unas pasarelas (no te puedes salir de ellas).



Además, en el camino, tienes para visitar un museo etnográfico, de cómo antiguamente aprovechaban la fuerza del agua como molino, para lavar la ropa,  etc... Se pueden ver estanques llenos de peces (está prohibida la pesca en el parque nacional) en aguas verdes y transparentes y alguna cascada más. Dimos la vuelta completa, y nos pegamos otro bañito, esta vez con snorkel. Una pasada, se pueden ver por debajo peces enormes entre las rocas... Y así, estando en el agua, empezó a llover. Primero un poco. Salimos del agua, y empezó a llover más y más. Nos fuimos hacia el barco que salía de vuelta a Skradin. En el barco prácticamente diluviaba. Y todavía nos quedaba una caminata hasta el coche... Llegamos bastante empapados.
   Total, que seguía lloviendo, pero teníamos ganas de ver el resto del parque. Para visitar el resto tienes varias opciones: hacerlo en barco, que te lleva desde las cascadas de Skradinski a la isla de Visovac, de ahí puedes seguir la ruta en barco o caminando hasta las cascadas de Roski Slap, o puedes hacer todo ese trayecto en coche. El acceso a toda esta parte del parque es gratuito (en coche, en barco hay que pagar). Desde la carretera tienes unas preciosas vistas de la isla de Visovac, y acceso a las pasarelas de Roski Slap para hacer un tramo del parque caminando, en el que se pueden visitar también unas cuevas, Oziđana pećina, que cómo no, para cuando llegamos nosotros estaban cerradas (cierran a las 18:00h). Desde Roski Slap se pueden ver otras cascadas y visitar otro museo etnográfico.
   Después de visitar el parque nos dirigimos a Sibenik, ciudad cercana a la desembocadura del río Krka. Aparcar fue bastante complicado. En unas zonas se paga más que en otras. Encontramos una calle en la que había una hilera de coches no muy bien aparcados, enfrente de una parada de taxis, en la calle Vladimira Nazora, y ahí lo dejamos (no nos dejaron ninguna multa). Callejeamos por las callejuelas antiguas, y nos tomamos una "pivo" (cerveza).

   Al día siguiente íbamos a coger la autopista así que nos fuimos a dormir cerca de donde se coge. Dormimos entre Lozobac y Skaradin, no se el nombre del pueblo, pero si os meteis en cualquier pueblo encontrais para dormir. Y sin problemas.

Continuará....








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txerra1

Cita de: la_plasa en Enero 23, 2016, 00:10:22 am
Argibay no te sabría decir porque no he estado en Alemania, pero si vas a Croacia seguro que no te arrepientes  ;)

Txerra1, que curioso. Si bien es cierto que cuando llegamos a la frontera ya teníamos los pasaportes preparados para enseñar, no es que nos lo pidieran exclusivamente. Lo que sí que nos pidieron fue la tarjeta verde en dirección a Mostar.

Día 7: Velevit - Oto Pag (isla de Pag) - Zadar



Seguimos rumbo a la isla de Pag, que está unida a Croacia por un puente (nos hacía ilusión ir a una isla). Nos es ninguna maravilla. Llegamos a un pueblo donde también nos bañamos. Es extraño,  ya que por cuestión de azar llegamos a una de las pocas playas que hay en todo Croacia de arena (el resto son todas de piedra, por lo que es imprescindible llevar calzado para las playas). De nuevo cogimos los snorkels y nos perdimos entre la arena y las poseidonias. Salimos de la isla y llegamos a Zadar. Esta vez nos fuimos directamente al camping. Está un poco lejos del centro de la ciudad y no es ninguna maravilla. Hay cerca una parada de bus pero tampoco tiene mucha frecuencia y el último autobus para volver es a las 00:00h. creo recordar. No recuerdo cuánto nos cobraron, pero las duchas son muy precarias, y tuvimos que hacer cola y todo para ducharnos. Nos fuimos a dar una vuelta por la Zadar nocturna.

Es una pena pensar en lo que tuvo que haber sido Zadar en su día, y que hoy en día poco quede en pie después de los bombardeos que asolaron la zona. Se dice que sería una ciudad tan bonita como Dubrovnik. Aún así, todavía conserva alguna parte antigua y bonita. Y aunque se ven todavía restos de la guerra, es una ciudad que se ha reinventado a sí misma, renaciendo de las cenizas, y se mantiene en pie fundamentalmente por el turismo.

Nos dimos una vuelta por la ciudad antigua, que sigue conservando su encanto. Cabe destacar el órgano marítimo que hay en la zona portuaria: construido como instrumento musical experimental, produce música por medio del empuje de las olas y una serie de tubos situados por debajo de un gran conjunto de escalones de mármol. Claro que el sitio pierde su encanto si unos garrulos se ponen ahí al lao a escuchar música pacona, que fue el caso...  .lengua2
También queda en pie la catedral, la antigua puerta de la ciudad, y restos de columnas y capiteles romanos.

Cenamos en un restaurante céntrico, no me acuerdo del nombre, y de postre, rakija de cereza (delicioso, lo recomiendo) y de Williams (superfuerte). Por cierto, en Croacia, el concepto de chupito, el mítico rakija, se toma antes de comer, según ellos para ir haciendo hambre.... Había varios bares con actuaciones musicales. Como a partir de las 00:00h. no hay bus nos pegamos la caminata de vuelta al camping...    

Nota: Es curioso, en las ciudades de Croacia, no suele haber bares como los que hay en España. Hay restaurantes, para comer, en los que no te puedes sentar a tomar una cerveza, o bares y cafeterías, en los que te pides una bebida pero no tienen nada para comer. De hecho alguna vez, para desayunar, nos compramos algún pastelito en una panadería y lo tomábamos tranquilamente en una cafetería sin que te digan que no se puede comer comida de fuera. Es algo que nos chocó bastante.


Continuará...

la_plasa

Febrero 08, 2016, 22:21:37 pm #9 Ultima modificación: Febrero 08, 2016, 23:40:16 pm por la_plasa
Sigo con la crónica  ;D

Día 10: Lozobac (cercanías) - Dubrovnik



Nos pusimos rumbo a Dubrovnik por la autopista (es de peaje, no me acuerdo cuánto pagamos... creo recordar que de Zadar al final de la autopista eran unos 20€...). Para llegar a Dubrovnik hay que cruzar la frontera con Bosnia. Habíamos leído que podría haber tráfico y retenciones, pero llegamos a la frontera sin problema. Las retenciones las encontramos después, justo después de la aduana. Es conveniente evitar las horas punta para este tramo. Por fín el tráfico se volvió un poco fluído, para volverse a atascar a la entrada. En Dubrovnik fuimos al único camping que hay. Está un poco a las afueras. El precio: más de 50€ por dos personas y el coche. Está muy curioso, pero carillo. Las playas que hay cerca no merecen la pena. Hay parada de autobuses cerca del camping que van directos a la parte antigua. Dubrovnik es una ciudad preciosa, con razón la llaman la perla del adriático, que cuatripica su población en verano. Es muy conocida y de hecho muchos ferrys hacen parada en la ciudad. La sensación que nos dio es que todo este turismo se está volviendo en su contra con el afán de explotar la ciudad. Te cobran por todo, y no es precisamente barato. Lo mejor es sacar un bono de turista. Lo hay por un día, por dos o por tres. Con dicho bono tienes acceso a varios monumentos de la ciudad, entre ellos las murallas (imprescindibles). También hay rutas organizadas de Juego de Tronos... jejejee super frikis.... El sitio es impresionante, además tanto la arquitectura, las murallas, como el agua que lo rodea. La calle principal es un avispero de gente. Sin embargo, a los lados, puedes callejear sin problema, más aún cuando se trata de subir un poco alto. Allí las calles están casi desiertas. 



De vuelta a la zona más comercial, llena de restaurantes, nos encontramos en uno de ellos a una pareja que habíamos conocido cuando estábamos bajando a la ciudad. Tardaron una hora en servirles!!!!


Día 11: Dubrovnik - Mljet (isla) - Ston




Para ir a Mljet hay varias opciones:

-Desde Ston, que es más cortito. A 2 km de Sobra
-Desde Dubrovnik, más largo, que te lleva a 2 km de Sobra, o a Polace, cerca del parque nacional, y hay autobuses que comunican los dos puntos a la llegada del ferry (o eso nos dijeron).

Nosotros decidimos salir desde Ston y hacer más corto el viaje. Madrugamos bastante para coger el ferry. Aparcamos allí mismo, donde se coje el ferry, a un lado de la carretera. También hay un camping al lado por si quereis alojaros. El ferry salía a las 10:15h.  El plan era llegar a Sobra, coger el autobús a Polace, alquilar unas bicis, dar una vuelta por el parque nacional, volver a Sobra en bus y coger el ferry vuelta a tierra firme a las 19:00h, que era el último.

El viaje en ferry genial. Es más rápido y económico que saliendo de Dubrovnik. Al llegar a la isla, al lado del ferry, está la oficina de turismo. Fuimos a preguntar por la parada de autobuses, ya que no veíamos ninguno y.... sorpresa!!! Nos dijeron que no había autobuses!!  :o Que sólo había uno a las 10:00h de la mañana!!! Se nos echó un poco el mundo encima, y las únicas opciones que nos daban eran: alquila un coche, alquila una scooter, o coge un taxi (que serían unos 40€). Como no nos lo acabábamos de creer, nos fuimos al pueblo de al lado que estaba a unos 2 km. Y así empezó nuestra pequeña aventura:

MLJET EXPRESS:
1.-Puerto-Sobra (2km): Se nos ocurrió hacer autostop. Nos costó bastante que se parase alguien. Al rato nos paró una pareja que casualmente eran de Zaragoza. Ellos se iban a ver unas cuevas al sur y luego posiblemente al parque. Nos planteamos si ir con ellos o seguir nuestro camino, y decidimos seguir con el plan de alquilar las bicis en Polace. Nos dejaron en Sobra.
2.-Sobra-Polace (25km): Volvimos a preguntar por los autobuses con la esperanza de que hubiera alguno, pero nada. Teníamos que recorrer 25km. Y lo peor, es que casi no paraban coches porque ya se había ido toda la gente del ferry. Se nos plantearon varias opciones: seguir haciendo autostop hasta Polace, aunque tardaría mucho en parar alguien; quedarnos en esa zona de la isla y hacer turisteo por allí; o alquilar unas bicis y hacer este tramo en bici. Peeeeeeeero, tampoco veíamos ningún puesto para alquilarlas. Le preguntamos a un señor, que al decirle que éramos españoles empezó a hablarnos en italiano (lo hace bastante gente, por cierto). Llamó por teléfono a una tal Anita, que tenía un Sobe en Sobra. Se puso a negociar con ella el alquilar unas bicicletas que justamente tenía allí (las dos únicas bicis que había en todo Sobra), ya que su empresa de alquiler de bicis está en Polace. Nos pareció un precio razonable dadas las circunstancias (100kunas por bici), a pesar de que una tenía estropeado el freno de atrás y otra la catalina... y quedarmos en dejarlas de nuevo en Sobra (ir y volver con ellas). Nos pusimos en marcha. Se hizo más duro de lo que pensaba, ya que tiene bastante sube y baja (vale que si vas en coche no lo aprecias tanto...). El tiempo pasaba y no llegábamos a Polace. Era un poco desesperante ya que el tiempo se nos echaba encima, y una de dos, o llegábamos a Polace y dábamos la vuelta sin visitar el parque, o perdíamos el ferry, por lo que tendríamos que pasar la noche en la isla a la intemperie ya que no teníamos un duro para pagar alojamiento... eso sí... la vista es brutal!!! Sobre todo cerca de las pequeñas islas que hay al norte, con el agua super azulada... Así, pedalada tras pedalada llegamos a nuestro objetivo!!! En Polace, por cierto, es donde están todos los negocios de alquiler de bicis. A parte de supermercados, bares... tiene prácticamente todo tipo de servicios. Al llegar, reconocimos en un puesto de bicis nuestro logotipo y nos pusimos a buscar a Anita. En ese momento no estaba, pero hablamos con una chica, que nos dijo que no había problema en que dejemos las bicis ahí y no en Sobra. Perfecto, teníamos un problema resuelto, no era necesario pedalear otros 25km de vuelta!!! Pero, tampoco teníamos transporte para volver. De momento, nos pegamos un chapuzón en Polace, y fuimos con las bicis al parque nacional. La entrada al parque creo que salía por unos 7€.



3.-Recorriendo el parque nacional: Este tramo es un agradable paseo. Es muy recomendable si quereis visitar el parque hacerlo en bici. No hay apenas desnivel y una pista recorre todos los alrededores de los lagos. Incluso se pueden hacer rutas más largas, pero nosotros ya no teníamos tiempo. Te puedes bañar en donde quieras, no hay zonas restringidas. Todo el mundo se estaba bañando en la zona donde se juntan los dos lagos. Si te alejas un poco, te puedes dar un baño más tranquilamente. Habíamos llevado los snorkels. Es una zona fantástica para bucear, el agua es cristalina, de temperatura agradable, hay piedras, poseidonias... Fue un baño perfecto.



Hay un tramo en el que no puedes continuar en bici, pero una barca te lleva al otro extremo por 2€ (con bicis y todo). No lleva ni un minuto porque es muy corto el recorrido. Hemos disfrutado mucho del parque. Es 100% recomendable.



4.-Polace-Ferry (27km): Como habíamos acordado con la chica, dejamos las bicis en Polace. Esta vez sí estaba Anita, y hablamos con ella directamente (una chica muy maja). Le contamos toda nuestra odisea para llegar hasta allá. Nos dijo que podía conseguirnos transporte de Polace al ferry por 30€. Era más barato que el taxi, pero como aún teníamos tiempo de margen (1h. o 1h y ½ hasta la salida del ferry) decidimos jugárnosla haciendo autostop. Siempre podíamos aceptar la oferta de Anita si se nos echase el tiempo encima. El tercer coche que pasó nos cogió. Era una pareja super maja, él bosnio y ella eslovena. No iban hasta el ferry, sino que paraban a mitad de camino. No estaba mal del todo, ya que desde ese punto habrían más coches que fueran hasta el ferry. Esta pareja llevaban tres días por la isla. Finalmente, nos dejaron en el ferry. Prácticamente, nos salvaron el viaje. Como nos sobraba tiempo les invitamos a una cerveza. Fue genial, son una pareja encantadora. Así pues, cogimos el ferry y volvimos a la península de Ston.
   Ya en Ston hicimos noche a la afueras de un pueblo. Siendo pueblos pequeños, se puede dormir prácticamente en cualquier lado. Fue el mejor día de todo el viaje.
   Si vais a la isla de Mljet sin coche, mi consejo es que vayáis directamente de Dubrovnik a Polace para evitar toda esta odisea de viaje, y una vez en Polace alquilar unas bicis para visitar el parque. Aunque sólo tenéis un ferry de ida y otro de vuelta. Si vais con coche, y tenéis tiempo, lo mejor que se puede hacer estar varios días (dos o tres), visitar el parque, las cuevas de Ulises, y perderse por las playas  y  pueblos de la isla. ¡Merece la pena!!!

Día 12: Ston - Mostar (Bosnia) - Ploce



Desayunamos en Ston. Es sorprendente este lugar ya que tiene unas murallas (tipo la muralla china) alrededor de una colina... es muy curioso. Nos pusimos rumbo a Bosnia.  Esta vez no encontramos retenciones. Tuvimos que atravesar tres veces las fronteras (entramos y salimos de Bosnia, y entramos por otro lado, más al norte).
El panorama de Bosnia no tiene nada que ver con lo que habíamos visto en Croacia. Mostar es una ciudad en la que aún se pueden ver los efectos de la guerra, con edificios abandonados donde todavía se pueden ver el impacto de las balas. A raíz de la guerra, monasterios, catedrales, mezquitas e iglesias de importante valor histórico y arquitectónico fueron destruídas. Es una ciudad bastante descuidada, con basura rebosando de los contenedores e incluso ratas merodeando. Sin embargo, el centro, es una zona totalmente turística. Tiene un puente alto que es lo más característico de la ciudad, incluso su nombre, Mostar, se debe al puente, Stari Most (Puente Viejo). Desgraciadamente el puente fue destruido también por el gobierno croata durante la guerra, pero fue vuelto a construir de nuevo respetando la forma original. Es una réplica exacta del anterior. Al día de hoy, los lugareños aprovechan para saltar desde lo alto (son unos 25m) y recopilar monedas entre los turistas por completar tal azaña.



Aparcamos fuera de la parte antigua, en un barrio. No cobraban nada. En Bosnia, tienen moneda propia (el marco convertible), pero en cualquier lugar te admiten euros (aunque la vuelta te la dan en su moneda). Una vez que llegamos al centro, todos los bajos comerciales están orientados al turismo. Las calles están adornadas de todo tipo de souvenires de la región, e incluso de restos de la guerra, como balas, casquillos... y también restaurantes. De hecho tienen gente fuera que te ofrecen la carta etc.... todo sitio con encanto en los alrededores del puente está ocupado por alguna terraza de algún bar. Se puede comer muy bien y barato.



Recomiento un postre que está bueniiiiiiiiiisimo: un baklava, un típico pastel árabe que está delicioso!! Tembién lo hay en Croacia. Cabe destacar en la ciudad la gran cantidad de mezquitas que hay y cómo destacan entre los tejados de las casas. Cada x tiempo suena por megafonía la llamada al rezo.
Y volvimos a Croacia. Llegamos casi de noche a Ploce, que nos pareció que tenía una distribución muy rara, pero era de noche y no se veía nada. Aparcamos al lado de una pista de fútbol.



Más aventuras en: LowCosTravellers

sva


Iosaneta

Iosaneta III - Iosaneta IV

LA VIDA ES UN MISTERIO A DESCUBRIR, NO UN PROBLEMA A RESOLVER.

slainrub

Que bonito Croacia! No tenia ni idea! vaya peazo de viaje, enhorabuena.

Lago2007


dontesa

Menuda excursión,  me encanta si te ves con ganas cuenta la vuelta
saludos