Día 14: Viernes 13 de Septiembre del 2019


Nos merecíamos un buen descanso después del madrugón del día anterior. Teníamos pensado ir a Marrakech y buscar una riad. Como no sabíamos el día que íbamos a ir no pudimos reservar con antelación. De hecho teníamos pensado ir primero a las cascadas de Ouzou y luego a Marrakech, pero cambiamos de idea a última hora. Así que mientras René dormía yo fui buscando por booking. Las riads que había fichado días anteriores ya estaban completas. Una pena, porque las había muy chulas y muy bien de precio. Buscábamos algo cerca de la medina y a su vez que tuviera aparcamiento, lo cual ya es complicado de por sí... 

Me estaba volviendo un poco loca porque la cobertura en Imlil era pésima y cada página tardaba bastante en cargar. En cuanto despertó René decidimos bajarnos a la civilización, a la llanura, y parar a tomar un café donde hubiera más cobertura y hacer la gestión.

De camino cogimos a un señor que estaba haciendo autostop. Hasta ahora no habíamos cogido ninguno básicamente porque casi siempre tenemos la furgo patas arriba...  Este hombre se dedicaba a coger piedras por el monte. Ahí le dejamos, en medio de la nada...

Pasamos por un sitio, no sé como definirlo, de lo más esperpéntico. Tenía varias cafeterías, por eso paramos a ver si había wifi. Estaba enfrente del río, donde habían... caballos, camellos, unos señores sentados en unas mesas y sillas en medio del río...  Nos quedamos un poco a cuadros. Creo que este es el sitio: https://goo.gl/maps/83ZgdDLx9eAg6SrC7

Apareció el gorrilla de turno y nos fuimos a otro lado. No queríamos pagar por aparcar sólo para tomar un café. Avanzamos un poco y vimos un albergue. Allí quedamos. Estaba súper chulo, tenía una terraza bastante grande. 

Ya con más cobertura reservamos en la riad, aunque no teníamos claro si tenía aire acondicionado o no...  Es la riad Jakoura. Ya en ruta nos surgió otra duda, la dirección del aparcamiento. Como estábamos a media hora de Marrakech queríamos solucionarlo ya, antes de entrar en la ciudad. Paramos en una gasolinera pero no tenían teléfono. Preguntamos en el hotel de al lado y nos dejaron usar su teléfono. Para entendernos... bufffff.... Menuda odisea. La chica con la que hablamos por teléfono hablaba francés pero un poco de inglés. René inglés y un poco de francés. No éramos quien a entendernos con ella para apuntar la dirección del aparcamiento, porque ella nos daba la dirección del riad directamente. Le preguntamos el chico del hotel si podía hacer de intérprete, así que habló directamente con la chica de la riad para que nos apuntase la dirección en un papel... y nos la apuntó en árabe!!!  Total que volvimos a hablar con ella y nos dijo algo así como que la dirección era la misma... no sé, todo raro... total que pusimos la dirección directamente en el GPS y nos fuimos a Marrakech. El chico del hotel fue super amable y además no nos cobró nada por la llamada, por más que insistimos...

Conducir en Marrakech es todo un arte. Como siempre los coches se ponen super inquietos cuando se pone el semáforo verde y si tardas un segundo de más ya te empiezan a pitar. Pero lo peor son las motos. Las hay por todos los lados, y tienen su propia ley: no hay ley. Se pasan los semáforos en rojo, se te ponen delante, detrás... bueno, un caos.

Llegar a la medina fue bastante fácil con ayuda del GPS. En la dirección marcada había un aparcamiento de lo más divertido. Tú aparcabas con el freno de mano quitado y Hasan, un chico risueño muy majo se encargaba de mover el coche para que entre coche y coche sólo hubiera un milímetro de distancia. Cuando quisieras salir sólo habría que mover otros dos coches y ya podías. Sin Hasan, no podías salir    Así de simple jajajjaaa... Este es el aparcamiento: https://goo.gl/maps/YfyqsUk8WPHeYytz8 Según los comentarios de google algún coche se fue con un rasguño de más...

Total que le dijimos a Hasan donde estábamos alojados. Le dijimos que le pagaríamos una vez comprobada la situación de la riad. Él nos dijo que estaba allí al lado, tres calles a la izquierda. Fuimos contando con cuidado... uno...... dos..... y tres. Nos metimos en la tercera calle donde había un chico que ya nos fue a preguntar que a dónde íbamos que nos llevaba. Le dijimos que no, que teníamos gps. No sé si llegamos a decirle el nombre de la riad, creo que sí, el caso es que nos sacó de esa calle y nos iba a llevar a otro lado. Le dijimos que no, que ya la encontraríamos. Luego lo mismo con otro chico, que nos llevaba más lejos... Seguimos avanzando pero nos estábamos alejando... Se me ocurrió preguntar en otra riad, entramos, pero no vimos a nadie. Vino el segundo chico diciendo que la había encontrado que nos llevaba hasta allí. Pensamos, venga vale, así dejamos de dar vueltas, y René acordamos una cantidad de dinero antes. El chico accedió, nos llevó a la riad, a la calle en la que estábamos inicialmente (manda huevos) y al darle la cantidad acordada empezó a protestar. Le dijimos que es lo que le habíamos dicho. También estaba el primero de los chicos, y nos pedían más (no recuerdo cuanto era) ya de malas maneras. Muy malas. Salió la chica de la riad y empezaron a discutir, o eso parecía. Nos quedamos un poco bocas... en silencio... porque no entendíamos nada. Como tampoco queríamos malos rollos al final les dimos más de lo acordado pero menos de lo que pedían. Se marcharon refunfuñando. Nuestro primer contacto en Marrakech había sido bastante negativo... y por si fuera poco había otro aparcamiento más cerca de la riad. Todo mal. 


En fin, entramos a la riad y nos sentamos en el patio con Samira la chica con la que habíamos hablado por teléfono que resultó ser un encanto, super risueña y majísima. Fue un remanso de paz... Nos dio un té de cortesía que fuimos tomando mientras cubríamos los papeles. De verdad, que chica, transmite una tranquilidad... No habla nada de español, nos comunicamos como pudimos... Nos dijo que estaba mejor el aparcamiento donde habíamos dejado el coche, y que cobraban 30dh. y en el otro (el más cercano) 50dh.

 Fuimos a la furgo a por las cosas y a pagar, y nos cobraba 50dh., sin opción a regateo, por 24h. Tampoco nos pareció mal, Hasan ya nos había conquistado con su simpatía y sabíamos que con este sistema de aparcamiento por lo menos no nos iban a marchar con la furgo. Además la matrícula (española) quedaba casi siempre tapada.

Nos fuimos a por algo para comer allí mismo, cerca del parking, y volvimos a la riad. La riad está muy bien, pero esta habitación tenía un par de pegas: efectivamente no tenía aire acondicionado, pero al ser la parte baja se estaba bastante fresquito. No lo echamos de menos para nada (total, acostumbrados a la furgo...) y en todo caso tiene un ventilador; la habitación da justo al patio, así que si las ventanas están abiertas todo el mundo te oye, aunque no hay mucha gente que digamos; y otra pega es que el wifi llega algo escaso. Por lo demás, era estupendo volver a tener los lujos de una habitación, dormir en cama y sobre todo el baño y la ducha. Además nos había costado bastante barata, 389,40 Dh. Es lo mejor que encontramos para el mismo día, pero buscando con antelación las hay mejores por el mismo precio.

En la parte de arriba tiene una pequeña terraza donde se está muy bien. Llevamos allí los bocatas que acabábamos de pillar (45Dh. los dos) y comimos. Más agusto que un arbusto!!!








Tras una mini siesta y una gran ducha, nos fuimos a conocer Marrakech. Y empezamos como no por la medina., que está al lado de la riad. Pasamos la calle principal donde ya fichamos sitios donde vendían frixuelos, pastelitos.... Para comprar al día siguiente. Por lo general no nos sentimos acosados por los vendedores. Te preguntaban, como siempre, de dónde eres... pero no eran bordes, eran amables, aunque no comprases. Nos temíamos lo peor, todo el mundo nos decía que era una locura, pero la medina no nos pareció especialmente agobiante. Dimos varias vueltas pasando por las calles principales y no tan principales, cambiamos dinero...










hasta que ya salimos a la mítica plaza de Jamaa el Fna, que como no podría ser de otra forma estaba petada de gente. Aún era de día pero ya se estaba poniendo el sol. Nos dio mucha pena ver los encantadores de serpientes y los que tenían monos encadenados...  pasamos de largo esa zona. Pasamos de largo la plaza y nos metimos en otras calles hasta llegar a la mezquita Koutoubia, con su mítica torre, que junto con la plaza es lo más repesentativo de Marrakech.

Ahora sí, ya estaba anocheciendo, y apareció una gran luna llena sobre la plaza Jamaa el Fna. Estaba preciosa!!!   

Con la oscuridad llegaron los sonidos, en la plaza sonaba música por todos los lados, todo tipo de instrumentos, y todos con sus corrillos... es muy alegre y muy bonito ver esta cultura de calle. Nos sorprendió que ahora hubiera bastantes mujeres ofreciéndote tatuajes de henna. Hasta entonces pocas mujeres vendedoras habíamos visto en el país. Pues estas eran bastante bordes... te cogían la mano bruscamente y costaba deshacerse de ellas (a mí por lo menos me ha pasado)

Pasamos al lado de los restaurantes pero vaya agobio!!! Nos empezaron a asediar así que pasamos esa calle bastante corriendo. Nosotros íbamos a ir a tiro fijo. La última pareja con la que habíamos hablado cuando estuvimos en el refugio Les Muflons nos recomendaron el restaurante El Toubkal, que estaba en la misma plaza. Vamos a ver, si estás en el Toubkal, y te recomiendan el Toubkal, es que hay que ir sí o sí... Pero antes nos subimos a una de las terrazas para ver la plaza desde arriba. Es una turistada, pero hay que hacerlo.






Y tras el té nos fuimos al Toubkal. El restaurante eh, no el pico. A ver, no es un restaurante al uso, parece un sitio así más bien de comida rápida pero bien. Las mesas están muy juntas las unas con las otras, hay poco espacio, pero por lo demás está muy bien. Pedimos un tahin de cordero y una pastela de pollo que teníamos pendiente de probar. Tienen un menú en el que te incluye tahin, bebida, té y pastelito. Pedimos sólo uno porque queríamos probar la pastela. Estaba todo delicioso. Bueno, el pastelito no nos dio mucho más... Precio de la cena: 89Dh. los dos. Tirao.








Y tras la cena tocaba la retirada. Para ello atravesamos de nuevo la medina, esta vez vacía. Es totalmente diferente verla así. No nos salimos de la calle principal.








Por la noche, hay más gente mendigando, en especial mujeres con niños y que se tapan la cara. No me parece que sea por motivos religiosos, más bien por vergüenza, por tener que llegar a ese extremo para salir adelante... es un poco triste.

Al llegar a la riad aparece un chico super risueño hablando creo recordar que inglés. No sabíamos quien era, estábamos un poco perdidos... al final nos dimos cuenta de que era el dueño de la riad, imagino que el marido de Samira, un tipo de lo más agradable también.


Día 15: Sábado 14 de Septiembre del 2019

Teníamos toda la mañana por delante para dormir, pero en la riad se oye todo, y a un bebé le dio por madrugar y llorar    así que desperté bastante pronto.... Era una familia de españoles, que ruido hacían!!! En fin, son cosas que pasan... 

Desayunamos en la terraza de la riad. Pan con miel, aceite, aceitunas negras (las ponen mucho en los desayunos). Y nos pusimos en marcha. Dejamos la habitación vacía y les dijimos a los dueños si podíamos dejar allí las mochilas y venir a por ellas a mediodía. Sin problema.

Fuimos a los jardines de Majorelle ya que queríamos ver el museo bereber. Cuando llegamos había un montón de cola. Preguntamos si era para el museo o para los jardines, y nos dijeron que justo hoy el museo estaba cerrado ya que lo estaban cambiando. Pues vaya, nos quedamos sin visita ya que los jardines nos daban un poco igual.

A la vuelta pasamos por una tienda para comprar, y cual fue nuestra sorpresa que en la tienda sólo tenían alcohol!!!!    Y patatitas. Era una tienda sólo para fiestas...  no sé, muy raro    teniendo en cuenta que allí no beben alcohol.

Volvimos a la riad a por las cosas, compramos fruta en el zoco, msemen y pastelitos en la medina y dejamos Marrakech. Para salir... el gps nos llevó por una calle estrecha, que para dar la vuelta lo pasamos un poquito bastante mal. Fuimos por una calle más ancha ya hasta salir. De nuevo el caos de las motos, es flipante. Encima se nos estropeó el clima. Probamos a parar y a arrancar la furgo y nada, no funcionaba...

Aquí dejo el vídeo de Marrakech, pero es horrible... está muy mal grabado porque queríamos pasar desapercibidos, y así quedó 



(Continuará...)

Venga otro día más!!!!


Dejamos atrás Marrakech y sus motos y nos dirigimos a las cascadas de Ouzou, pero antes nos desviamos para ver el puente natural de Imi n´Ifri.

Llegamos al inicio de la mini ruta. Al fondo, un gorrilla y un cartel de parking. A los lados de la carretera, algún coche y pintura amarilla. Bien, no es roja, aquí quedamos, sin gorrilla.




Para bajar al río hay que bajar unas cuantas escaleras.




Había gente, pero sin llegar a estar petado. Sobre todo turismo local. Hay algún puesto de bebidas, y gente bañándose, aunque el agua apenas cubre. Desde abajo el puente natural es impresionante.




Nos mojamos los pies y caminamos un poco. Vimos una tortuga, que mona!!! No hay fotos pero sale en el vídeo.






Entablamos conversación con una pareja, ella de Casablanca, él francés, que me salvaron de meterme en un barrizal.

Fuimos de roca en roca hasta situarnos debajo del puente y atravesarlo por un camino algo estrecho. Cuidao con resbalar aquí que hay caída fea. Al otro lado hay una pequeña cascadita.














Hay unas cuantas escaleras para subir y te plantas al otro lado.


El sitio es una pasada, merece la pena el desvío y no lleva mucho tiempo visitarlo.

Ruta: https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/puente-natural-de-piedra-de-iminifni-41596464


Y ahora sí, pusimos rumbo a las cascadas más altas del país!!!     

De la que íbamos nos encontramos un grupo de motoristas parados en mitad de la carretera, cuesta arriba. Anda que no habrá sitio para parar... 

Fichamos en el mapy un aparcamiento en lo alto del pueblo. De momento aparcaríamos allí y ya veríamos si dormir allí o no. De primeras el sitio pintaba muy bien, muy tranquilo.

Bajamos unas escaleras, pasamos delante de la policía y de unos señores que estaban echando la partida en plena calle, y al llegar a la plaza tiramos a la derecha, donde está la parte alta de la cascada. Pasamos un puente de madera, y allí estábamos, justo encima de la cascada!!! Buah, menuda caída!!! El ruido y la altura impresionaba un montón!!!    Desde aquí se aprecia ya todo el tinglao que hay montao. Hay varios bares y tiendas a lo largo de prácticamente todo el recorrido hasta bajar a la parte baja de la cascada.




Seguimos caminando para ver la cascada de frente desde un mirador, que si no no tiene gracia... aunque unos monetes distraían mi atención. Un tipo estaba dándoles chocolatinas y magdalenas... pobres monetes, anda que no comerán mierda de la gente, como se midan el colesterol... Dan toda la pena, pero estaban muy graciosos. Después de los monos, sí, ya eché un ojo a las cascadas, que son la ostia.




En el mirador coincidimos también con un grupo de españoles, motoristas. Se da la casualidad de que eran los motoristas que habíamos visto parados subiendo hacía unas horas... Eran de Valencia, y majísimos!!! Estuvimos compartiendo experiencias de viaje. Se meten una buena traca de kilómetros estos motoristas... Pero si algo tenemos en común es el estar más en contacto con la gente. Nos contaban que al atravesar los Atlas por el Todra como apenas pasaban coches siempre les saludaban, sobre todo los niños. Una chica incluso les pintó las uñas a las niñas... detalles que hacen disfrutar del viaje. Creo que ya lo he comentado, lo bonito que es visitar el país en furgo, moto o bici, a tu bola, en contacto con la gente...

Con la tontería se nos hizo de noche y volvimos a la furgo. Nos sentamos en el bordillo de nuestro parking simplemente contemplando el pueblo, viendo y cómo iba saliendo una brillante luna tras la montaña de enfrente. Tras cenar en la furgo empezamos a oír un gran jolgorio. Muchos coches pitar, música... Dedujimos que era una boda que estaban celebrando por todo lo alto. Pero estuvieron un buen rato eh... recorriendo el pueblo y los alrededores. Que curioso...

Movimos la furgo a la parte de atrás del aparcamiento, tras un muro para que no nos moleste la luz del sol por la mañana y dormimos como troncos. No sé porque después de dormir en Imlil ya no nos molestaron más las moscas por la mañana.


Día 16: Domingo 15 de Septiembre del 2019

La idea de hoy era madrugar para ver las cascadas sin apenas gente, peeeero, se nos pegaron un poco las sábanas... Todavía pesaba el madrugón de los Atlas. Aquí las vistas del aparcamiento:




Desayunamos en la furgo, tranquilamente, y luego la movimos para estar más cerca de las cascadas. Aparcamos cerca de la policía, en la misma calle, sin gorrillas. De la que pasamos por delante de la policía vimos dos cachorrinos que eran un amor!!! No quiero tocar mucho a los perros porque la gran mayoría son todos callejeros y por supuesto no están vacunados, pero con estos... no lo puede evitar... Casi me marcho con uno de ellos...   

Esta vez una vez que llegamos a la plaza fuimos por el lado izquierdo. Atravesamos un montón de tiendas de souvenires y nos asomamos a un mirador. Antes de llegar, por cierto, vimos a un par de monetes. Había gente ya al lado de ellos para que les des cacahuetes a cambio supongo de una propina...
Las vistas desde este primer mirador ya son flipantes. Se puede ver la cascada en todo su esplendor.

El valle:




Las cascadas:




A estas horas ya había gente. Todos marroquíes. Seguimos hacia abajo, atravesando más y más tiendas. Hasta llegar al segundo mirador, este mucho más pegado a la cascada. Los marroquíes son bastante salvajes. Se la juegan para sacar una buena foto. En seguida saltan las vallas de seguridad y se acercan lo máximo que pueden a la caída.

Seguimos hacia abajo. Se podía ver perfectamente que no hacía mucho había habido una riada y se había llevado los puestos más bajos por delante. Eso parecía al menos... Estaba todo bastante embarrado, pero sólido, así que no te embarrabas demasiado.

Desde abajo es desde donde se aprecian las cascadas en todo su esplendor. Son bestiales!!!






Desde este punto salen varias barquitas que te llevan hasta la misma barca,




el paseo es barato, no recuerdo exactamente el precio, pero vaya, tampoco me pareció gran cosa, nosotros no montamos. Lo mejor de todo es que estaban allí, imaginamos, los de la boda del día anterior, y tenían una marcha encima!!! Estaban cantando, gritando, celebrando y festejando. Se lo estaban pasando pipa... 

Seguimos camino, atravesando una especie de camping que pinta bien por la ubicación pero a su vez te deja cero intimidad. Más adelante más tiendas de suvenires donde por cierto cumplimos otro de los imprescindibles en Marruecos, regatear. No somos de comprar muchas cosas, en Marrakech sólo compramos comida, pero me estaba quedando sin ropa limpia y me pillé unos pantalones. De 130dh. se me quedaron en 70d. ¿Qué me decís? ¿Lo hice bien?  No sé porque una vez comprados el señor de al lado me dijo que el tipo al que le había comprao les estaba jodiendo el negocio, que era mala persona, no llegué a entender muy bien porqué. Pues vaya, que puntería la mía... me dejó un poco de mal cuerpo...

Seguimos ruta, esta vez hacia arriba, y ahora bajaban un montón de personas, muchas españolas. Y de nuevo, más monetes!!! Un montón de ellos, y libres, que no tenían miedo de acercarse a las personas. Y de nuevo gente que te ofrece darles cacahuetes para que te saques la foto. Por lo menos son cacahuetes y no magdalenas...




Pues eso que los monos muy simpáticos, pero seguimos subiendo hasta llegar al mirador donde habíamos estado la tarde anterior. De nuevo foto de rigor, y fuimos de vuelta a la furgo. Lo único que teníamos que hacer era comprar pan, que no teníamos. Pues justo fue decirlo y aparecer un señor de la nada con un carro lleno de pan. Qué coincidencia!!!  Pues como no, le pillamos pan y fuimos a la furgo.

Ruta: https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/cascadas-de-ouzoud-41596541


Y con esto habíamos cumplido con todo lo "indispensable", lo que contábamos con ver sí o sí en Marruecos. Así que de ahora en adelante el resto sería como "regalo". Tenía un montón de cosas apuntadas, pero quedaban en el cesto de "... y si sobra tiempo...". Pues como nos sobraba, pudimos dirigirnos a la costa.

Fuimos dirección Essaouira, pero no vamos a ir directos no, ya que tenemos tiempo vamos a recrearnos y desviarnos unos 250km. (unas 4h. de más de carretera) para ir a un sitio que había fichado como dos días antes de marchar. No os voy a desvelar el secreto tan pronto, tendréis que esperar... 

Repostamos antes de coger la autopista justo pasado Marrakech (esta fue la única gasolinera del país que nos aceptó pago con tarjeta). Por fin a 120km/h!!!! Apenas habíamos conducido por autopista en el país. He de decir que es mucho más eficiente pero también más aburrido...

Una vez más vimos un embalse en el mapa y decidimos pasar allí la noche. La única pega es que tiene enfrente  una mina y tiene bastante luz. Quitando eso, es un sitio bonito. Ya casi de noche dimos un paseo hasta el embalse y cuando volvimos a la furgo nos tiramos en el suelo a contemplar y estudiar las estrellas. Gracias a internet, pasamos de ver puntitos amarillos a descubrir el triángulo de verano, las constelaciones del cisne y del águila... Qué pasada!!!

Cena en la furgo y a dormir.


Vídeo:




Continuará...